Por José Roversi
“LA IDEA ES DAR UN MENSAJE Y HAY QUE CONSEGUIR ENTRETENER PARA QUE ESE MENSAJE LLEGUE”
El nuevo cine popular venezolano está en marcha. Después del fenomenal éxito de Volver al Pasado (2009), película que se convirtió en un inusual fenómeno de ventas en Venezuela, vino su presentación en el Festival de Cine de Mérida. A Yoselyn Ramos, su joven protagonista, tocó representar a sus compañeros de Guatire. Marchó a Mérida sin ningún dinero, sólo con el pasaje de autobús y el hotel que eran cubiertos por los organizadores. Comió poco durante esos días y, de hecho, a su regreso a casa se dio cuenta de que había perdido peso. Esa noche, muchos veteranos del medio quisieron hacerse fotografías con ella. Tuvo que superar la emoción para poder hacer la presentación de uno de los premios. La muchacha, que hasta hace poco se dedicaba a la economía informal, ahora firmaba autógrafos. Ese día cumplía veintidós años.
Detrás de este fenómeno está Yosmar Istúriz (Guatire, 1973) y su Cooperativa Zamorana Iztúris Film. El joven, que trabaja durante la semana como obrero en una gran empresa panificadora es el arquitecto de esta revolución dentro de su localidad. La gente no solo se apresura a comprar sus películas en cuento salen a la calle; también quiere trabajar en ellas. No pide nada a cambio. Cree en la propuesta de Istúriz y su ilusión es hacer cine desde la base, algo con lo que “nunca habrían soñado antes”.
La Cooperativa Zamorana Iztúris Film está conformada por vecinos de Guatire. Rubén Lozano es uno de los actores que, junto a Erik Miranda, ha aportado realismo y profundidad a los populares personajes creados por el director de Volver al Pasado. Es un joven miembro de la Guardia Nacional de Venezuela. Por su manejo de las armas ha representado a un policía corrompido que coquetea con el crimen organizado. Tan creíble ha resultado su actuación, que muchos en Guatire le temen, confundiendo al hombre real con el personaje. Es también el caso de Eduardo Rivera quien a raíz de su interpretación en Volver al Pasado es conocido por propios y extraños como “El Comisario”.
Auristela de Istúriz es la esposa del director Guatireño. Dice que si hace dieciséis años, cuando se casaron, alguien le hubiera dicho que acabaría haciendo cine le habría entrado un ataque de risa. Habría pensado que le estaban tomando el pelo. Sin embargo, desde que Yosmar empezó con los primeros pasos en cine se ha ido involucrando cada vez más. Fue ella quien le animó a invertir toda la liquidación de su anterior trabajo para comprar una cámara y no tener que “andar siempre pidiéndola prestada a otra gente”.
Ahora, Yosmar Istúriz y su Cooperativa Zamorana sorprenden con una propuesta totalmente diferente. Unidas Por Siempre no es una película sobre la violencia que sacude las calles del país suramericano, sino una historia centrada en el drama de dos hermanas separadas y dos enfoques de vida radicalmente diferentes. Una apuesta de un grupo de jóvenes creadores que han demostrado, entre otras cosas, que el cine no es terreno para estereotipos o remedos estilistas, sino un campo abierto para la reflexión sincera y poderosa de quien lo hace lleno de pasión y orgullo propio.
Me imagino que el gran éxito de Volver al Pasado habrá marcado un antes y un después en tu carrera y en la de la Cooperativa Zamorana Istúriz Film…
Sí, bastante. Yo no me esperaba todo ese ruido que vino después de la película. Ya habíamos hecho tres películas anteriormente y todavía no nos conocían. Entonces decidimos que íbamos a hacer el estreno de Volver al Pasado en un cine en Guatire, de donde somos, y al día siguiente empezó la gente a llamar. Mientras más gente llamaba y más entrevistas íbamos haciendo más crecía la cosa. Vino a hablar con nosotros una señora de France Press y después un muchacho de El Mundo, de España.
Los buhoneros empezaron a venderla. Me empezaron a llamar para decirme que se estaba vendiendo la película: primero en la Av. Baralt, después en Altamira, luego de Ciudad Bolívar, etc. Así fue.
La buhonería nos ayudó, no económicamente, digamos, pero si nos ayudó mucho como promoción.
Pronto se estrenará en Venezuela Unidas por Siempre. Se trata de una nueva versión de una película que ya habían hecho.
Si, es verdad. Unidas Por Siempre es una historia que habíamos hecho previamente. La tenía allí. La habíamos presentado para amigos y familiares. Entonces, cuando estábamos grabando Volver al Pasado uno de los protagonistas, Rubén Lozano, la vio y me dijo: “Oye vale esa película es bien bonita ¿Por qué no la haces?”. Eso me lo dijeron otros miembros del equipo, como otro de los protagonistas de Volver al Pasado, Erik Miranda. Entonces decidimos hacerla.
He hablado con otros miembros de la Cooperativa, como Rubén Lozano y Yoselyn Ramos y me cuentan que la temática de Unidas Por Siempre es muy distinta de la de Volver al Pasado.
Sí, es otra cosa, no tiene nada que ver con la anterior. Hay un personaje que es un policía pero eso es porque en la historia detienen a dos personajes, pero hasta ahí. Se trata de dos hermanas, una rica y una pobre. La rica abandona a su familia por el dinero. Luego, cuando la madre de ambas muere, la llaman para que vaya y no lo hace. Allí surge entonces un conflicto entre las dos. A la hermana pobre le pasan muchas cosas, que tiene que ir enfrentando, que la hacen luchar.
Una historia en tu línea de cine con un mensaje, con moraleja. ¿Por qué este planteamiento de cine reflexivo, comprometido con la gente a un nivel personal?
Exactamente. La idea es dar un mensaje. Tú sabes que siempre se ha dicho que la televisión o el cine pueden ser educativos y, lamentablemente, en la mayoría de los casos, no es así. Hay muchos programas y películas que francamente no tienen nada que enseñarle a los jóvenes ni a los adultos. Por ejemplo, los jóvenes ¿Qué mensaje sacan de las telenovelas? Entonces sí hace falta un cine con mensaje; sí hay esa necesidad de hacer televisión y un cine que sean educativos. Y no sólo que deje un mensaje, sino que las personas que están en el medio de la TV o el cine, los productores y los directores, le abran las puertas al pueblo. Que el pueblo tenga la oportunidad de participar.
Lamentablemente esto no ocurre aquí. Si tú no tienes una buena “palanca” no puedes trabajar en televisión. Este es un problema muy viejo que continúa hoy día. Ahora están las televisoras sociales, como TVES, con la que hemos venido conversando un poco y con la que las cosas podrían ser diferentes. A ver si tenemos una oportunidad allí.
Cuando yo estaba en el colegio, por ponerte un ejemplo, casi nadie podía hacer cine. Esto ¿Ha cambiado desde tu punto de vista?
Las cosas han cambiado y hay bastantes oportunidades. Por ejemplo, se hizo la Villa del Cine. También hay televisoras comunitarias, como Catia TV, TV Petare y Ávila TV (en la que nos entrevistaron también) así como también Vive TV.
Acuérdate de cómo era antes: el que tenía una cámara en Venezuela tenía que ser casi rico. No era accesible tener una cámara de video. Si acaso una camarita fotográfica tenías por ahí. Ahora no. Es más fácil ahora que la gente tenga una cámara. El que quiera hacer cine, con pocos recursos, puede hacerlo: sólo hay que tener las ganas.
Hay mucha gente que dirá que no, que hacer cine sin recursos técnicos y económicos y sin una formación de primera en la materia no es posible. ¿Tú qué piensas?
Lo que pasa es que hay muchos directores y productores que se basan más en la técnica que en lo que le pueda gustar a la gente. En un curso que hicimos una vez nos pusieron un documental de un cineasta bastante conocido aquí. Y el hombre estaba allí para explicarnos. Y nos decía que nos fijáramos en este plano, en donde estaba la cámara, el Dolly, etc. Había puesto mucha atención a los detalles técnicos, pero había olvidado poner cuidado a la historia. El documental que nos mostró era aburrido, y eso no gusta. Hay que entretener también. Si no, no se pueden transmitir los mensajes.
Eso pasa con muchas películas aquí. Estuvimos aquí en la casa los miembros de la Cooperativa viendo una película venezolana reciente, hecha con muchos recursos. Cuando vimos la película nos quedamos asombrados: ¡Tantas cosas allí que no ocurren en la vida de personas como uno, que somos pobres o de bajos recursos! Por ejemplo, sale una señora que le dice al hijo:“Coño mi amor compre carne”. Entonces el hijo se sorprende: “Mamá ¿Vamos a comer carne hoy? ¡nosotros comemos carne nada más es en diciembre!”…
¡Y eso es embuste! Puras cosas irreales. Inventan unas historias que son totalmente falsas, que no tienen nada que ver con la vida real.
Yo trato de que los personajes sean reales. Si es un policía, que sea un policía lo más original posible. Si es un personaje que es rico, pues que actúe lo más parecido posible a un rico de verdad. Trato de hacerlo lo más natural posible.
Has mencionado en otras entrevistas la influencia que han tenido en tu trabajo las telenovelas brasileras. ¿Es por ese esfuerzo en transmitir realismo, credibilidad?
Las telenovelas brasileras me enseñaron bastante. Yo vi una novela brasilera –no sé si se acuerdan- llamada Chica Da Silva. A mí no me gustan mucho las novelas, pero me enganché con esa. Entrevistaron al autor y a alguno de los protagonistas. Uno de los personajes era un muchacho que debía ser lo más femenino posible y ser creíble. Pero el actor no lo era, necesitaba un modelo, un referente. Este actor declaró que observando jugar a su sobrina le vino la idea para meterse en personaje. Eso es la actuación. La actuación real, creíble. Eso es lo que yo intento más que cualquier otra cosa.
¿Qué es lo que pasa con los actores de las telenovelas brasileras? Si un actor va hacer el papel de una persona que vive en el campo, entonces esa persona va a agarrar el machete, y tiene que aprender a rozar el monte, comprender en carne propia la vida de ese personaje. El realismo es muy importante para ellos y se nota en el trabajo final. Por eso el éxito de estas telenovelas, porque directores y actores están enfocados en que las cosas salgan naturales. Esto pasa también en muchas producciones colombianas ahora.
Hablando con Rubén Lozano, uno de los protagonistas de Volver al Pasado, me decía que para la nueva película había tenido que luchar mucho para meterse en el personaje, porque era un personaje demasiado distinto al anterior, y que tú le ayudaste mucho a lograrlo. ¿De dónde viene tu comprensión de la experiencia del actor?
Mira lo que yo les exijo es que sean naturales. Eso es lo más importante. Cuando Rubén hace un papel, por ejemplo, de mala conducta, y la cosa le está costando yo le digo: “No, no. Estás exagerando mucho. Así no actúa un mala conducta”. Si lo que está costando trabajo es, por ejemplo, una palabra que no le sale natural sino forzada, entonces le digo: “Elimínala por una que te salga natural, que tú uses”. Estos son pequeños detallitos que uno el director debe ir viendo y así los actores se van profesionalizando más.
Por ejemplo Yeisy Rivas, la protagonista de Unidas Por Siempre, que nunca había actuado. Al principio tenía un poco de pena y en el guión debía llorar. “Trata de hacerlo la más natural posible; imagínate que es un ser querido el que está atravesando un momento difícil”. La muchacha se fue metiendo y metiendo en el papel hasta que empezó a llorar. Igual la señora que personificó a la mamá; ella estaba un poco nerviosa y le estaba saliendo forzado: “Imagínese que no puede respirar” – le dije- y poco a poco le fue saliendo más natural.
¿Cuando se estrenará Unidas Por Siempre?
Muy pronto. Pensamos que más o menos dentro de un mes. Estamos viendo donde lo haremos y el resto de los detalles. Ya los mantendremos informados.
Muchas gracias Yosmar. Saludos a toda la gente de Istúriz Film.
Con mucho gusto. Gracias a ustedes. Un abrazo.
Nojoda a estos panas es a los que tienen que darle plata o en el mejor de los casos, APOYO, para que hagan películas. La gente de la Villa del Cine debería de fijarse en estos panas que están haciendo un cine verdaderamente popular.
ResponderEliminarExactamente JJ. Yo creo que es inidspensable que se tome en cuenta al público antes que cualquier otro factor. De otra manera, si hacemos cine de espaldas a la gente, perderemos la oportunidad de desarrollar una industria propia, genuina, con lenguaje y potencial propios.
ResponderEliminarUn abrazo,
J