miércoles, 29 de mayo de 2013

AZOTES DE BARRIO. EL REMAKE. CARLOS MALAVÉ Y JACKSON GUTIÉRREZ. 2013.

"Azotes de Barrio" (2013.) la colaboración de Jackson Gutiérrez y Carlos Daniel Malavé rinde frutos. 
Este remake es superior al original en todo sentido. Quizás también estemos ante el primer remake Made In Venezuela, (Indago y supongo. si estoy equivocado, el foro de comentarios queda abierto.) Curiosidad aparte, ante eso tenemos una obra interesante tanto en contexto (país) como en resultado (películas).
"Azotes…" se lucra de un guión medianamente redondo, escrito a seis manos entre los codirectores y Alejandro Hidalgo. Entre los tres modelan una historia, que en la película de Gutiérrez naufragaba dando vueltas sobre sí misma. Por fortuna éste nuevo producto no repite los errores.
“Azotes” cumple su cometido, entretiene, mantiene la tensión, y crea simpatía por sus personajes.

Todo esto a pesar de ciertos clichés del cine policial venezolano de los ochenta, en el que Malavé al parecer se siente cómodo, y es un lugar del que no quiere salir (sus obras anteriores dan esa lectura) Malavé no lo puede evitar, y básicamente este elemento se convierte en un sello de la casa. También esto termina siendo un arma de doble filo, por momentos es televisiva, y su cámara plana no ahonda más allá de lo que hay, aún así sus intensiones de entrar en cursilerías duran poco, cosa que se agradece.
Volvemos a ver a los Tres Dueños (Dj Trece, Nigga Sibilino y Budú)  juntos, pero separados, en su ya típico rol patentado por “Secuestro Express” (2006, Jakubowicz.)
Es un trío que funciona, y que básicamente dotan de humor y cierto realismo a la historia (más en el caso del Nigga y Budú).
Alexander Da Silva el protagonista en cuestión, cumple con su rol de “Malandro Dolido” en busca de venganza. Pero uno sabe que está viendo un actor, y no a un “Azote”, como nos lo venden, aunque al parecer los Azotes son otros, y el personaje de Da Silva, es solo una víctima de la situación, aún así, mata, engaña y extorsiona a unos cuantos a lo largo del metraje, a veces no da el rol, pero por momentos brinda cierta naturalidad que se agradece.
Azotes 2013, conserva esa identidad del barrio que estaba en la original, y mantiene su misma postura ideológica: El barrio es malo, crea gente mala, te absorbe y te consume, y son muy pocas las posibilidades de salir de él. 
Es un poco paradójico, el mismo Gutiérrez es un hombre de barrio, y a pesar de ello, su historia personal es un ejemplo para muchos, tema para otra nota.
Seguimos viendo en el cine de Malavé, desnudos muy al estilo soft porn de televisión por cable, a media noche, y personajes característicos propios de ese cine pulp que el director maneja a su modo.
“Azotes de Barrio” no es una obra maestra, ni pretende serlo, más cine Clase B, (del que se hace en Venezuela) sin muchas pretensiones artísticas y con un toque de guerrilla. Bien actuada y con una buena historia, sorpresa final incluida, un giro en el guión que le da ese toque inesperado a todo el asunto.
No se alarga innecesariamente y sus escenas tienen duración cronometrada. Mantiene un ritmo trepidante y no se pierde la tensión.

Aún sigo pensando que la obra más redonda de Malavé es "Último Cuerpo", pero esperemos por ver el resultado de su próximo proyecto personal, la venidera y pronto a estrenarse continuación de “Las Caras del Diablo”.