jueves, 18 de junio de 2009

BESTIARIO CINEMATOGRÁFICO VENEZOLANO. SEGUNDA PARTE: LOS PRODUCTORES

Por Sergio Marcano

Importante por múltiples razones que van desde: hacer y
llevar los cálculos monetarios de la realización de la
película, -algo casi tan importante como el guión, y que, no
está demás decir, es una habilidad que no se le da a todos lo
mortales-; hasta abrir y cerrar el set para que todo esté
listo y preparado para que todos los demás en el equipo
técnico y artístico hagan su trabajo. A mi manera de verlo la
verdadera espina dorsal de la realización audiovisual y
cinematográfica.

Una de las figuras esenciales en la realización
cinematográfica es un(a) productor(a).
A algunos de los que cito a continuación, las y los he
conocido, padecido, odiado, querido e incluso amado
personalmente; otros simplemente son frutos de cuentos y de
historias de caminos, estrenos y bares donde el cine termina
por ser una conversación nutritiva, necesaria, importante y
definitivamente interesante.

Sin más perorata les dejo con otro rubro particularmente
variopinto e interesante dentro de la comunidad audiovisual y cinematográfica venezolana: LOS PRODUCTORES.

LA MODOSITA: El ideal para muchos directores del medio –sobre todo de los viejos verdes-, una chica inocente, seguramente virgen, que viene de una familia disfuncional –¿Por qué otra razón trabajaría en el cine?- trabajadora, que día tras día –fines de semanas, incluso días de fiesta nacional, a pesar de que no le pagan sueldo- está esclavizada, dedicada completamente al proyecto.

LA DE LA DILIGENCIA: A este personaje no le gusta la producción, terminó en ella por diferentes causas que no necesariamente están ligadas a la vocación. Cotidianamente no tiene tiempo para dedicarse al cine o al audiovisual porque su vida personal es muy complicada, pero aún así se compromete. Al parecer no saber decir que no.

Cuando se esfuerza puede llegar a ser comprometida, simpática y hasta muy trabajadora, pero casi todos los días tiene una emergencia, económica, médica, familiar, un examen en la universidad, un viaje repentino y relámpago al exterior o al interior, una diligencia que necesita de su tiempo y atención, cualquier cosa que no le permita cumplir con su trabajo le puede suceder.

Al final del día, nada está hecho, y el resto del equipo termina por ser el que resuelve las labores.

Cuando se siente acorralada por los reclamos de incumplimiento que se le hacen a la hora de las entregas, ella pierde los estribos, grita, aúlla y patalea, justificándose desesperadamente, sin escuchar, ni entender razones. Se convierte así en aquello que los gringos llamarían una “drama queen”: una criatura inocente, libre de culpas, víctima de la vida, del destino y en especial de aquellos seres perversos que reclaman su presencia y profesionalismo.

EL CHARLERO: El talento de este personaje reside fundamentalmente en la capacidad de engatusar a través de la labia, una muy bien desarrollada en alguna escuela o taller nacional o internacional; suele tener un vocabulario lleno de palabras grandilocuentes, y siempre, venga al caso o no, habla de sus múltiples contactos, amigos y compañeros top del medio nacional o internacional, con quienes –por supuesto- tiene negocios de diferentes cuantías e importancia.

Es una criatura muy hábil, capaz de hacer creer al que menos se lo sospeche e imagine, de los dotes que posee como gran productor.

A la hora de la chiquita este personaje es totalmente incompetente, delega todo su trabajo al equipo que ha armado y no es capaz de resolver calmadamente la más pequeña adversidad.
En esos momentos, por supuesto, todo lo malo es responsabilidad de la irresponsabilidad de los terceros involucrados en su equipo, y en caso contrario, cuando las cosas salen bien, todo lo positivo es directamente fruto de su esfuerzo, buen desempeño laboral, de su amplia capacidad productiva y de su mas férrea responsabilidad.

EL EMBAUCADOR: Este personaje es como el pimentón: está en todos los guisos. Tanto en los del gobierno, como en los de la oposición. Es un tipo hábil y lleno de contactos.

Te contrata -como se contrata a un electricista o a un plomero- para que hagas un trabajo audiovisual, normalmente aburrido y gobiernero u oposicionista -en el peor y más obvio sentido político jalamecate-propagandístico-publicitario que se pueda imaginar o concebir-. Acuerda contigo verbalmente una cantidad de dinero por la realización del trabajo en cuestión.

Paga viáticos hambreadores –si es que los paga- y te hace cumplir horarios extensos y agotadores.

Mientras realizas los trabajos, le ves comprarse propiedades, carros último modelo, relojes caros, joyas para sus mujeres, perfumes costosos, ropa nueva y hacer múltiples viajes al exterior.

Tu cheque siempre tarda meses en salir. Este personaje siempre te tiene una excusa nueva e incluso creativa para atrasar el pago de tu dinero.

Cuando el cheque llega finalmente a tus manos las cifras son inferiores a las pactadas. Al momento en que le haces el reclamo te deja claro que lo que te está dando, en un medio tan competitivo como este, es una oportunidad de oro que tienes que saber valorar.

LA TREPADORA: Se caracteriza por escuchar atenta y cuidadosamente a todos los que le rodean. Le gusta hacerse la imprescindible y siempre te hace escuchar lo que quieres oír con una sonrisa. Siempre está maquinando en silencio y reuniendo información.

Es simpática, amable, parece tu amiga, pero definitivamente no lo es. Considera a todos los que la rodean un empleado más, prescindible en la compañía -así sea ella la que está llegando-.

A base de halagos e incluso de sexo se hace la mano derecha de la autoridad máxima de la productora.

Subestimar y subvalorar verbalmente el trabajo de los demás ante el jefe es la característica que más la define, en el momento justo de debilidad será ella quien se encargue de dar el empujón necesario para quitarte de su camino.

Una persona de quien cuidarse, el tipo de personas de las que hablan cuando dicen que hay serpientes en piel de cordero.

EL EMBAUCADOR DE CUELLO BLANCO –O ROJO-: Su herramienta esencial es las manipulación, te arma villas y castillos, te promete un futuro de éxito y de bienestar económico, te hace creer que tu lo acompañarás al Olimpo, al Oscar, a Cannes, te calienta el oído, te dice exactamente lo que quieres escuchar, hasta que finalmente muerdes el anzuelo, entonces te deja hacer todo el trabajo –el limpio y el sucio, el creativo y el técnico-, pones tu carne en el asador, te esfuerzas por una ser parte esencial y diligente de su equipo. Por ser el mejor.

Todo continúa de este modo hasta que una mañana, como cualquier otra, despiertas a la noción de que todo lo que te rodea es una farsa y te das cuenta de que a pesar del tiempo y del esfuerzo que has puesto de tu parte estás en el mismo estatus en el que comenzaste, te das cuenta del doble discurso y comienzas a notar que este personaje te disminuye con cada una de sus palabras, mientras alimenta los aspectos más bajos y oscuros de tu autoestima, mientras no te paga beneficios sociales y te hace devengar un sueldo más bien hambreador.

LA TOP: Una mujer muy importante –en lo que a estatus del medio respecta, porque tiene la edad y la experiencia, ha hecho publicidad, televisión, cine y conoce a tutiri mundache-, sexy, fancy, centrada en su trabajo, precisa, exacta, a ratos bondadosa, a ratos perversa, sencillamente está libre de pasiones personales, siempre está a dieta y sólo toma bebidas light. Encarna los aspectos sibaritas de su vida cotidiana sin pretensiones.

Es capaz de sacar dinero de debajo de las piedras y de levantar casi la totalidad del dinero de todo lo que se propone producir.

Verdadera zorra del cine venezolano –en el mejor y en el peor sentido de la expresión-. Uno de los personajes creados por Gustavo Michelena para el guión de “Carmen la que contaba 16 años” de Román Chalbaud decía una frase que se le ajustaría como anillo al dedo a las de su tipo: “Esa mujer es el diablo en pantaletas”, amazonas de la cinematografía, personajes casi mitológicos, sin duda raras avis en el cine venezolano.

Como es fácil de imaginar, también hay versiones masculinas de este personaje.

EL GENTLEMAN: Sr. del cine nacional, inteligente, muy culto –al menos a nivel cinematográfico-, amable, con la inteligencia y la capacidad de escuchar las propuestas audiovisuales que le presentan –sobre todo aquellas de las nuevas generaciones de realizadores-.

Si le interesa tu proyecto, y ve que el proyecto puede ser beneficioso para su productora –monetariamente hablando-, apuesta por ti y es capaz de ayudarte a armar el proyecto y tratar de conseguir el dinero a través de sus colegas y contactos en las instituciones del Estado.

Una vez llega el dinero –su poder en el medio por momentos es verdaderamente efectivo- se arranca a producir y post producir; pero como es fácil de imaginar su casa productora se queda con buena parte de la “tajada” monetaria. Su estatus económico es claramente su prioridad. El resto del equipo –incluyendo al creador del proyecto- trabajan recibiendo sueldos exiguos y hambreadores.

Un personaje particular, con el que siempre establecerás una relación de amor-odio. Pero que en un medio tan excluyente como el nuestro, representa clara y definitivamente –sobre todo para las nuevas generaciones- ni más ni menos que al Sr. de las oportunidades del cine venezolano. Raras avis en el cine nacional.

LA FAMILIAR: Este personaje te convierte en su familia instantáneamente.
Te llama miles de veces para verificar que todo esté andando correctamente, te invita al cine, al teatro, a un concierto, a su casa, a comer, a cenar, es sumamente atenta, conversadora y muy trabajadora. Poco a poco se gana tu cariño y se hace imprescindible.

Un vez que es parte del equipo comienza a vender los talentos de este “maravilloso y sumamente talentoso tipo al que tienes que conocer” -un hermano, primo, novio, ex novio, marido, camarada, conocido u amigo- a quien quiere meter en el medio.
El problema es que este hermano, primo, novio, ex novio, marido, camarada, conocido u amigo no esta verdaderamente interesado en el trabajo. Y cuando finalmente es contratado, simplemente no le pone ganas, pasión, ni interés al trabajo, hace las cosas con desgano y de un modo bastante improvisado, apresurado, que raya incluso en lo mediocre.

Pero ojo al momento de criticarlo. El trabajo de su hermano, primo, novio, ex novio, marido, camarada, conocido u amigo ha de ser apropiadamente elogiado e incluso sacralizado. De lo contrario serás execrado del cariño o círculo cercano de la familia. Algo que dependiendo del grado de cercanía emocional que hayas desarrollado con el personaje en cuestión, puede llegar a ser doloroso o simplemente ridículo.

EL DE REACION TARDIA: Le caracteriza su poco sentido de la practicidad. Siempre cree que tiene una súper producción a sus espaldas y nunca termina de entender la precariedad del medio en el que se desenvuelve.

Todo lo deja para última hora. Pero tiene tanta estrella y buena suerte que siempre logra resolver lo planteado justo al último momento.

Muchas veces está en la producción porque es el oficio más ofertado en el medio. En criollo: es un paracaidista. Su verdadera vocación es la dirección de fotografía, o la dirección.
Aun esta muy jojoto –muy joven e inocente- pero es perseverante y del tipo que alcanza sus metas.

EL ARIO: Es extranjero. Catire -rubio- muy probablemente.

Una característica que en un país que prioriza lo extranjero antes que lo nacional, como en Venezuela, le abre si no todas, muchas de las puertas necesarias para entrar al medio.

Nadie sabe hacer las cosas como él. Siempre te lo deja claro con sus comentarios y su actitud. Todos son inferiores a su sabiduría y entendimiento europeo o norteamericano. Él se encarga de todo: guión, cámara, sonido, dirección, producción, edición, musicalizacion y mezcla. Pero en medio del proceso, en todos y cada uno de los rubros, él le echa el carro de las responsabilidades a los demás de su equipo.

Todo se hace con el mínimo indispensable. El dinero para él no es el camino sino la meta.

Tiene un perro fiel –un criollo inocente y ansioso de aprender a toda costa el arte audiovisual y cinematográfico- que hace las veces de guionista, productor, fotógrafo, sonidista, director, editor, musicalizador, todo lo que hace falta para resolver los problemas y no gastar el capital del Ario.

Al final, con su pelo rubio y su sonrisa europea o norteamericana, el Ario se encarga de robarse todos los créditos de quienes colaboraron en el trabajo realizado.

EL EMOCIONAL: Este personaje siempre esta sonriendo y nunca para de conversar. Sin duda puede llegar a ser un tipo encantador y es por eso que se gana a todo el mundo.

Se podría decir que es de “la vieja escuela”, el sacrificio es su lema, “el amor al arte” es su forma de vivir. Con una sonrisa y con una labia bastante desarrollada lo resuelve todo como por arte de magia: abre puertas, amansa leones y encanta serpientes.

La realidad de un país en crisis (al menos para todos los que no nacimos en cuna de oro) siempre le hace enfrentarse a la dura realidad de que “el amor al arte” no resuelve la luz, el teléfono, el alquiler, el condominio, la comida, la ropa, y un gran etc, para aquellos que trabajan en su equipo.

Normalmente lo personal y lo laboral no tiene división. Tienes que estar totalmente entregado sin rechistar. Puede llegar a preguntarte: ¿pero es que tú tienes vida personal?

Aunque por momentos quieres asesinarlo, se las ingenia para que siempre estés a su lado y que incluso pongas tu hombro y tu esfuerzo para ayudarlo voluntariamente, sin importar el dinero involucrado en el proyecto.

LA PESO PESADA: Ella se hace llamar productora a sí misma, a pesar de que –al menos hasta donde sé- nunca ha producido nada.

Su abolengo audiovisual es de antigua data. Su poder en el medio es incuestionable. Los gremios son de muchos modos sólo una fachada para justificar jurídica o públicamente -ante las instituciones cinematográficas nacionales- sus decisiones con respecto a lo que debe filmarse y lo que no.

Es toda poderosa, caprichosa, malcriada, sectaria, despectiva, elitista y en líneas generales excluyente. Su palabra es ley y es ella quien de muchos modos establece el status quo cinematográfico nacional.

Forma parte de todas las comisiones de estudios de proyectos o de todos los comités ejecutivos desde la fundación del CNAC -por allá en el año 93- y es uno de esos oscuros personajes que hay que señalar cuando se habla de amiguismo, corrupción y nepotismo al momento de la escogencia de las películas que se hacen año tras año.

Es decir una de las principales responsables del desfase estético y argumental del cine venezolano contemporáneo. Un personaje verdaderamente oscuro.

Y bueno, hasta aquí nos trajo el río en este rubro y por esta oportunidad.
¿Les parece reconocer alguno?
¿Les parece que exagero o miento?
¿Creen qué hablo desde mi resentimiento, mi soberbia?
¿Qué tengo la razón?

Todo es posible. En todo caso, -como siempre- les dejo claro que estas palabras, comentarios y reflexiones, son sólo el fruto de mi experiencia e impresión personal –que he ido formando con el paso de los años de trabajo- acerca de este medio criollo que tenemos y que para nada pretendo alzarme con la razón.

Así que una vez màs les invito a todos los que lean estas líneas a descubrir por ustedes mismos la verdad –si es que algo como eso existe- sobre LOS PRODUCTORES de este medio, presentándoles proyectos, dirigiriendo, haciendo cámara, sonido, script en cualquiera de los rodajes nacionales, o a hacer cualquiera de las fases de la postproducción de una película de ficción o documental venezolana, o quizás, simplemente a hablar con cualquier de ellos en cualquier estreno, foro, clase o pasillo donde estos se encuentren pululando.

Y entonces serán ustedes los que me contarán su impresión.

5 comentarios:

  1. Oh por Dios, jajajaja que grande

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  2. Tenía tiempo que no me reía tanto. Muy divertido; incluso mejor que el anterior. Siga así y, como son las cosas en este medio, nadie que se "encuentre" en la lista le volverá a ofrecer trabajo. For sure.
    Saludos.

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  3. No cuesta mucho poner nombre y apellido a estos seres -bestias- que aquí se describen con tanta precisión.
    Que llegue a ellos esta radiografía y que por un ratico, en su fuero interno, se sepan aquí retratados. Ya nosotros sabemos quienes son, así que no se fajen mucho sujetarse la máscara.

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  4. Está muy ingenioso. Me recuerda una anécdota de Fellini (que decía odiar a los productores) en la cual al parecer, éstos le recriminaban haber hecho una peli como "Las noches de Cabiria" y le increpaban: "después de putas, transformistas, enanos, hermafroditas... qué carajos quieres hacer ahora??" A lo que Fellini respondía: "ahora haré una película sobre seres peores y más desgraciados que los que han enumerado: sobre los productores". La peli que siguió fue "Ocho y Medio".

    Saludos y éxitos,

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  5. Buena anécdota.
    La escena más memorable de Ocho y medio es la del productor amarrando por el pie al director para que no se le vaya volando...
    http://tinyurl.com/mogmf3

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