
La respuesta probablemente variará de acuerdo a los gustos, prejuicios, formación, orientación política o religiosa de cada quien. Hay más posibilidades de que un activista pacifista disfrute “Bowling For Columbine” a que lo haga algún connotado (o no tan connotado) miembro del “National Rifle Association”. Es también probable que un luchador del “Centro Simon Wiessenthal” valore mal “El Triunfo de la Voluntad”, por considerar que se hace apología del nazismo. Para quien considere que las formas visibles u ocultas de lo cotidiano encierran una belleza sublime, “Berlín, Sinfonía de una Ciudad” puede resultar una experiencia casi religiosa y, sin embargo, para alguien no afín, un somnífero insoportable.
Por eso, creo que hablar de buenos o malos documentales (y muchas otras cosas más) es poco útil.
Quiero entonces hacer una lista de algunos de los documentales que más he disfrutado y que, aunque pueda encontrar estupendos, alguien podrá encontrar muy malos o aburridos.
La Batalla de Chile (1973-1979)
Sin duda, uno de los documentales latinoamericanos más poderosos que se han realizado. Un esfuerzo que retrató, en toda su intensidad, el que fue un verdadero intento revolucionario, preñado de idealismo y sustentado sobre las bases de un esfuerzo colectivo genuino: el gobierno de la Unidad Popular en Chile.
Sus tres horas de duración nos transportan al año 1973, las conspiraciones, sabotajes y huelgas que prepararon el terreno para el infame golpe militar de septiembre.
Es notable que esta película no pudiera exhibirse en Chile hasta 1990, convirtiéndose en una exilada más, de país en país y de premio en premio, esperando regresar a casa.
Hotel Terminus (1989)
Una obra maestra de un cineasta acostumbrado a ellas: Marcel Ophuls. La vida y milagros de Klaus Barbie, el “Carnicero de Lyon”. Un paseo por la ambigüedad moral sobre la que se sustenta nuestra civilización: comunistas que delatan a sus compañeros de lucha; nazis irredentos, satisfechos y orgullosos de sus monstruosos crímenes; curas que ayudan a escapar a criminales de guerra; derechistas e izquierdistas europeos que se unen para ocultar la verdad; agentes de los servicios secretos norteamericanos haciendo castings de genocidas para enrolarlos en su lucha por la libertad y la democracia; veteranos hitlerianos en la construcción del edificio dictatorial suramericano de los años cincuenta en adelante. Un maratón de cuatro horas de duración de altísima calidad.
Grizzly Man (2005)
Siendo un poco “escapista” yo mismo, no pude resistir engancharme desde el primer momento con la historia de Timothy Treadwell, un hombre complejo, desfasado, neurótico, temerario y, hasta cierto punto, iconoclasta. Pero, como suele ocurrir con este tipo de personaje (muy del gusto de Werner Herzog) hay también algo irresistible, irreverente y original en la actitud poco convencional del ecologista y su forma inusual de aprehender la realidad: a través del contacto íntimo con la naturaleza y, sobre todo, con los osos Grizzly. Suponer que era posible convivir con estas extraordinarias criaturas fue, a toda luz, un cálculo arriesgado, una apuesta audaz, de dramáticas consecuencias. La película que resultó posee mucho de estos atributos.
Trujillo: El Poder del Jefe (1991-1996)
Célebre serie de películas del legendario documentalista dominicano René Fortunato. Una retrospectiva de casi cincuenta años de historia política y social de la República Dominicana, finamente hilvanada. Uno de los puntos fuertes de estas películas es su ritmo vibrante, que mantiene al espectador pegado a su asiento en todo momento. No es de extrañar que “El Poder del Jefe” haya sido, a la par de críticamente aclamada, un éxito comercial que ha marcado un precedente para el género de cine documental en América Latina.
Capturing The Friedmans (2003)
La historia de cómo se destruye la familia de los Friedman, en tiempo real, es un espectáculo duro de tragar que, sin embargo, ha cosechado críticas entusiastas en todo el mundo.
Parecería ficción, pero no lo es. Los cargos de pederastia contra Arnold y Jesse Friedman resultaron en una condena por parte del jurado. Los restantes miembros de la familia narran el profundo efecto que esta experiencia tuvo sobre sus vidas. Un documental poderoso e inquietante, que nos habla también sobre el funcionamiento de la sociedad, los medios y la justicia.
Bowling For Columbine (2002)
Este entra en el campo de los gustos y disgustos. Muy en la línea europea sobre el tema, sostengo un rechazo absoluto hacia las armas. Creo que “no hay arma buena” ni razón que justifique que nadie vaya armado. Para los que así pensamos, esta película de Michael Moore es casi un manifiesto contemporáneo. Una visión aguda, crítica y sistemática de la terrible y atávica relación de los Estados Unidos con las armas de fuego, una de las grandes sombras de la que es, indudablemente, una nación poseedora de inmensas virtudes.
Se debatió sobre el trato desconsiderado que pudo haber dado Moore a Charlton Heston en una entrevista que mantuvieron para el documental. Se argumentó que la avanzada edad del mítico actor fue explotada por el documentalista para crear un momento sensacional a costas de la humillación de un anciano. Esto podría discutirse; lo que no admite discusión, en todo caso, es la pública defensa que durante décadas hizo Heston del uso de armas. ¿No están todos los entusiastas de las armas expuestos a severas críticas? Por supuesto, el oponerse al uso de armas es un derecho que todos tenemos, y en mi caso, también un deber. Así que este documental por razones más que obvias, fue como música para mis oídos.
Gómez y su Tiempo (1975)
Un trabajo esencial de Manuel De Pedro para todo aquel interesado en comprender no sólo la larga tiranía gomecista, sino los verdaderos sustentos de los regímenes venezolanos: militares y grupos económicos. Gómez (el “César Democrático” de Vallenilla Lanz) conoce a Venezuela y sabe cómo dominarla: crea las Fuerzas Armadas (a su medida) y patrocina una elite económica corrupta y servil, con absoluta dependencia del dictador: aduladores creativos e incansables. Para el resto de los actores sociales, como suele ocurrir, la receta de siempre: discriminación efectiva, plomo y cárcel.
À Propos de Nice (1930)
Una cinta precursora del cine documental de contenido social, realizada por Jena Vigo (en colaboración con Boris Kauffman). Tomando en cuenta que se trata de una película muda realizada a finales de los años veinte, resulta admirable lo entretenida y efectiva que resulta en su exposición de un colectivo frívolo, superficial y amante del fausto que se da cita en Niza año tras año. Un trabajo inscrito en el Kino-Pravda de Dziga Vertov que bien podría rodarse hoy día, por iguales o más demoledoras razones que hace ochenta años.
Etre et Avoir (2002)
Uno de los documentales más sencillos e interesantes que he visto en los últimos años. Georges López es un profesor de un pequeño pueblo francés. En su escuelita, la única de la zona, se agrupa a todos los niños en edades que van de los cuatro a los once años. El documental abarca un importante número de meses y se puede ver la dificultad, dedicación y vocación que este tipo de carrera requiere. Un vistazo a un tipo de escuela que representa tal vez la reminiscencia de otros tiempos, de otro estilo, de otra Europa. Un documento que recuerda a Edmundo De Amicis y su clásico “Quore”
Koyaanisqatsi - Life Out of Balance (1982)
Una trabajo fuera de serie de Godfrey Regio. Luego de casi treinta años, sigue siendo tan poderosa como el primer día. Algunos de los planos más increíbles que he vito, música sensacional (Philip de Glass) y lo más importante de todo cuanto pueda decirse de este portento de película: la valoración suprema del silencio, el más despreciado y necesario de los componentes de la vida.