martes, 27 de abril de 2010

Avatar y la piratería

¿Cuando aprenderán?

En 2007 Ice Age 2 fue el primer Blu-ray en ser 'ripeado' y colocado en las redes p2p. En ese momento, el número de personas que tenían un reproductor de Blu-ray era todavía mínimo, y descargarse un archivo que pesaba 22GB era cuando mucho una curiosidad.

Tres años después y el Blu-ray finalmente se viene posicionando como una opción más real en lo que a entretenimiento casero se refiere. No sólo las ventas han aumentado, sino también el número de descargas 'ilegales' de torrents y otros archivos similares también han visto un incremento considerable.

La versión de Avatar (Cameron, 2009) en Blu-ray (una versión sencilla, sin ningún extra. Vaya la aclaratoria para quienes pudieran estar interesados en esta película: no gasten la plata, esperen por la más que segura Versión Especial) que llegó a las tiendas la semana pasada ha sido también un avance importante para el formato. Ya el Blu-ray de Avatar ha vendido millones de copias en pocos días, superando los números que había establecido previamente el blu-ray de The Dark Knight (Nolan, 2008) en 2008. Si damos un vistazo rápido a las redes de intercambio de archivos, observamos un escenario similar.

Con más de 200 mil descargas en los primeros cuatro días, Avatar ha aplastado a toda la competencia. Los números de las descargas todavía son relativamente bajos si se comparan con las descargas de los dvd's regulares -esto puede deberse en parte a que la descarga de Avatar consiste en un archivo de 10GB- y al hecho de que el Blu-ray no a alcanzado la popularización que todavía tiene el dvd.

Otro detalle interesante es que gran parte de esas descargas del blu-ray de Avatar vienen del Reino Unido y Australia. Una de las razones para explicar esto es que en estos países donde el Blu-ray será lanzado mucho después que en el resto del mundo, por lo que tendrán que esperar mucho más si quieren hacerse con una copia original de la película.

De nuevo parece que la falta de disponibilidad de las películas en fechas similares es una de las razones detrás de estas descargas 'ilegales'.

Hasta ahora se puede decir que Avatar ha sido un completo éxito. La piratería sigue rampante pero apenas el film ha sentido su efecto.

*con información de TorrentFreak

lunes, 26 de abril de 2010

Kick-Ass (Matthew Vaughn, 2010)

A estas alturas todos los superhéroes pertenecientes a franquicias conocidas han sido adaptados (o están en via de, ej. Thor y Green Lantern) al medio cinematográfico, el resultado han sido películas de todos los colores y sabores. Ud puede elegir. El caso es que un género que no es considerado más allá del carácter meramente comercial que posee ha dado algunas propuestas interesantes, tanto como muestra de un buen espectáculo como de una mejora en el sub-genero mismo (ej. Spider-man 2, The Dark Knight, X-men 2), también hemos tenido algunas películas que parecen haberse quedado a medio camino (ej. Superman Returns, Hulk, Hellboy) y otras que sencillamente es mejor ni siquiera recordar (ej. Elektra, Fantastic Four, Ghost Rider).

El caso en particular de The Dark Knight (Nolan, 2008) es interesante pues demostró que el subgénero de los superhéroes no esta destinado únicamente a los fanáticos de este tipo de historias sino que el público en general puede fácilmente disfrutar de una pelicula basada en historietas y supehéroes especialmente si está está hecha con una maestría ejemplar, así por lo menos lo demuestra el billón de dólares que se llevó en taquilla.

Sin embargo en todo este tiempo no ha existido, o por lo menos desde mi percepción, una película que mire de manera autocrítica al género en si. Y es que a veces hace falta hacer una de introspección. Mientras The Dark Knight llevaba los niveles de "seriedad" y realismo hasta los límites. Kick-Ass llegó para hacer precisamente lo contrario: para darnos una patada en el trasero y recordarnos que al final, después de los efectos, los disfraces, las grandes coreografías de acción, todo es sencillamente una película. Ni más ni menos.

La historia de Kick-Ass viene a ser un híbrido producto de una amalgamación de todos los lugares comunes que suponen el género en estos últimos 10 años. De hecho y para apegarse un poco a los paradigmas está basado en un cómic pero es allí donde radica su verdadero brillo propio al funcionar como una sátira, no sólo de las películas basadas en superhéroes y sus similares, sino en el mismo arte de las historietas. Y la sátira es básicamente una patada en el trasero en las convenciones. Todo esto se originó en el cómic (altamente recomendable desde ya) escrito por Mark Millar (Wanted, Civil War y Superman Red Son) y dibujado por el gran John Romita Jr. (Spider-man, Wolverine y Daredevil)

Pero al mismo tiempo en que nos desnuda el género, forma parte de el. Y esa es quizás su mayor contribución y tal vez al mismo tiempo su única debilidad. Esto lo digo porque personalmente después de un gran comienzo, una excelente desarrollo, Kick-ass termina un poco complaciendo al público y eso de alguna forma contradice todo lo que nos vino diciendo durante los dos primeros actos de la historia. Pero ojo, esto último es sólo una opinión personal de quien escribe, que no vaya a detenerlos de ver la película. Por que Kick-ass es una película que hay que ver.

Y podría hacerles una lista de todas las cosas excelentes que están contenidas en el metraje, pero sólo voy a limitarme a tres que todavía me tienen al borde del asiento.

Lo primero es Chloe Moretz, ¡POR DIOS!. ¿De donde ha salido esta niña?. Esta pequeña se roba la película. Es sencillamente excepcional y lo hace con encanto, carisma, humor y unos cuantos miembros mutilados en el camino. Porque espero que esto sirva de advertencia para quienes son sensibles ante el retrato de la violencia en trabajos de ficción como el cine: Kick-ass es eso, una patada en la sensibilidad del espectador, pero no desde el mal gusto o al servicio de la provocación.

La dirección de Vaughn ha colocado elementos que en otro contexto podrían inclusive haber sido reprobables y los ha filmado de manera elegante y dinámica. Ahora me pregunto que pudo no haber gustado de este pana para que lo despidieran de X-Men 3: The Last Stand (Rattner, 2006).

Lo segundo es Nicholas Cage. Si, ¡Nicolas Cage!. Si bien puedo estar un poco parcializado por mi admiración ciega por Cage, tengo que aceptar que últimamente su cuerpo de trabajo no es el más impresionante, con Kick-ass, Cage ha demostrado que si existen películas para ese tipo de interpretación que a veces raya la sobreactuación, porque dadas las características de la historia en cuestión, es precisamente de un interprete como Cage que se beneficiará.

Pero ojo, no es en la sobreactuación de Cage donde radica lo brillante de este papel, es en esos pequeños momentos, donde un simple diálogo o una simpla mirada dicen más que todo el disfraz y todo el entorno. Eso es otra cosa que la película tiene, que por momentos es un show grotesco de violencia y acción y en otros es un melodrama con todas las de la ley. Es precisamente el contraste lo que destaca en la película en Cage.

Y lo último, en lo personal uno de los aspectos favoritos de su servidor, es el apartado musical. Porque es precisamente donde aquí reluce toda la vena referencial tanto hacia el mismo cine que antecede a la cinta como a la cultura popular en general, dandole un cierto aire de universalidad que sin duda servirá para llegar hasta el más incredulo de los públicos. No tengo la capacidad para describir que tanto hay en la musica de Kick-ass pero solo les digo esto: Ennio Morricone, Elvis Presley y The Prodigy. Tarantino FUCK OFF!

En definitiva, una de las películas del año. Una visita obligada a la sala de cine, especialmente en estos momentos donde a los que hacen cine se les parece haber olvidado ese pequeño detalle llamado público. Las únicas reservas que tengo es que quizás la violencia (física y verbal) puede alejar a ciertas personas sensibles, de resto creo que Kick-ass irá haciéndose un lugar.




Un dato curioso: Matthew Vaughn el director (Layer Cake, Stardust) financió la película independientemente y luego de terminarla comenzo a venderla entre los estudios. Le echo bolas, considerando que todo esto fue durante pleno apogeo del último colapso económico.


domingo, 25 de abril de 2010

TRAILER EN DOSIS. Phantasmagoria. Visiones de Lewis Carrol.

Phantasmagoria: the visions of Lewis Carrol, es el título del proyecto cinematográfico del conocido y excéntrico cantante Marilyn Manson, actualmente en producción y próximo a salir en Septiembre del año en curso. Con esta cinta Manson inicia su debut como director.

La película está basada en la vida del escritor y fotográfo británico Lewis Carroll, a quien se le conoce principalmente por su obra Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas.

Manson,  en un despliegue de versatilidad, ha escrito el guión de Phantasmagoria y compuesto su banda sonora. Además, el cantante figura como actor dentro del filme, encarnando al propio Carroll, co-protagonizando con la modelo y actriz Lily Cole, quien interpreta a Alicia.

Tal y como se intuye del propio tráiler que les dejo más abajo, Manson promete una cinta dominada por lo transgresor, lo gótico, lo onírico y lo surrealista.



viernes, 23 de abril de 2010

Pienso, luego me retracto

Como siempre lo he dicho, creo en asumir responsabilidades. Aquí lo hago. Me ha tocado el turno.

A raíz del artículo YO ACUSO, intento desesperado de crear conciencia sobre nuestro cine nacional, he recibido numerosos mensajes, públicos y privados, agradables, desagradables y algunos hasta ofensivos. Más allá del tono de los mismos, debo reconocer públicamente que en algunos de ellos, se esgrimen puntos que no puedo obviar. Puntos que son ciertos. Y debo retractarme. Así de dificil es la honestidad.

Durante tres años he escrito en este blog. Siempre he tratado de resaltar lo positivo del cine venezolano y de darle cabida a todos los coterráneos que forman parte del medio, sin entrar en distinciones de ninguna índole. Pero a muy poca gente le interesa escuchar lo positivo. Los comentarios de estos escritos eran pocos y casi siempre publicados por los mismos comentaristas. Durante años mi frustración fue creciendo ante ciertas realidades de nuestro cine, por lo que sentí hace unos días la necesidad de dar mi opinión al respecto. Pensé que revolviéndole las entrañas al demonio conseguiría construir algo. Pensé que haciendo un llamado, si se quiere violento, podía hacer ver en contrapartida el potencial de nuestro cine, demostrar que es posible elevar su calidad, lograr que sea reconocido, mover a la gente a las salas, crear conciencia sobre los mecanismos de selección, en fin, cambiar todo aquello que de alguna manera me causa frustración personal. Pero me equivoqué. Y aquí me retracto.

Concedo que el tono acusatorio no fue el adecuado. No lo es, a menos que se denuncie con particularidad. Al generalizar con el Yo Acuso, metí en el mismo saco a todos los que formamos parte del cine en Venezuela. Entiendo que no es justo. Por ello me disculpo públicamente. Definitivamente mi intención no era convertirme en inquisidor. Pero de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno.

Concedo de igual manera, que el artículo es indiscriminado y en tal sentido no constructivo. Yo no estoy de acuerdo con la crítica destructiva pero entiendo que muchos consideren que el artículo es de esa clase. Por ello también me disculpo. Alguien me dijo que mis puntos son juicios y no opiniones. Lo entiendo. Aunque de veras es casi imposible emitir opiniones sin juzgar alguna situación. Para la próxima, arroparé más la ecuanimidad.

Concedo que mis puntos pueden parecer difusos y generales. Que no tocan de manera profunda las cuestiones planteadas. Por ello me disculpo. Sólo una cosa: me hubiera tomado semanas y miles de escritos analizar a profundidad uno por uno. Y no estoy seguro que el resultado hubiera sido diferente.

Concedo que mis puntos no son absolutos, definitivos, que no están escritos en piedra. Puede que no haya tenido a mano cierta información, que de haberla manejado, me hubiera colocado en la posición de ser más puntual y contundente en mis planteamientos. Si sirve de algo, nunca pensé que mis puntos no fueran debatibles. Invito a todos aquellos que quieran participar en el debate lo hagan. No sólo me insulten vía email protegidos por el anonimato, sino repliquen y participen, porque una cosa que si no hice fue creerme el abanderado de verdades absolutas. Todo lo contrario. A mi me beneficia que se demuestre lo equivocado que puedo estar. Por favor, aprovechen esta coyuntura para hacerlo dentro de los límites de la tolerancia y el respeto.

Me disculpo con todos mis amigos (en realidad, ahora que lo pienso no creo que tenga enemigos), con todos aquellos cineastas que luchan a diario para enaltecer el cine nacional. Cuenten conmigo en lo que respecta a la construcción del mismo y sus instituciones.

Espero le den difusión a estas sinceras líneas a través de las diferentes redes sociales y blogs.

Gracias a todos.

Vicente Forte Sillié

martes, 20 de abril de 2010

YO ACUSO, intento desesperado de crear conciencia sobre nuestro cine nacional

Lo vengo rumiando por varios meses. Quizás demasiados. Y ya no puedo más. Es hora.

Antes de empezar, quiero aclarar que los planteamientos que haré más abajo no obedecen a intenciones malsanas o destructivas. Menos aún van dirigidas contra alguien en particular. No creo en señalar con el dedo pero sí en decir las cosas, seguramente mucha gente va a leer esto y se lo va a tomar para sí. No lo hagan. Reitero, no es personal. Mi móvil es  ingenuo y simple: decir lo que me piden las vísceras, lanzar al aire algo que ya sabemos todos pero que pocos queremos decir. Puede que sea naive mi pretensión.  Pero uno nunca sabe. Puede que lo escriba y algo positivo pase, puede que logre algún tipo de impresión, algún cambio, o, al menos, logre empujar un poco a la reflexión. Como decía Kotepa Delgado: “Escribe, que algo queda”.

Estoy cansado de vivir en un país donde nadie se asume responsable de sí mismo. Donde es el afuera el que nos tiene sujetos a la vida y  la culpa de nuestros pesares siempre la tiene algo o alguien fuera de nosotros. Creo firmemente que es imposible que exista una conciencia social sin que cada individuo haya cumplido la tarea de tener una individual. Creo en asumir responsabilidades. Y asumo la mía cuando escribo esto.  Si decide no seguir mi consejo, si decide tomarse esto como un ataque, un vilipendio o una crítica descarnada, sepa que no es debido a mí. Ha sido su decisión y puede que hasta su propia identificación y culpa. Empecemos al menos entendiendo que el hecho de que haga señalamientos externos a mí, no implica que reparta culpas o que exima mi cuota en lo que expongo.
  
Nuestro cine no está bien. Para muchos puede que se trate de una afirmación trasnochada, pero es la realidad. Mucha gente lo ha expresado ya. Se ha escrito sobre esto, discutido, se han analizado las causas, condiciones y consecuencias. Muchos andan en busca de soluciones y una parte se enfoca en la parcelación e identificación exacta del problema, de manera de poder proponer remedios. Para muestra un botón: muchos escritores de este blog han estado durante meses, a través de diferentes escritos, analizando la situación y apelando a las conciencias. Sin embargo, este post no es nada de eso. No es un análisis. No es la verdad. No es una ciencia exacta. No es nada diferente a mi visión subjetiva de la realidad. Si ha de ser algo, digamos que es un intento disfrazado de terapia de choque.

Muchas son las razones por las que nuestro cine está como está, no de ahora, sino desde hace mucho tiempo. No me voy a poner a enunciar aquí los problemas, porque si ha llegado a esta línea y ha decidido seguir leyendo, usted los conoce bien y puede que mejor que yo.

En tal sentido, por la situación del cine venezolano de hoy, YO ACUSO.

1)    Acuso, por un lado, a las mentes reduccionistas y polarizadas que afirman que nuestro cine está como está debido a las políticas emanadas de la Presidencia de la República o del gobierno bolivariano; por el otro, a aquellas que señalan que las responsabilidades recaen en intereses de oposición o ambiciones de carácter privado. El problema va simplemente más allá. Mucho más. No debe reducirse el cine a política. Aquí la cuestión no se trata de cruzadas y batallas de poder y culpa. Se trata de mejorar una situación, no pasar horas discutiendo en blogs, reuniones y arenas intelectuales, si la situación de nuestro cine responde a las actuaciones del gobierno o la oposición, o si tú dices esto o aquello porque eres chavista o pitiyanqui. Menos aún se trata de crear bandos laborales, donde los cineastas de un lado no trabajan con los otros, o donde las oportunidades de trabajo se ven limitadas a consecuencia de lo anterior.

2)    Acuso a las instituciones del gobierno encargadas de dar apoyo al cineasta; por su burocracia, su amiguismo, sus parámetros clasistas y excluyentes, por su visión cerrada que lastima a los creadores y sustenta y da de comer a cogollos.

3)    Acuso a los particulares, entes y fundaciones de carácter privado vinculados al mundo artístico y audiovisual; por su falta de apoyo desinteresado hacia el cine. Estos no crean cogollos, es cierto, pero tampoco ayudan a nadie. Definitivamente no les interesa ayudar, pues lo de ellos no es hacer cine, lo de ellos es Business.

4)    Acuso a la industria Hollywoodense, por meternos de soslayo una gran cantidad de basura intelectual y material ideológico de baja calaña, por inundarnos con películas chatarra que le quitan espacio a nuestro cine y distraen a nuestro espectador, por inundar las salas a punta de realazo con cintas que ni ellos mismos ven. Es decir, acuso a esa parte del Hollywood materialista que nos inyecta pura publicidad y mercadeo.

5)    Acuso a los circuitos de cine que bailan pegao’ al son del Hollywood materialista nombrado en el numeral anterior, y nos reducen de alguna manera a ver un espectro muy estrecho de buenas películas. Circuitos enclavados en centros comerciales que no dan nada a cambio y que se han encargado de asfixiar, en vez de subvencionar y apoyar, a las salas comunitarias y experimentales.

6)     Acuso a los críticos “destructivos” de nuestro cine, esos que se agazapan en la silla de una sala de cine y empiezan a salivar, esperando el error, la costura, los mismos que se regodean en el fallo y se hacen la vista gorda ante los logros, todo ello porque escribir sobre lo positivo los hace seres débiles y le resta importancia a sus elucubraciones intelectuales.

7)    Acuso a los cineastas que desperdician millardos en películas mal escritas, mal hechas y mal dirigidas, pues lo tenían todo para triunfar y el resultado es a todas luces mediocre. Los acuso porque gracias a ellos se han dejado de hacer diez o doce películas de bajo presupuesto y se ha cerrado el abanico de oportunidades a nuevos cineastas.

8)    Acuso a los cineastas que no se atreven, que tienen miedo de recortar sus historias, a adaptarlas a sus propios medios, a intentar hacer algo aunque no se tenga dinero. Los acuso porque su abstención es claramente en aras de la protección de un ego que no soporta cambios, que es incapaz de admitir que lo ideal no se ha cumplido. Prefiero una película venezolana de bajo presupuesto con deficiencias, que ninguna.

9)    Acuso a los cineastas que piensan que necesitan más de lo que podrían necesitar y utilizan esto como excusa para no hacer nada de nada. Su indefensión aprendida no es más que una clara resistencia a la independencia.

10)     Acuso a los encargados de la conservación de nuestro archivo fílmico, pues nuestro cine ha ido desapareciendo y casi resulta imposible conseguir películas venezolanas de antaño. Igualmente acuso a aquellos cineastas que prefieren tener sus películas pudriéndose y deteriorándose, antes de ceder los derechos de la misma al acervo nacional cinematográfico.

11)     Acuso a los guionistas, por su falta de arrojo y originalidad, por vender su pluma a intereses particulares, por no atreverse con nuevos géneros, por no intentar historias arriesgadas, por no cumplir su oficio como creativos, por darle la vuelta al Conde de Montecristo de miles de formas, o por ceder su espacio a personas que dirigen pero que no pueden escribir.

12)     Acuso a los profesionales del cine que teniendo la experiencia, la independencia y la disponibilidad, son incapaces de trabajar en un proyecto pequeño pro-bono o por pago diferido.

13)     Acuso a la normativa sin sentido que permite que las películas venezolanas sean retiradas de cartelera si no llegan a un número determinado de espectadores. Nuestro cine debería protegerse y para ello deberían existir fórmulas alternas y circuitos independientes, experimentales y comunitarios que permitieran seguir proyectando la película aunque no satisfaga intereses de taquilla.

14)     Acuso al público, por su eterna cantaleta, trillada, vacía, pendeja, de que nuestro cine es “de putas y malandros”, por su falta de apoyo, por su inconformidad constante, por su burla y su guachafita dentro de las salas, porque prefieren ver películas sosas y vacías antes que ver una cinta nacional.

15)    Acuso la falta de una plataforma pública y privada de educación superior que forme profesionales del cine, técnicos y actores que verdaderamente se dediquen con amor y preparación en este medio tan complejo. De igual manera acuso a todos aquellos que creen que los cineastas son un atajo de locos y hippies, que los profesionales freelances del cine son unos fracasados y a todos aquellos que no les importa que no se tenga ni siquiera un seguro para gastos médicos.

Acuso todas estas cosas, y muchas más que me reservo. Aunque me odien.
Acuso y me incluyo. Todos al paredón.

domingo, 18 de abril de 2010

EL EGO, LA PRETENSIÓN Y OTROS DEMONIOS DEL CINE VENEZOLANO

Por Sergio Marcano

Hace unas semanas hablaba con un representante de la distribución cinematográfica y me comentaba que los blockbusters -películas de alto presupuesto, las apuestas de la industria hollywoodense- en Venezuela difícilmente llegaban a los 2 millones de espectadores. Un comentario que me sorprendió porque me hizo pensar que ese era el número máximo de personas que estarían en la disposición real de invertir su dinero en entretenimiento cinematográfico en nuestro país. 

Es un hecho que las películas venezolanas interesan a muchos menos espectadores que el cine norteamericano, digamos -siendo benevolentes- que al año, un promedio de 200 mil espectadores están dispuestos a apoyar al cine nacional, un grupo que se multiplica proporcionalmente con relación al interés que despierte el argumento, el castin, la realización, una campaña publicitaria bien llevada, etc. Apuestas de producción que las lleva al extremo del éxito Secuestro Express, de Jonathan Jackubowicz, con 932.530 espectadores, o al fracaso, como el caso de Zamora de Román Chalbaud, 7.261 espectadores –por mencionar 2 casos relativamente recientes-.  

Si bien es cierto que al ser exhibidas las películas venezolanas tienen que sortear la alineación inducida a los espectadores por las millonarias y efectivas campañas publicitarias del cine norteamericano, no menos cierto es que la barrera más grande que tienen que vencer las películas venezolanas, es el prejuicio que se han formado sus eventuales espectadores con el paso de los años, bien sea por lo que han escuchado a sus coterráneos –que el cine venezolano trata solo de putas, policías y malandros- ó porque ellos mismos fueron alguna vez al cine y se encontraron con una mala película criolla –que no trataba de putas, policías ni de malandros- que incluso les hizo huir despavoridos de la sala. Algo que sucede muchas más veces de lo a que los incondicionales defensores del cine venezolano les gustaría admitir. 

Pero cuando este panorama alcanza cotas de locura -a pesar de que estamos en el trópico y TODAS las reglas son cotidianamente atípicas y elásticas-, es cuando se les escucha decir a los directore(a)s del cine venezolano a viva voz, con soberbia e infatuación -y cito un comentario que he escuchado en repetidas ocasiones tras el fracaso en taquilla de varias películas; palabras más, palabras menos-: 

                  “…es que mis películas no le interesan a los espectadores venezolanos porque están dirigidas a un tipo de entendimiento más bien europeo”. 

¡Por los clavos de Cristo!, aparte de sí mismos ¿a quién están tratando de engañar?, todos sabemos que si esto fuese cierto, si las películas de estos directore(a)s funcionaran mejor con público europeo, pues sencillamente en Europa se les abrirían las puertas en festivales internacionales sean de clase A, B, ó incluso C, donde las verdaderas películas de cine de autor pululan y ganan el reconocimiento internacional que las hace aclamadas, famosas e incluso taquilleras mundialmente hablando. Algo que lamentablemente NO le sucede a la mayoría de las películas producidas en nuestras fronteras.

Otro aspecto que me llama profundamente la atención de la mayoría de las películas venezolanas de los últimos 20 años -que usualmente son escritas por los mismos directores-, es su grado de ingenuidad narrativa y visual. Es como si se concibieran de espaldas a las vanguardias más elementales desarrolladas en el mundo por más de una centena de años, y también de espaldas a lo que se dice, se cuenta y se desarrolla conceptual y visualmente hoy en día en un mundo completamente globalizado, lleno de cientos de referentes informativos, audiovisuales y cinematográficos que provienen de la televisión, el cable, la piratería, el DVD legal, el internet, el twitter y un gran etc. 

Un universo de información que de un modo ó de otro SI está al alcance de todos y cada uno de todos los eventuales espectadores del cine venezolano, complicando día a día su entendimiento cotidiano del mundo y afinando sus exigencias con respecto a lo que esperan del entretenimiento que consumen. Y aquí no sólo estoy hablando del cine venezolano versus el cine norteamericano –como reza el cliché ramplón que intenta desmontar este comentario cada vez que es esgrimido-, sino más bien de “la competencia” que podría establecerse entre el cine venezolano y el cine iraní, el cine chileno, paraguayo, colombiano, peruano, brasilero, argentino, etc. Un tipo de cine que al igual que el venezolano se hace con relativamente pocos recursos económicos, pero que a diferencia de nuestro cine, es capaz de proponer historias que logran captar el interés de sus espectadores nativos y además lo suficientemente vanguardista a nivel conceptual como para ser tomado en cuenta por los jurados de los concursos internacionales más importantes del planeta… 

¡Qué caiga de una vez por todas la mascarada autoindulgente que distorsiona el entendimiento de los realizadores, dirigentes, gremialeros y demás habituales del cine nacional! Y que ha condenado a buena parte del cine venezolano a ser un arte, a todas luces, de espaldas a los intereses culturales de los venezolanos e incluso del mundo. 

¿Hasta cuándo el cine venezolano va a seguir negando la importancia de su interlocutor natural: el pueblo venezolano?, ¿Hasta cuándo se van a seguir financiando los caprichos trasnochados –en algunos casos pseudo intelectuales- de los realizadores del cine nacional?, ¿Es que acaso porque vivimos en un país petrolero la inversión cinematográfica está destinada a no tener ningún tipo de dolientes? –como claramente ha venido sucediendo los últimos años-, ¿Será qué quizás aquellos que seleccionan los proyectos venezolanos que se filman año tras año no están capacitados para hacerlo?, ¿O será que es cierta la teoría de conspiración que dice que la selección de los proyectos que se filman año tras año está más bien apañada por un juego de intereses cortesanos que se establecen independientemente de la calidad real de los guiones? 

Un grupo de preguntas que se vuelven recurrentes al menos en 2 de cada 3 estrenos del cine venezolano contemporáneo; pero que a pesar de lo bien fundadas que puedan estar, son temas tabú porque cuestionan la espina dorsal del “estatus quo” de la cinematografía nacional, un escalafón cincelado por los gremios cinematográficos en la ley de cine y su reglamento –que aún está en espera de discusión con la comunidad cinematográfica y posteriormente su aprobación por parte del ejecutivo nacional-, donde se establece la conformación del comité ejecutivo y de las comisiones de estudios de proyectos –los encargados de decidir en nuestro país lo que se filma, y lo que no, año tras año-; en los cuales los representantes de la dupla de los gremios cinematográficos ANAC –la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos- y CAVEPROL –la Cámara VEnezolana de PROductores de Largometrajes- tienen una gran injerencia, y de donde se excluye abiertamente la presencia de cineclubistas, universidades, organizaciones de críticos cinematográficos, técnicos de cine, comités de espectadores, etc. Es decir justamente aquellos representantes de la comunidad cinematográfica nacional que no tienen intereses directos en relación con lo que se filma año tras año, más allá de una eventual calidad fílmica.

Creo que sería bueno para el bienestar de la cinematografía nacional asumir que hay algo que no funciona en los criterios que se aplican para elegir la mayoría de los guiones que se filman hoy en día en Venezuela, así como tampoco en la conformación de estas comisiones y comités. Un panorama que no cambia radicalmente en la productora del estado: La villa del cine, la que al menos hasta el momento, tampoco ha demostrado ser nada efectiva con sus planteamientos, ni propuestas arguméntales o estéticas, en la búsqueda por el interés de los espectadores nacionales.
 

En otro orden de ideas, pero que de igual modo guardan una estrecha relación con lo que trato de expresar al escribir estas reflexiones personales, tiene que ver con las conclusiones que cualquier persona podía hacer al leer las propuestas que hicieron las 2 planchas postuladas por algunos cineastas venezolanos en las recientes elecciones de la ANAC, las cuales giraban en torno a los derechos de autor, el retorno monetario de la distribución de las películas venezolanas, defender al cine ante el Estado venezolano, impulsar la aprobación del reglamento de la ley de cine, apertura de una convocatoria contínua para la presentación de proyectos, apoyo a la asignación de dólares preferenciales para el cine y el audiovisual, aplicación de incentivos, recaudación de fondos para la sustentabilidad del gremio. Y un gran etc.

Múltiples tópicos, algunos de ellos incluso verdaderamente necesarios para nuestra cinematografía, pero ninguna de las 2 planchas hizo referencia en sus propuestas al presente ó el futuro estético ó narrativo de los guiones que se proponen para ser filmados en el país año tras año, ni tampoco de la pertinencia histórica, política, cultural, social, moral, sexual, de las historias que estamos contando como cinematografía en principio a nuestros espectadores y en segundo lugar al planeta en el que vivimos, mucho menos de la relación que debería tener nuestro cine con sus espectadores, ni de la importancia del cine venezolano como reflejo de nuestra cultura. 

Es decir el único tema que claramente no está en la agenda de propuestas, discusiones y cambios promovidos por los postulantes a elección y posteriormente ganadores de llamada “Asociación Nacional de Autores Cinematográficos” venezolanos es precisamente el autoral. El norte más esencial y primigenio de sus funciones.



En este marco de situaciones y de circunstancias que les expongo me hago las 3 últimas preguntas de esta jornada: ¿Será que la cinematografía venezolana está condenada a no evaluarse, pensarse ó analizarse con honestidad a sí misma? ¿A nunca hacer un acto de constricción mínimo que trate de corregir sus errores y desaciertos? Y finalmente ante tanta desidia cómplice ¿Condenada por siempre a dar tumbos narrativos y estéticos que la alejan cada vez mas de sus potenciales espectadores? 

???.

La guerra suave contra Irán de Guarataro Films para Telesur

Vía / Guarataro Films

La guerra suave, golpeando y seduciendo es un documental que habla de la guerra cultural de Occidente contra Irán.

Es éste un tema que tiene mucho que ver con la línea de investigación de Guarataro films sobre la industria cultural. En La guerra suave se realiza un análisis del uso del cine y el espectáculo con objetivos propagandísticos y políticos. Se muestra como el cine, la televisión, los videojuegos e incluso las estrellas del rock son utilizados en la lucha política. Pero sobretodo se destaca como a través de la industria del entretenimiento se generan valores y antivalores. La clave para que la propaganda sea efectiva es que no se perciba, que nos seduzca. Nuestras series y películas favoritas y nuestros mitos musicales trabajan en esa guerra. Una guerra luminosa, sonriente y llena de ritmo.

La guerra suave es la lucha por las mentes y los corazones de los iraníes. Y también de los nuestros.

La guerra suave es un documental que complementa La revuelta verde, descifrando el laberinto iraní el cual trata sobre la manipulación de la política, los medios, las nuevas tecnologías y el terrorismo contra Irán. La investigación para la realización de ambos trabajos se realizó durante seis meses entre el 2009 y el 2010.

La guerra suave on-line:
Parte 1

Parte 2


martes, 13 de abril de 2010

TRAILER EN DOSIS. SPLICE.

Siguiendo la idea de Sergio Marcano, escritor de este blog y creador de Trailer en Dosis, les dejo aquí el tráiler de Splice, una cinta que al igual que lo hizo Alien en su oportunidad, mezcla la ciencia ficción y el horror, géneros cuya combinación puede llegar a producir resultados bastante explosivos.

El director de la cinta es Vincenzo Natali (Cube) y el productor ejecutivo Guillermo del Toro.

La información me llegó de la gente de Latin Horror, quienes tienen un grupo de Facebook altamente recomendable.




viernes, 9 de abril de 2010

LA EDAD DE ORO DEL CINE VENEZOLANO EN YOUTUBE

Buena parte de los documentales La edad de oro del cine venezolano 70 y 80 están ahora publicados en YOUTUBE, a disposición de todos aquellos que puedan estar interesados en indagar en la historia del cine nacional o de simplemente escuchar las diferentes opiniones y reflexiones de algunos de los directores, fotógrafos, técnicos y actores que hacían el cine venezolano de aquellos años.

Aquí les dejo los 3 primeros links al documental de los 70.


 1.-http://www.youtube.com/watch?v=wu0h4f7pV2U

2.-http://www.youtube.com/watch#!v=MWfHyPVy8nY&feature=related

3.-http://www.youtube.com/watch?v=JcKoAbVbDtg

martes, 6 de abril de 2010

UNIDAS POR SIEMPRE. BIENVENIDOS A VENIWOOD: Entrevista a Yosmar Istúriz

Por José Roversi 

 “LA IDEA ES DAR UN MENSAJE Y HAY QUE CONSEGUIR ENTRETENER PARA QUE ESE MENSAJE LLEGUE”

El nuevo cine popular venezolano está en marcha. Después del fenomenal éxito de Volver al Pasado (2009), película que se convirtió en un inusual fenómeno de ventas en Venezuela, vino su presentación en el Festival de Cine de Mérida. A Yoselyn Ramos, su joven protagonista, tocó representar a sus compañeros de Guatire. Marchó a Mérida sin ningún dinero, sólo con el pasaje de autobús y el hotel que eran cubiertos por los organizadores. Comió poco durante esos días y, de hecho, a su regreso a casa se dio cuenta de que había perdido peso. Esa noche, muchos veteranos del medio quisieron hacerse fotografías con ella. Tuvo que superar la emoción para poder hacer la presentación de uno de los premios. La muchacha, que hasta hace poco se dedicaba a la economía informal, ahora firmaba autógrafos. Ese día cumplía veintidós años.

Detrás de este fenómeno está Yosmar Istúriz (Guatire, 1973) y su Cooperativa Zamorana Iztúris Film. El joven, que trabaja durante la semana como obrero en una gran empresa panificadora es el arquitecto de esta revolución dentro de su localidad. La gente no solo se apresura a comprar sus películas en cuento salen a la calle; también quiere trabajar en ellas. No pide nada a cambio. Cree en la propuesta de Istúriz y su ilusión es hacer cine desde la base, algo con lo que “nunca habrían soñado antes”.

La Cooperativa Zamorana Iztúris Film está conformada por vecinos de Guatire. Rubén Lozano es uno de los actores que, junto a Erik Miranda, ha aportado realismo y profundidad a los populares personajes creados por el director de Volver al Pasado. Es un joven miembro de la Guardia Nacional de Venezuela. Por su manejo de las armas ha representado a un policía corrompido que coquetea con el crimen organizado. Tan creíble ha resultado su actuación, que muchos en Guatire le temen, confundiendo al hombre real con el personaje. Es también el caso de Eduardo Rivera quien a raíz de su interpretación en Volver al Pasado es conocido por propios y extraños como “El Comisario”.

Auristela de Istúriz es la esposa del director Guatireño. Dice que si hace dieciséis años, cuando se casaron, alguien le hubiera dicho que acabaría haciendo cine le habría entrado un ataque de risa. Habría pensado que le estaban tomando el pelo. Sin embargo, desde que Yosmar empezó con los primeros pasos en cine se ha ido involucrando cada vez más. Fue ella quien le animó a invertir toda la liquidación de su anterior trabajo para comprar una cámara y no tener que “andar siempre pidiéndola prestada a otra gente”.

Ahora, Yosmar Istúriz y su Cooperativa Zamorana sorprenden con una propuesta totalmente diferente. Unidas Por Siempre no es una película sobre la violencia que sacude las calles del país suramericano, sino una historia centrada en el drama de dos hermanas separadas y dos enfoques de vida radicalmente diferentes. Una apuesta de un grupo de jóvenes creadores que han demostrado, entre otras cosas, que el cine no es terreno para estereotipos o remedos estilistas, sino un campo abierto para la reflexión sincera y poderosa de quien lo hace lleno de pasión y orgullo propio.

Me imagino que el gran éxito de Volver al Pasado habrá marcado un antes y un después en tu carrera y en la de la Cooperativa Zamorana Istúriz Film…

Sí, bastante. Yo no me esperaba todo ese ruido que vino después de la película. Ya habíamos hecho tres películas anteriormente y todavía no nos conocían. Entonces decidimos que íbamos a hacer el estreno de Volver al Pasado en un cine en Guatire, de donde somos, y al día siguiente empezó la gente a llamar. Mientras más gente llamaba y más entrevistas íbamos haciendo más crecía la cosa. Vino a hablar con nosotros una señora de France Press y después un muchacho de El Mundo, de España.

Los buhoneros empezaron a venderla. Me empezaron a llamar para decirme que se estaba vendiendo la película: primero en la Av. Baralt, después en Altamira, luego de Ciudad Bolívar, etc. Así fue.

La buhonería nos ayudó, no económicamente, digamos, pero si nos ayudó mucho como promoción.

Pronto se estrenará en Venezuela Unidas por Siempre. Se trata de una nueva versión de una película que ya habían hecho.

Si, es verdad. Unidas Por Siempre es una historia que habíamos hecho previamente. La tenía allí. La habíamos presentado para amigos y familiares. Entonces, cuando estábamos grabando Volver al Pasado uno de los protagonistas, Rubén Lozano, la vio y me dijo: “Oye vale esa película es bien bonita ¿Por qué no la haces?”. Eso me lo dijeron otros miembros del equipo, como otro de los protagonistas de Volver al Pasado, Erik Miranda. Entonces decidimos hacerla.

He hablado con otros miembros de la Cooperativa, como Rubén Lozano y Yoselyn Ramos y me cuentan que la temática de Unidas Por Siempre es muy distinta de la de Volver al Pasado.

Sí, es otra cosa, no tiene nada que ver con la anterior. Hay un personaje que es un policía pero eso es porque en la historia detienen a dos personajes, pero hasta ahí. Se trata de dos hermanas, una rica y una pobre. La rica abandona a su familia por el dinero. Luego, cuando la madre de ambas muere, la llaman para que vaya y no lo hace. Allí surge entonces un conflicto entre las dos. A la hermana pobre le pasan muchas cosas, que tiene que ir enfrentando, que la hacen luchar.

Una historia en tu línea de cine con un mensaje, con moraleja. ¿Por qué este planteamiento de cine reflexivo, comprometido con la gente a un nivel personal?
Exactamente. La idea es dar un mensaje. Tú sabes que siempre se ha dicho que la televisión o el cine pueden ser educativos y, lamentablemente, en la mayoría de los casos, no es así. Hay muchos programas y películas que francamente no tienen nada que enseñarle a los jóvenes ni a los adultos. Por ejemplo, los jóvenes ¿Qué mensaje sacan de las telenovelas? Entonces sí hace falta un cine con mensaje; sí hay esa necesidad de hacer televisión y un cine que sean educativos. Y no sólo que deje un mensaje, sino que las personas que están en el medio de la TV o el cine, los productores y los directores, le abran las puertas al pueblo. Que el pueblo tenga la oportunidad de participar.

Lamentablemente esto no ocurre aquí. Si tú no tienes una buena “palanca” no puedes trabajar en televisión. Este es un problema muy viejo que continúa hoy día. Ahora están las televisoras sociales, como TVES, con la que hemos venido conversando un poco y con la que las cosas podrían ser diferentes. A ver si tenemos una oportunidad allí.

Cuando yo estaba en el colegio, por ponerte un ejemplo, casi nadie podía hacer cine. Esto ¿Ha cambiado desde tu punto de vista?

Las cosas han cambiado y hay bastantes oportunidades. Por ejemplo, se hizo la Villa del Cine. También hay televisoras comunitarias, como Catia TV, TV Petare y Ávila TV (en la que nos entrevistaron también) así como también Vive TV.

Acuérdate de cómo era antes: el que tenía una cámara en Venezuela tenía que ser casi rico. No era accesible tener una cámara de video. Si acaso una camarita fotográfica tenías por ahí. Ahora no. Es más fácil ahora que la gente tenga una cámara. El que quiera hacer cine, con pocos recursos, puede hacerlo: sólo hay que tener las ganas.

Hay mucha gente que dirá que no, que hacer cine sin recursos técnicos y económicos y sin una formación de primera en la materia no es posible. ¿Tú qué piensas?

Lo que pasa es que hay muchos directores y productores que se basan más en la técnica que en lo que le pueda gustar a la gente. En un curso que hicimos una vez nos pusieron un documental de un cineasta bastante conocido aquí. Y el hombre estaba allí para explicarnos. Y nos decía que nos fijáramos en este plano, en donde estaba la cámara, el Dolly, etc. Había puesto mucha atención a los detalles técnicos, pero había olvidado poner cuidado a la historia. El documental que nos mostró era aburrido, y eso no gusta. Hay que entretener también. Si no, no se pueden transmitir los mensajes.

Eso pasa con muchas películas aquí. Estuvimos aquí en la casa los miembros de la Cooperativa viendo una película venezolana reciente, hecha con muchos recursos. Cuando vimos la película nos quedamos asombrados: ¡Tantas cosas allí que no ocurren en la vida de personas como uno, que somos pobres o de bajos recursos! Por ejemplo, sale una señora que le dice al hijo:“Coño mi amor compre carne”. Entonces el hijo se sorprende: “Mamá ¿Vamos a comer carne hoy? ¡nosotros comemos carne nada más es en diciembre!”…

¡Y eso es embuste! Puras cosas irreales. Inventan unas historias que son totalmente falsas, que no tienen nada que ver con la vida real.

Yo trato de que los personajes sean reales. Si es un policía, que sea un policía lo más original posible. Si es un personaje que es rico, pues que actúe lo más parecido posible a un rico de verdad. Trato de hacerlo lo más natural posible.

Has mencionado en otras entrevistas la influencia que han tenido en tu trabajo las telenovelas brasileras. ¿Es por ese esfuerzo en transmitir realismo, credibilidad?

Las telenovelas brasileras me enseñaron bastante. Yo vi una novela brasilera –no sé si se acuerdan- llamada Chica Da Silva. A mí no me gustan mucho las novelas, pero me enganché con esa. Entrevistaron al autor y a alguno de los protagonistas. Uno de los personajes era un muchacho que debía ser lo más femenino posible y ser creíble. Pero el actor no lo era, necesitaba un modelo, un referente. Este actor declaró que observando jugar a su sobrina le vino la idea para meterse en personaje. Eso es la actuación. La actuación real, creíble. Eso es lo que yo intento más que cualquier otra cosa.

¿Qué es lo que pasa con los actores de las telenovelas brasileras? Si un actor va hacer el papel de una persona que vive en el campo, entonces esa persona va a agarrar el machete, y tiene que aprender a rozar el monte, comprender en carne propia la vida de ese personaje. El realismo es muy importante para ellos y se nota en el trabajo final. Por eso el éxito de estas telenovelas, porque directores y actores están enfocados en que las cosas salgan naturales. Esto pasa también en muchas producciones colombianas ahora.

Hablando con Rubén Lozano, uno de los protagonistas de Volver al Pasado, me decía que para la nueva película había tenido que luchar mucho para meterse en el personaje, porque era un personaje demasiado distinto al anterior, y que tú le ayudaste mucho a lograrlo. ¿De dónde viene tu comprensión de la experiencia del actor?

Mira lo que yo les exijo es que sean naturales. Eso es lo más importante. Cuando Rubén hace un papel, por ejemplo, de mala conducta, y la cosa le está costando yo le digo: “No, no. Estás exagerando mucho. Así no actúa un mala conducta”. Si lo que está costando trabajo es, por ejemplo, una palabra que no le sale natural sino forzada, entonces le digo: “Elimínala por una que te salga natural, que tú uses”. Estos son pequeños detallitos que uno el director debe ir viendo y así los actores se van profesionalizando más.

Por ejemplo Yeisy Rivas, la protagonista de Unidas Por Siempre, que nunca había actuado. Al principio tenía un poco de pena y en el guión debía llorar. “Trata de hacerlo la más natural posible; imagínate que es un ser querido el que está atravesando un momento difícil”. La muchacha se fue metiendo y metiendo en el papel hasta que empezó a llorar. Igual la señora que personificó a la mamá; ella estaba un poco nerviosa y le estaba saliendo forzado: “Imagínese que no puede respirar” – le dije- y poco a poco le fue saliendo más natural.

¿Cuando se estrenará Unidas Por Siempre?

Muy pronto. Pensamos que más o menos dentro de un mes. Estamos viendo donde lo haremos y el resto de los detalles. Ya los mantendremos informados.

Muchas gracias Yosmar. Saludos a toda la gente de Istúriz Film.
Con mucho gusto. Gracias a ustedes. Un abrazo.


sábado, 3 de abril de 2010

[REC]2 (Jaume Balagueró & Paco Plaza, 2009)

Hace algún tiempo ya, varios eran los directores europeos que se encontraban en un lugar privilegiado cuando de cine de terror se trataba. En ese particular eran particularmente los italianos los que se llevaban los laureles como máximos representantes del genero. Sin embargo esos artesanos del susto parecen haberse esfumado. El único que se ha mantenido activo, por asi decirlo, es el italiano Dario Argento, y ni siquiera el ha podido recuperar ese reconocimiento que alguna vez tuvo.

Pero al parecer algo se mueve de nuevo en Europa y son los franceses y españoles los que dictan las pautas en lo que a cine de terror se refiere. Por su parte los franceses tienen tiempo desarrollando un cierto tipo de cine que ha sido denominado laconicamente como la 'Nueva Ola Francesa Extrema', películas cuyos temas y el tratamiento de estos han sido cuando menos transgresores. Aquí ya hablamos de uno de ellos. Por su parte los españoles parecen empenados en rescatar el espectáculo mismo de cierto tipo de cine terrorífico que por ejemplo en EEUU (cuna de este cine bajo la mano de directores como George A. Romero, John Carpenter, Wes Craven, entre otros) ya no se hace con tanta frecuencia. En cambio ahora tenemos los remakes. Pero eso es otra historia.

España tiene algunas experiencias interesantes en lo que al cine de terror se refiere, especialmente en los últimos 10 años. Ahí esta el ejemplo de la ya desaparecida Fantastic Factory que pese a una corta vida dejo algunos precedentes. Y de películas como el Espinazo del Diablo (Del Toro, 2001) y el Orfanato (Bayona, 2007) sólo por citar algunos ejemplos. Y entonces tenemos a Balagueró.

Jaumé Balagueró lentamente se ha hecho un nombre dentro del genero del terror, si bien sus primeras películas no son muy conocidas fuera de Espana, incluso con la experiencia de Darkness y Frágiles (filmadas en inglés con un casting internacional) fue con [REC], su esfuerzo junto al tambien español Paco Plaza, el que lo dio a conocer finalmente ante un público masivo.

La propuesta de [REC] era sencilla, una película de 'zombies' filmada con un estilo documental mas cercano al tipo de 'television real' de programas de televisión como COPS, lo que a decir verdad dio como resultado una mezcla explosiva, no sólo porque Balagueró es bueno en su oficio sino porque además confeccionó una película que no olvida a sus precedentes pero no tiene miedo de ir un poco más allá.

El éxito de la primera película inmediatamente puso a trabajar al duo en una continuación, ¿Y que es el cine de terror sin continuaciones?. En un principio la idea era logica pues el final de la primera película pedia a gritos (literalmente) una secuela.

La tarea no era fácil, ¿como superas el elemento de novedoso que tenía la primera película?, las reglas de oro de las secuelas indican que debes hacer todo más grande, y mas impresionante y [REC]2 en su justa medida lo es, en primer lugar conservamos ese tipo de filmación de cámara en mano y sin 'editar' que tanto funcionó en la primera y en segundo lugar por fin tenemos algunas respuestas.

Aunque probablemente esas respuestas acerca de lo que realmente esta causando la infección no sean tan creíbles u originales (Lucio Fulci es el maestro de este tipo de tematica) es agradable ver que de alguna forma [REC]2 está hermanada con la primera película de Balagueró, Los Sin Nombre (1999).

En aquella película el "origen del mal" por así decirlo, podía ser cualificado. Esta visión particular del mal ha estado presente en mayor o menor medida en las películas anteriores de Balagueró (Darkness y Fragiles).

El resultado es entonces una película a toda la usanza de la temática zombie más clásica que además rescata elementos presentes en varias de las películas más importantes de cine de terror italiano y por si fuera poco es una película que encaja perfectamente en el canon del trabajo de Jaumé Balagueró.



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Aprovecho que estamos en la era del youtube y tenemos accesibles trabajos que de otra forma seguirían en la oscuridad. Bajo estas líneas están dos cortometrajes (los primeros de sus carrera) de Balagueró y luego esta un trailer falso que filmó para un festival de "trailers falsos", no es por nada pero a mi me gustaría ver una película del exorcista dirigida por Balagueró.

Alicia




Días sin Luz



El Exorcista V




España, Color, Video.
Dirigida por Jaume Balagueró y Paco Plaza.
Escrita por Jaume Balagueró, Manu Díez y Paco Plaza.
Cinematografía: Pablo Rosso.
Intérpretes: Manuela Velasco, Ferran Terraza, Javier Botet, Pablo Rosso


viernes, 2 de abril de 2010

Así suena mi cine #1: Secuestro Express de Angelo Milli

Si es difícil conseguir una buena copia de las películas venezolanas (recientes o viejas), imaginen entonces como será tratar de encontrar la música. Por lo menos en la red es casi inexistente, pero como esto es un proyecto personal que todavía no tengo el ímpetu de abandonar, voy a comenzar por postear los pocos hallazgos con los que me he encontrado.

Voy a comenzar estas pequeñas entregas (en realidad ya había comenzado aquí) con la última película venezolana que nos arrastró masivamente a las salas, Secuestro Express (2005). Dirigida por Jonathan Jakubowicz y cuya música original está compuesta por Angelo Mili. Milli tiene en su filmografía varias películas pero solo dos de ellas se han estrenado en Venezuela, La Mujer de mi Hermano (Montreuil, 2005) y Seven Pounds (Muccino, 2008).

Pude haber colocado la canción homónima de Tres Dueños, que es la que probablemente recuerden quienes vieron la película, pero preferí usar la música de Milli (la corta pieza que pude conseguir gracias al propio Jonathan Jakubowicz), primero porque tengo debilidad por las bandas sonoras incidentales o scores y segundo porque el trabajo de Milli fue uno de los aciertos del film del que rara vez se habló, y eso es señal de un buen trabajo, cuando un compositor no se impone sobre las imagenes.

Secuestro Express - Suite







25 años de Danny Elfman y Tim Burton (Última parte)

Las películas de Tim Burton tienen la particularidad de destacar por encima de la media de películas comerciales en primer lugar por su cuidado aspecto visual. Al ver una película de Tim Burton sabemos que un gran esfuerzo del propio Tim Burton y del equipo con quien trabaja (casi siempre las mismas personas, especialmente el diseñador de producción, Rick Henirchs o la diseñadora de vestuario, Colleen Atwood) por plasmar un mundo lleno de texturas increíbles.

No creo que mucha gente vea una película de Tim Burton precisamente por su narración o por sus actuaciones. Burton es más un artista plástico que un director de actores (con la excepción de Ed Wood, lo repito otra vez).

En la siguiente década las películas de Burton vendrán a ganar precisamente en este aspecto que anteriormente no era el más destacado, el de la narrativa, sin embargo los resultados no siempre serán del todo satisfactorio. Por lo que creo que esta última etapa es más que todo una de transición. Espero que durante los próximos años podamos ver a un Burton más maduro en el aspecto narrativo.

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A alguien le pareció buena idea hacer un remake del Planeta de los Simios. Y a esa persona le pareció todavía mejor idea darle la tarea a Tim Burton. Planet of The Apes (2001) es personalmente la película que menos disfruto de toda la filmografía de Tim Burton o podríamos decir que la disfruto precisamente por eso, de no estar dirigida por Tim Burton creo que tendría cero interés. Empezando por el hecho de que la original esta perfecta como está, en teoría al rehacer una película debes mejorar ante la original, pero creo que Planet of The Apes (Schaffner, 1968) es un clásico que no necesita una "actualización".

El resultado pues es bastante indefendible, empezando por un casting bastante plano. Sólo el hecho de elegir a Marky Mark para que fuese el protagonista de esta película en particular(no tengo nada en contra de Mark Wahlberg) y lo diferente que es el personaje de los típicos personajes 'burtonianos' previos es testimonio del poco control que tenía realmente Burton en la producción. Otro en cambio fueron una sorpresa como por ejemplo Tim Roth en el papel del líder de los simios, el Gral Thade, quien obviamente se divirtió haciendo del 'mono malo'.

Sin embargo otros elementos de la película siguen siendo hasta el día de hoy impresionantes. El maquillaje por un lado es sencillamente magnífico, obra del maestro Rick Baker (An American Werewolf in London, Videodrome) quien ya había trabajado con Burton en Ed Wood en el maquillaje de Bela Lugosi, trabajo que por demás le valió un Oscar.

Y otro de los elementos que destaca es por supuesto de la música de Elfman, quien tenía un trabajo cuesta arriba al tratar de crear un sonido nuevo y tan efectivo como el score original de la primera película escrito por una de las leyendas de la música de cine, Jerry Goldsmith. El resultado es uno de los mejores en la colaboración Elfman/Burton y dentro de ella uno de los menos tradicionales de ese canon. El score basado principalmente en la percusión se hace dificil de escuchar separado de la película, pero luego de varias escuchas se comienza a apreciar la riqueza y complejidad de algunas de las composiciones. ¿Lo mejor?, que Elfman se las ingenió para crear algo original y que de alguna forma rinde tributo a la música de Goldsmith









Planet of the Apes Suite [Suite Simiesca #2 / Créditos Principales / La Cacería / La Demencia de Thade]


Le tomo a Tim Burton casi tres años realizar una nueva película después de Planet of the Apes, por lo general Tim Burton realiza un proceso de pre-producción largo, pero yo tengo las sospechas que en este caso se trató de una consecuencia de lo poco que recaudó Planeta... en taquilla, poco obviamente con lo que proyectaban. La cinta terminó recogiendo 300 millones de dolares a nivel mundial. Nada mal.

El próximo proyecto de Burton sin embargo iba a ser una película de menor escala, aquí no íbamos a viajar en el espacio/tiempo ni a enfrentarnos a criaturas extraordinarias, y aunque la película se promocionaba como "una aventura tan grande como la vida misma", Big Fish es una película sencilla y modesta si la comparamos con el canon habitual de Burton, quizás las únicas películas que se le parecen son Ed Wood y Pee wee's Big Adventure.

Es también una de las pocas películas de Burton donde se le da más importancia a la historia y al devenir dramático. No por eso es una película que carezca de un trabajo cuidado sobre la fotografía, el vestuario y la ambientación.

La historia es tan sencilla como que un hijo debe regresar a su hogar de la infancia para acompañar a su padre en su lecho de muerte, para darse cuenta que nunca conoció a su padre, solo se sabe las historias que el primero le contó durante toda su niñez y adolescencia. El joven luego se da cuenta que ese es su padre, las historias que contó durante toda su vida. Burton ha tratado de conectarse de manera personal con las películas que ha hecho, por eso no resulta tan sorprendente que esta película haya coincido de una manera u otra con el fallecimiento de su propio padre, al final Big Fish puede ser hasta la fecha (despues de Edward Scissorhands) la película mas personal de Burton.

Como cabía esperar la música de Danny Elfman está a la altura y los requerimientos de la película, un Elfman sencillo y melódico como nunca antes. Este trabajo le valió a Elfman una nueva nominacion al Oscar.









Big Fish Suite [Fotos / Créditos Principales / El Tema de Jenny / El tema de Sandra]


Luego de esa pequeña película que fue Big Fish, Burton entraría en lo que yo llamo el período sin riesgo de su carrera. Es esa quiza una de las razones por las cuales tarde en terminar este ultimo post, al volver a ver las últimas 3 películas (Y el estreno de su más reciente) no cabe duda, para mi por lo menos, de que en los filmes subyace una especie de autocomplacencia y desgano. Eso o yo me he vuelto mas exigente como espectador

Es obvio que la tendencia actual es la de "rehacer" películas, algo especialmente preocupante pues parece ser que hay un "agotamiento" de ideas. Algunos dirán que ya todo esta contado, y que solo cambia la forma de contarlo. Pero es que ya no se esta haciendo ni siquiera el esfuerzo de disfrazarlo de esa forma. Es por eso que de todas las películas que ha hecho Burton creo que Charlie and The Chocolate Factory es la mas innecesaria de todas.

Innecesaria porque en su carácter de remake no añadió o mejoró, a su antecesora, Willy Wonka y la Fabrica de Chocolates (1971), y para que rehacer una película si no vas a ir más allá de lo que la original hizo. Algunos elementos de la historia prometían, incluso elementos que ni siquiera formaban parte de la novela original de Roald Dahl, como el origen de Willy Wonka (según la versión de Burton, su padre era un dentista!) se quedan inconclusos y poco desarrollados. Sin embargo, y no se como, la película fue un éxito, con una recaudación de mas de 200 millones de dolares.

A rescatar esta por supuesto la música de Elfman que a veces parece pertenecer a otra película, en especial cuando se escucha por separado. Es quizás la primera vez que la música de Elfman no parece hacer buen par con las imágenes en pantalla. Además de que fue la oportunidad de volver a escuchar canciones compuestas por Elfman, algo que no sucedía desde The Nightmare Before Christmas.









Charlie and the Chocolate Factory Suite [Créditos / Créditos Principales / El Tema de Jenny / El tema de Sandra]


Luego del éxito, que aun no me explico de verdad, de Charlie...Warner Brothers dio luz verde a un proyecto donde Burton vuelve a tener completa libertad creativa una película de animación en Stop-motion. Esta vez Burton co-dirigió la película junto con Mike Johnson.

El resultado es quizás lo mejor de Burton en esta última década, luego de Big Fish, sin embargo no es ni de lejos una película comparable a The Nightmare Before Christmas. Y esa es una de las criticas como espectador que tengo con respecto a Burton, que al parecer está haciendo las películas que se esperan de el y no las que quiere hacer. Hay un cierto aire de conformismo en las ultimas películas de Tim Burton y The Corpse Bride no es la excepción. Con todo y lo novedoso e interesantes sigue siendo aun la animación en stop-motion esta película no muestra nada nuevo en ese apartado. Hace un año, sin embargo, Henry Selick (director de The Nightmare Before Christmas) demostró con Coraline que este tipo de cine todavía presenta muchísimas posibilidades.

Independientemente que haya contado nuevamente con Danny Elfman en la labor de compositor de las canciones y la música incidental, en lo personal siempre he pensado que la película se hizo para justificar la creación de nuevos juguetes en el mercado que ya un poco saturado y agotado de los juguetes de The Nightmare, clamaba por algo nuevo.










The Corpse Bride [Créditos / El solo de Victor / Dueto / La boda]


Había tardado lo suyo Tim Burton para hacer un musical propiamente dicho (con su dirección quiero decir, vuelvo a recordar no fue dirigida por el) y el tema elegido no podría haber sido más "burtoniano" (esta denominación lamentablemente ya es mas una maldición que otra cosa la leyenda de Sweeney Todd, el asesino de la Calle Fleet.

Todd, que ha visto otras encarnaciones en el cine (por ahi hay una version con Ben Kingsley que por lo menos debe ser interesante de ver) además de otros medios como el ballet y el teatro, es sencillamente una historia que tiene todos los elementos que pueden interesarle a Burton pero con el añadido de ser un musical. Sin embargo Burton decidió partir de la adaptación del musical que escribió Stephen Sondheim en 1979 y que se presento con excelentes criticas en Broadway. Así que por ese apartado ya tenía prácticamente una parte "resuelta" con las canciones. De hecho esta es la segunda película en la que Burton prescinde de Danny Elfman para las tareas musicales.

En un principio parecería ser una decisión extraña, pero al escuchar las canciones y la musica escrita por Sondheim es obvio que ya es un trabajo de primera fila que no necesariamente necesita un sustituto. Pero es precisamente la música la que coloca en evidencia algunas de las carencias que creo tiene la película, por ejemplo para ser un musical son muy pocos las escenas que incluyen baile. Lo que hace que esas partes donde los personajes cantan se conviertan en algo bastante aburrido en ocasiones. Y no es por la falta de una historia, pues el tema de la venganza en esta encarnación de Todd es lo suficientemente interesante.

Esta fue la última película de Burton de la pasada década, y no hizo sino hacer más evidente la falta de renovación por la que pasa el director actualmente. Sencillamente porque las pelìculas de Tm Burton son cada vez más atractivas desde el punto de vista visual y estético, pero narrativamente son cada vez más planas.









The Corpse Bride [Créditos / El solo de Victor / Dueto / La boda]


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Epílogo

Alice in Wonderland es básicamente uno de los éxitos de taquilla de esta temporada. Y la verdad no entiendo como es esto posible. Porque para empezar es una película que técnicamente deja mucho que desear, empezando por el hecho de que es una de las primeras víctimas de esta nueva tendencia de hacer todo en 3D. El detalle está en que el 3D de Alice fue trabajado en post-producción y eso se nota al ver la película. No es una película que se hizo para ser presentada en 3D por lo tanto dicha presentación la hace parecer mucho más acartonada y falsa de lo que ya probablemente es por el uso desmedido de efectos especiales.

¿La historia?, basicamente hay una línea argumental que se asemeja a los libros de Lewis Carroll pero al observarla como una película, sin tomar en cuenta los libros, es bastante decepcionante. El problema creo que no hay una idea clara de lo que la película quiere ser. De hecho la última parte parece haber sido sacada directamente de películas como Las Crónicas de Narnia o la Brújula Dorada.

Personalmente creo que es una de las películas mas deficientes de Tim Burton. En comparación Mars Attacks!, la más vilipendiada de su filmografía, se ve casi brillante.

Si tengo que rescatar algo de la película, es afortunadamente la música, de un Danny Elfman que parece estar saliendo de ese estancamiento en que había estado los últimos 5 años, aunque no puedo decir que esta a la altura de los mejores trabajos de Elfman con Burton, si es realmente una sorpresa si se compara con el trabajo de Elfman con otros directores.

¡Extrañamente lo mejor de la música compuesta por Elfman no aparece sino hasta los creditos finales!









Alice in Wonderland Suite [Alicia / Proposicion / El descenso por la madriguera / Puertas / El Gato de Cheshire]



jueves, 1 de abril de 2010

¿Qué pasa con el Cine de terror en Venezuela?

Por Corina Freyre Gaspard

No me considero una erudita del cine, ni mucho menos. Más bien, lejos de eso, sólo amo ver pelis y, si son de terror, las amo más.

Una cosa me llama la atención y no es sólo la falta de variedad en cuánto a género e, inclusive, opciones dentro de un mismo género, en Venezuela. Cada vez salen menos películas, las que salen nadie las promociona, nadie las ve. No sé qué pasa.

Y es que me parece “curioso” que, en un país como Venezuela, en donde todos vivimos haciendo lo mejor que podemos con lo que tenemos, en donde el venezolano busca todas las opciones posibles para economizar y hacerse la vida más fácil, en dónde sabemos resolver problemas, así sea con pañitos de agua caliente; en fin, en un país como este, lleno de gente como nosotros, el cine se queda en críticas, buenas o malas ideas y concursos que, entiendo, ganan siempre los mismos.

Entiendo que, cuando se mantiene todo en la teoría las cosas pueden verse desde otra perspectiva, es decir, se tienen estándares bien definidos (a veces muy altos), criterios bien delimitados y explicaciones para todo. La práctica es otra cosa. Quiero decir ¿quién no quisiera hacer una película con un presupuesto de 500 millones de bolívares o 500.000 Bs.F.? Seguro que no es mucho tampoco si me pongo exquisita a pensar en producciones de millones de dólares, pero frente a una crisis económica como la que se atraviesa hoy en día, yo pudiera decir que es algo. Si me pongo a pensar en producciones de bajo presupuesto pues pensaría que es muchísimo dinero. La realidad me dice que lo es, por la sencilla razón de que todos los días salen películas de bajo presupuesto que costaron menos de eso.

Mi idea no es discutir aquí cuánto cuesta hacer una película o por qué cuesta lo que cuesta producirlas. Esto viene al caso sencillamente porque, considerando que los venezolanos “sabemos resolver” me parece extraño que estos puntos no se resuelvan. Mucho menos si hablamos de cine de terror. ¿Es que aquí nadie piensa en historias que nos hagan sentir miedo? O por lo menos un sustico aunque al final de la película todo sea mentira o se aclaren “malos entendidos”. Lo que digo es que, hasta que no salgan, no podemos evaluar nada.

Supongo que la naturaleza jovial y bromista del venezolano dificulta no sólo la ideación sino la exposición de este tipo de cine. Frente a un público en el que hay que cuidarse porque todo lo echan a broma, todo es una joda y es capaz de burlarse hasta de lo que está bien hecho. No importa. Me encantaría ver una película protagonizada por un chamo cualquiera o no, que pueda decir “Coño marico esta vaina si está candela, estoy más cagao que pañal de carajito” o yo que sé.

¿O es que los venezolanos estamos tan no-identificados que sólo pueden asustarnos o sólo podemos conectar con lo externo? No lo creo. Entiendo que frente a producciones de alto nivel que se realizan tanto aquí como afuera, una cinta de bajo (o bajísimo) presupuesto no sólo es un reto sino una tarea bien cuesta arriba. Pero al césar lo que es del césar: para poder hacer buenas películas hay que comenzar por algún lado. La práctica mejora la ejecución en todos los casos. Yo, que debo reconocer, poco voy al cine y los quemaditos han pasado a formar parte integral de mi vida, iría feliz al cine a pagar lo que corresponde si me ofrecieran una película venezolana que me asustara. Si me ofrecieran una peli de terror venezolano, con todo lo que eso implica, más allá del “terror” cotidiano que ya a pocos impresiona aunque asuste a todos (refiriéndome, claro está, a temas de delincuencia e inseguridad social).

Más allá del terror ¿qué pasa con el cine de ficción en Venezuela? Inclusive para contar la historia de este país se pudiera hacer algo bien dramático o divertido o lo que sea. Creo que todo depende del cómo se enfoca el cuento. Inclusive, voy más allá: tantas leyendas urbanas que hay en este país y ¿a nadie se le ocurre inventarse un personaje y ponerlo en posición de que lo ataque la llorona sin poner una mujer vestida de blanco que llora por sus hijos muertos y que a todo el mundo le parecería una estupidez?.

Países que producen películas de terror de culto como los asiáticos, comenzaron por alguna parte. Han hecho millones de películas y todavía hoy, consigo buenas, buenísimas, malas y malísimas películas de terror asiáticas. No importa. Las hacen.

Podría pasearme por la idea de que este (el venezolano) no es un público para el terror. Pero el argumento se me cae apenas lo pienso cuando re-pienso que los cines se llenan cada vez que llega una cinta terrorífica de USA, cuando recuerdo el revuelo de El Aro y a todo el mundo llamándose por teléfono al terminar la película, en el "I see dead people” de Sexto Sentido, y muchos otros ejemplos que no hacen de mi persona un nicho del mercado tan pequeño como podría pensarse.

Ultimadamente si lo fuera, una regla de oro del mercadeo consiste en definir lo más exactamente posible el nicho del mercado al que se pretende llegar, por más mínimo que sea. Si se tiene éxito y se les llega, se tendrá ahí a los consumidores/usuarios más leales del universo y eso lo es todo. Son las personas que irían siempre al cine aunque las críticas sean malas, son el público que sigue usando y consumiendo lealmente porque algo está hecho para ellos y no se lo pierden por nada del mundo. Es por eso que, productos específicos para personas específicas son los que explotan la liga en todos los tipos de mercado.

En Venezuela tenemos toda una variedad de personas a las que les gustarán más un g
énero que otro. Estoy segura que si se les atiende un poco, no hay nada que perder. De bajo o alto presupuesto, una buena peli es una buena peli, póngala donde la pongan.

Creo que al principio me equivoqué y esto ha debido llamarse, mejor, ¿Qué pasa con el cine en Venezuela?...

Entiendo que hay muchos factores a considerar, pero vamos a ponernos pragmáticos y a no enrollar las cosas más de lo debido: con o sin el apoyo del estado, con 20 millones de dólares o sin ellos, pero con una buena idea y un súper trabajón en el que haya que partirse el culo por un buen tiempo (la falta de dinero siempre redunda en más trabajo y más tiempo) algo se puede lograr aunque no sea una cinta ganadora del Oscar o del Globo de Oro o del Oso de Berlín o qué sé yo.

Más que criticar a nadie (no estoy ni en posición de hacerlo ni me interesa) lo que intento es un estímulo, es acabar con esta indefensión aprendida en la que se piensa que sin importar lo que hacemos, las consecuencias son las mismas. Con el tiempo, ya no se hace nada porque si no va a tener frutos, ¿para qué seguir?. Acabar con esa indefensión implica creatividad y, estoy segura que el venezolano está muy lejos de carecer de ella. Implica darle la vuelta a las cosas para poder lograr algo e, insisto, el venezolano es especialista en eso.

Es mucho y muy difícil. Pero nadie dijo que tenía que ser fácil. Yo, como público quisiera la oferta y daría todo el apoyo a quién me la diera.