jueves, 22 de diciembre de 2011

Cenizas Eternas. Margarita Cadenas. 2011.

Por Daniel Dannery.


Margarita Cadenas arma su propia merienda de negros, derivando en un discurso neobarroco cargado de elementos claves para la comprensión de la historia presente, pero abordando el tema desde enfoques en apariencia cercanos, pero realmente equidistantes.
“Cenizas Eternas” se diluye en las visiones Filosóficas de Rousseau, Antropológicas de Oscar Lewis, y Sociológicas de Émile Durkheim; por nombrar algunos máximos representantes en cada materia. La mezcla de estos elementos, si bien pueden parecer a priori interesantes, se deshacen en un argumento débilmente impreso en un guión carente de inteligencia que subraya la simplicidad de lo obvio, convirtiendo el resultado final en un cuento angustioso para el espectador, que espera eternamente los minutos finales de la proyección.




En tal sentido nos convertimos en los testigos de un filme que arranca mal desde su inicio, con las actuaciones impostadas de una Patricia Velázquez intentando masticar los diálogos sin vida de su personaje y una Beatriz Vázquez muy mal dirigida, en un plano de postal que recuerda a los fotogramas de cualquier filme italiano con un mar de fondo en los años 60, a pesar de estar ambientado en los 50´s.
De ésta manera comienzan a develarse las influencias de su realizadora, elementos harto paradójicos en lo que respecta al resto del metraje que se acerca trágicamente a las 2 horas de proyección, y que atenta contra el estudio documentalista que su directora ha venido trabajando desde su profesión. No por nada los planos mejor logrados son aquellos donde la naturaleza es la protagonista, o donde el objeto a ver es la imagen del “Invadido”; el indígena, logrando plasmar en la ficción lo que ya vimos en obras cumbres del género documental como lo son: “Yo hablo a Caracas” (1978, Carlos Azpúrua.) “Iniciación de un Shamán” (1980, Manuel de Pedro) o “El extranjero que danza” (1979, Manuel de Pedro). Nos preparamos para una clase fotográfica del “Grano Cinematográfico” aquí empleado bochornosamente para remarcar por momentos que la tragedia se avecina, o que todo simula la calma. El recurso desgastado a lo largo del filme impide que la película se aprecie desde una perspectiva completamente estética, pues destruye de sobremanera la composición tridimensional del plano impidiéndonos apreciar del todo la profundidad de campo, o los juegos de desenfoque; escasos en todo caso. A pesar de que hay algún que otro momento que corresponde efectivamente, pero no es la regla. Falla en su necesidad de registrar la realidad de su protagonista poniendo en evidencia el recurso fílmico y logra con creces hacernos creer que vemos una mala copia en VHS. La música se torna por momentos redundante, logrando de ésta manera un efecto contrario para el verdadero fin de la escena. El momento donde la canoa emprende el viaje antes de la tormenta, se asoma al ridículo total, la música nos vende la aventura de una pareja que ha decidido emprender un viaje al interior de un mundo lleno de peligros dejando a sus espaldas una hija abandonada; que será cuidada sin derecho a replica por una pareja de amigos, en busca de los tesoros que abriguen la felicidad del egoísmo compartido y de la necesidad sexual del hombre y la mujer (No por nada para Landaeta “Al infierno se va en pareja”), para dos segundos después, sumergirnos en un “río” de angustia intelectual, donde una linterna, una cámara en éxtasis, un doblaje de estudio, y un montaje desenfrenado, nos marcan el inicio del encuentro de dos mundos, y no precisamente de los colonizadores, pues aquí, los dominantes, violentos y misóginos entes serán los habitantes de la tierra conquistada antaño por Colón y compañía. Para Cadenas el resentimiento también puede ser heredado. (¿Y hace falta puntualizar esto?) El guión se divide en dos partes:
LA PRIMERA, la adaptación del extranjero en un mundo que no le es propio. A mi ver lo más interesante y donde la historia debió quedarse para reflexionar sobre todo aquello que Rousseau, Lewis y Durkheim planteaban. LA SEGUNDA, completamente opuesta a los valores que la primera parte nos ha vendido, pues nos damos cuenta que todo el discurso antropológico que se proponía con antelación, cede al dramatismo propio de los argumentos de novela e intenta recuperar el camino trazado con diálogos impuestos que permitan recuperar el trabajo hecho. Es aquí donde entra en escena una galería de personajes fastidiosos que no aportan nada y que alargan una historia ya sepultada por sus contradicciones y defectos intelectuales. En el desfile de secundarios nos encontramos a actores de la talla de Alejo Felipe, Julio Mota (rescatado del abandono y de “El maní es así”) Erich Wilpret, y Dixon Dacosta, al que vimos en la magistral “Machete Canibal”, y aquí abro un paréntesis para hablar de este montaje, que guarda una similar visión con el filme de Cadenas. “Machete Caníbal” obra maestra del teatro venezolano dirigida por Francisco Denis, y que logra temáticamente un discurso generado a través del encuentro de dos mundos que se tienen que enfrentar y convivir en medio de sus paradojas ante el deseo de un encontrar literalmente o metafóricamente “El Dorado”, tres historias: Felipe Von Hutten, Lope de Aguirre y Forlandia; que se entrelazan, por dos personajes reales: Helena Valero (La "Napeyoma" real), una campesina criolla que en 1932 fue raptada por una tribu Yanomami y que llega a tener hijos de ellos y luego de 24 años logra escapar en busca de su familia en Manaos, pero ésta la rechaza por ser “india” y su marido a la fuerza, el indio Akawé. Donde la obra de Denis cumple su cometido, “Cenizas Eternas” falla, lo que me hace dudar del verdadero interés que Cadenas le puso a su guión, pues quizás sea simplemente un producto que busca la compra internacional de los Europeos, que en cuestiones temáticas nos siguen viendo como aquellos “Buenos Salvajes” del tercer mundo. Definitivamente “Cenizas Eternas” es una obra menor de nuestra cinematografía, en lo que respecta al estreno del cine nacional en 2011, colocándose a la par de filmes como “Una Mirada al Mar” “Días de Poder” y “Er Conde Jones”. Lo mejor: Su intento de ahondar en las raíces indígenas de un país que vive a las sombras de un efecto colonizador. Su mera presencia lo hace estar al lado de películas como: “Jericó”, “Amazonas, el Negocio de este Mundo”, y las ya antes mencionadas, por nombrar algunos ejemplos. Lo Peor: Su falta de identidad compositiva. Se hecha de menos las características documentales de las que una obra de ficción puede adueñarse, sobre todo cuando su directora, guionista y productora, viene del mundo documental. Su música redundante y a veces cursi. Sus actuaciones de cartón, en la que sobresale el mayor descaro que el cine venezolano ha visto para la complacencia de cierto sector de la industria como lo es la performance de Danay García, su acento cubano resulta pedante. Su fotografía enmascarada en una sobredosis de grano sin sentido. Y una mitad de segundo acto en guión, carente de verdadero contenido y que destroza todo lo labrado en una primera parte, digna e interesante.



PD: 
(Agregado el 23 de Diciembre de 2011, unas 9 horas después de la publicación original).

Todo esto parece el efecto domino derivado de la papa podrida, fundado en el nuevo milenio por Claudia Llosa y su "Teta Asustada". Al menos Llosa nos hacía pensar que sus silencios hablaban de algo, aunque así no fuese. 

4 comentarios:

  1. Hasta con el tobo:

    "“Cenizas Eternas” es una obra menor de nuestra cinematografía (...) colocándose a la par de filmes como (...) “Er Conde Jones”";

    bueno, no tenía muchas ganas de verla, ahora tengo menos; espero que estés contento

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  2. Lo lamento, en todo caso acércate un Lunes o un Jueves (que sale más barato) y si estás en desacuerdo con lo que digo, no dudes en comentar nuevamente. Un abrazo.

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  3. Totalmente de acuerdo, al parecer no hubo ni intensiones de mostrar paisajes ricos, me parecieron tomas muy cerradas, discurso escazo, el acento cubano petético de la hija, escenas que no guardaban relación e innecesaria, personajes cansones. No se explotó el talento en ningún momento. Creo que nos vendieron un borrador de la película. Pudo ser mejor!! Suerte!!

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  4. Tenía esperanzas con esta pelí... bueno será lunes o jueves...

    Que lastima porque me pareció un buen intento de cambio en la temática narrativa del cine venezolano actual...

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