sábado, 30 de julio de 2011

ESCENARIOS 2011: Ante el realpolitik, el show business y el reino de los medios, ¿dónde está el documental? (1ª entrega):

Por: Andrea López
El verano cinematográfico mexicano pica y se extiende.  A escasos días de la culminación del Encuentro de Escritores Cinematográficos promovido por la Asociación Civil El Garfio,  la luz del proyector y del conocimiento es rápidamente encendida por el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), en el marco de Escenarios, un espacio destinado a la proyección, encuentro y discusión acerca del documental nacional e internacional.

Desde El Cinescopio traemos a ustedes en esta primera entrega, apuntes de la primera mesa redonda:  Ante el realpolitik, el show business y el reino de los medios, ¿dónde está el documental?  La discusión estuvo a cargo del co-autor del desgarrador trabajo " You don´t like the truth, four days inside Guantanamo", Patricio Henríquez (Chile);  Juan Carlos Rulfo (En el Hoyo 2006,);  Jacaranda Correa (Morir de pie , 2011) y el historiador y académico Lorenzo Meyer .  La mesa fue moderada por uno de los organizadores de Escenarios: el maestro Juan “Paco” Urrusti .

Lorenzo Meyer
Para el Dr. Lorenzo Meyer, el documental se hace dentro de una estructura moral y ética.  Ningún documental es inocente, hay que tratar de ser objetivo.  Aunque conseguir objetividad sea imposible, en el intento radica su gracia.  “El tratamiento es similar al que practican los politólogos y los ensayistas, ya que se explica paso a paso cómo y por qué se llega a donde se llega.  Se trata de descubrir e intentar descubrir (…)  En un país que durante más de sesenta años estuvo subyugado por la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y su consecuente censura, la alternidad que logró alejarlos del poder se tradujo en el derecho a la información y en consecuencia, a que investigadores, periodistas y documentalistas tuviésemos acceso a los archivos”.  Para el académico, la entrevista debe ser el último eslabón del proceso de pesquisa:  “Uno debe estar muy informado pues el entrevistado siempre querrá llevarlo a uno donde quiera. Sobre todo cuando el entrevistado es un político, esto es, un personaje acostumbrado a manipular cuando se está en la búsqueda de la verdad.  Esta búsqueda es lo último que le interesa a la TV mexicana, pues éstos sólo persiguen el dinero y el poder.  Al documentalista en cambio, no debe interesarle ninguna de ambas (…) Su tarea es buscar la objetividad.  El punto en común entre el académico y el documentalista no es el poder, sino el examen del poder”.

El maestro Urrusti aúna luces: “la función del documental es liberar a la gente”.

"Morir de pie" de
Jacaranda Correa
Jacaranda Correa, periodista y conductora del espacio de exhibición documental “Visión periférica” del canal 22, sale al paso:  “Cada vez más los periodistas buscan profesionalizarse.  Ya no se trata sólo de seguir una línea ó hacer reportajes, sino de hacer documentales.  La TV pública carece de conocimientos acerca de las diferencias entre periodismo y documental.  Sin embargo, ha habido un acercamiento al género del gran reportaje documental, que desde hace mucho se practica en Francia.  Otra confusión del gran público es que suele llamar corto al documental.  Debe instruirse acerca de las diferencias entre los documentales de TV y el documental cinematográfico.  Éste último es más cercano al periodismo narrativo, mientras que el primero es mayormente informativo”.  Más tarde, la creadora de "Morir de pie" aclara:  “La diferencia entre el documental de TV, el gran reportaje y el documental cinematográfico, radica en los dispositivos y en la temporalidad.  En el documental cinematográfico tiene cabida la imaginación, la poética, la inserción de una narrativa con puntos dramáticos del tipo aristotélico.  El documental de TV no es narrativo, es descriptivo.  En cuanto al gran reportaje documental, éste tiene más que ver con una forma que analiza el tejido social de una realidad tomando ó no, elementos propios del cine.  En la TV es imposible explorar los silencios y todo se orienta a la denuncia.  Hay maneras de acercarnos a los personajes y las temáticas, que no responden necesariamente a la denuncia.  Lamentablemente, la TV pública sigue llamando documentales a programas que no lo son.  Esto tiene que ver con la lejanía de nuestras escuelas de periodismo en las universidades públicas”.  Finalmente, la periodista aborda un punto que estará en discusión en una siguiente mesa redonda:  “En el documental todo está permitido, en el periodismo, no.  Cuando se trabaja con gente de carne y hueso ¿hasta qué punto tenemos derecho a escarbar?  Esto es algo que se cuestiona en el periodismo, pero no en el documental”.

You don´t like the truth, four
days inside Guantánamo
de Patricio Henríquez y Luc Coté
Para Patricio Henríquez, otra diferencia estriba en que el documental de TV debe tener en cuenta las pausas publicitarias:  “Ahora la gente no lee, entonces el documental es el que transmite una serie de cosas.  Hay cosas que son posibles en el documental ya que no obedecen a la responsabilidad de un historiador.  El documentalista tiene una sola responsabilidad: la cinematográfica.  Muchos sabemos que la bala de cañón que se exhibe en un documento de guerra, seguramente no fue la bala de cañón que en la realidad se disparó.  El recurso se utiliza en función de la dramaturgia y su efecto.  El documentalista que proviene del periodismo debe saber que necesita tiempo.  Las historias a profundidad de mis vecinos muchas veces no las encuentro en el noticiero sino en el documental”.

En el Hoyo
de Juan Carlos Rulfo
Juan Carlos Rulfo ahonda en el factor tiempo: “En la TV vemos a la gente pasar rápidamente, no nos damos el chance de conocerla.  Soy partidario de que en nuestras escuelas de cine, se parta del estudio del documental”.

A las aseveraciones acerca de “la objetividad” y cuál manipulación se considera legítima y cuál ilegítima, Lorenzo Meyer recomienda el docu “Morir en Madrid” y aclara:  “El documentalista debe advertir sobre qué trata su docu desde el principio. Una manipulación legítima es aquella que abre la posibilidad de cuestionar el discurso.  La deshonesta en cambio, inventa para no tener que ser cuestionada, necesita engañar”.

Rulfo expone el caso de la crónica de Bernal Díaz del Castillo acera de la conquista de México, como ejemplo:  “Él no toma partido, no establece juicios, sino que selecciona momentos.   Más allá de cuestionar la realidad, lo importante es cuestionarse uno mismo frente a ella”.

Henríquez trae a colación el ejemplo de “Las Hurdes, tierra sin pan ” cuyo autor inspiró el nombre de la sala en la que se llevan cabo estas reflexiones: “Buñuel filma una secuencia en la que una niña muere.  Años más tarde, una investigadora descubrió que ninguna niña murió mientras él estuvo filmando.  ¿Es eso legítimo ó ilegítimo? (…) Probablemente el tiempo que él estuvo allí ningún niño murió, pero se sabía que muchos habían fallecido por inanición”.

En nuestra próxima entrega, traeremos algunos puntos que por razones de tiempo quedaron por fuera aquí, se trata de Los límites de la justicia: el territorio del equilibrio

1 comentario:

  1. Me encanta esta reseña; su escritura muestra con generosidad las mismas características que encontramos en un excelente documental.

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