domingo, 10 de julio de 2011

Encuentro Iberoamericano de Escritores Cinematográficos El Garfio: Las historias que contamos, las historias que urgen (1ª entrega)

Por: Andrea López


Esta semana he tenido el privilegio de asistir a una de las experiencias más estimulantes que haya tenido en mi incipiente carrera profesional:  El Encuentro Iberoamericano de Escritores Cinematográficos, que ha tenido lugar en la Ciudad de México entre el 6 y el 9 de julio, y que ha reunido a escritores de la talla de Eduardo Sacheri (“El secreto de sus ojos ”); Senel Paz (“Fresa y chocolate ”), Carlos Cuarón (“Y tu mamá también ”); Francisco Vargas  (“El Violín ”); Andrés Duprat El Hombre de al lado ”, Jorge Goldenberg (La estrategia del Caracol ”) y Elio Palencia (“Cheila una casa pa Maita”), entre muchos otros de cuantiosa valía.

Antes de adentrarnos en los nutritivos contenidos discutidos durante el encuentro, debo aclarar que éstos se escriben bajo la profunda emoción que despertó en esta servidora y demás participantes (en su mayoría noveles guionistas) “la guinda” del evento:  El intercambio con Vicente Leñero y su alumno Guillermo Arriaga

Sin embargo y ya que de guión se trata,  tan emocionante momento será puesto hacia el clímax de estas entregas.  Como en un guión convencional, nos ocuparemos de introducir las discusiones (los hechos) de manera cronológica y progresiva hasta llegar al desenlace: ¿Después de que mi guión está terminado qué debo hacer? ¿qué puertas debo tocar y cómo debo hacerlo? ¿Cómo espera un productor que le presentemos nuestra historia?  En esta entrega final, expondré un balance de lo positivo y negativo del evento para llegar a conclusiones.

La primera mesa redonda trató: Las historias que contamos, que queremos contar, que necesitamos y que urge contar; así como el papel del escritor en la cultural nacional e iberoamericana.  Entre los ponentes estuvieron:  Senel Paz, Francisco Vargas, Ignacio Ortiz y Marcela Fuentes Berain.    

Marcela Fuentes-Berain
Para Marcela, México es importante porque se preocupa por tener políticas públicas que hagan salir adelante su filmografía (…) A pesar de que Iñárritu (que ha participado de estas políticas), no trabaja ya temas mexicanos sino los que le interesan, sabe promocionarse internacionalmente muy bien.  Para la colaboradora de Víctor Gaviria  en “Sumas y restas ”, el cine mexicano debe desarrollar el drama desde un pensamiento original, desde una manera nueva de contar y eso no existe en México:  “Se percibe en los guiones falta de imaginación, filmes como “Amar te duele” no es lo que el público necesita, sino historias como “El Violín”, que habla del valor de la ancianidad frente al autoritarismo, abarcando un valor universal”.  La escritora aclara que este criterio de originalidad en la narrativa audiovisual y de temáticas locales pero universales; es el principal requerimiento de Sundance a la hora de asesorar y apoyar los guiones:  “Cuando leímos el guión de “La Ciénaga ” nos pareció que esa historia era tan minimalista que no pasaba nada, pero cuando Lucrecia Martel hizo su pitching todo adquirió sentido”. 

Respecto a las responsabilidades del guionista, aportó:  “El guionista debe contar una historia distinta  y debe tocar al gran público a través de las emociones.  Un país de masas como lo es México no puede ignorar a su público.  Por otra parte, los guionistas deben hacer respetar su propia autoría y no dejar que los productores cambien su esencia porque finalmente, a diferencia de hace veinte años, ya tenemos un reconocimiento como escritores y no como un mal necesario que deambula por los pasillos”.

Ignacio Ortiz
Nacho Ortiz irrumpe rápidamente para traer a colación el tema del paradigma y la dramaturgia, el cual será recurrente en las sesiones y expondrá visiones encontradas: ¿Debemos apegarnos a las reglas de los grandes gurús como Syd Field  ó hay que desecharlos y escribir por cuenta propia?  Después de todo, dice Ortiz, Aristóteles escribió su poética posteriormente a que los dramaturgos griegos escribieran sus obras y no al revés.

De modo que para el guionista de “Sin Remitente ”, lo correcto es empezar escribiendo y no partir ya de un análisis, de una “norma”. Ortiz cita a Jean Claude Carrière  para establecer el único criterio que considera correcto:  “La única regla es no aburrir al espectador".  Para Ortiz: "si esto no se logra, estamos perdidos porque, a diferencia de otros géneros literarios, el guión es como una mujer de la calle, es manoseado por todos y su único destino es la pantalla o el bote de la basura” (…) 

A la hora de abordar el por qué nos dedicamos a contar historias, asevera: “los cuentos se cuentan por necesidad, no por obligación”.

Francisco Vargas
Para Francisco Vargas, autor de “El Violín”, hay historias necesarias y urgentes que no hallan salida masiva gracias a la hegemonía hollywoodiense:  “Aunque nuestro cine tiene poca producción, sus temáticas y tratamientos son muy ricos, explosivos y violentos.  Como escritor, uno debe actualizarse, adaptar los temas para darles universalidad (…) casi todo nuestro cine es marginal, no tenemos circuitos de exhibición, el cine latinoamericano vive una situación de supervivencia pues no hay ninguna posibilidad de competir con Hollywood, industria que hace un cine anulador de la conciencia crítica y que es el favorito de las audiencias.  La realidad es que la gente responde muy poco al cine latinoamericano en otras latitudes”.  

A la pregunta acerca de si desde los mismos guiones se puede pensar en revertir esta tendencia,  Vargas opina que el problema no es de los guionistas:  “Mucha gente lo que quiere es hacer sólo dinero con las películas.  Eso es muy importante, sí, pero también hay más que eso.  Hoy en día el que habla de un cine liberador o político, ó está loco, ó es un marginal (…)  Desde que estaba en el colegio he escuchado que ahora sí hay el nuevo cine latinoamericano y eso no es cierto.  No se puede competir copiando los géneros, estilos y tópicos gringos porque si no estamos muy mal.  Hay que buscar la honestidad”. 

El egresado del CCC remata con una cita de Bertolt Brecht : “El arte cuando es bueno es siempre entretenido” (…) “Con tanta mierda mediática no podemos dejar que nuestro cine tenga el camino de copiar a Hollywood pero tampoco podemos condenarlo a la marginalidad.  Necesitamos historias sencillas, baratas, que emocionen, que alienten, que estimulen al espectador, sin olvidar que lo más importante es la honestidad”.

Marcela Fuentes Berain toma nuevamente la palabra exponer cuál es la noción que hoy día tenemos de entretenimiento:  “Actualmente, el entretenimiento es percibido como algo frívolo y vacío y eso no es cierto". 

“Entretenimiento, originalmente, significa interesar”, complementa Senel Paz, autor de “Fresa y chocolate”.

Senel Paz
A la urgencia de captar las audiencias que prefieren el cine hollywoodiense, Nacho Ortiz propone la creación de nuevos públicos: “Los niños deben ver cine en las escuelas y apreciarlo no como entretenimiento, sino como lenguaje”.  Agrega que “los escritores escriben para no estar solos, para mantener a alguien entretenido y que no los deje”.  Francisco Vargas difiere de su maestro en este punto: “Escribir para no estar solo aplica sólo para la literatura, no para la disciplina cinematográfica que implica tanto dinero.  Para hacer guiones debemos acudir a la sociología pues no se trata de hacer arte por el arte, eso es un pensamiento ególatra”.

Para Senel Paz esta tarea es mucho más difícil puesto que tampoco la cree posible desde las políticas públicas: “A los políticos tampoco les interesa que la gente piense, un público dormido, drogadicto, es lo que interesa”.

Tras los calores deviene la sesión de preguntas y respuestas:

¿Cuáles son los criterios de Sundance Latinoamérica para apoyar los guiones? 

Marcela Fuentes Berain (MFB):  No existe un manual.  La premisa es apoyar al cine Independiente latinoamericano que cuente historias que no entren dentro de las fórmulas comerciales del cine, que tengan preocupaciones políticas, sociales; preocupaciones distintas a las del cine de taquilla.

El cineasta venezolano Thaelman Urgelles levanta la mano: ¿Debemos echarle la culpa a la hegemonía Hollywood ó más bien la responsabilidad es nuestra al dejar que ellos cooptaran tal hegemonía?  En mis tiempos, el cine mexicano era el cine dominante de toda América Latina y eso México lo dejó perder.

Nacho Ortiz sale al paso con una respuesta de medias tintas:  “En la Segunda Guerra Mundial, el imperialismo cinematográfico se desplaza a México y formamos públicos.  Es decir, México tuvo esa hegemonía porque Hollywood dejó de producir cine.  Sin embargo, cuando los gringos regresan de la guerra retoman su industria y quedamos a un lado”.

No todo está perdido, los cineastas latinoamericanos tenemos el paraíso de los festivales.

MFB:  El problema es que consideramos excluyente las películas de taquilla respecto a las de festival.  Muchas veces los productores leen un guión y se prejuician al encasillar la película en uno u otro espacio.  No le dan difusión en ambos.

Otra asistente levanta la mano: El documental mexicano actual está mejor hecho que la ficción y esto se debe a que mucha gente hace películas sólo para ir a Cannes o para hacer dinero.  Hay que dejar de pensar en eso”. 

Finalmente, el maestro Ortiz introduce una razón de base, la educativa, para explicar los resultados de nuestras cinematografías: “En Argentina, por ejemplo, hay buen teatro, buena literatura, hay una idea de trabajo.  En México, nuestras escuelas están llenas de pobreza, los jóvenes y aspirantes a guionistas y cineastas no leen, no se forman.  Cuando examinamos quiénes escribieron grandes películas de nuestro cine, encontramos a un Vicente Leñero, a un Juan Tovar; escritores que mantuvieron el puente entre la dramaturgia y el cine sin romperlo.  En México se perdió el oficio de dramaturgo, sólo en Brasil, Argentina y Cuba se conserva”.

Estén atentos a nuestra próxima entrega, la cual daremos muy prontamente.  Las reflexiones apenas empiezan.

4 comentarios:

  1. Qué buena entrada! Y además que es precisamente aquello que me perdí el primer día. Lo linkearé en mi blog. Gracias por compartir. Sobre lo que dice Nacho Ortiz, qué decir, que tiene razón pero que también procure él hacer pelis más entretenidas. En fin, Nachito, siempre serás de nuestra cultura un cachito...
    Saludos!

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  2. Muchas gracias, Inquilino. Viniendo de tí es realmente un halago. Pienso que lo bueno es siempre contagioso, es más fácil escribir algo bien si lo que lo inspira es igual o mayormente bueno. Pronto estaré citándote,

    ¡Saludos!

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  3. La frase con la cual finaliza el artículo: "...En México se perdió el oficio de dramaturgo, sólo en Brasil, Argentina y Cuba se conserva”. no parece ser cierta, por lo menos en lo que respecta a Venezuela...sería importante que precisaras al respecto...Saludos.

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  4. Hola Miguel,

    No preciso porque la afirmación final no es mía, sino del escritor Nacho Ortiz. Se trata de un reportaje en el cual hago un registro de lo que se habló pero no doy mi opinión personal.

    Aún en el caso de el texto fuera de opinión, tampoco podría hacerlo puesto que desconozco qué dramaturgos venezolanos se desempeñan simultáneamente como guionistas. Si posees esa información, sería nutritivo que nos la proporcionaras.

    Saludos y gracias por comentar

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