El último borne*

Anteayer pude ver The Bourne ultimatum, la tercera y supuesta última parte de la trilogía del espía Jason Bourne, interpretado por Matt Damon

Soy fanático de esta serie, principalmente porque me parece que las primeras dos películas estuvieron muy bien trabajadas, desde el concepto (un espía que es tan humano como máquina de asesinar, que sangra y que se despeina a diferencia de otros espías *tos*James Bond*tos*) hasta la realización (la cámara hiperkinética, las brutales actuaciones de los personajes secundarios, las persecuciones automovilísticas, y las golpizas que se da Bourne con los otros asesinos en cada país que tiene la mala suerte de visitar). Ciertamente, como lo han dicho hasta el cansancio los medios especializados, la trilogía Bourne es una "reinvención" del género de espías

Pero luego de ver la tercera parte me pregunto, ¿será que esta nueva fórmula ya está vencida? ¿tan rápido?

Ojo, no digo esto porque la película sea mala -- lejos de serlo, de hecho: hay actuaciones tan buenas como en las otras dos partes, la acción es brutal (de esas que le hacen a uno doblarse en el asiento), y los escenarios también brillan (Paris, Londres, Marruecos, New York)...

Lo digo porque la manera en que la historia de Bourne termina no me dejó para nada satisfecho. Es floja, muy floja. Es una manera incompleta de completar algo. Se resuelve demasiado rápido y demasiado "fácil" en comparación con lo que ocurrió para llegar al punto climático de saber la verdad. Obviamente no puedo saltar a contarles el final de la película porque no sé si la han visto, pero sí les puedo decir que después de salir de la sala la sensación que tuve y que sigo teniendo, es que necesito -- es más, ¡exijo! -- que se haga una cuarta parte para que se le dé el fin que se merece a esta historia. También lo digo porque en el fondo, termina siendo más de lo mismo...

¿De qué trata la película? Bourne (Damon) sigue buscando su identidad, sigue intentando averiguar quién es realmente, de dónde salió, por qué es cómo es y quién lo hizo así (preguntas medio respondidas en las dos películas previas). En su camino se topa con los malos de la CIA, en esta oportunidad liderados por un realmente malvado David Strathairn, pero ahora contará con algo de ayuda interna de parte de Joan Allen quien repite su rol como la directora seccional o regional o algo similar, pero con buen corazón. También le ayuda Julia Stiles, la única otra actriz en aparecer en las tres cintas (creo, corríjanme si me equivoco -- y no, no cuento a Franka Potente). Como es de esperarse, a su paso tendrá que enfrentar a los otros asesinos "como él", a la policía de los diferentes países, y sobretodo a su propia memoria que cada vez le trae más y más flashbacks

Uno de esos asesinos contra los que se entra a golpes Bourne es Paz, interpretado por el Venezolano Edgar Ramírez. Siendo completamente justo y objetivo, la participación de Ramírez es importante, mas no es extensa. Solamente aparece en dos segmentos de la película y apenas tiene una línea de diálogo (cosa que por cierto es normal en los asesinos, recuerden a Clive Owen y sus dolores de cabeza en la primera parte, o a Karl Urban en la segunda). Me dió la impresión -- y esto es algo que me obligará a volver a ver esta película -- de que Ramírez y Damon nunca comparten escena. No recuerdo ni un solo plano donde salgan los dos a la vez, pero pudiera estar equivocado. En cualquier caso, hay que darle un aplauso a Ramírez por haber llegado tan lejos y esperemos que esta participación no sea sino la llave que le abra muchas más puertas en Hollywood (o Europa, o Bollywood, o a donde quiera que sea que lo lleve el destino)

En líneas generales, The Bourne ultimatum es una muy buena película, un poco decepcionante como cierre de historia, pero con mucha más carne que hueso. Yo la volvería a ver y me compraría el DVD (cuando salga la edición super especial con las tres películas, por supuesto), así que se las recomiendo abiertamente

* El título del post se debe al speech del empleado de Cines Unidos Los Naranjos que nos agradeció por preferir ese cine, nos comentó que le podíamos pedir que subiera o bajara el aire acondicionado, y nos invitó a que disfrutáramos de la película "El último borne", probablemente dejando en claro que antes de trabajar allí había pasado sus días en un taller mecánico...