sábado, 26 de septiembre de 2009

DOCUMENTALES Y GUSTOS. Por José Roversi

¿Qué hace que un documental sea bueno o sea malo?

La respuesta probablemente variará de acuerdo a los gustos, prejuicios, formación, orientación política o religiosa de cada quien. Hay más posibilidades de que un activista pacifista disfrute “Bowling For Columbine” a que lo haga algún connotado (o no tan connotado) miembro del “National Rifle Association”. Es también probable que un luchador del “Centro Simon Wiessenthal” valore mal “El Triunfo de la Voluntad”, por considerar que se hace apología del nazismo. Para quien considere que las formas visibles u ocultas de lo cotidiano encierran una belleza sublime, “Berlín, Sinfonía de una Ciudad” puede resultar una experiencia casi religiosa y, sin embargo, para alguien no afín, un somnífero insoportable.

Por eso, creo que hablar de buenos o malos documentales (y muchas otras cosas más) es poco útil.

Quiero entonces hacer una lista de algunos de los documentales que más he disfrutado y que, aunque pueda encontrar estupendos, alguien podrá encontrar muy malos o aburridos.


La Batalla de Chile (1973-1979)

Sin duda, uno de los documentales latinoamericanos más poderosos que se han realizado. Un esfuerzo que retrató, en toda su intensidad, el que fue un verdadero intento revolucionario, preñado de idealismo y sustentado sobre las bases de un esfuerzo colectivo genuino: el gobierno de la Unidad Popular en Chile.

Sus tres horas de duración nos transportan al año 1973, las conspiraciones, sabotajes y huelgas que prepararon el terreno para el infame golpe militar de septiembre.

Es notable que esta película no pudiera exhibirse en Chile hasta 1990, convirtiéndose en una exilada más, de país en país y de premio en premio, esperando regresar a casa.

Hotel Terminus (1989)

Una obra maestra de un cineasta acostumbrado a ellas: Marcel Ophuls. La vida y milagros de Klaus Barbie, el “Carnicero de Lyon”. Un paseo por la ambigüedad moral sobre la que se sustenta nuestra civilización: comunistas que delatan a sus compañeros de lucha; nazis irredentos, satisfechos y orgullosos de sus monstruosos crímenes; curas que ayudan a escapar a criminales de guerra; derechistas e izquierdistas europeos que se unen para ocultar la verdad; agentes de los servicios secretos norteamericanos haciendo castings de genocidas para enrolarlos en su lucha por la libertad y la democracia; veteranos hitlerianos en la construcción del edificio dictatorial suramericano de los años cincuenta en adelante. Un maratón de cuatro horas de duración de altísima calidad.

Grizzly Man (2005)

Siendo un poco “escapista” yo mismo, no pude resistir engancharme desde el primer momento con la historia de Timothy Treadwell, un hombre complejo, desfasado, neurótico, temerario y, hasta cierto punto, iconoclasta. Pero, como suele ocurrir con este tipo de personaje (muy del gusto de Werner Herzog) hay también algo irresistible, irreverente y original en la actitud poco convencional del ecologista y su forma inusual de aprehender la realidad: a través del contacto íntimo con la naturaleza y, sobre todo, con los osos Grizzly. Suponer que era posible convivir con estas extraordinarias criaturas fue, a toda luz, un cálculo arriesgado, una apuesta audaz, de dramáticas consecuencias. La película que resultó posee mucho de estos atributos.

Trujillo: El Poder del Jefe (1991-1996)

Célebre serie de películas del legendario documentalista dominicano René Fortunato. Una retrospectiva de casi cincuenta años de historia política y social de la República Dominicana, finamente hilvanada. Uno de los puntos fuertes de estas películas es su ritmo vibrante, que mantiene al espectador pegado a su asiento en todo momento. No es de extrañar que “El Poder del Jefe” haya sido, a la par de críticamente aclamada, un éxito comercial que ha marcado un precedente para el género de cine documental en América Latina.

Capturing The Friedmans (2003)

La historia de cómo se destruye la familia de los Friedman, en tiempo real, es un espectáculo duro de tragar que, sin embargo, ha cosechado críticas entusiastas en todo el mundo.

Parecería ficción, pero no lo es. Los cargos de pederastia contra Arnold y Jesse Friedman resultaron en una condena por parte del jurado. Los restantes miembros de la familia narran el profundo efecto que esta experiencia tuvo sobre sus vidas. Un documental poderoso e inquietante, que nos habla también sobre el funcionamiento de la sociedad, los medios y la justicia.

Bowling For Columbine (2002)

Este entra en el campo de los gustos y disgustos. Muy en la línea europea sobre el tema, sostengo un rechazo absoluto hacia las armas. Creo que “no hay arma buena” ni razón que justifique que nadie vaya armado. Para los que así pensamos, esta película de Michael Moore es casi un manifiesto contemporáneo. Una visión aguda, crítica y sistemática de la terrible y atávica relación de los Estados Unidos con las armas de fuego, una de las grandes sombras de la que es, indudablemente, una nación poseedora de inmensas virtudes.

Se debatió sobre el trato desconsiderado que pudo haber dado Moore a Charlton Heston en una entrevista que mantuvieron para el documental. Se argumentó que la avanzada edad del mítico actor fue explotada por el documentalista para crear un momento sensacional a costas de la humillación de un anciano. Esto podría discutirse; lo que no admite discusión, en todo caso, es la pública defensa que durante décadas hizo Heston del uso de armas. ¿No están todos los entusiastas de las armas expuestos a severas críticas? Por supuesto, el oponerse al uso de armas es un derecho que todos tenemos, y en mi caso, también un deber. Así que este documental por razones más que obvias, fue como música para mis oídos.

Gómez y su Tiempo (1975)

Un trabajo esencial de Manuel De Pedro para todo aquel interesado en comprender no sólo la larga tiranía gomecista, sino los verdaderos sustentos de los regímenes venezolanos: militares y grupos económicos. Gómez (el “César Democrático” de Vallenilla Lanz) conoce a Venezuela y sabe cómo dominarla: crea las Fuerzas Armadas (a su medida) y patrocina una elite económica corrupta y servil, con absoluta dependencia del dictador: aduladores creativos e incansables. Para el resto de los actores sociales, como suele ocurrir, la receta de siempre: discriminación efectiva, plomo y cárcel.

À Propos de Nice (1930)

Una cinta precursora del cine documental de contenido social, realizada por Jena Vigo (en colaboración con Boris Kauffman). Tomando en cuenta que se trata de una película muda realizada a finales de los años veinte, resulta admirable lo entretenida y efectiva que resulta en su exposición de un colectivo frívolo, superficial y amante del fausto que se da cita en Niza año tras año. Un trabajo inscrito en el Kino-Pravda de Dziga Vertov que bien podría rodarse hoy día, por iguales o más demoledoras razones que hace ochenta años.

Etre et Avoir (2002)

Uno de los documentales más sencillos e interesantes que he visto en los últimos años. Georges López es un profesor de un pequeño pueblo francés. En su escuelita, la única de la zona, se agrupa a todos los niños en edades que van de los cuatro a los once años. El documental abarca un importante número de meses y se puede ver la dificultad, dedicación y vocación que este tipo de carrera requiere. Un vistazo a un tipo de escuela que representa tal vez la reminiscencia de otros tiempos, de otro estilo, de otra Europa. Un documento que recuerda a Edmundo De Amicis y su clásico “Quore”

Koyaanisqatsi - Life Out of Balance (1982)

Una trabajo fuera de serie de Godfrey Regio. Luego de casi treinta años, sigue siendo tan poderosa como el primer día. Algunos de los planos más increíbles que he vito, música sensacional (Philip de Glass) y lo más importante de todo cuanto pueda decirse de este portento de película: la valoración suprema del silencio, el más despreciado y necesario de los componentes de la vida.

domingo, 20 de septiembre de 2009

La Sonoteca del Cinescopio: Libertador Morales

Esta es la primera de lo que espero sean múltiples entregas sobre el apartado musical cinematográfico, donde trataremos de incluir lo bueno, lo malo y lo feo.

En este caso tengo una cierta satisfacción de empezar con una película venezolana, de reciente factura además, la opera prima de Efterpi Charalambidis: Libertador Morales.

Esta producción de la Villa del Cine cuenta con un score o banda sonora incidental original realizada por el compositor e intérprete Aquiles Baez.

Una de las cosas que, en mi opinión muy personal, se ha descuidado en el cine venezolano es la utilización de la música como herramienta narrativa. Quizás es que estoy habituado al uso efectista de la música en el cine industrializado y espero ese mismo efecto al ver una película venezolana.

Pasando por alto algunas películas recientes (Puras Joyitas, Secuestro Express) no recuerdo una película venezolana por su música, no recuerdo de hecho ningún tema musical que pueda asociar con película venezolana alguna, de la misma manera que lo haría por ejemplo con La Guerra de las Galaxias, Tiburón, El Padrino, etc.

Y no creo que sea por la falta de excelentes musicos venezolanos, porque los hay. Pienso entonces que el problema radica en que a la música en si misma no se le ha dado el valor necesario, siempre ha estado relegada a un adorno, a un relleno y se ha desestimado su poder para construir momentos poderosos, para realzar secuencias, en fin para hacer cine musicalmente hablando.

En el caso de Libertador Morales, la elección de Aquiles Báez no es una sorpresa, por lo menos para mi, Baez ha demostrado ser un excelente músico e interprete, una de las cosas destacables del trabajo de Baez es su maleabilidad para adaptarse a estilos que no parecieran tener relación entre si. Quizás por eso Báez ha conseguido en el jazz un lugar cómodo y de infinitas posibilidades musicales.

Ahora si escuchamos la música compuesta para Libertador apreciamos al instante que el trabajo de Baez es disfrutable como una pieza independiente de la película. Debo mencionar que no he visto la película en cuestión, pero he de suponer que la música está perfectamente acoplada a las imágenes de la misma.

Recordemos rápidamente que Liberador Morales se desarrolla con la Ciudad de Caracas como trasfondo y eso queda plasmado desde los primeros compases de la banda sonora y que se aprecia perfectamente en la pista "Mototaxistas".









Ya establecido el trasfondo urbano de la historia Baez se dedica a dibujar los distintos matices de los personajes e historia a través de piezas con ritmos tan diversos como la bachata, el bolero y la cumbia. "Un bolero para Daisy"









Pero es quizás el personaje de Libertador al que se le dedica mas tiempo en la banda sonora. La pieza "La tristeza de Libertador", un corte a base de guitarra (el instrumento de predilección de Baez) nos recuerda a momentos el trabajo de Gustavo Santaolalla.









Ademas de todos los ritmos antes mencionado, la banda sonora de Libertador tambien tiene su cuota de "musica de acción", que no podria faltar en una película sobre un justiciero. Así lo demuestra efectivamente la pieza predominantemente percusiva "La Persecución".









Uno de los temas que mezclan perfectamente ese sonido tan particular con el que asociamos a Aquiles Baez, que suena indiscutiblemente autóctono, pero que sirve para pintarnos otro aspecto (el colectivo) de la película es "Liberen a Libertador".










Finalmente también algunas piezas dramáticas, que si bien sencillas parecen correctas para acompañar aquellos momentos de tension, como por ejemplo "Dura decisión" y "Desolación"


















Adicionalmente y para completar su contribución con el apartado musical de Libertador Morales, Aquiles Baez compone el tema "Libertador Morales", una salsa que recoge en cierta medida el espíritu de la banda sonora.



Si quieren escuchar en su totalidad la banda sonora de Libertador Morales, pueden hacerlo en esta direccion

sábado, 12 de septiembre de 2009

La Vida Loca: El Asesinato del documentalista Christian Póveda

Por: Andrea C. López

El pasado 4 de septiembre fue asesinado de cuatro disparos a la cara el foto-reportero franco-español Christian Póveda: Un documentalista de esos capaces de llegar hasta las últimas consecuencias con sus pasiones. En su caso, una realidad que ocupó buena parte de su vida, que protagonizó su última obra (altamente recomendable) y que fue la causa de su muerte: el documental La Vida loca.

Mientras ciertos cineastas -advenedizos oportunistamente al documental- estrenan títulos de corte hollywoodiense en Venecia; Christian Póveda fue asesinado por una película que ya se encuentra en Internet y que manifiesta un fenómeno latinoamericano del que pocos hablan: Las Maras.

Durante aproximadamente año y medio, Póveda se dedicó a trabajar con la Mara 18, filmando su documental La Vida loca. Vale decir que el reportero ya había vivido en El Salvador durante la guerra civil (1980-1992).

Las Maras son, como a grandes rasgos se sabe, grupos pandilleros formados en Los Ángeles, que han surgido del éxodo de esta guerra y que, en calidad de deportados ilegales, se fortalecen en su regreso a Centroamérica.

Las pandillas, que aglutinan a una masa importante en El Salvador, constituyen formas de sociabilidad conformadas por clanes: Familias rebeldes que tatúan su piel y que no necesariamente se hallan sometidas a parentescos sanguíneos.

Las Maras deben sus ingresos a los aportes que la droga hace a buena parte de las economías latinoamericanas sumidas en la miseria. De hecho, casi podría decirse que el fenómeno Maras, es una consecuencia de una marginalidad muy, pero muy extrema.

Este artículo pretende rendirle un homenaje a un destacado documentalista al que robaron su vida. Y es que ya habían sido asesinados al menos cinco protagonistas de su historia (¿por qué volvió al Salvador?) Esperemos que sus asesinos paguen condena y aclaren lo sucedido.

Muy recomendable el docu La Vida Loca. Destaca la inmersión en el tema erigiéndose quizás, como uno de los registros audiovisuales más serios que se hallan hecho sobre este violentísimo fenómeno, y que tiene una impecable factura. En esta dirección lo podrán ver pero por partes

Recuerden que si no pagan no lo pueden ver de un tirón, sino de a ratos durante dos o más días.

Aunque todo es impactante y sumamente persuasivo, me toca la fibra el personaje de la madre que acude con su hijo al juzgado de paz. Un lugar común en nuestra región que no dejar de ahondar en cánceres medulares: ¿Cuáles son las oportunidades de las nuevas generaciones, de nuestros hijos, en países como estos? ¿Hasta cuándo tanta descomposición socio-familiar?

NO dejen de verlo. En México se estrenará a finales de mes, en el marco del festival Ambulante. Traten de ojearlo, no se arrepentirán.

martes, 8 de septiembre de 2009

TUBAZO: Trailer de SUBHYSTERIA

Aquí les dejo el trailer de Subhysteria, el film guerrilla de Leonard Zelig y Javier Perez-Karam que pronto estará rodando los cines venezolanos.

Que lo disfruten.



viernes, 4 de septiembre de 2009

Sangre, no muerte y amor eterno.

Por Sergio Marcano

-Evolución cinematográfica del mito vampírico-


Vampiros, no muertos, seres inmortales, amorales, aculturales, atemporales, sobrehumanos. ¿Cuál es la clave de nuestra evidente empatia hacía ellos?, ¿Por qué despiertan nuestra fascinación?, ¿en qué radica su encanto?

La respuesta quizás sea bastante fácil de encontrar, y es que todos los seres humanos, lo entendamos o no, lo queramos o no, lo aceptemos o no, nacemos para morir. Ellos, los vampiros, por diferentes causas ligadas a castigos divinos, a maldiciones religiosas, o a mordidas infecciosas –recibidas voluntaria o involuntariamente-, asistieron a la cita con la muerte y volvieron del encuentro conservando su yo para contarlo.

Ellos son claramente superiores a nosotros, poseen fuerza, velocidad y sensorialidad sobrehumana. Y su estancia en la tierra viviendo junto a nosotros, en nuestras sociedades, les ha permitido ser espectadores en primera fila de nuestros constantes cambios sociales, políticos, religiosos, morales; evoluciones o involuciones que con el paso de los años, les ha dotado de un entendimiento claro y concreto de lo que es la naturaleza humana, tanto para hacer el bien, como para hacer mal, ellos simplemente están más allá de esos parámetros.

A los estudiosos del tema les resulta complicado establecer el nacimiento del mito del vampiro, porque su leyenda se encuentra diseminada en muchas de las creencias mitológicas y folklóricas de casi todas las civilizaciones del mundo desde tiempos inmemoriales.

Lo que es seguro es que a partir de siglo XIX, con la llegada del romanticismo, comienzan a proliferar historias sobrenaturales y el vampiro es uno de los mitos mas populares a desarrollar por algunos novelistas, entre los que tenemos a John William Polidori quien escribe “El Vampiro” -1819-, o como Sheridan Le Fanu que escribe “Carmilla” -1872-, pero no es hasta 1897 que aparece la novela más famosa sobre vampiros escrita en el planeta tierra: “Drácula” de Bram Stoker, según dicen diferentes fuentes especializadas, inspirada en Vlad -el Empalador- Dracul, uno de los gobernantes más crueles y sanguinarios de la Europa oriental del siglo XV.

Una novela que tendrá un profundo impacto en el desarrollo de las historias de vampiros que serán llevadas a la pantalla grande casi desde el nacimiento del cine.

Y como este blog habla precisamente de cine, me he propuesto describirles un grupo de películas sobre vampiros que han alimentado, preservado y hecho evolucionar uno de los mitos más populares de la cultura pop internacional del mundo contemporáneo, películas imprescindibles, incluso necesarias para cualquier mortal que se precie de ser un amante del género de vampiros.

La primera película de vampiros que voy a mencionar es “Nosferatu, una sinfonía del horror” -1922- del visionario y vanguardista director alemán Friedrich Wilhelm Murnau, basada libremente en la novela “Drácula” de Bram Stoker, esto debido a que el estudio cinematográfico Prana-Film no consiguió los derechos de la novela original. En esta película el vampiro –interpretado magistralmente por Max Schreck- es un ser abyecto, maldito, de pálido rostro, lánguido cuerpo, afilados dientes –no colmillos- y definitivamente nada seductor.

Pero ya en este largometraje se perfilan por primeras vez muchos de los elementos que por años el cine respetará como características del vampiro, hablo de imposibilidad de ver la luz del día, rechazo a los crucifijos, así como el cándido enamoramiento del vampiro hacia el personaje femenino –una línea temática que, vale aclarar, no forma parte de la novela original de Bram Stoker-. Esta es sin lugar a dudas una de las películas más poéticas y a la vez más perturbadoras que se han hecho sobre el tema.

En 1931 en Estados Unidos, el prolífico y siempre interesante Tod Browning filma “Drácula” para la productora cinematográfica Universal, en esta película, basada en una versión teatral hecha para Broadway, el vampiro se convierte en un caballero de porte aristocrático y de noble estirpe, interpretado por, él hasta ese momento desconocido, Bela Lugosi, vistiendo siempre de smoking y con aspecto abiertamente sibarita.

Una de las características más interesantes, y que yo considero que vale la pena apreciar con particular interés en este clásico, es la perturbadora e irracional interpretación que hace el actor Dwight Frye al personaje de Rendfield, el asistente del conde Drácula, posiblemente la mejor y más convincente interpretación de este personaje hecha en lo que va de historia del cine. Para el año de 1958 Terence Fisher dirige “Horror of Drácula”, para la afamada productora de terror y ciencia ficción inglesa Hammer Films.

En esta versión el papel del conde Drácula está a cargo de uno de los actores que mejor encarnó al vampiro: Christopher Lee, quien se encargará de otorgar por primera vez al personaje esa carga sexual que hoy en día le es tan característica, una sensualidad que hará delirar de terror y de placer a las mujeres a lo largo de la década de los sesentas con todas y cada una de las películas posteriores que este film generó.

En todas estas versiones es muy interesante observar con detalle las puestas en escena, caracterizadas por unos muy imaginativos y definitivamente tétricos decorados góticos.

En el año 1971 Jess Franco estrena “Vampyros Lesbos” -hoy considerada por muchos fanáticos del cine de vampiros como una película de culto- La historia homoerótica de una seductora vampira llamada Nadine, protagonizada por la bella y definitivamente exuberante Soledad Miranda.

Uno de los aspectos más interesantes de la película es su ecléctica banda sonora, la cual sencillamente no tiene desperdicio, y que fue compuesta por el mismo director Jess Franco y los alemanes Manfred Hubler y Siegfried Schwab.

En 1987 Joel Schumacher dirige “Los Muchachos Perdidos” la primera película de vampiros adolescentes; aquí los vampiros son criaturas inmortales, despreocupadas, que pasan su vida de fiesta y cometiendo todo tipo de excesos. En esta cinta el mito del vampiro pierde por primera vez su anquilosada fórmula de abolengo social para convertirse en algo urbano, más cercano a la juventud del momento. Una película entretenida, sin pretensiones más allá del “box office” -los beneficios de taquilla-, de esas que se disfrutan ampliamente con una bolsa de pop corn.

Entrados los noventas, en 1992, Francis Ford Coppola dirigirá una de las películas más memorables del género de vampiros “Drácula de Bram Stoker” según rezaba el argot publicitario: la adaptación más fiel que se ha hecho a la novela original, esto a pesar de que se nos muestra en la película una visión mas digerible y edulcorada del conde y de que se incluye una vez más, la profunda historia de amor que comparten el conde Drácula y Mina Harker, una línea dramática que como ya comentamos anteriormente, NO sucede en la novela original de Stoker.

La película, obtuvo 4 nominaciones a los premios de la academia norteamericana –Oscars-, de los que, muy merecidamente, ganó tres: mejor diseño de vestuario, mejor maquillaje y mejor edición de sonido.

Es particularmente interesante observar en esta versión el sufrimiento del vampiro –interpretado con mucha convicción por Gary Oldman- quien incluso llega a llorar de amor por el personaje que interpreta Winona Ryder.

En 1994 Neil Jordan realizó “Entrevista con el vampiro” basada en la novela del mismo título escrita por Anne Rice. En esta película se detalla un vampiro casi humano que no se adapta al papel de depredador y que sufre remordimientos al momento de matar y alimentarse; también es interesante notar que los vampiros aquí retratados parecen ser seres asexuados que anhelan el amor homosexual, algo que se demuestra claramente en el deseo de estos vampiros por convivir eternamente al lado de otro vampiro de su mismo sexo; en efecto en esta película observamos claramente, y no de modo sugerido, a un vampiro masculino alimentarse directamente con la sangre de otro hombre.

En el mundo de la televisión, en el 2008 se estreno “True Blood” una serie definitivamente entretenida que propone interesantes avances en lo que al mito vampírico respecta, ya que su línea temática se desarrolla en un mundo en el que los vampiros salen a la luz pública y comienzan a vivir sus vidas directamente mezclados en la cotidianidad de los humanos.

Antes de terminar no puedo dejar de mencionar en esta lista la alucinada “Vampyr” de Carl Theodore Dreyer, donde se sugiere por primera vez la posibilidad de una pandemia vampírica, “La danza de los vampiros” de Román Polanski, donde salen el primer vampiro judío y el primer vampiro homosexual, “Nosferatu, vampiro de la noche” de Werner Herzog, una aterradora y muy interesante versión del “Nosferatu” de Murnau, “Blacula” de William Crain, película de “blaxploitation” –explotación negra- en la que se narra la historia del primer vampiro negro en la historia del cine, “Martin” del maestro del terror George Romero, la historia de un adolescente asesino que cree ser un vampiro, “El ansia” de Tony Scott, que de un modo muy sofisticado retoma el lesbianismo vampiríco y por ultimo “Let the right one in” de Tomas Alfredson, la muy interesante película que retrata un episodio en la vida de una pequeña vampira de 12 años.

La verdad es que creo que las historias de vampiros se multiplican y siempre nos resultarán atractivas, por un lado por la infinita necesidad que tenemos los seres humanos de ser entretenidos de lo que es nuestra cotidianidad habitual, y por otro lado por la capacidad que han adquirido estos personajes sobrenaturales para afinar y definir su naturaleza arquetípica como figuras de la muerte y del amor.

Así, claramente, cuando los vampiros estén ligados al mal, les veremos representados como criaturas mortíferas, asesinas y depredadoras, poseedoras de una crueldad malsana que muchas veces raya en el sadismo. Y cuando los vampiros representen al bien poseerán la capacidad de enamorarse y de amar con el ardor de una pasión irracional, arrasadora y sin barreras, que tiene la clara promesa de ser eterna.

Sin duda uno de los temores y de las ilusiones más grandes y atávicas que tenemos todos los seres humanos que aun no hemos atravesado el umbral de la muerte.

NOSFERATU F.W. Murnau


DRACULA Tod Browning


HORROR OF DRACULA Terence Fisher


VAMPIROS LESBOS Jess Franco


THE LOST BOYS Joel Schumacher


BRAM STOKER DRACULA Francis Ford Coppola


ENTREVISTA CON EL VAMPIRO Neil Jordan


TRUE BLOOD Alan Ball


VAMPYR Carl Theodor Dreyer


THE FEARLESS VAMPIRE KILLERS Roman Polanski


NOSFERATU Werner Herzog


BLACULA William Crain


MARTIN George A. Romero


THE HUNGER Tony Scott


LET THE RIGHT ONE IN Thomas Alfredson