martes, 27 de enero de 2009

EXPERIENCIAS DE CINE CLUB. UNA VISIÓN.

Por: Andrea C. López L.
Colaboraciones


La presencia de cineclubes, salas alternativas y cines de barrio en nuestro país, tuvo su primer gran apogeo durante la década de los sesentas.

Empapados del espíritu revolucionario cubano y del acceso a las entonces nuevas tecnologías cinematográficas (super 8 y 16mm), algunos cineastas y cinéfilos se embarcaron en la tarea de hacer documentales y exhibirlos. Existían además cine clubes en varias facultades de la Universidad Central de Venezuela y en zonas populares. Lo mismo ocurría en Mérida; éstos cines tenían una orientación política.

La década de los sesentas y sus cines de barrio fueron gérmen del primer gran boom del cine venezolano una década después. Realizadores como Jesús Enrique Guédez, Ugo Ulive, Franca Donda y Josefina Jordán; producían y exhibían sus películas en zonas populares y articulaban también exhibiciones de cine de autor. Vale decir que hasta crearon un gremio y lucharon por una ley de cine. De alguna manera, estos documentalistas fueron formando un público desde su propia visibilidad que, según una apreciación muy personal, coadyuvó a la formación de los cineastas venezolanos de los setentas y al éxito y la popularidad de sus filmes.

Por su parte, las salas de exhibición y difusión comerciales, tenían un funcionamiento ditinto al actual. En primer lugar, varios de sus edificios o teatros, podían hallarse en diversas zonas de ciudades como Caracas. En el centro, por mencionar un ejemplo, estaban el Baralt, Urdaneta, Ayacucho, Principal, y tantos otros. Las carteleras eran sumamente variadas, además de las películas de hollywood se incluían films europeos, norteamericanos serie B, y hasta porno (Urdaneta). Hoy día, como sabemos, y tras un largo sendero (casi 40 años); el negocio de las salas se monopolizó, se cerraron o vendieron las salas; y la oferta, bastante homogénea (gringa mal), se exhibe casi exclusivamente en los carcelarios espacios de los centros comerciales. El concepto de ciudadanía cambió en Caracas, ir al cine no es hoy trasladarse por la ciudad (a pie) para ver una buena película; sino ir “guillao” a encerrarse en un mall para huir de la ciudad, de su caos, de su violencia y de su “inseguridad”.

Un nuevo aire revolucionario ha puesto sobre el tapete la discusión acerca de la pertinencia de los cines de barrio. Empresas pequeñas de distribución y exhibición comercial como Gran Cine, por su parte, han tomado inciativas como la de los cines itinerantes, para llevar sus películas a zonas populares.

Como no soy una experta en el tema, y para no extenderme demasiado; hablaré desde las experiencias más cercanas.

En el año 2003, emprendí con algunos compañeros de la Universidad, la iniciativa de tener un cine club en la parroquia “La Vega”. La infraestructura y sede la pusieron organizaciones sociales de la parroquia dedicados a otras áreas culturales y educacionales; nosotros sólo éramos encargados de crear y exhibir la programación, así como de armar el cine foro. La experiencia fue muy positiva pero rápidamente culminó debido a diversos factores. En primer lugar, el de la “seguridad”. Muchos de los habitantes de La Vega trabajaban todo el día, llegaban a sus casas tras mucha escalera o jeep que tomar y después de las diez de la noche les era arriesgado salir por el toque implementado por los “azotes”. Es decir, aunque la gente difrutara ver una película y comentarla, sus condiciones de vida le impedían hacerlo de manera regular. Por otra parte, el bombillo del video beam se quemó y entre todo el colectivo no pudimos pagar su costo.

Posteriormente, hubo una iniciativa de crear un cine club en un barrio de Vargas con una cooperativa que estaba haciendo trabajos de infraestructura. La gente acudió entusiasmada y pedían películas para niños. Sin embargo, pronto la cooperativa se quedó sin presupuesto y el cine club, murió.

Más tarde asistí a una función del Cine Club La Vega, que además de tener su sede en “Las Casitas”; también exhibe en otros barrios. En esa oportunidad, Marcelo Andrade exhibió su documental y después de la función fue mucha la gente que se acercó a pedir reivindicaciones sociales prioritarias para ellos como canalización de aguas negras, servicios de recolección de basura, de agua, transporte, vialidad, vivienda, etc.

En fin, el Estado venezolano ha abierto algunas sedes de la Cinemateca nacional en el interior pero su alcance sigue siendo muy limitado. Por otra parte, se ha subsidiado de manera irregular la actividad de los cineclubistas. Se han organizado muestras de festivales de cines alternativos en espacios como Tiuna El Fuerte “El Valle”, en zonas rurales del interior del país; pero esto no se hace de manera sistemática y es insuficiente su difusión.

En resumidas cuentas, creo que es fundamental la existencia de cines de barrio y es evidente que algo se ha intentado al respecto; pero su consecuencia depende de organizaciones comprometidas a mantenerlas; y sobre todo, de la mejora de las condiciones de vida de un público que hoy por hoy, debido a su situación, se ha acostumbrado al mercado del DVD en casa.

viernes, 23 de enero de 2009

ENCUESTA: ¿Qué opina de los cine clubs y de las salas experimentales de cine?



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martes, 13 de enero de 2009

CINE VENEZOLANO DE VANGUARDIA. ¿Por qué demonios suceden esas cosas?

Por Sergio Marcano
Colaborador regular de El Cinescopio

Llevo algo así como un año escribiendo este artículo, pero el tema me resultaba tan difícilmente abarcable -sin sonar absolutamente pedante-, que siempre terminaba por esquivarlo. Al hacer entrega al CNAC de mi proyecto de opera prima me topé con algunas situaciones que me empujaron, una vez más, a a tratar de escribir sobre el tema.

RAZÓN No 1: Hace unos días le mostré mi guión de opera prima a una amiga para escuchar su opinión y terminar de afinar detalles. La pana me llamó a golpe de dos de la mañana para decirme que le preocupaba mi película; yo me espabilé en un instante, ella me dijo que por el tipo de situaciones que retrataba, no le parecía venezolana mi propuesta, inmediatamente yo puse cara de póker sin comprender claramente su comentario y curioso le pregunté que de qué nacionalidad le parecía. No me respondió, sólo me dijo que ella sabía que nunca vería una película como esa filmada en este país.
RAZÓN No 2:
Al día siguiente, un pana, joven director de cine, me mandó un cortometraje a través de internet. En el cuerpo del email, en el que contextualizaba cosas como el año en que había escrito el corto, de dónde había surgido la idea, que era el primero de una trilogía, me dijo algo que me sorprendió: que estaba seguro de que este era el próximo corto que el CNAC le rechazaría.


RAZÓN No 3:
Justo esa noche me llamo otro pana, también director del medio -este con unos añitos más que el anterior- para contarme que había decidido no meter su proyecto a la actual convocatoria -yo me sorprendí ya que el proyecto es bastante bueno-. Le pregunté la razón y el me explicó que gente cercana al CNAC le había dicho que un proyecto de esa naturaleza –su proyecto gira en torno a un transexual-, nunca pasaría la moral del jurado de la comisión de estudio de proyectos, ni del comité ejecutivo.

RAZÓN No 4:
El viernes de esa semana –desesperado por entretenimiento como cualquier viernes-, me voy de arrocero –y además con un pana- a la fiesta de inicio de rodaje de la que seguro será una de las mejores películas criollas que veremos en los próximos dos años. Ya bastante ebrio tengo una conversación en torno al fracaso de taquilla y de festivales que había sido el signo generalizado del cine de los últimos 15 años; la conversa era con actores, directores de arte y un par de técnicos de cine; uno de estos últimos, sintiéndose avergonzado -y algo atacado- por lo que escuchaba, nos dejó muy en claro –a todos los del grupo- que no era su culpa el resultado de las películas, que ellos habían hecho bien su trabajo, que muchas veces a ellos los llamaban para las películas y leían unos guiones tan malos en papel, que ellos sabían desde el principio que no iban a resultar...

El hecho es que, luego de todas las razones expuestas, me puse a pensar que un buen cine nacional, novedoso, vanguardista, sí era posible en estas fronteras revolucionarias, que sí había gente –entre la cual no dudo en incluirme- que sí lo estaba concibiendo, conceptuando, escribiendo y que sí había gente que podía discernir claramente entre buenas y malas películas, sólo que los preceptos de aquellos que precisamente eran los que tomaban las decisiones acerca de lo que se filmaba año tras año eran tan miopes, que simplemente no lo veían, que además –por si fuera poco-, había que complacerlos ideológica y moralmente, algo absolutamente insólito –por no decir ridículo- con lo cual terminaba por ser explicable la avalancha de pobreza estética y conceptual, la constante necedad narrativa de la mayoría los argumentos, el tufo de moral victoriana de todos los guiones y, en líneas generales, la ausencia de todo tipo de riesgo tanto en las películas de “entretenimiento” como en las películas de un corte más bien “artístico” o “intelectual”.

Otra razón que se sumó a la escritura de estas líneas es que, casualmente, por estos días han salido publicados una cantidad de artículos promovidos por la cultura oficial –solapados por periodistas desvergonzados –o simplemente irresponsables- de la prensa local-, en los que se celebra la gran cantidad de películas que se hicieron y se estrenaron el año pasado. Lo que no se dice abiertamente en ninguno de esos artículos es que la mayoría de estas películas que mencionan no cautivaron el interés de los espectadores, que la mayoría de esas películas salieron de cartelera una vez expiraron las dos semanas de exhibición impuestas por la ley de cine a los distribuidores y exhibidores nacionales y que la mayoría de esas películas no causaron sensación en ningún festival internacional; entonces, atormentado –en mis últimas 3 noches de insomnio-, cavilando hasta entrada la madrugada, comencé a preguntarme una vez más: ¿Para qué sirve verdaderamente el cine venezolano si no es visto por su público? ¿Será que algún día veremos buenas películas en las pantallas nacionales? ¿Será que algún día filmaremos cine los que no hemos tenido la oportunidad –que no somos pocos- y que tenemos tantas cosas que decir –estética y narrativamente hablando-?

Quizás algunos se pregunten ¿Pero por qué este pana se pregunta esas cosas tan bizarras en una madrugada en vez de simplemente dormir? Pues la respuesta –quizás sencilla o tal vez compleja- es porque básicamente todo lo que escribo –terror, horror, sci fi, aventuras, sexo, drogas y rock & roll- termina por estar alejado de los “preceptos estéticos y morales” aprobables por las comisiones de estudios de proyectos y los comités ejecutivos, tanto así que, durante estos 3 días, he terminado por creer que mi amiga tiene la razón y mi película se parece a una película noruega, rusa, inglesa, australiana y hasta quizás a una pakistaní, más que a una criolla… Algo que por un lado me molesta y me hace pensar que debería retirarme –luego de 6 años perdiendo consecutivamente en los concursos cinematográficos nacionales- y plantearme ser cajero de banco y ser feliz, lo que por otro lado me resulta totalmente absurdo, porque definitivamente yo soy un venezolano más, como cualquier otro, con una sensibilidad estética y narrativa definitivamente criolla y personal.

También porque el corto de mi pana está del carajo, está bien escrito, tiene una atmósfera más que digna, y como si fuera una bendición del cielo resulta diferente al tipo de cortos –aburridos, llenos de clichés y chistes baratos- que se filman en nuestras fronteras año tras año. Y no me da la cabeza para entender las razones por las que alguien habría de rechazarlo. Es decir, ¿Por qué alguien con una cultura cinematográfica mínima, no habría de notar lo interesante y novedoso de su propuesta?

Otro motivo de mis cavilaciones nocturnas es que el largo de este otro director que les comentaba, de ser filmado, crearía un paradigma en la cultura del país, retando a la moral victoriana que arropa, a no pocos, con su hipocresía constante, dando paso a la verdadera inclusión de, por ejemplo, los transexuales, un “grupo social” aún excluido moralmente por la mayoría de los habitantes de este país, muy a pesar de las igualdades promovidas por el siempre inquieto, despierto y constantemente novedoso “socialismo criollo” que impulsa -en teoría al menos- el PSUV en nuestro país. Pero el director ya se autocensuró, en efecto supe ayer que va a meter otro largo, uno más potable para beneplácito de la vetusta comisión de estudio de proyectos y del anquilosado comité ejecutivo… Una verdadera lástima.

Y ya por último, porque sin duda el técnico tiene toda la razón al decir que no es su responsabilidad que se filmen malas películas, brother si lees esto, créeme, todo sabemos lo profesionales que son ustedes con su trabajo, y también todos sabemos, tenemos muy claro, que un muy buen porcentaje de los guiones que se llevan a rodaje no son buenos desde que son escogidos en la selección de los concursos organizados por nuestras instituciones cinematográficas.

Lo que no sabemos, ni entendemos, ni tenemos claro, y quizás ni siquiera queremos entender, ni comprender, ni dilucidar, básicamente porque estamos hartos, cansados de ver mal cine venezolano proyectado en nuestras pantallas, es: ¿por qué demonios suceden esas cosas?

lunes, 12 de enero de 2009

¿Año prolífico en materia de producción cinematográfica?

Según una nota de prensa publicada en el sitio web de la Radio Nacional de Venezuela, 25 obras fílmicas nacionales e internacionales fueron estrenadas en el año 2008 por Amazonia Films, la distribuidora de cine nacional adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

Dice la nota: "(...) Fueron siete largometrajes venezolanos los que distribuyó Amazonia Films: 1, 2 y 3 Mujeres, de Anabel Rodríguez, Andrea Herrera y Andrea Ríos; Macuro, la fuerza de un pueblo, de Hernán Jabes; Bloques, de Alfredo Hueck y Carlos Caridad; Comando X, de José Antonio Varela y Cuando la brújula marcó el Sur, de Laura Vásquez, producidas por la Villa del Cine, Trampa para un gato, dirigida y producida por Manuel de Pedro, y La Punta del Diablo, dirigida por Marcelo Pavan. En el género documental se presentaron en el marco de la Quincena del Largometraje Venezolano tres obras de la Villa del Cine: Orinoco, de Michael New; La propiedad del conocimiento, de Hugo Gerdel y Yo soy el otro, de Marc Villá, además de las coproducciones con Venezuela Alfaro vive, carajo!, de Isabel Dávalos (Ecuador); Cuba el valor de una utopía, de Yanara Guayasamín (Ecuador); El diario de Agustín, de Ignacio Agüero (Chile), e Inal-mama, de Eduardo López (Bolivia) (...)".

Agrega el artículo: "(...) En el año 2008 ofreció un excelente catálogo de películas de distintos orígenes con una característica en común:creaciones con un alto nivel social y creativo. Un total de 11 películas extranjeras componen la lista: El Benny, de Jorge Luís Sánchez (Cuba); El camino a Guantánamo, de Michael Winterbottom y Mat Whitecross (Reino Unido); El violín, de Francisco Vargas Quevedo (México); Elsa y Fred, de Marcos Carnevale (España-Francia); La Perrera, de Manuel Nieto Zas (Uruguay); Play, de Alicia Scherson (Chile); Teo, cazador intergaláctico de Sergio Bayo (Argentina-España); Viva Cuba, de Juan Carlos Cremata (Cuba-Francia); Cama adentro, de Jorge Gaggero (Argentina-España); Cocalero, de Alejandro Landes (Bolivia-Argentina) y Cuando me toque a mí, de Víctor Arriegui (Ecuador-Venezuela); una selección que demuestra un abanico de alternativas para todos los apasionados del séptimo arte (...)".

Si bien esto es un adelanto importante en la distribución de nuestro cine, no dejo de hacerme varias preguntas: ¿Se trata de un logro verdaderamente prolífico? ¿Llegan esas películas al exterior? ¿Dónde se venden a nivel nacional? ¿Cuáles son los criterios y mecanismos para distribuir una película con Amazonia? Creo que el tema de la distribución no sólo es importante sino harto interesante. Ahora que me voy a Venezuela por un rato, trataré de reunirme con la gente que sabe de esto. Veremos.

Vía/Radio Nacional de Venezuela

jueves, 8 de enero de 2009

Sony se lanza a competir con Flip Mino

Por Carlos Caridad Montero
(Carlos es conocido por ser el editor de Blogacine. Siendo que Carlos es ducho en cuestiones técnicas y equipos, le pedí ayuda para hablar de las mini y no las dió, ello a pesar de que esto implica escribir para un blog que trata el mismo tema que el suyo. A lo mejor y lo enganchamos y nos esribe un artículito sobre la parte técnica de vez en cuando. Gracias bróder).

Tiempo atrás, Vicente me pidió un post sobre la cámara de bolsillo Flip Mino. El diminuto aparato acababa de ganar cierta notoriedad al convertirse en la "cámara oficial" del primer evento en vivo de YouTube. Vicente quería saber mi opinión, si se podía hacer una película con una de esas cámaras. En aquella oportunidad, no bien escribí las primeras líneas, comenzaron a suceder cosas que me impidieron terminar el artículo.

Después de tanto tiempo, quizás no tenga sentido escribir sobre la Flip Mino. No porque sea una mala cámara, que no lo es. No para lo que fue concebida, al menos: como una cámara tan sencilla de usar como un iPod, con buena resolución para su tamaño y precio, y destinada a los fanáticos de las redes sociales y páginas web de video. ¿Que si se puede hacer una película con ella? Desde luego que sí. Todo depende de qué tipo de película.

Ahora quizás tenga más sentido hablar de la nueva línea de cámaras de bolsillo de Sony, Webbie, recién presentada en la CES 2009 en curso. Sony dio a conocer dos modelos: la MHS-CM1 y MHS-PM1 HD . La primera tiene un diseño tradicional, horizontal, con monitor lateral desplegable. El diseño de la segunda es vertical, con lente pivotable (270º), lo que la hace ideal para videocasting. Vienen equipadas con un sensor CMOS de 5 megapixeles, zoom de 4x y pueden hacer fotografías de hasta 5 megapixeles de resolución. Tienen más botones y controles que la Flip Mino y, lo mejor, pantallas más grandes y con buena imagen –el punto flaco de la Flip.

La línea Webbie viene equipada además con un software interno que facilita la subida de las imágenes a la red, a sitios como Shutterfly, Picasa, YouTube, Dailymotion o Photobucket(Nótese la gran ausencia: Flickr).

La resolución máxima del video de la MHS-CM1 y la MHS-PM1 HD es de 1440x1080 a 30p (Flip Mino HD: 1280x1080). Ambas cámaras pueden registrar sonido stereo y vienen con un mínimo almacenamiento interno (12 megabites) expandible con tarjetas Memory Stick Duo (la línea de Flip Mino tiene almacenamiento interno, tipo Flash, no removible). Y, por si fuera poco, las Webbie tienen un precio menor que sus más cercanas competidoras: la MHS-CM1 saldrá al mercado con un precio de 200 dólares, y la MHS-PM1 HD se venderá por cerca de 170 dólares. La primera está disponible ahora mismo y, la segunda, lo estará en abril, en tres colores: naranja, morado y plata.

¿Sony Webbie o Flip Mino HD? Por ahora, Sony Webbie. ¿Qué opinas?

jueves, 1 de enero de 2009

Lo impelable para el 2009

Tenía mucho tiempo sin escribir aquí, tanto que casi me siento yo ahora como el invitado. Gracias a Dios hay gente competente que no ha dejado morir el blog. Me disculpan la ausencia pero a veces el tiempo es un lujo.

Mientras se termina este año y algunos reflexionan sobre lo mejor de este tiempo que termina yo prefiero ver hacia adelante y a modo de premonición ya hacerme una idea de lo que será impelable para el 2009.

Sin ningún orden en particular las siguientes películas se ven interesantes, intrigantes y entretenidas...por lo menos de lejos.


Taita Boves, dir. Luis Alberto Lamata. Primero tengo que decir que Lamata es mi director venezolano favorito, la razón para ello es que a pesar de un filmografía pequeña ha demostrado con cada una de sus películas una versatilidad y dominio del lenguaje audiovisual impecable. Esta película es una adaptación del libro Boves, el urogallo de Francisco Herrera Luque y solamente por el demo que rueda por allí la película parece impresionante. Si hay alguien que puede hacer una película que hable de la vida de José Tomás Boves es Lamata. De todas maneras y por si a acaso espero que Taita Boves este más cerca de Jericó que de Miranda Regresa.

La Reina del Sur, dir. Jonathan Jakubowicz. La verdad no he podido encontrar mayor información sobre el estatus de esta película. Por lo menos lo que parece ser el casting principal está listo con Eva Mendes (dios que jamón), Josh Harnett y Sir Ben Kngsley a bordo. La novela homónima en que se basa está escrita por el señor Arturo Pérez-Reverte y podría describirse como un Scarface femenino a lo tex-mex. Mucho más allá de la premisa del largometraje o del casting que promete creo que lo importante será ver si Jakubowicz puede hacer algo más impresionante que su seminal Secuestro Express (2005). Yo estoy casi seguro que así será.

The Lovely Bones, dir. Peter Jackson. Luego de que el resto del mundo supiera quien es Peter Jackson (la otra parte ya lo conocía por sus primeras películas de terror-gore de bajísimo presupuesto, elementales) por la trilogía del Señor de los Anillos, el amigo se lanzó en un remake de un clásico como King Kong, si bien la película no fue la gran vaina que todos esperabamos por lo menos entretuvo. Al parecer después de pagar su cuota con lo épico el señor Jackson viene con un cambio de registro que yo por lo menos agradezco desde aquí. Un drama con tintes sobrenaturales que envuelve un asesinato y la venganza posterior. SI hace una película la mitad de arrecha de lo que es Criaturas Celestiales, Peter Jackson tendrá asegurado el cielo.

Los Abrazos Rotos, dir. Pedro Almodóvar. Yo soy de los que piensa que Almodóvar tendría que haberse quedado haciendo películas como Átame, Matador o Entre Tinieblas, pero bueno no se puede ser un rebelde toda la vida y este pana ha refinado su arte al pasar de los años. De lo último creo que La Mala Educación es su mejor película. Al parecer esta última también tendrá toques de thriller y noir en una historia que se desarrolla paralelamente dos espacios de tiempo distintos. Yo me pregunto si ALmodóvar habrá abandonado la idea de hacer ese guión que tenía llamado Tarántula, donde un cirujano se ve obligado a hacerle una cirugía plástica al tipo que violó a su hija...

Che: The Argentine/Guerrilla, dir. Steven Soderbergh. Sinceramente no he visto todas las películas que giran en torno a la figura del Che, y las que he visto sinceramente no han enriquecido o desmitificado si fuese el caso a Ernesto Guevara. Yo en lo personal pienso que Soderbergh es el indicado para tal tarea, primero porque creo que el cineasta americano está desembarazado de todo compromiso ideológico y puede tratar a la figura del Che como algo casi científico. Claro puedo estar yo equivocado y resulta que Soderbergh es un comunista rajao'. En todo caso ya ha demostrado que es un cineasta competente y en ocasiones bien creativo y eso es suficiente para mi. Espero poder ver la película en su totalidad y no separada como se le está proyectando actualmente.

The Wrestler, dir. Darren Aronofsky. Coño cualquier película con Mickey Rourke vale la pena por lo menos verla. Si a eso le agregamos el hecho que detrás de la cámara está uno de los directores más interesantes e inclasificables del cine norteamericano actual pues ya es obligada su visión. Mucho más sabiendo que este es un cambio de registro para Aronosky que hasta ahora había nadado sobre las aguas de un cine que no se enmarca fácilmente en un género, ej. The Foutain (2006) o Pi (1998); si a eso le sumamos que The Wrestler ya se llevó un león dorado en Venecia ya hay un precedente. Ahora yo personalmente me muero por ver que va a hacer Aronofsky con la todavía indefinida nueva película de Robocop que en teoría dirigirá.

Watchmen, dir. Zack Snyder. Tengo que reconocer que antes de que aparecieran las primeras imágenes de esta película mi conocimiento sobre Watchmen era prácticamente nulo. Un pecado mayor siendo que ésta se reconoce como el mejor comic jamás hecho. Sin embargo el trabajo de Alan Moore (escritor de la misma) no era ajeno a mi, por lo menos en lo que respecta a sus encarnaciones cinematográficas (From Hell, The League of Extraordinarie Gentlemen, V For Vendetta). Hasta ahora Watchmen es una de las películas más anticipadas del año que viene, sinceramente creo que es difícil superar el nivel al que fue elevado el sub género de las películas basadas en cómics que logró The Dark Knight pero todo es posible. Lo único que veo en contra de esta película es que Snyder haya hecho el mismo sacrificio de lo visual por lo textual como hizo con 300, y si hay algo denso en Watchmen (la novela gráfica) es su texto. Esperemos que no sea solo un caramelo visual.

Inglourious Basterds, dir. Quentin Tarantino. Una de las críticas que menos entiendo con respecto al trabajo de Tarantino es su alta cuota de homenaje-referencia-plagio. Y yo me pregunto ¿el cine no es también como muchas otras cosas auto-referencial?, además cual es el peo de que se fusile las películas que le gustan. Brian DePalma no vivió la primera mitad de su primeros años como un imitador de Hitchcock?. En fin Tarantino cada vez parece exprimir más ese gusto por el cine desconocido y fuera de vigencia para el público masivo; ahora le dio por rescatar el nazi-explotaition sin embargo esta vez tendrá a un Brad Pitt respaldándolo (encarnando al Teniente Aldo Raine, quien tiene un particular gusto por recolectar el cuero cabelludo de los nazis que mata) en una historia que encuentra a un pelotón elite de los aliados que se embarcan en una misión de cazar a altos oficiales del Tercer Reich. Impelable.

Transformers: Revenge of the Fallen, dir. Michael Bay. No es raro que en cada tertulia cinéfila en la que tengo que citar a los directores que más me gustan siempre existe una reacción unánime de rechazo hacia Michael Bay, la verdad siempre he defendido al señor argumentando que existe un tipo de cine para cada realizador; y yo sinceramente no creo que haya otra persona capaz de hacer las películas que ha hecho Michael Bay. Si es cierto que no estamos hablando de obras maestras si son por el contrario en su propio terreno grandes películas. Armageddon tiene que ser el pináculo de las películas de desastres; además de ser la única película que ha podido matar a Bruce Willis. Con respecto a Transformers creo que la disfruté mucho más desde una perspectiva de la nostalagia; si ud no creció con los androides probablemente le parecerá estúpido estar dos horas y media viendo robots gigantes cayéndose a coñazos, para quien no es así seguramente la secuela, que promete ser más grande en todos los sentidos, será toda una bendición.

[REC]2, dir. Jaumé Balagueró & Paco Plaza. Al ir al cine uno espera que lo sometan a una experiencia segura que trabaje principalmente con nuestras emociones, ya sean la alegría, la tristeza o el miedo. El año pasado sólo una película hizo todo eso: [REC]. Y seamos sincero esa onda de hacer una película de terror en estilo verité no es nada nuevo, y mucho menos el tema zombie. No obstante Balagueró y Plaza se han sacado de la manga una película excepcional una bofetada a los sentidos, imprescindible para el fanático incondicional del terror. Recientemente se anunció que el dúo regresará detrás de la cámara a someternos de nuevo al suplicio de sobrevivir unas horas más a la muerte. La cosa promete pues según se ha filtrado por ahí la película comienza donde terminó la primera.

Public Enemies, dir. Michael Mann. Otro de mis directores predilectos quien aquí se embarca en una película de época que cuenta la historia del arresto del gangster John Dillinger. Si hay alguien a quien se le pueda considerar maestro en estas lides es a Michael Mann, quien con Heat (1995) desmitificó dejó un antes y un después en el género policial. Interesante el hecho de que para ese entonces Michael Mann eligió a un Robert DeNiro y a un Al Pacino en plena forma de su arte. Esta vez ha hecho lo mismo con dos actores consagrados y con proyección a eregirse en nuevos monstruos: Johnny Depp y Christian Bale.

Biutiful, dir. Alejandro González Iñarritu. Como experiencias las películas de Iñarritu son algo dificiles de disfrutar pero como obras de arte son cuando menos bastante satisfactorias. Sus tres principales largometrajes destilan calidad por todos lados. Este nueva empresa en la que se embarca el mexicano tiene la particularidad de no contar como guionista con Guillermo Arriaga luego de un impasse que tuvieron una vez finalizada Babel. Ya la cuestión pinta bien con el elenco al haberse incorporado el ahora oscarizado Javier Bardem. Veremos que tal trabaja Iñarritu sin Arriaga, este último ya debutó por su cuenta con la película The Burning Plain que hasta ahora ha recogido muy buenas críticas.

Esa por los momentos es mi lista de impelables, probablemente no estén las más importantes del año que recién comienza, pero si están las que más me llaman la atención desde ya.