lunes, 21 de enero de 2013

Django Desencadenado: Apropiación y Referencia (Contiene Spoilers)


Tarantino es un muchacho grande. Uno de esos genios malcriados que andan adolescentes por la vida haciendo lo que hacen como les da la gana.  Cada uno de sus filmes son obras lúdicas y hedonistas, una agrupación sincera y directa de clichés y fetiches de púber. Si sometemos a un análisis más o menos serio la obra de este director, además de colisionar con el despropósito y la contradicción que implica la seriedad de dicho análisis, encontraremos que las ideas que utiliza Quentin para moldear su obra se encuentran orbitando ya, desde hace años, en los universos de la Serie B, el Cine Cutre, el Blaxplotaiton, la Chambara, el Wuxia y el Pulp. Como es ya harto sabido, este caso no es una excepción: Django Desencadenado es otra apropiación (desde el punto de vista artístico), sólo que esta vez la fantasía del autor echa mano al género casi olvidado del Spaguetti Western (nótese que al hablar de la apropiación de Tarantino también uso el término “fantasía”, toda vez que aunque es cierto que la película respira las reminiscencias del género cutre mencionado, no es menos cierto que muchas aproximaciones son versiones libres y proyecciones personales de Tarantino en torno al mismo, tal y como lo explica con acierto el cineasta Carlos Caridad Montero en su artículo Tarantino encadenado, ((Oscars 2013, Django unchained)) publicado en el blog Blogacine). En todo caso, siguiendo la línea de ideas, empecemos diciendo que Django Desencadenado es, un reencuentro entre algunos clichés del Spaguetti Western (apropiación) y los fetiches y demonios del director/guionista  (la proyección personal que hace éste sobre el género, lo que algunos podrían denominar como su “sello personal”).

Inicio hablando de la “apropiación en las películas de Quentin Tarantino”, por ser el elemento principal que une a Django con el resto de sus películas. Sin embargo en su filmografía, otros se repiten. En Django Desencadenado el argumento principal es la venganza, al igual que en Kill Bill. También es de notar que en Inglorious Basterds, uno de los motores de las acciones de Shosanna Dreyfus es reivindicar la matanza que hicieran los nazis de su familia. Por su parte, Django es un hombre que busca reivindicarse ante el agresor injusto que le ha sometido a él y a su esposa, convirtiéndose no sólo en el ángel vengador de su propia historia, sino, sin quererlo, en el de todos aquellos negros oprimidos por el sistema esclavista. En la película se hace hincapié en la condición de liberto de Django y se juega con la sorna y la ironía con que reaccionan los personajes al ver “un negro a caballo”.  Al respecto, destaca el diálogo entre Big Daddy y una de sus esclavas: "Django es un hombre libre", le dice. La esclava, confundida, le pregunta si debe entonces tratarlo como un hombre blanco, a lo que Big Daddy responde: “ (…) No, eso no fue lo que yo dije (…)”. Este tipo de diálogos inteligentes, mordaces, contundentes, políticamente incorrectos, se repiten a lo largo de toda la película, sumando al sarcasmo y la violencia explícita de la imagen. En estos diálogos reside la piedra angular de todos los guiones de Tarantino, pudiendo conseguirlos desde su primera Reservoir Dogs (diálogo inicial en la cafetería en el que se hace referencia a la canción Like a Virgin de Madonna), pasando por Pulp Fiction (diálogo final entre Jules y Marvin), el discurso antisemita  del Coronel Landa (que compara a los judíos con ratas en Inglorius Basterds) y el de Calvin Candie sobre la frenología y la inferioridad del hombre negro (Django Desencadenado), por nombrar algunas destacadas. En Django, al igual que en el resto de las películas de este autor, la violencia llega al paroxismo y parece inundarlo caricaturescamente todo, llevando toda clase de agresión (física, verbal, moral y espiritual) hasta los niveles marginales del odio, el dolor y la comicidad.

Como lo hiciera con Kill Bill (David Carradine), Reservoir Dogs (Harvey Keitel) y Pulp Fiction (John Travolta), por nombrar los que se me vienen a la cabeza, en Django Desencadenado Tarantino rescata del olvido a actores (Robert Carradine de La Venganza de los Nerds y Don Jonhson ) y hace homenajes a otros (Tom Savini y Franco Nero). Es de alabar en el trabajo de Quentin y en especial en Django, el casting y la dirección de actores, esta última llevada a su máxima en escenas muy bien logradas que en mi opinión pasarán a la historia del cine. El cuarteto Dicaprio, Foxx, Waltz y Jackson se roban el show durante casi todo el filme, destacando la escena ya referida de la frenología en el comedor de Candieland (en esta escena, todo parece suponer que Dicaprio, en un arrebato de furia actoral, se corta accidentalmente la mano y no contento con ello, usa su propia sangre para restregarla luego en la cara de Kerry Washingotn, quien interpreta a Broomhilda). Como comentario al margen, en mi opinión todas esas escenas maravillosas contrastan en demasía con la condenable actuación del propio director casi al final de la película, actuación que se ve agravada aún más con el giro argumental bastante flojo con que se resuelve el escape de Django de sus captores justo antes del desenlace.

Las referencias a Spaguetti Westerns, tal y como sucede en Kill Bill con las películas de Kung Fu de los Shaw Brothers, así como el género de Blaxplotaiton en Jackie Brown y en el propio Django, son numerosas. Todo ello, mezclado con la idea del director/guionista, la denuncia al racismo y las inconsistencias históricas y geográficas del filme (ver el artículo de Carlos Caridad Montero mencionado en el primer párrafo), hacen de Django, un pasticho postmoderno de un sabor muy parecido a sus antecesoras. De hecho, muchos concuerdan que destaca la similitud entre Django Desencadenado e Inglorious Basterds, su predecesora más directa.

A pesar de lo anterior Django Desencadenado parece un producto más acabado, más maduro. Es difícil delimitar qué la hace mejor o más entretenida a mi entender. Sin embargo, algo si ha quedado claro: Quentin Tarantino es un referente que parece destacar cada vez más, con contundencia y desparpajo, en el cine contemporáneo.

3 comentarios:

  1. Gracias a ti Juliana por leer y comentar. Saludos.

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  2. Excelente post Vicente, muchas gracias por compartirlo, tu Blog está cada vez mejor. Te quiero invitar a mi nuevo Blog de Cine de Terror que seguramente te gustará, espero tus comentarios en:
    http://terror-en-el-cine.blogspot.com/

    Un gran saludo, Oz.

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  3. Yo quedé un poco extrañado con esa actuación de Tarantino en la película, sobretodo porque Tarantino, no es un mal actor, cuando mucho suele interpretarse a si mismo en sus películas, o cameos, o secundarios, y siempre cumple con creces. María Gabriela Colmenares, en una discusión sobre la parodia cinematográfica me explicó en su momento: Tarantino es un tipo que le gusta jugar, y jugar sobretodo con el público, se divierte... ¿quién te dice a ti que esa mala actuación, no es una burla? A los australianos por ejemplo. Me dejó pensando ese comentario, y la verdad que no resulta del todo jalado de los pelos. Saludos.

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