sábado, 27 de diciembre de 2008

Las 10 mejores del 2008 según mi ególatra YO

Lo he dicho antes. Hacer una lista es parcelar, fragmentar, es tomar lo inmenso para señalar lo mínimo. A mi entender, es una estupidez. No nos engañemos: lo que te mueve a ti, puede que no me llegue a mí, y viceversa. Es más, lo que a veces parece de alguna manera, cambia con el tiempo (en realidad, cambiamos nosotros); una película que en algún momento detestamos, puede parecernos increíble luego de algunos años.

Lo cierto es que a nivel editorial, esto de las listas funciona. Y a los lectores les encanta, intuyo que no por la lista per se, sino porque tienen la oportunidad de expresar su opinión e, incluso, polemizar. Yo no voy a nadar contra la corriente. Y la verdad no tengo una mejor idea para escribir mi artículo de fin de año.

Obviamente la mayoría de las publicaciones posee un grupo de escritores y críticos en nómina con los que cubren toda la cinematografía del año. Yo, particularmente, no puedo hacerlo, ni tengo los medios para hacerlo, ni creo que me gustaría pegarme todas las películas que salen en cartelera. Es por eso que aclaro que la lista que les dejo abajo se restringe a mis circunstancias, a lo que he podido ver, y no refleja la opinión de los demás escritores de El Cinescopio.

Lista estúpida de las 10 mejores películas del 2008 según mi ególatra YO

1) El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (Mi favorita)

2) Atonement

3) Dark Night

4) There will be blood

5) No country for Old Men

6) La Escafandra y la Mariposa

7) El Orfanato

8) Promesas del Este

9) Strangers

10) Kung Fu Panda





martes, 23 de diciembre de 2008

Reflexiones de Fin de Año sobre el cine nacional (Fade Out de por medio)

Por: Andrea C. López L.
Colaboraciones

Hablar de nuestro cine por lo general implica prejuicios y quejas. En los últimos 3 años se creó una gran expectativa en cuanto a nuestra producción, originada en el impulso que el entonces ministro Francisco Sesto le dio al sector, al abrir concursos, crear festivales, aprobar una ley de cine y mantener una plantilla fija de realizadores jóvenes que más tarde constituiría el piso de su recién creada productora: Villa del Cine. Por otra parte, se aprobaron créditos en el CNAC a “noveles” realizadores (protesta de por medio): trabajadores que pasaron años esperando producir su película.

El impulso se reforzó con un florecimiento de la producción independiente, también estimulados desde el Estado, a ser exhibidos en las nuevas y no tan nuevas producciones de televisión. Se crearon espacios en Vive TV, ANTV, VTV, la expropiada RCTV: Tves, y Ávila TV Así mismo, se mantuvieron y crearon espacios de producción audiovisual comunitaria: Catia TV. En resumidas cuentas, es innegable el estímulo del sector audiovisual durante el gobierno de Chávez, después del golpe y del paro petrolero. La experiencia ha sido sumamente enriquecedora para los trabajadores del audiovisual. La práctica ha nutrido (y nutre) la formación de realizadores, productores, actores, fotógrafos, sonidistas, editores, montadores, etc.

Sin embargo, ciertos “prejuicios” y trabas han medrado el desarrollo del CINE NACIONAL. La educación cinematográfica es uno de esos elementos. En Venezuela la educación audiovisual es asumida como una cosa de “guataca” (Ojo, no entran dentro de este grupo, gente formada fuera del país). La “guataca” tiene la cosa buena de la espontaneidad, pero la improvisación sin educación y rigurosidad, corre el riesgo de perderse. No es suficiente con un cursito de diez días en el CNAC. Es algo así como si nuestros músicos siguiesen siendo aquel personaje del tío en “País Portátil”, encarnado en Ibsen Martínez; y no un Alexis Cárdenas, un Carlos Duarte o una Gabriela Montero. Durante este gobierno se ha notado cierta actitud hostil hacia la “academia”, hacia los estudios: la gente no presenta tesis, se sataniza la educación superior, algunas veces con argumentos; otras, sin ellos.

El caso es que, a vuelo rasante, se percibe un problema medular: el guión. La política de Farruco Sesto, si bien aupó la producción cinematográfica, la sometió a la camisa de fuerza de sus caprichos como artista y de lo que él pensaba podía complacer a su Mesías. Creó una productora del Estado, con millones, billones de recursos: La Villa del Cine. A la cabeza de este proyecto estuvo Lorena Almarza, Marco Mundaraín, Alejandro Medina y familia.

Si tratamos de reflexionar y retroceder un poco, recordaremos que la Cinemateca Nacional estuvo presidida por Javier Guerrero. Durante este período, se hicieron foros, se iniciaron discusiones sobre la Ley de Cine, se auparon numerosos estrenos, se crearon los cuadernos de Cineastas venezolanos, funcionaba la tienda del cine y se aupó el proyecto de Cine Escuela. En éste participaron noveles realizadores como Sergio Monsalve y Laura Vásquez.

Haciendo una elipsis, la directiva de la Cinemateca cambió, quedando sólo Lorena Almarza, entonces encargada del proyecto cine escuela, más tarde Directora de Cine del recién creado Ministerio de la Cultura y presidenta de la Villa del Cine. A pesar de no haber estudiado cine ni afines, Almarza se curtió en la improvisación como gerente, al renunciar María Auxiliadora Escobar. El resto del equipo en la tarea de levantar una productora cinematográfica estatal estuvo conformado por trabajadores de RCTV (Mundaraín, Bozo, Medina, Varela), cuya experiencia provenía de “Archivo Criminal”, telenovelas como “Abigail” y los unitarios “Archivos del más allá”.

El proyecto inicial logró consolidarse, centrándose en la producción de reportajes documentales para TV, aunque sin mucha distribución. Pronto, la estructura de las plataformas, obligó a los trabajadores y técnicos a pasar a la creación de una estructura más ambiciosa: la Villa del Cine.

La Villa del Cine nace con un concepto formativo: fusionar en su producción a realizadores noveles y veteranos. El edificio, conformado por dos estudios y su centro administrativo, es inaugurado el 03/06/2006. Después de un recorrido por sus instalaciones, filmado y dirigido por la novel promesa formada en Columbia, NY, Efterpi Charalambidis; Chávez sacó la chequera, habló de que Vielma Mora le debía plata y entre aplausos, vitoreos y peticiones de que diera más y más real, Chávez desembolsilló, cual dueño de hacienda, 24 millardos de bolívares (viejos). A continuación la reseña de Últimas Noticias:



La Villa del Cine abrió sus puertas
El primer mandatario inauguró ayer
SONIA HERNÁNDEZ


La primera fase del proyecto, desarrollado en Guarenas, cuenta con 2.400 metros cuadrados. CARLOS RAMÍREZ Caracas. Con la presencia del Presidente de la República, el ministro de Cultura, Francisco Sesto, y varias personalidades del mundo político y cinematográfico, ayer fue inaugurada la Fundación Villa del Cine, un complejo cultural con el que el mandatario nacional se propone enfrentar “la dictadura cultural de Hollywood”.“A través de ese cine nos inoculan mensajes ajenos a nuestras tradiciones, que más bien desmoronan nuestra cultura, nuestra moral”, dijo Hugo Chávez durante el acto de inauguración de la Fundación Villa del Cine. El gobernante, sin embargo, admitió que también disfruta de las producciones hollywoodenses, especialmente de las películas de Clint Eatswood y Charles Bronson.La Fundación Villa del Cine está ubicada en Guarenas (final de la autopista Gran Mariscal de Ayacucho, pista norte, municipio Ambrosio Plaza), en el estado Miranda.En su primera fase, de 2.400 metros cuadrados y un costo de 18 millardos de bolívares, el complejo cuenta con un edificio administrativo con áreas de posproducción, dos estudios de grabación o filmación insonorizados, parrillas de iluminación y equipos de cámaras, audio y video.Toda la tecnología adquirida para el proyecto es de última generación, según explicó el ministro Francisco Sesto.Sesto, quien aprovechó la ocasión para solicitarle al Presidente 24 millardos de bolívares para culminar las siguientes etapas del proyecto, manifestó que con esta plataforma cinematográfica se busca impulsar la producción del cine venezolano (que promedia una película cada cuatro años, según fuentes oficiales), así como la compra de de producciones cinematográficas independientes de diferentes países, incluido Estados Unidos.“Esta puede ser la génesis de otras villas del cine en varias regiones del país. Podemos llenar el país de villas hasta llegar hasta una ciudad del cine, pero hay que hacerlo paso a paso”, comentó Sesto.El ministro de Cultura también reveló que este año se concretará el proyecto de una cinemateca para cada región y se inaugurarán cien salas comunitarias de video digital.Entre los filmes que serán desarrollados en la Villa, se destacan dos largometrajes: uno sobre la vida y obra de Francisco de Miranda y el otro sobre las hazañas de Ezequiel Zamora (...)".

El proyecto, si bien era muy ambicioso y alentador, se gestó con algunas mentiras: los estudios NO estaban insonorizados, no se hizo un sistema de aguas servidas, no había baños para los trabajadores, los bomberos no aprobaron la seguridad de la estructura, no se inauguraron CIEN salas comunitarias, (o sí, ¿quién lleva el conteo de esto?) –da pena la de Pampatar en Margarita, hundida en la soledad y desolación-. En fin, la Villa con sus paredes de dry wall en el edificio administrativo, filtraban agua en cada torrencial aguacero. Cualquier queja vinculada al derecho laboral, era tildada de contrarrevolucionaria. Finalmente, llegaron olas y olas de despidos. La Villa, concebida como: un complejo cultural con el que el mandatario nacional se propone enfrentar “la dictadura cultural de Hollywood”. Nacía pervertida.

La Villa, aunque con paredes de Dry wall, se erigió como competencia del cine de Hollywood, y se legitimó con las visitas y aprobaciones de actores de la industria del Imperio. Vale decir que los empleados son contratados, al mejor estilo del capitalismo salvaje: sueldos gruesos y cero seguridad social o permanencia. Capitalismo (¿o socialismo?) chino a full. A Chávez le gustan los western y las pelis de Charles Bronson.

No sé a ustedes, pero de entrada el concepto suena errado. Ni hablar de la estructura y directiva que lo soporta. Las experiencias latinoamericanas de un cine independiente, alternativo, del “Tercer Cine” (por citar a Solanas); nada tenían que ver con imitar y mucho menos legitimar, las estructuras de Hollywood.

La Villa, aunque reaccionaria, persigue el único fin de su antagónica industria: producir. La calidad y el contenido son cosa aparte. La taquilla es un absurdo: hay petróleo y full impuestos que soporten desaciertos y caprichos como “La Clase”.

Finalmente, y desde una apreciación muy personal, creo que el concepto fue errado al concebirla como la reacción y, al mismo tiempo, la emulación de Hollywood. También porque el proyecto Escuela se concibió como “guataca”. En México, por mencionar un ejemplo, el Centro de Capacitación Cinematográfica, una escuela subsidiada por el Estado Mexicano en su totalidad, que cuenta con infraestructura e invita a profesionales del cine de todo el mundo para que impartan clases (también subsidia a estudiantes extranjeros de bajo estrato social); producen películas de sus alumnos, las colocan en salas de cine, en Festivales Clase A, generan taquilla y ganan premios. ¿Podemos hablar de esos resultados en la Villa del Cine? Este artículo busca por qués a esta pregunta e intenta ofrecer algunas respuestas.

Señores, las buenas intenciones valen, pero es necesario pensar más allá de la complacencia de un líder y sobre todo, de la formación de la gente. Las películas de la Villa cuentan con un buen trabajo “técnico” pero alcanzar un nivel de contenido y de rentabilidad de ingresos que permitan su autonomía productiva, está muy lejos.

Literalmente, la Villa está en llamas. Nunca se tomó en cuenta la mesa de Educación durante el Foro Cinematográfico, evento creado por Sesto para tapar su corrupción, su clientelismo, su nepotismo, sus caprichos personales. La plata se ha derrochado en películas costosas, personalistas, caprichosas, complacientes…jamás ha habido una voluntad real de crear y educar, de financiar al libre pensar. La idea de una productora estatal es valiosa, pero se cae cuando el nivel intelectual y profesional de quienes la dirigen buscan sólo perseguir cifras que ni siquiera pueden alcanzar. Amazonia es un fracaso, las salas regionales no existen.

Ante esta realidad, es alarmante la gente que plantea la salida fácil: la nacionalización de las salas privadas. El fracaso de las salas comunitarias se afirma en aseveraciones como ésta y de paso, aunque “dizque socialistas” legitiman el éxito de espacios carcelarios y ultra capitalistas como el mall. Nacionalizar las salas no es crear espacios alternativos, luchar por ellos y vencer, sino entregarse al sistema “mall” cotufero. Parte del pastiche con carácter “posmoderno” de la Revolución del Siglo XXI.

Es lamentable que se imite lo peor de Cuba. Al menos esa revolución tuvo un cine pobre, reflexivo, crítico, coherente a nivel de guión y realización, pertinencia.

Es sumamente triste que el dinero se bote en películas producidas a la usanza de “Hollywood”, filmadas en varios países y en el peor de los casos, en filmes de un ministro. Es lamentable que después de la experiencia de los setentas, no superemos la ilusión de la “ficción” saudita. No somos un país rico, dependemos de ese sistema al que el presidente dice odiar y que hoy está en llamas.

Nuestro cine no puede doblegarse al fracaso. En fin, creo que es pertinente reflexionar.

viernes, 19 de diciembre de 2008

CARACAS RADIO CITY

Por José Roversi

Una de las ventajas insospechadas de que tus padres se divorcien es que terminas teniendo una doble agenda social y cultural cuando eres niño. Es así que los fines de semana nos íbamos a casa de mi padre: uno de esos apartamentos loquísimos de Parque Central con dos pisos, cocina de plástico verde y aire acondicionado central. Como mi papá era amante del cine, gran parte de nuestro tiempo juntos lo pasábamos viendo películas; y sobre todo en una sala: el Radio City.

No hubo en Caracas ningún cine como el Radio City (aunque sí muy bellos, como el “Principal”) y me resulta increíblemente doloroso que ahora sea un centro de apuestas. Sólo en Venezuela somos capaces de semejante barbaridad. No hubo institución cultural de ninguna naturaleza (¡y mira que hay instituciones culturales en Venezuela!) que protegiera este patrimonio arquitectónico de nuestra ciudad, ya bastante huérfana de referentes.

Por “asomao”, terminé metiéndome en el Radio City mientras se desmontaba su historia y desvaloraba su mera existencia. Los obreros, indiferentes, machacaban la estructura a mandarriazo limpio.

Por una pequeña suma de dinero, me permitieron llevar conmigo un recuerdo, como los dolientes que llevan consigo algo de sus muertos. Tomé unas grandes y doradas letras “decó” de madera que adornaban las puertas y que por un tiempo decoraron la entrada de mi casa: RC.

En el Radio City, con su gran pantalla flanqueada por sirenas y su foyer, vimos “Radio Days” (Woody Allen), “Volver al Futuro” (Steven Spielberg), “Ifigenia” (Iván Feo) y “Gandhi” (Richard Attenborough), sólo por citar algunas de las que recuerdo mas vívidamente.

No digo que las cosas deban quedar congeladas en el tiempo (como en la Habana) pero si al menos tratarse con consideración y sentido conservacionista de aquello que vale.

En Venezuela, bien sea por el desdén con que los gobiernos enfocan el asunto del patrimonio cultural, bien por el excesivo afán de lucro de ciertos empresarios (lo más probable por la conjunción cómplice de ambas) hemos arrasado nuestra memoria arquitectónica. No sé que habrá sido de la suerte de mi otro viejo y querido amigo, el cine “Principal”, único cine de Caracas en que podías detenerte por la tarde a ver viejas películas mexicanas en un entorno de época. Quién sabe, escuché que querían nuclear allí una iniciativa relacionada con el cine. Si así fuere, que Dios y la patria lo premien; si no, bueno, si no nada. Qué le vamos a hacer.

jueves, 18 de diciembre de 2008

PRIMICIA: SUBHYSTERIA ya tiene teaser

Foto Erika Rojas

El teaser oficial de Subhysteria, la película de Leonard Zelig, ha invadido viralmente la web. Youtube, Facebook y el propio blog de la película han sido las plataformas desde donde el teaser ha sido lanzado. Más de 2600 personas han recibido invitaciones para el evento virtual. Pura Guerrilla Marketing.

Aquí les dejo el enlace al TEASER.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

El Cine nos encuentra tres veces en La Habana

Por David Segarra
Vía / Blog de David Segarra

Un mensaje en el celular: "Felicidades. ¿Van para La Habana?". El remitente es Yann, el francés que ha compuesto la música de nuestros documentales. No sabíamos nada. "¿La Habana?", "¡La Habana!". Tres días después de las elecciones regionales nos confirman que podemos viajar para presentar un trabajo sobre el racismo en Venezuela en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. En tres días más Vanessa, Vicent y yo tenemos que conseguir la plata en tres monedas distintas, boletos de avión y alojamiento. Lo logramos. Son treinta horas con tres escalas por todo el continente: Caracas-Lima-San José-La Habana. Pero al fin llegamos a la isla de Cuba a las tres de la madrugada y con un frío para el que no venimos preparados ninguno de los tres.
De Cuba al mundo
El primer encuentro es con la cosmopolita Habana. La majestuosidad bohemia de El Vedado nos recibe. Autobuses rotulados en catalán, euskera, holandés y francés nos sorprenden y nos transportan a un nuevo sentido de la orientación y la geografia humana. Más pronto que tarde nos encontramos con directores, productores, documentalistas y estudiantes de toda América Latina: México, Argentina, Brasil, Venezuela, Cuba, Guatemala, El Salvador, Colombia y Chile. Y del Norte: Austria, Francia, España, Cataluña y Canadá. La aislada y bloqueada Cuba es el punto de unión de miles de latinoamericanos desde la cual, como ventana y puerta se abren al resto del mundo. Una paradoja más de estas tierras y estos mares. Que nos enseña el presente y el pasado de como habían aislado y separado las piezas del mosaico americano. Y Cuba las une, una a una. Haciendo posible lo impensable.
Del compromiso a la crítica
El segundo encuentro es con los documentales cubanos. Todos, absolutamente todos, son críticos con Cuba. Desde Cuba. Y para Cuba. Se presentan, entre muchos otros: Zona de silencio, sobre la censura, Raza, sobre el racismo, The Migrar, sobre la emigración, Ella trabaja, sobre la prostitución y Ciudad del futuro, sobre la crisis de los grandes sueños. También podemos ver Illusion que nos muestra la locura y el desarraigo de un padre exiliado en Londres. Una obra extremadamente valiente. O Tacones cercanos, una almodovariana muestra de la vida de una travestí. Y golpe a golpe, imagen a imagen descubrimos que el cine, y el arte, cubano ha sido la gran vía de compromiso y crítica. De libertad y de resistencia. Ahora y en los momentos más difíciles. Pudimos ver como Gutierrez Alea se río y hasta asesinó en el celuloide a los delimitadores de la poesía en Muerte de un Burócrata o en Guantanamera.. Y cuando reivindicó la realidad en Fresa y Chocolate. También el pintor Raul Martínez, cronista visual de la revolución, fue aislado y perseguido por su homosexualidad. Eso nos los explica el propio Alfedo Guevara, director del Festival. Y como no, Silvio Rodríguez nos cuenta como trataba la policia de cortarle sus melenas. Sin tapujo alguno nos espeta desde la pantalla: la política de censura cultural fue una estupidez. Y lo dice en Cuba. Como no. Los artistas y cineastas nos dan ejemplo de que creación y valentía pueden y deben ser hermanas. Y es que los amores cobardes no llegan, ni a amores ni a historias, se quedan allí... ni el recuerdo los puede salvar... ni el mejor orador conjugar como decía él mismo. Una luz para América Latina. Un ejemplo para todos y todas.
De La Habana a Caracas
El tercer y más sorprendente encuentro es con Venezuela. En Cuba. Con Maracaibo y Caracas en La Habana. Nos encontramos los compañeros y compañeras de Humana y La Taguara, Guarataro y Panafilms en calles, cines, noches y conversaciones. Siempre en la dinámica de la producción trepidante nos damos cuenta de la desconexión que padecemos los documentalistas en Venezuela. Pero al mismo tiempo nos entusiasmamos de su renacimiento y su fuerza. El siguiente paso, conversamos entre humo y ron, podría ser la coordinación, impulsar festivales, plantear el debate y el conocernos. Darle palabra a la imagen.. Darle alas a la imagen de Venezuela para que dibuje y camine sus propias veredas. Para que viaje en tren, barco y avión para llegar a todo el continente y a todo el mundo. Y esa es labor de las instituciones que están apoyando el cine y la televisión en este país. Mas en el fondo depende de todas y todos nosotros. Que trabajamos en esto. Que amamos este trabajo. No se puede esperar a la espera. No se puede solo soñar con sueños. que Ya nos lo dijo un vaquero argentino (indio por dentro): "Échenle bolas y háganlo ustedes y en unos años no lo podrá parar nadie". Así es que nos encontramos en Cuba tres veces: con ella, con el mundo, con el compromiso, con la crítica, con la resistencia, con Venezuela y con nosotros mismos. Creo que fueron más de tres encuentros. Y creo que serán más.
David Segarra. Documentalista.

lunes, 15 de diciembre de 2008

LATIFUNDISTAS, POLITIQUEROS DEL CINE, LA TV Y EL RESTO DE NOSOTROS.

Por Sergio Marcano

Manolito -él de Mafalda- decía que no se podía amasar fortuna sin hacer harina de los demás…

Y es cierto. A pesar de la tan mentada “Revolución” impulsada por el –popular o impopular- Chavismo, y dependiendo del circulo social en que te muevas, el panorama no ha cambiado demasiado. En la Venezuela en la que yo me muevo los cineastas y empleados de los cineastas criollos estamos desprotegidos a todo nivel, no contamos con ninguna clase de seguros o beneficios sociales que nos respalden o protejan de eventualidades de ningún tipo, flotamos, nadamos en contra y, a veces, nos dejamos llevar irremediablemente por las corrientes mas álgidas de lo que muchos denominarían un capitalismo salvaje.

Yo nunca me he caracterizado por ser un buen negociante, pero con el paso de los años y con la ganancia de experiencia laboral en el mundo freelance, me he visto en la imperiosa necesidad de aprender -al menos a saber cuanto vale mi mano de obra- a negociar. Y es que al parecer hay una constante: todo el mundo –en paralelo al presupuesto que le hayan otorgado- cree que tu talento, al igual que tu trabajo, no vale nada, o en cualquier caso vale bastante poco.
Muchos podrían pensar que esto es algo exclusivo de una generación de personas mayores de 50 años. Nada más alejado de la verdad. Aquí cualquiera que recibe un contrato millonario –y estos contratos para la realización de una película o serie de televisión normalmente lo son-, usa esos millones para abultar sus cuentas bancarias y subir de estrato social, llegando a la noción de que sus necesidades son sin duda más importantes y relevantes que las de cualquier otra persona de su equipo.

De este modo, en este país tropical llamado ahora “República Bolivariana de Venezuela”, nadie –o la mayoría, para no exagerar- quiere pagar tu experiencia, tu pericia, tu talento, tu intuición audiovisual o tus prestaciones sociales; todos prefieren conseguirse un estudiante cándido(a) que este tan deseoso(a) de entrar a trabajar al medio, que esté dispuesto a ceder sus honorarios y sus derechos laborales en pro de su enseñanza. Una actitud que aunque cotidianamente es disfrazada de buena intención -a los ojos de quien pregunte y en especial a los ojos de quienes otorgan los contratos-, lo único que busca en el fondo es embolsillarse la mayor parte del dinero establecido en el presupuesto.

¿Ese no es el caso de la mayoría de los que entramos en el medio en este país? Déjenme rememorar algunas de mis experiencias en mis años mozos –que no necesariamente han sido tan malos y llenos de golpes y/o malos tratos- y aliñarlo con algunas otras experiencias “cumbres” que han vivido o escuchado algunos de mis allegados en el medio audiovisual nacional, para así conseguir un hilo narrativo que exprese e ilustre claramente a lo que me refiero…

…Con ilusión, candidez, mucha disposición al trabajo e infinitas expectativas entras a la productora, haces tu trabajo lo mejor que puedes, te concentras, te esfuerzas, das lo mejor de ti; al ver que no es suficiente, poco a poco asumes más cargas laborales de las que te corresponden –sobre todo si estas ligado a la producción-, y con mucha buena voluntad comienzas a trabajar todos los días hasta horas insólitas, a trabajar los fines de semanas y, poco a poco, a trabajar también en los días feriados. No ganas bien, no tienes seguro social –por lo que no puedes darte “el lujo” de enfermarte-, pero tu pretendes no darte cuenta, lo asumes como gajes del oficio, pensando que algún día, en algún momento, tu esfuerzo se vera recompensado...

…Así sigues “el juego” para ver hasta donde te lleva el río; en el mejor de los casos comienzas a desarrollar tus habilidades y poco a poco la experiencia te hace bueno en el oficio que desempeñas, comienzas a notar claramente la incompetencia de algunos de los que te rodean, su irresponsabilidad, y comienza a pesarte que se delegue todo el trabajo más pesado en ti, básicamente porque cuando llega la hora del pago, de los créditos y del reconocimiento, los que no han participado de la parte pesada de la jornada laboral obtienen el mayor beneficio de todo lo que tu esfuerzo y tu trabajo creativo ha generado.

Cuando tu inocencia se disipa –al menos en lo que a tu relación con el medio respecta-, comienzas a notar que en el trato más cotidiano hacia ti hay un doble discurso que siempre esconde visos de condescendencia y manipulación, con el cual se intenta disminuirte constantemente haciéndote sentir un inútil por tu supuesta inexperiencia acerca de lo que se trata “el negocio cinematográfico”.

Así pasa el tiempo, los años incluso -en el caso de los que tienen aguante y perseveran en su afán por pertenecer al medio-, tiempo en el que a pesar de que te haces imprescindible, siguen mal pagándote un sueldo miserable y “hambreador” –que como dije antes no incluye beneficio sociales de ningún tipo-, que no te da ni para terminar de cubrir tus gastos esenciales en la vida -pagar la luz, el condominio, comer, vestirte, salud- mientras descaradamente tu jefe, ahí delante de tus ojos, cambia su estilo de vida: engrosa sus cuentas bancarias, hace viajes internacionales todas las vacaciones, se compra obras de arte, uno o dos carros, ropa de marca, come en sitios lujosos, comienza a tomar drogas de diseño, un gran etc. Y encima de todo esto –que ya es bastante-, pretende que le agradezcas y tires pétalos de rosas por donde camina, porque tienes la suerte de acompañarlo en su camino al éxito.

¡Un verdadero vía crucis!

Lo peor es que estos personajes oscuros a los que me refiero –aún hoy en día- mantienen “cautivos” a gente muy valiosa y talentosa, generando y alimentando su baja autoestima, explotando su desconocimiento sobre sus derechos laborales mínimos, aprovechándose de que han perdido el entendimiento de que su capacidad productiva -de esfuerzo y de trabajo-, no es sencillamente propiedad del otro.

Pero tu caso es otro, un día te despertaste con el pie derecho y entraste en razón, lo que te permitió darte cuenta de que no mereces tanto maltrato y tanta mala vida y decides renunciar... Menos ahora que el país es de todos y estamos en medio de “la revolución bonita” en donde, ¡una pelusa!, contamos con una ley de cine y también una de televisión!

Así comienzas a buscar trabajo por ti mismo, a tratar de independizarte, es entonces que comprendes claramente que el medio cinematográfico nacional y sus políticas no funcionan como deberían, o al menos no están a tu favor, y que incluso –por momentos- parecen darte la espalda, ya que en buena medida es como dicen las leyendas negras: El medio cinematográfico nacional en esencia es elitesco –casi de derecha-, excluyente, privilegia los juegos cortesanos y de meritocracia antes que la originalidad tanto estética o narrativa de los proyectos (basta con recordar los 15 últimos años de producción cinematográfica nacional para saber de lo que hablo); además, se te pide tanto papel innecesario y burocrático para entregar un simple proyecto, que a la segunda entrega sospechas que son baches creados simplemente para que no completes el camino y no entregues tu proyecto en los concursos que se realizan año tras año.

Este es el aterrador panorama en la financiación cinematográfica, muchos de los que lean esto lo conocerán personalmente y sabrán que no exagero. Y cuando intentas probar suerte en la financiación televisiva te das cuenta que la historia a pesar de ser otra, en esencia no es demasiado distinta, ya que los proyectos que son bien recibidos por los concursos y canales de televisión del estado tampoco están en pro de la originalidad estética o narrativa de las propuestas -basta con que enciendan el televisor y vean los resultados que ha producido la producción independiente nacional para saber a lo que me refiero-, incluso algunas personas podrían decir que el medio es más excluyente a nivel temático que el cinematográfico ya que para participar en este rubro has de confeccionar discursos plegados a la cultura oficial, limando de ellos todas las aristas de tu ideología política –si es que asumes la compleja responsabilidad de tener alguna- desprendiéndola de todo pensamiento crítico que pueda resultar incómodo para un Estado que no gusta de revisionismos…

Todo un panorama.

De este modo y por estas razones, muchos de tus proyectos –los cuales no dejas de enviar a concursos- son rechazados constantemente sin demasiadas explicaciones.

Entonces comienzas a comprender la realidad del medio audiovisual nacional: el trabajo no abunda, más bien escasea y en muchas ocasiones –más de las que te gustaría- te ves obligado a devengar sueldos que nada tienen que ver con tu experiencia ni con los precios que pagas por las cuentas de lo básico en tu vida cotidiana –vestir, comer, vivienda, salud, etc.; entonces, a la tercera vez que asistes a la despedida de un amigo (a) que se va del país a buscar una mejor vida, irremediablemente en algún momento, comienzan a revolotear por tu cabeza las consideraciones psicológicas acerca de si deberías tu también abandonar el medio audiovisual e incluso el país en búsqueda de un mejor presente y/ó futuro, para ti, para tus hijos y para tu familia.

Y bueno, así poco a poco pasan los meses y los años en el cine y la televisión nacional. Personeros políticos de la cultura cinematográfica y audiovisual fluctúan y otros se enraízan en el poder, sin comprender verdaderamente al medio al que se deben, incluso de espaldas a sus verdaderas responsabilidades para con los cineastas, haciendo promesas que nunca se llevan a cabo, pregonando en actos públicos las bondades de un medio al que desconocen y, en líneas generales, sin mover un dedo para hacer que las cosas mejoren verdaderamente en la vida de muchos que nos dedicamos enteramente a este trabajo.

Así muchos de nosotros seguimos devengando sueldos hambreadores, sin contar aún con seguros de salud que cubran lo mínimo: enfermedad, maternidad, hijos, compra de vivienda, ni hablar de pensiones que resguarden nuestro futuro en la vejez, ni facilidades sociales de ningún tipo. La verdadera punta de un iceberg.

Características que al parecer no tienen nada que ver ni con la revolución, ni con la aplicación verdadera de políticas cinematográficas justas e incluyentes, ni con las responsabilidades laborales de los politiqueros de la cultura nacional, sino que quizás esta más ligada a hechos fortuitos monetarios como el día de la suerte que pedía Hector Lavoe en su canción…

Sólo espero –quizás de un modo bastante inocente- que algún día llegue el momento en que este medio audiovisual nacional se haga un poco más justo, más equitativo, mas arriesgado a nivel estético y creativo. Y al mismo tiempo ruego porque llegue el día en que sean respetados los derechos laborales mínimos de todos los hombres y mujeres que nos ganamos el pan con nuestra capacidad productiva, creativa y el sudor de nuestra frente en el medio cinematográfico y audiovisual nacional.

martes, 2 de diciembre de 2008

BONUS TRACK. El regreso de Perrone.

Desde hace tiempo estaba por colgar la información de Bonus Track, la última película del cineasta argentino Raúl Perrone, ícono del cine independiente y de bajo presupuesto. Tal y como lo señala en su blog Las ganas que te deseo, "El Perro" decidió plantearse nuevamente el desafío de retratar a un grupo adolescentes, tal y como lo había hecho en los noventa con su trilogía (Graciadió; Labios de Churrasco; 5 Pal Peso). En esta ocasión, el retrato es el de un grupo de jóvenes patineteros.

Dice la sinopsis del filme: “Luchito, Adrian, Mapu y Lucho, son pibes que encontraron en una tabla de skate algo distinto para hacer con sus destinos. Su punto de encuentro es el cine abandonado: un lugar de juego donde se medirán habilidades pero también amistades y traiciones. Un lugar de sexo, donde los pibes se exhibirán y las chicas elegirán”.

Dice el autor acerca de la película: “ (… ) recordé que alguien me dijo que antes de ser recuperado el cine ‘‘Gran Ituzaingó’’, todos los días era ocupado por pibes que entre otras cosas hacían skate. me entusiasmó mucho la idea de volver al cine que me había hecho descubrir películas a mis 13 o 14 años (…) me gusta la idea de saber cómo va a empezar la película, es lo único que sé, empecé a garabatear algunas ideas, fragmentos de cosas, pequeños momentos cotidianos; la cámara estática y contemplativa, escuchando esas historias... En realidad Bonus track es la autentica relación que mantienen Luchito, Adrián, Mapuche, Lucho, Carolina y los otros (…)”.

El Perro continúa asegurando que no se precisan millones para hacer una película. De ahí que su equipo de trabajo no excede nunca de las 5 o seis personas. Bonus Track no fue la excepción “(…) igual que ahora y después de algunas películas sigo creyendo que mucha gente en un rodaje estorba y cuando son pocas y tienen asignada una tarea todo se hace más artesanal, más místico. Sigo pensando que aquellos que precisan millones para hacer una película con equipos de más de 80 personas y con un montón de parafernalia, que eso no tiene que ver con el hecho de hacer películas (…)”

Aquí les dejo una muestra de fotografías del filme.


lunes, 24 de noviembre de 2008

Enjambre: Las reglas han cambiado

Enjambre, el nuevo documental de Guarataro Films y Venezolana de Televisión, analiza la doctrina de Guerra en Red o Guerra de Cuarta Generación, así como su aplicación en Venezuela.

Según Wikipedia, la llamada Guerra de cuarta generación “es una denominación dentro de la doctrina militar estadounidense que comprende a la Guerra de guerrillas, la Guerra asimétrica, la Guerra de baja intensidad, la Guerra Sucia, el Terrorismo de Estado u operaciones similares y encubiertas, la Guerra popular, la Guerra civil, el Terrorismo y el Contraterrorismo, además de la Propaganda, en combinación con estrategias no convencionales de combate que incluyen la Cibernética, la Población civil y la Política. En este tipo de guerras no hay enfrentamiento entre ejércitos regulares ni necesariamente entre Estados, sino entre un estado y grupos violentos o mayormente entre grupos violentos de naturaleza política, económica, religiosa o étnica” (cita textual).

El documental, el cual ya puede ser visto en la red, incluye entrevistas a Miguel Henrique Otero, (Director y editor de el periódico El Nacional), Mario Iván Carratú (Vice Almirante retirado, Ex-jefe de Casa Militar de Carlos Andrés Pérez durante el 4F de 1992), Gene Sharp (Fundador del Albert Einstein Institution de Estados Unidos), Eleazar Diaz Rangel (Director del periódico Últimas Noticias), Miguel Ángel Contreras (Sociólogo y Profesor de la Universidad Central de Venezuela) y Carlos Lanz (Profesor y Sociólogo, Ex guerrillero y ex comisario de la DISIP), entre otros. Además, el documental incluye grabaciones de Tomás Moncanut (General venezolano fallecido en accidente en 2005) y Salvador Allende (Presidente de Chile muerto durante el Golpe de Estado en 1973).

Aquí se los dejo.



miércoles, 19 de noviembre de 2008

Teaser no oficial de Subhysteria

Hace un tiempo ya entrevistamos en este blog a Leonard Zelig, un joven productor y director venezolano radicado en Nueva York, que ha hecho del Guerrilla Film, su bandera. En aquella oportunidad hicimos referencia a SubHysteria, su último proyecto, una película rodada enteramente en un vagón de metro.

Según el blog de la cinta, la obra es “una muestra cruda del comportamiento humano cuando tiene que enfrentar la posibilidad de la muerte".

Dice la sinopsis del filme: “Dieciséis personas quedan atrapadas en un vagón del metro de New York por 36 horas. No hay manera de comunicarse con el exterior, no hay comida ni modo de escapar; sólo una sensación fatal de que van a morir”.

La película, filmada en tiempo record y actualmente en etapa de post producción, cuenta con una línea argumental definida. Sin embargo, la base es la improvisación.

Subhysteria cuenta con la actuación de Osvaldo Benavides, Ginger Kroll, Isabella Cascarano, Rebeca Alemán, Hector Palma y Elaiza Gil, entre otros.

Abajo les dejo un teaser no oficial, el regalo del equipo de SubHysteria a los actores y al crew. El oficial lo tendremos en algunos días.

Nota: La foto de este post es de Erica Rojas, quien hizo un trabajo de foto fija de veras sorprendente.




VAQUEROS EN EL MEDITERRÁNEO



Por Javi Martín

Colaboraciones
http://www.javimartin.org/

El cine, como empresa comercial, es la transmisión audiovisual de contenidos unilaterales orientados desde el punto de vista comunicativo, que son más o menos conformes con el mercado. A partir de esto, el Western Italiano se presenta como un ejemplo de cine comercial que se ha impuesto como tarea la satisfacción de " necesidades de la masa ".

Libres de las tradiciones americanas, los italianos han desmontado las figuras típicas, los requisitos clásicos, los escenarios uniformes y los actos comunes del género del Western. No obstante, reclasificaron otro estilo tipificado bajo otros aspectos.

En 1964, Sergio Leone, como pionero, rodaba su primera película bajo este estandarte Mediterráneo: " Per un pugno di dollari " ( 1964 ). Esta película surgió en plena crisis del cine italiano y sobrevivió al rodaje por la ayuda de la concesionaria de película, Constantin de Munich. Tras el éxito Leone, poco esperado en los sectores conservadores de la tradición " Vaquera”, se rodaron en Italia más de 300 Westerns.

Las peculiaridades características del Italo- Western son claramente el resultado de un cálculo comercial en torno a las expectativas del género. Su público, segmentado de manera característica, consagró de inmediato esta nueva tipificación del Oeste Americano: - El renacer de una nueva estereotipización de todos los portadores de la acción, así como en los elementos de esta. - El borroso antagonismo entre el bueno y el malo – Las acciones que discurren de forma lineal, sin pausas, con brutalidad y sadismo en casi todas las ocasiones.- Las escenas de tiroteo y luchas cuerpo a cuerpo hasta la saciedad.

Los modelos fascistas del comportamiento que se habían atribuido a los protagonistas del western americano no hacían más que explicitarse de manera total en los Italo Western. Los cadáveres pavimentan los caminos de hombres sádicos poseídos de la fiebre del dólar. La violencia cuenta con su propia historia dentro de este género. Los estereotipos son precisamente los que provocan la acusada artificialidad en este género. Más allá de la propia historia están modelos de comportamiento que se dirigen por las ambiciones comerciales de la productora y que continúan la tradición del espectáculo Italiano de diversión popular: la Commedia dell'arte, el Grand Guignol, la novela picaresca la gran opera y los " fumetti ": comics-strip y fotonovelas, pasando por la película de historia sádica, el cine de terror o el género Mondo ( acusadas influencias del cine japonés ). Vamos a dedicar ahora un espacio a los personajes. Y no podemos empezar sino por una mujer: Claudia Cardinale.

Primera figura importante que aparece en los Italo. Leone la dirige como un objeto precioso que poco a poco se va " humanizando ": de típica mujer independiente, osada, emancipada, que no necesita de nadie, hasta la sumisión por sus sentimientos; momento en que se enamora. No obstante, la figura femenina en el Spagetti Western, no suele ser corriente.

A este respecto, Leone declaró: " Me atreví a efectuar el experimento de descartar a la mujer del núcleo vital del Western, por el sólo hecho de que, en mi opinión, los protagonistas no tenían tiempo para ocuparse de mujeres. Luchaban más bien por la supervivencia ". Esta es la razón por la que la mujer no es más que una figura marginal, la mayor parte de las veces " deshonrada " o prostituida. Es un objeto en el decorado que se utiliza.

No son, en cambio, objetos de decorado los hombres. Toda la acción circula sobre el eje de una masculinidad obsesiva frente al poder. Entre los actores más destacados, sus papeles más comunes: Lee van Cleef: el solitario con cara de pájaro que mata a balazos o distrae el tiempo montando sus propios fusiles. Clint Eastwood: es un tipo harapiento, parco en palabras, que lleva siempre su sombrero de alas anchas, un cigarrillo en la comisura de su boca y cualquier frase cínica a punto de decir...suponiendo que el guión le exige abrir la boca.

El polaco Kowalski (Franco Nero) encarna al limpio asesino: barba esmeradamente cuidada, camisa, guantes. Suele cambiar de bando según convenga..."Il mercenario" de Corbucci

Este cine, es a mi modo de ver, creación "in vitro". Lejos del arte cinematográfico, tiene un aspecto decorativo y singular: Podemos predecir en cada instante lo que sucederá. Es un medio mítico, anhistórico y despolitizado. Un Western al salami. Hombre malos y buenos que en ambos casos matan sin el más mínimo escrúpulo.

"... He tratado las figuras principales del Western como símbolos " dice Leone y ciertamente lo ha logrado.

Una batalla innovadora en su momento con triunfos personales del atrevido director: Eliminó la vieja forma americana de narrativa. Esa fórmula cuya historia no es otra que la de un simple pistolero, cowboy, ladrón o sheriff. Que tenía un ritmo suficientemente mesurado. En la que existía siempre una convención: el héroe debería de ser bueno de todas a todas, el contricante debería de ser malo, malo, muy malo. Además, siempre, tenía que aparecer una figura femenina con toda su fuerza.

Con esta nueva visión se rodó " Il buono, il brutto, il cattivo " ( 1967 ). Logró con ella, no caer en el tipo western americano y además hizo que sus tres protagonistas no aparezcan como los bandidos de los primeros metros de película sino antes bien como santos...

Los personajes, suelen seguir la perspectiva de " Django " (1966 ) en la que Franco Nero emite este mensaje " Contra la pobreza no hay más que una solución. Hay que intentar hacerse rico, de lo contrario uno se hunde". El como, hemos de suponer que nunca importa.

Al final, tras ver cualquier film de la serie, siempre te das cuenta de los ingredientes de esta Pizza: Héroes pervertidos e inmorales. Carencia total de ademanes humanistas. Diálogos parcos. La originalidad no se agota en su brutalidad, cuanto en su forma de presentación. Las figuras no presentan ningún principio de fijación: ellos disparan, asesinan, torturan a lo ancho de una tierra de nadie. Son héroes dudosos y sintéticos de la cabeza a los pies. Suelen matar por dinero en nombre de la ley. Sobreviven a las películas por su sadismo y agilidad en los dedos, directamente proporcional al número de muertes causadas por su revolver. Se desplaza el moralismo por la criminalidad y un humor negro bajo un poncho. Leone introdujo en sus películas al cazador de cabezas a sueldo. Corbucci, al bandido romántico. Y el héroe... ese individuo narcisista que no reprime ninguno de sus instintos y cuya habilidad de pistolero es correlativa a su incapacidad de contacto social. Regatean y luchan contra un clero corrompido o con pervertidos señores feudales. Su caos es concreto.

Quisiera ya para terminar, dar alguna pincelada sobre el aspecto meramente técnico del Spagetti Western.

La cámara siempre tiene un trabajo heterodoxo y maleable. Se maneja con soltura y celebran el éxtasis del objetivo múltiple. Un cambio sorprendente de subjetividad, objetividad. Un encuadre en ocasiones bueno, en ocasiones mediocre en el que se busca el contraste de lo limpio y lo sucio, lo bueno y lo malo, lo cercano y lo lejano. Un plano no es lugar para dos acontecimientos positivos: " Aquí no hay sitio para ambos " - diría Eastwood limpiando el revólver. Los decorados son corrientes y rentables.

El " Saloon " se aprovecha en tantas ocasiones como se le seque la garganta a cualquiera de los artistas. Es imposible tocarlo todo, ni siquiera intuir una pequeña muestra del total rodado. Siempre enmarcadas todas ellas bajo los mantos de las productoras. La lucha por lo vendible enfrentada a la idea de la posibilidad artística.

Estamos hoy, en ese punto en el que no sabes si el mito enmascara a este engendro o el último es otro estereotipo del primero. Ganamos en crueldad, sadismo, asesinatos, materialismo, violencia, insociabilidad, independencia, humor negro. Perdimos en caras bonitas, mujeres con personalidad propia, finales muy felices, parábolas de hijos pródigos, arrepentidos, justos. Sólo hay un empate: el caballo.

Veremos en que para el Western. Cosas buenas y malas. La mutación de lo clásico y el renacer de lo muerto puede ser un peligroso Frankestein. El apalancamiento técnico de la creatividad en virtud del precio es su consecuencia inmediata. Una involución forzada por el consumismo cinematográfico o una evolución fortalecida por el consumerismo del espectador. En este género, como en tantos otros, el " vaquero del mediterráneo " cabalga con nuestros deseos. Sólo un criterio selectivo evitará empachos y modas. El Spagetti ya cumplió su labor. Más enturviadora que enriquecedora, todo sea dicho. Lo próximo quizás sea el " Tortilla Thriller " o el " Frankfurt Fiction ".

domingo, 16 de noviembre de 2008

El lado oscuro de Pinocho

Hace unos años leí un ensayo bien detallado sobre Carlos Collodi, el escritor italiano que creó el personaje de Pinocho. Entre otras cosas, el escrito señalaba que el Pinocho que hoy en día todos conocemos, o mejor dicho, la idea que tenemos de él, dista sobremanera de la versión original del personaje. Mitificado por Disney, el Pinocho de nuestros días es una marioneta sensible e ingenua, siempre lista a ser la víctima de avariciosos, explotadores y estafadores, una especie de inexperto de buen corazón que es siempre el chivo expiatorio de las circunstancias. Pues resulta que el Pinocho de Collodi tenía otro tipo de configuración psicológica: malcriado, prepotente y desconsiderado (sí Roberto Benigni, ni la vita es bella, ni Pinocchio era tan bueno como lo pintan).

La cosa es que el señor Guillermo del Toro, quien recién nos trajo Hellboy II y ahora se va a embarcar en El Hobbit con Peter Jackson, tiene entre sus proyectos el filmar el lado oscuro del títere. Según la revista Variety, del Toro está trabajando en el screenplay con Gris Grimly, quien ilustró en el 2002 una versión más tenebrosa de la marioneta.

En su página web el señor Grimly dice que, en efecto, la película está en proyecto, pero todavía falta mucho que recorrer. Igualmente señala el ilustrador, que no se trata de algo nuevo, pues las conversaciones con del Toro para llevar al cine a este nuevo Pinocho datan desde la época en que el director filmaba Hellboy primera parte.

En todo caso puede que pase un tiempo para que veamos esta cinta. Del Toro tiene un contrato de dos años para filmar El Hobbit, y ha expresado firmar con universal para dirigir los remakes de Frankenstein, Dr. Jekyll and Mr. Hyde y Slaughterhouse-Five. Una pelusa.

Vía / Variety

¿Alguien recuerda aquella serie insufrible de Pinocho que transmitían por televisión, esa en la que a Pinocho le pasaba de todo? ¿No era esa pura tortura asiática (los créditos y la canción final descubrían su innegable origen) para nosotros los niños? ¿Fue ese Pinocho peor que Marco, quien pasó toda su vida buscando a su madre, solo para conseguirla minutos antes de morir?

Nada. Reflexiones finales de último minuto.

lunes, 10 de noviembre de 2008

VENEZUELA EN TV

Por José Roversi

ADVERTENCIA: ESTE ESCRITO SÓLO PODRÁ SER COMPRENDIDO POR VENEZOLANOS. DE HECHO, SOLO LOS VENEZOLANOS SOMOS CAPACES DE COMPRENDER UNO DE LOS MAYORES ENIGMAS DE LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA: VENEZUELA.

Es tan intensa la historia de amor-odio de Latinoamérica con la televisión, que cabría preguntarse si no ha sido el más potente y polémico espejo de sus sociedades. Las dimensiones de ciertos canales de TV son semejantes (y en algunos es el caso) a estudios de cine. Cuando en la mayoría de los países europeos el medio estaba monopolizado por el estado, en Latinoamérica crecía en manos del sector privado, alcanzando niveles técnicos elevadísimos y una calidad singular. Es tan valorada la televisión en estos confines del mundo que, en Venezuela, por ejemplo, a la gente del medio se le otorga el calificativo general de “artista”, equiparando, por así decirlo, la televisión al arte. Muchas niñas en nuestro país sueñan con participar en el Miss Venezuela, entre otras cosas, porque el concurso puede abrir las puertas de la tele. Es más común en Latinoamérica que la “caja de bobos” brinde a un actor o actriz en ciernes las oportunidad de hacer cine que lo contrario. Y no sólo las oportunidades en el cine. Hay más.

Renny Ottollina, mítico presentador de la televisión venezolana de los sesenta y setenta, valiéndose de su enorme don para comunicar, creó entre su público una especie de nacionalismo virtual, mediático, sustentado sobre las bases del libre mercado y el individualismo que todavía hoy resuena, y que en su momento estuvo a punto de llevarlo al poder.
Arturo Uslar Pietri, consagrado como escritor desde muy joven (Las Lanzas Coloradas, 1931), no conoció la verdadera popularidad hasta que se asoció a la televisión. Todo el tema de “sembrar el petróleo”, que Uslar venía predicando desde 1936, nos llegó con VALORES HUMANOS, es decir, con unos cuarenta años de retraso. Somos, los de mi edad y también los que son mis mayores, la generación de los AMIGOS INVISIBLES.

Acostumbrados, como estamos, a convivir con la tele, como con el microondas o la cafetera, olvidamos demasiado pronto lo que hemos visto y escuchado. Me he tomado la libertad de hacer una lista de los programas de la televisión venezolana que han dejado un recuerdo imborrable en mí y, tal vez, en otras personas. Aquí les van los programas de la televisión venezolana con los que reí, lloré y crecí:

1- La Ventana mágica: Una de esas raras iniciativas que no sólo pretendía y conseguía reforzar valores, sino que lo hacía de forma divertida. Era pura cultura venezolana hablada en lenguaje infantil y entretenido.

2- Contesta por Tío Simón: Un acierto absoluto, por la intención bondadosa que sustentaba la idea, la temática variada, la rotación y proyección de talentos durante la semana y la reunión de todos ellos los días viernes; y por supuesto, aquel montón de canciones estupendas y tardes llenas de sana alegría. Gracias al tío, que ahora tiene su Grammy.

3- El Show de Popy: Vilipendiado ampliamente, hecho tal vez atribuible a la fama de divo del payaso. Sin embargo (Y llegué a verlo en vivo) algo debía tener para llenar plazas de toros con niños encantados y padres, supongo, mas bien obstinados de escuchar “El telefonito”.

4- Orangel (¿Era sin h?) y los Doce del Signo: Lo recuerdo vagamente, pero el formato, en sí mismo, era demasiado atractivo para no ser un éxito: el mundo de la farándula con el de la videncia. ¿Alguna combinación más explosiva?

5- Sábado Sensacional (con Amador): A mucha gente no le gusta reconocerlo, pero Venezuela se paralizaba los sábados por la tarde para escuchar el hipnótico mantra de “¡Y ya, regresamos!” Al final, cuando Amador ya estaba muy enfermo, quien no recuerda el coro de la gente del público y de todo el país: “¡Ánimo Amador, Ánimo Amador!”.

6- Crecer con Papá: Esta si que es una muestra de que Guillermo González era un tipo de la escuela de Renny (al igual que Popy, por cierto). Divertido, melodramático, moralejoso, y en fin, lo que debe ser un programa de televisión: entretenido.

7- Radio Rochela: En Venezuela los niños crecíamos comiendo nucita y viendo La Rochela. Kiko Mendive con “Agua” , “Ábranme la puerta” o “Casanova 90”. Pepeto, con “Fororo el número 0” o las representaciones de Caldera. Marta Piñando con “Chicas lubias y helmosas”. Nelly Pujols e Irma Palmieri con “Flora y Hortensia”. La lista es interminable.

8- El Show de Joselo: Este si que es un programa controversial. Considerado por muchos como de “pésimo gusto”, tuvo momentos brillantes, cuando su estrella estaba inspirada. “Recogidito” tocando joropos con una rueda de bicicleta. “Joselito” tocando (él mismo) viejos merengues venezolanos en el piano. “Madame Cosmetíque” aquella cosa extraña que lanzaba a su público “el beso de medusa”. “El doctor protocolo”, caballero super moderado y discreto que, después del primer sorbo de whisky, se convertía en el espectáculo de la fiesta. El “Doctor Chimbín” con “la frente muy en alto y el maletín vacío”.Y por supuesto, el sketch de los mendigos con semillita acompañando. Todo un clásico.

9- Señor Cine: Con Luis Guillermo González. Buenas películas, presentadas en estilo rimbombante a lo Miss Venezuela, con “Smoking” y todo. Ideal para que uno se trasnochara guillado, sin que los padres se enteraran, para quedarse hasta tarde viendo películas míticas.

10- Clásicos dominicales: Para toda la familia. A escuchar música clásica y ver a Isabel Palacios. Un espacio muy agradable en un día muy fastidioso.

11- Sonoclips: Vaya días aquellos amigos míos. El talento en bruto y fresco de Elí Bravo, los temas, los videoclips. Todo. El que hoy tenga mi edad (33 años) no podrá olvidar este espacio de la nueva televisión venezolana. Recuerdo una falsa cuña: “Master Clips, pele con clase”.¡A mundo, Venezuela…!

12- Cállate Sicilia: El confeso émulo de Letterman. El “Nostradamus” que alertó sobre los japoneses. El mortal enemigo de Popy. El tipo que metió su Renault 5 a plató. El hermano mas feo de la mujer mas bella. El que nos presentó a uno de los improbables genios y mitos de nuestra generación: Ivan Lemmon (¡prácticamente!) En fin, simplemente Sicilia. ¿En donde andas Carlos?

13- Buenos Días: Con Carlos Rangel y Sofía Imberg (mas bien con Sofía) Uno de los tipos más brillantes de la segunda mitad del siglo XX venezolano (“Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario”) con una esposa inteligente y voluntariosa. Era otro tipo de entrevista. ¿John y Yoko?

14- Estudio 92: Caramba, por favor, sean ustedes los jueces…

15- Tu y Yo (Con Carlos Omobono): Programa divertidísimo, cargado de humor, invitados cheverísimos y un presentador fuera de lo común. Nos enteramos de que había un mueble llamado así. A ti también Carlos, ¿Dónde andas pana?

16- VH-10: Con Musiuito. Sólo el hecho de ser hijo del “Musiú La Cavalerie”, lo hacía divertido. Como vecino del gran mentor mediático de los “Tiburones de la Guaira”, me acostumbré a ver a una de las mas queridas leyendas vivientes de Venezuela en su gran Cadillac blanco, 1970, pelo plateado impecablemente arreglado, diciéndole a la gente en la panadería: “¡Epa mi pueblo!. Musiuito tenía mucho encanto y gran amor por la música. Que fino era verlo, antes de MTV y la televisión por cable…

17- El Show de Renny: Y mátenme por ser “Le Grand Cliché”, pero nunca he visto a un tipo mas dotado para el medio televisivo que aquel hijo de italianos nacido en Valencia. Renny, como San Ignacio, quiso ser “Papa”…pero tenía con que…

Te recuerdo mi país bonito, y te recuerdo en TV…

domingo, 9 de noviembre de 2008

TEASERLAND: No necesitas una película para ser cineasta

En otras oportunidades he dicho en este blog que soy un amante de los hoax. No es que yo me dedique a inventarlos, que no presumo de ser tan imaginativo; lo que me llama la atención de ellos es su facilidad para convertirse en leyenda, de adueñarse de la realidad a pesar de ser falsos. Es su cualidad de espejo lo que siempre me sorprende. Lo irreal influenciando lo real.

Cuando fui a ver Grindhouse, esa double feature de Quentin Tarantino y Robert Rodríguez de la que ya se ha hablado aquí antes, descubrí algo que no había visto nunca: los tráiler falsos. Y es que, como una manera de darle más realismo al filme, de adecuarlo más al género de la serie B y las películas Grindhouse, estos directores incorporaron entre cada uno de sus filmes, varios trailers de películas que no existirán jamás. Desconozco si esto había sido hecho antes, pero sin duda me pareció en aquel momento una idea genial. El tráiler tiene un lenguaje propio, unas características especiales. Me gusta comparar su estructura con los microcuentos, como los de Monterroso; sin embargo, no olvidemos que en el tráiler se busca algo más: vender.

Si realmente Machete (Robert Rodríguez), Thanksgiving (Eli Roth), Werewolf Women of the SS (Rob Zombie) y Don’t (Edgard Wright), fueran verdaderas películas y no tráileres ficticios hechos para Grindhouse, yo fuera el primero en ir a verlas.

En todo caso, bienvenidos al mundo del tráiler falso: Teaserland.com, un festival de tráileres falsos. Está abierto a todo el que crea que pueda crear en 90 segundos, una película que jamás existirá. Un aliciente: el premio es de 30.000 euros.

Pueden conseguir las bases del concurso y muestras de algunos trabajos en Teaserland.com

Les dejo el tráiler falso de Thanksgiving de Eli Roth. Un favorito de la casa por como emula la serie B de horror de los ochenta.









Vía / Teaserland.com

viernes, 7 de noviembre de 2008

LA EDAD DE ORO DEL CINE NACIONAL, CLEMENTE DE LA CERDA Y LOS “BOOMS” PETROLEROS

Colaboraciones
Por Andrea C. López L.

Recientemente se estrenó la serie documental “La Edad de Oro” del cine nacional (Sergio Marcano y Phillipe Toledano) que comprende los capítulos 1970, 1980 y “El Público”. El tríptico revela el auge y la caída del cine nacional al tiempo que descubre la actual expectativa de quienes integran el quehacer cinematográfico venezolano. Impulsada por este estreno y por la incumplida promesa de la Cinemateca Nacional de publicar una biografía de tan importante cineasta, he querido dejar aquí algún testimonio de un director que obtuvo su cumbre en este período del primer boom petrolero. La experiencia de cineastas como Clemente de La Cerda puede ser pertinente –y no sólo de Clemente, sino de muchos cineastas que hicieron cine durante lo setentas y los ochentas- pues Venezuela y su cine, vive (o ¿vivió, o está viviendo?) su segundo boom petrolero.

En aquel momento, la primera presidencia de Pérez, se implementaron políticas culturales destinadas a fomentar nuestra estima “nacional”. Entre estas políticas destaca el 1x1, que consistió en colocar en radio un tema de artista o intérprete venezolano por cada tema difundido de algún foráneo, extranjero. Cantantes como Lila Morillo, Simón Díaz, Mirla Castellanos, El Puma, Los Dart, los 007 y pare usted de contar, debieron su gloria nacional, y en casos como los de Simón, internacional, a su talento y a la oportunidad que la reciente nacionalización petrolera otorgó en su “distribución del ingreso”.

Con el cine pasó algo parecido, mas no similar. El cine del boom, y el más cercano al viernes negro, obtuvo recursos del Estado siendo muy contestatario. Ojo, y no sólo fue contestatario en términos de contenido, sino también en términos de lenguaje. ¿Podemos comparar al cine venezolano del primer boom con el del segundo? Desde luego, para entonces, llegó el viernes negro, la devaluación. Las bondades de la nacionalización no lograron alcanzar la década, una guerra había terminado, y tras mucho derroche, se recortó el presupuesto y se engavetó la Ley de Cine.
Uno de los sueños de Clemente era montar una productora propia. Después de su “cumbre” Soy un delincuente, continuó dando taquilla pero desde la producción privada. Hoy, el Estado maneja una productora con abundantes recursos. ¿Puede su resultado compararse con los logros obtenidos en el primer boom? ¿O lo más aceptado sigue respondiendo a producciones que se realizan desde la esfera “privada”?
Sin más, dejo a ustedes, una reseña sobre la experiencia de Clemente de La Cerda, la cual publiqué en Wikipedia para el Diccionario Español de Cine Hispanoamericano.

Los olvidados de Clemente. Tráiler.

martes, 4 de noviembre de 2008

LA MARAVILLOSA HISTORIA DE PETER SELLERS. SEGUNDA PARTE

Por José Roversi

Año 1949. En la entrada de GRAFTONS, un pub de Westminster, se leía: TRADITIONAL ALES, HOME COOKED FOOD… Cosas sencillas, del día a día de los viejos londinenses. Los ALES son cervezas frescas, de fermentación alta, que provienen de toda Inglaterra y tienen una gama de sabores que van del muy amargo al dulce muy afrutado. Los desayunos ingleses son famosos por su alto contenido proteico y calórico. La circunstancia curiosa, aquí, es que este establecimiento lo llevaba Jimmy Grafton, un guionista y hombre de espectáculo en ciernes. No se sabe cómo ocurrió, pero alrededor de GRAFTONS se nucleó un grupo de jóvenes que aspiraba convertirse en los nuevos comediantes. La vida quiso que allí se conocieran, entre cervezas frescas, desayunos pesados y la inevitable nube de tabaco: Peter Sellers, Spike Milligan, Michael Bentine y Harry Secombe. Los terribles GOONS…

El primer show, el primer episodio del nuevo capítulo en la comedia contemporánea de habla inglesa, se emitió por la BBC el 28 de mayo de 1951 bajo el título de CRAZY PEOPLE. Todavía pasaría un año para que THE GOON SHOW existiera formalmente.

En el documental THE PETER SELLERS STORY resulta delicioso ver a los GOONS (que eran voces conocidas, pero no rostros) en uno de sus pasatiempos favoritos: recorrer la ciudad o la campiña sin rumbo fijo, armados de una cámara de 8 ó 16 mm y rodando secuencias absurdas, dando rienda suelta a lo más extremo de su humor irreverente. Rutinas que no habrían pasado el filtro de la censura en la BBC, podían perfectamente ver luz en su disparatado mundo privado.
THE GOON SHOW fue un éxito instantáneo, con una influencia sobre la sociedad que, en nuestros días de TV satelital e internet, tal vez nos cuesta comprender. Y esta fue la oportunidad que Peter Sellers buscaba con desespero, la que le abriría las puertas del anhelado mundo mágico de fama y fortuna.

Pero Sellers tenía los ojos puestos sobre otro horizonte: el cine. Allí apuntaba verdaderamente su ambición. Afortunadamente, este medio tan lleno de contrastes, buenos y malos, nos dio la oportunidad de apreciar su arte en la más amplia dimensión; con Sellers tuvimos mucha suerte.

THE LADY KILLERS (1955), la primera incursión cinematográfica del HOMBRE CAMALEÓN, da una idea de lo que, para mí, es una realidad indiscutible: que el genio no conoce ni entiende de convencionalismos. Ni la universidad, ni la experiencia, ni los contactos, ni nada por el estilo, determina lo inexplicable del genio. Eso está allí o no está. Enfrentado en ese momento al talento descomunal, apoteósico, de Alec Guiness (su confesado héroe de toda la vida), el joven debutante luce como un astro, sin ser mucho más que una figura radial recién llegada. En I`M ALL RIGHT JACK (1959) se consagra como la personalidad cinematográfica más importante de la comedia británica. Y pronto del mundo angloparlante.

Ninguna comedia de éxito podría dejar de contar con su presencia en Inglaterra. Sellers inició un período de su vida marcado, no por la preocupación artística, tengamos esto claro, sino por la preocupación económica. Haría cualquier proyecto que se le presentara, siempre y cuando hubiese mucho dinero de por medio. Piezas malas, malísimas o buenas, eran para él, en aquel período, lo mismo. Esto explica, en parte, la disimilitud en la categoría de su trabajo. Guiones mediocres o sublimes, todo lo mismo, siempre y cuando las libras estuvieran allí.

¿Y por qué? Porque Peter Sellers aspiraba a, y llegó a llevar el resto de su existencia, una vida de estrella. Sus fantasías infantiles, construidas en las pequeñas y pobres salas de cine inglesas de post guerra, le programaron para ambicionar una vida de lujos y glamour, de superficialidad absoluta.

Tengamos en mente que, idolatrado por una generación, no tuvo jamás sensibilidad alguna sobre temas sociales o culturales de ninguna especie. Fue un artista despegado del mundo que le rodeaba. Fue, sin lugar a dudas, un gran intérprete y un gran ignorante, sin remordimientos y sin excusas.

Lo podemos ver en el documental abriendo un show televisivo de los Beatles (que fueron buenos amigos suyos, como cualquiera que brillara en la estratosfera de la fama) recitando, con mucho encanto, la canción A HARD DAY`S NIGHT, como un juglar medieval, un personaje de Shakespeare. Y es que él no era muy diferente de los de Liverpool en ese momento (1964); era una sensación popular, una marca registrada.

Todo el revuelo de la PANTERA ROSA lo tomó por sorpresa. Rápidamente su participación en un SUPPORTING ROLE, se convirtió en una película de Peter Sellers. Le dijo a Blake Edwards que le gustaría hacer la película un poco “más suya”. Y vean ustedes lo que ocurrió. Esta película es una de las series cinematográficas de comedia de mayor éxito en la historia. Todo cortesía y para mayor gloria del gran Clouseau, aunque, paulatinamente, de menor calidad a medida que la serie avanzaba.

Es en esta época, a mediados de los sesenta, poco más o menos, que la personalidad de Sellers empezó a desdoblarse en la de su alter ego de figura pública, vanidosa y siempre exigente. Se había casado en 1955 con una chica judía, aprobada por la madre, Anne Levy, que le acompañó en los años de lucha y poco a poco se fue cansando del juego de la fama. La relación que el propio Sellers imaginaba tener con Sofía Loren (porque ella no parecía estar muy enterada) fue la razón final de que le abandonara. En ese punto empezó una lucha furibunda por no estar solo, sin comprender claramente que amar no es sólo recibir, sino que se trata esencialmente de dar.

Uno de sus problemas fue el de las supersticiones, parecidas a malacrianzas, que poco a poco, tal vez producto de un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) no diagnosticado o tratado, lo convirtieron en un actor problema. En CASINO ROYALE (1967), se negó neciamente a rodar con Orson Welles, argumentando razones disparatadas, aunque la única verdad es que le aterraba enfrentarse a una leyenda de las dimensiones y capacidades del archienemigo de William Randolph Hearst. Más adelante, en Roma, París o Londres, se negaría a pasar la noche en cualquier habitación de hotel (siempre la presidencial) que incluyera en su decoración los colores vinotinto o verde. Debía entonces acudir una cuadrilla de pintores y obreros para resolver el problema. Excusas, sólo excusas, para justificar o reafirmar su estatus de súper estrella mediante el conflicto estéril.

Su talento, a pesar de malas elecciones de guiones, no pareció casi nunca abandonarle. Incluso en sus esfuerzos más débiles, su sola presencia bastaba para realzar un producto cinematográfico y convertirlo en un éxito. Es el caso de THE PARTY (1968), que aunque cuestionable desde muchos puntos de vista, sigue siendo un portento de su época. Me parece que el primer recuerdo que tengo del bonito y musical acento propio de la India es el de Sellers como Hurundi .V. Bashki. Esta es una de esas películas que aunque no anotaría en una lista de virtuosas, si es de esas raras con las que siempre me siento en casa, como si estuviera sentado con mis padres y mi hermano, en nuestro viejo saloncito, allá en Caracas.

La década del setenta fue para Sellers un tanto similar a la de Howard Hughes (guardando las distancias). Viajes constantes, compulsivos, en aviones privados y sin objeto claro; habitaciones de hotel, un séquito de servidores de confianza (como el legendario Bert Mortimer, su mayordomo y chófer) obsesiones cabalgantes que poco a poco, de juegos infantiles, pasaron a convertirse en problemas reales.

A medida que la película se va acercando al final, aparece un Sellers poseído, con una misión, tal vez parecido al que un día fue; fanáticamente decidido a rodar su libro favorito, ese que no se trataba de ninguna ficción, sino de su propia vida: DESDE EL JARDÍN, el originalísimo libro de Jerzy Kosinski que durante años había llevado con él a todas partes, como Ghandi el Bhagavad-Gita.


La gente que le rodeaba, incluido el propio Kosinski, no comprendía el por qué de la fijación con Chance Gardener, aquel modesto, introvertido y vacío personaje que vivía a través de la televisión y no tenía personalidad. Sólo Sellers, el niño, el hombre emocionalmente inválido, el camaleón, el payaso triste de la gran pantalla, entendía la clave de aquello. Consciente de que el fin era inminente, quiso rendir homenaje a quien por tanto tiempo había maltratado y tan poco había dado: a sí mismo...

lunes, 3 de noviembre de 2008

Terror fantástico y terror psicológico: “Otra vuelta de tuerca” de Henry James y “The Innocents” de Jack Clayton

Por Andrea C. López

La novela “Otra Vuelta de Tuerca” (1898) de Henry James relata la experiencia de una Institutriz que acude a una vieja mansión (Bly) para dedicarse al cuidado de dos niños huérfanos (Flora y Miles). Su estadía en la vieja casa la deslumbra, pues ella proviene de un humilde hogar luterano. En Bly, empieza a percibir la presencia fantasmal de su predecesora: la señorita Jessel, y de su presunto amante, el jardinero Quint. El estado de angustia de la Institutriz se incrementa en la medida en que van surgiendo estas apariciones y adquiere la convicción de que los niños se hallan traumados, influenciados y dañados por esta pareja, ya fallecida, de turbia relación.
La historia es introducida en una reunión de amigos que se dan cita para contarse historias de fantasmas. Douglas, quien afirma haber tenido alguna relación con la Institutriz, deja, antes de fallecer, un manuscrito de antigua data que narra, en primera persona, las angustias padecidas en Bly por esta joven y hermosa mujer.

El título de la novela obedece a que la narración deja espacio a infinitas interpretaciones. La historia no cierra, sino que deja al lector la puerta abierta para su propia conjetura, para su propia vuelta de tuerca. En la novela de James predominan tres elementos: la ambigüedad, el juego con el punto de vista y la profundidad psicológica de los personajes, sobre todo, del personaje desde el cual leemos la historia: la Institutriz.

El principio de ambigüedad se manifiesta en la ausencia de un nombre específico para el personaje de la Institutriz, lo que le adjetiva cierto carácter incorpóreo, inaprehensible y fantasmal. La dualidad y la falta de certeza también se halla en la construcción de los personajes de los niños quienes, aparentemente, son testigos de las apariciones pero las ocultan por complicidad. Finalmente, la historia deja al lector la posibilidad de creer en la existencia de estos fantasmas, al tiempo en que abre la conjetura de que puede tratarse de una afección psico-delirante de la Institutriz.

El juego con el punto de vista se aprecia en el cambio que se hace de tercera persona (Douglas) a la primera persona del manuscrito (la Institutriz); así como por las visiones y percepciones de los personajes infantiles, en quiénes nunca queda claro si tienen alguna relación con estas presencias.

Las transformaciones psicológicas que la Institutriz padece, se relacionan con las apariciones, la relación que entabla con los niños y las informaciones que la ama de llaves (Grose) le proporciona acerca de esta pareja ya difunta.

Sobre el género
La novela, obedeciendo a su carácter de ambigüedad, infinitud, de posibilidades de giro y “vueltas de tuerca”; ha sido estudiada desde la corriente literaria y la psicológica.

En “Otra vuelta de tuerca” predominan las características propias de la novela y cuento de terror fantástico; y en segundo término, las singularidades del terror psicológico.

Entre los antecedentes a la novela de James, identificamos la novela gótica, la cual alcanzó gran florecimiento en la segunda mitad del siglo dieciocho y primera mitad del XIX. El cuento de fantasmas adquiere su máximo apogeo durante la época victoriana. A finales del siglo XIX, cobra relevancia la aparición de la disciplina psicoanalítica, de la cual su máximo exponente será Sigmund Freud.

Según algunos estudiosos, el objetivo literario de la novela de terror es cultivar el miedo en el lector, así como estimular las emociones que de este sentimiento emanan. La novela de terror incluye elementos propios del mundo de lo paranormal o las mitologías: fantasmas, zombies, vampiros, monstruos o “presencias”. El resorte del miedo en la novela de terror se dispara a partir de la irrupción de un elemento maligno sobrenatural en la rutina diaria de uno o varios personajes ordinarios.

En el caso de “Otra Vuelta de Tuerca”, la Institutriz empieza a padecer estados de miedo y angustia a partir de las primeras apariciones de los fantasmas de Jessel y Quint. Su estado psico-emocional se ve cada vez más afectado en la medida que se incrementan estas apariciones que poco a poco van perturbando y tomando su cotidianidad.

Según Raphael Llopis, lo que caracteriza al verdadero cuento de miedo es la aparición de un elemento sobrenatural e inexplicable, totalmente ajeno al universo conocido que rompe los esquemas conceptuales vigentes e insinúa la existencia de leyes y dimensiones que no podemos ni intentar comprender, so pena de sufrir graves cortocircuitos cerebrales.[1]

Los compiladores Michael Cox y R.A. Gilbert, por su parte, expresan: Los protagonistas fantasmales deben actuar con intencionalidad: sus acciones o las consecuencias de las mismas deben constituir el tema central del relato, en lugar de las acciones de los vivos. Y, lo más importante, todo fantasma, sea humano, animal o cadáver reanimado debe estar indiscutiblemente muerto.[2]

A este respecto, la muerte está presente desde el inicio de la novela cuando se afirma que su protagonista (la Institutriz) tiene 20 años de fallecida [3] . Posteriormente se expresa que Douglas ha muerto dejando el manuscrito. Entrados en el tiempo remoto del relato, la señora Grose da fe y testimonio a la Institutriz del fallecimiento del jardinero Quint y la antigua Institutriz Jessel. Los niños que quedarán a su cuidado son también huérfanos. La muerte es un motivo constante en la novela.

Las lecturas psicoanalíticas han proporcionado también valiosos aportes al análisis de “Otra Vuelta de Tuerca”. La narración en primera persona, obliga al análisis de la profunda complejidad psicológica del personaje de la Institutriz.

Según Hartwell: al final de un cuento de un cuento de terror, el lector queda con una nueva percepción de la naturaleza de la realidad.[4]

En “Otra Vuelta de Tuerca”, la narración abre dos hipótesis: ¿realmente trata sobre unos seres malignos, fantasmales, incorpóreos? ¿ó más bien es parte de un delirio psicológico de la reprimida Instituriz?. Ambos géneros, terror fantástico y horror psicológico, parecen fusionarse también en la película “The Innocents”.

Sobre la adaptación al cine: “The Innocents” (Jack Clayton, 1961)
El film de Jack Clayton, contó con la colaboración de John Mortimer, Truman Capote y William Archibald en la adaptación de la novela al guión, así como en la creación de escenas adicionales y diálogos.

En nuestra opinión, el film es bastante fiel al texto de Henry James al respetar tres elementos fundamentales del género, que son:

1.- Un cuidado muy especial en la construcción de la atmósfera. La película, al igual que la novela, se desarrolla en una casa de campo vieja y grande, aislada de cualquier centro urbano. La decoración es lúgubre. Sin embargo, James no proporciona al lector muchos detalles acerca de la decoración de la casa o aspecto del lugar. En el film de Clayton, el ambiente se construye emulando un poco la estética del expresionismo alemán: resplandores de velas, claroscuros y sombras. Se introduce también cierto carácter macabro a la naturaleza: el lago, la tortuga, el comentario de la niña Flora acerca de la araña que se come a un insecto. Antecedentes de este “macabro” carácter de la naturaleza, tienen precedentes en películas como “Nosferatu” de Murnau: los caballos relinchando, el doctor aliado que posee plantas devoradoras de insectos.

2.- Cuidado meticuloso del desarrollo narrativo. Al igual que la novela, la película dosifica los efectos, es decir, la estructura secuencial de la historia, contribuyendo a la suspensión de la credulidad del espectador. Como en el libro, el espectador no tiene jamás certeza de nada, por el contrario, se mantiene todo el tiempo imbuido en un estado de zozobra. El miedo se va suscitando de forma gradual.

3.- Tratamiento de los personajes infantiles. Si bien en la novela no tenemos certeza de qué tipo de relación tienen los niños Flora y Miles con los aparecidos, en la película se remarca cierto carácter diabólico, retorcido y suspicaz de los huérfanos, sobre todo del niño Miles.

4.- Malignización de los seres paranormales. Los espantos, como en la novela, son asumidos en el film como seres malignos, tanto por la Institutriz como por el ama de llaves Grose, quien llega a describirlos en vida (sobre todo a Quint) como un ser arrogante, grosero, negativo. La Institutriz también los asume como seres malignos y por tanto, ella se atribuye la misión de “rescatar” a los niños de esta oscura influencia. Destaca en el film la presentación de los créditos iniciales en los cuales, se ilustra este carácter, con unas manos que rezan y expresan su deseo.

Finalmente diremos que si bien el relato “Otra Vuelta de Tuerca” juega con los elementos del terror fantástico o del horror psicológico, la película apunta más hacia una explicación psicológica de los fenómenos paranormales que afectan a la Institutriz. Se introducen secuencias como la del delirio de ella una noche en el pasillo, en la cual escucha ruidos y voces que afectan su estado psico-emocional o histérico. Igualmente, se acentúa el hecho de que sólo ella observa a estos fantasmas. La secuencia de la cena entre ella y el niño Miles, en la cual el niño la besa en la boca, pone en evidencia una afección pedófila en la Institutriz.

“Otra Vuelta de Tuerca” ha sido una novela que ha inspirado a muchos realizadores en la tarea de adaptarla al ámbito cinematográfico. En nuestro caso, si tuviéramos que llevarla al cine, la película de Clayton sería una buena referencia en cuanto a la selección de los momentos que escoge de la novela. Como Clayton, prescindiríamos de la primera parte, aquella en la que tiene lugar la reunión de amigos, puesto que la historia no vuelve a retomar este episodio. También orientaríamos la narración fílmica hacia una visión más de terror psicológico que de horror fantástico, pues esta tendencia acercaría más al espectador mediante el proceso de identificación, a la emoción del miedo y el pánico.

Si algo le cambiaría a “Otra Vuelta de Tuerca” en su adaptación al film, sería el contexto. Resultaría harto interesante ubicarla en un escenario más contemporáneo y por qué no, en algún país latinoamericano.



[1] LLOPIS, Raphael (1982): Antología de cuentos de terror, Tomo 1, Alianza, Madrid.
[2] COX & GILBERT, Michael and R.A. (1989): Historias de fantasmas de la literatura inglesa, Edhasa, Barcelona.
[3] JAMES, Henry (2001): Otra Vuelta de Tuerca, a.m. de León, Barcelona, p. 4.
[4] HARTWELL, David (1989): El gran libro del terror, Martínez Roca, Barcelona.

jueves, 30 de octubre de 2008

No es mentira que el cerebro se atrofia

Por Carla Forte Sillié

En Mayo del 2008, el realizador norteamericano Bryan Bertino estrenó en los Estados Unidos The Strangers, su ópera prima. Semanas después, “la crítica entendida” destrozaba esta película de horror, ello a pesar de su calidad y su interesante inspiración en hechos reales. ¿El argumento para la descalificación? Que no había una justificación explícita del por qué ocurrían los hechos sobre los que se basa el argumento de la película… Pero, demonios, ¿es el por qué realmente tan necesario?

A los mangos verdes no le tiran piedras; quiero decir, para ser la primera película de Bertino, el resultado es óptimo. Pero es una ópera prima, y al parecer a las primerizas se les da con todo. El hecho de que el filme no obedezca el camino clásico de la explicación argumental no lo hace malo. Todo lo contrario: pienso que no es necesario dar todos los datos, todas las explicaciones. ¿Acaso matar por matar no sucede a veces sin ninguna justificación? ¿Por qué entonces tan mala vibra? y

Al parecer se trata de algo que sucede en el arte en general. El espectador (y los críticos) quieren todo digerido, listo y envuelto para llevar. Pero, ¿hasta cuándo el director de una película, una obra de teatro o una pieza de danza va a tener que explicarle al espectador, con puntos y comas, de qué trata el trabajo? Las personas necesitan pensar por sí mismas. Hacer un esfuerzo. Porque créanlo, no es mentira que el cerebro se atrofia; hay que ponerlo a pensar, incluso darle libertad para que provea una interpretación propia si el concepto de la obra es abierto. Eso por un lado. Por el otro, lo que más me desconcierta: Bertino si da respuesta al por qué de los sucesos. Para ello usa una frase clave: “porque estaban en casa”. Supongo que para muchos no es suficiente.

Sucesos acaecidos en la segunda residencia de la familia Hoyt, ubicada en el 1801 de Clark Road el 11 de febrero del 2005, fueron la inspiración en la creación de este filme. Una pareja de jóvenes llega en la madrugada a esta casa de campo. Repentinamente son acosados y atacados por tres extraños. Sobrevivir se convierte en la opción número uno y de esto trata The Strangers. Es una historia que pudiera ser tan real como cualquier otra, que pudiera ocurrirle a cualquier persona sin ningún motivo aparente. Y es que en la nueva era en la que estamos viviendo, el miedo radica en la misma sociedad: en aquel que nos pasa por al lado, en el que nos mira de lejos, del que nos dio sin motivos una mala mirada, o del que ni siquiera nos miró. Esto es lo que hace a ésta película una cinta escalofriante.

Una de las cosas que más destaca en está película es la escasez de diálogos. Porque los movimientos, gestos y alaridos no necesitan palabras. Además, el sonido es muy bueno, clave para aflorar la angustia y la ansiedad del espectador. En fin, la propuesta de este director, quien es también el autor del guión de la cinta, me parece muy buena e inteligente. Así que no quiero dejar de ver su próxima producción Alone.

The Strangers está protagonizada por Scott Speedman, la conocida Liv Tyler , Glenn Howerton y por Gemma Ward, Kip Weeks, Laura Margolis (los tres enmascarados).


Aquí les dejo el tráiler.

lunes, 27 de octubre de 2008

LA MARAVILLOSA HISTORIA DE PETER SELLERS. PRIMERA PARTE

Por José Roversi

He visto hace poco un documental extraordinario y no quise dejar de comentarlo con ustedes (aunque sea en dos entregas). THE PETER SELLERS STORY (BBC, ARENA, 1996), es un trabajo finamente hilvanado, con una elegancia y coherencia narrativa poco comunes. Los recursos visuales son, en mi criterio, el sueño de cualquier documentalista: consisten en todo el material que el propio Sellers, un entusiasta de la cámara fotográfica y de cine, rodó a lo largo de su vida, desde sus comienzos en el mundo de la comedia radial a finales de los años cuarenta (en aquel espacio paradigmático de la comedia contemporánea inglesa, THE GOON SHOW); hasta su muerte en 1980.

Una de las secuencias que vemos al inicio nos da un buen ejemplo del genio del HOMBRE CAMALEÓN, que dando vida a un personaje melancólico, triste, poseedor de un sentido de la dignidad y el honor un tanto anticuado y una torpeza excepcional, resulta tan divertido ayer como hoy. Es el inspector Jacques Clouseau, el arma secreta de la SURITÉ francesa en A SHOT IN THE DARK, de 1964. Suelta un discurso cargado de emoción al ser corrido de la oficina de su superior; un discurso intenso, creíble, cargado de significado: “¡Comete usted un terrible error. Si María Gambrelli no es una asesina, y yo digo que no lo es, usted estará enviando a una chica inocente a la guillotina!”. La escena es increíblemente verídica. Sellers transmite la desesperación única de quien se enfrenta a una enorme injusticia, de quien lucha en una cruzada solitaria por la verdad. ESO lo hace tan divertido.

Se abre el compás entonces de los orígenes de Sellers, proveniente de una familia con una larga tradición en el mundo del teatro, la revista y el espectáculo. El ancestro más famoso, por el lado materno, fue Daniel Mendoza, uno de los primeros boxeadores-estrellas de la historia. Los Mendoza formaron parte de un importante grupo de judíos que Oliver Cromwell, en su breve mandato revolucionario a finales del siglo XVII, recibió generosa e inteligentemente en Inglaterra. Esta buena gente sufría persecución y humillaciones de todo tipo en la católica e intolerante España de la época. Daniel Mendoza fué, entre otras cosas, uno de los padres del boxeo científico, es decir, de los que entendían este deporte no como uno de fuerza bruta, sino de estrategia. Fue el equivalente a una estrella de rock en su tiempo. Le gustaba decir que ningún judío inglés había tenido, como él, la oportunidad de codearse con el rey en persona. Escribió unas fascinantes memorias que hoy son parte de la historia del boxeo.

Los padres de Sellers, Peg y Bill Sellers, fueron ambos gentes del espectáculo. Hacían, juntos, revistas musicales, recorriendo Inglaterra de arriba abajo año tras año, sin demasiados beneficios económicos y con mucho amor por el teatro. Peg era judía y Bill cristiano. Una familia religiosamente mixta, lo que aporta mucho a cualquier persona. En las épocas difíciles, Peg recorría Inglaterra en coche con su hijo, pretendiendo ser una experta en antigüedades, comprando baratijas y revendiéndolas para llegar a fin de mes. No vivía nunca bajo el régimen formal de alquiler, sino en habitaciones, cambiando frecuentemente de dirección.

La relación de Sellers con su madre era una de gran dependencia, de amor-odio. Peg Sellers fue la presencia más importante de su vida. Nunca consiguió Peter agradarla del todo, o así lo pensaba él. Ni la fama, ni los millones, fueron suficientes para lograr la aprobación de la madre. En el documental podemos ver como rodó una pieza casera en donde presenta a su madre como una erudita en el mundo de las antigüedades, pletórico de amor y admiración filial. En un momento francamente conmovedor, le dice: “Eres una experta”. “No, no lo soy” le contesta secamente Peg. Es el hijo en busca de la aprobación materna. Sellers enviaba su Rolls Royce con chófer para que su madre pudiera buscar a sus viejas amigas de la revista y reunirse a tomar el té. No escatimó gastos o esfuerzos para proveerla de una vejez feliz. Peg Sellers enseñó a Peter algunas de las lecciones más importantes que recibió en el mundo del espectáculo. Les comento de qué se trataron estas lecciones porque pienso son valiosísimas para todos los que amamos esta profesión.

“Nunca debes pedir a una persona en el teatro que haga un trabajo que TÚ MISMO no eres capaz de hacer”, decía Peg Sellers. Por eso, Peter empezó su carrera barriendo el escenario, vendiendo tickets en la entrada, haciendo asistencia de producción, siendo STAGE MANAGER, haciendo papeles de extra, es decir, recorriendo todo el complejo mundo del teatro de variedades. Conociendo, en primera persona, como se bate el cobre…Y ésta es una gran lección que debemos tomar en cuenta…

Pero el joven Peter Sellers no se planteó una carrera en el teatro de variedades, sino como músico. Se hizo, por derecho propio, un estupendo baterista. Un baterista de jazz. Es maravilloso verlo en el documental, ya una estrella consagrada, tocando la batería en el STEVE ALLEN SHOW, 1964, demostrando que no era sólo un actor de comedias, demostrando que era un músico profesional.

La circunstancia de ser un joven con una larga experiencia en el mundo del entretenimiento, le valió a Peter Sellers la oportunidad de servir en la segunda guerra mundial en la formidable “Unidad de Entretenimiento”, o “The Gang Show”. Es en este momento, de acuerdo al testimonio de un viejo colega de las RAF, que Peter Sellers no soporta, en sus propias palabras, ser un NOBODY, en que quiere, desesperadamente, destacar. Haría, poco después, en los primeros tiempos de la televisión, magníficas interpretaciones del mundo militar británico y estadounidense.

Le escribiría a su novia, a su SWEET HEART de los veinte años, Hilda Parkin, cartas de hasta dieciséis páginas “¡Cuando llegue a la cima, te compraré un Rolls Royce!” “¡Caminarás por la alfombra roja!” Pero Hilda no quería casarse con Peter, así que no ocurrió…
Lo que si ocurrió fue que Peter Sellers inició una carrera en la radio, en la comedia radial, y de allí en adelante sólo encontró fama y fortuna…fama y fortuna que no le reportaron mayor felicidad, porque Peter Sellers, el monstruo de la interpretación, siempre fue frágil e inmaduro emocionalmente. La realización emocional le evadió, o él a ella, pero esto es material para una próxima entrega...