Es el desierto, la nada, la sequía, el tiempo detenido, la muerte. Una lagartija se enfrenta a lo nuevo que realmente es viejo y está por acabarse. Camaleón al fin deberá mutar en otro ser y adaptarse o morir. Lo espera un paisaje lleno de lo que no da vida: tierra seca, calor abrasador, escasez de agua y unos habitantes de un pueblo mugroso y en decadencia acostumbrados a una existencia de mera supervivencia. Tendrá que convertirse en el redentor, encontrar su camino y salvar de la devastación total a unos seres de dudoso merecimiento de tal hazaña.
No se esperan lecciones filosóficas de esta clase en una cinta animada. Evidentemente no es una película infantil, Rango no es una cinta perteneciente a las casas productoras de dibujos animados infantiles como Pixar o Dreamworks, se trata de una co-producción de la Paramount Picture con el canal infantil Nickelodeon, dirigida por Gore Verbinsky, que podría ser parte de una incipiente ola de animación digital exclusivamente para adultos (ojo! no confundir con el porno animado tipo Hentai). Se han visto casos de este estilo como Monster’s House y Toy Story 3. Se trata de un producto de alta factura estilístico, con muchas referencias a distintos géneros, como el western y con un aire un tanto lúgubre en algunos momentos, no precisamente perteneciente al género comedia, podría aburrir ya que no es para desternillarse de la risa.
El comienzo en sí mismo ya augura una historia con final triste pues desde el principio 4 búhos cual mariachis, y en plan narradores de la historia, anuncian la muerte del protagonista, la lagartija solitaria que sueña con actuar en un gran escenario y por un accidente va a parar al desierto de Mojave, un ambiente peligroso y hostil donde se encontrará con un pueblo marchito en el que sus habitantes son literalmente animales rastreros, alimañas de toda clase, ratas, cucarachas, arañas, y una variedad de avichuchos y lagartos, todos seres impresentables, de sucia apariencia, fealdad por doquier, nada que ver con los lindos y coloridos personajes de las típicas cintas infantiles. Personajes feos, más un ambiente desértico, más una trama de desesperación por escasez de agua, no es precisamente un dulce cuento para contar a los niños. No obstante no es del todo descartable para el público infantil.
Rango llega a este polvoriento y olvidado pueblo desértico por casualidad, sin embargo se verá impelido a convertirse en la salvación, el Mesías que esperaban, la esperanza ante la inminente destrucción de su forma de vida ya bastante precaria. Las circunstancias lo obligan a convertirse no solo en un héroe casual sino que por supuesto en el camino se encontrará a sí mismo, con escenas que evocan personajes idílicos de sabiduría ancestral, que le lanzan acertijos filosóficos para que abra su mente y le llegue la iluminación necesaria que le ayudará a salvar a una jauría de animalejos de cloaca. Por supuesto que hay una gran conspiración, todo un plan que sobrepasa el entendimiento de Rango, se trata del destino, el futuro, una fuerza arrasadora, aquello que deja morir lo viejo para que nazca lo nuevo. No se puede ser más claro en cuanto al momento histórico por el que pasa un país como Estados Unidos en medio de la crisis financiera más fuerte de las últimas décadas. Rango es la metáfora perfecta de la actualidad, su protagonista no es precisamente el más bonito ni se le tiene mucha fe en un principio pero todos deben confiar ciegamente en él porque no les queda más remedio, y aunque es un camaleón solo cambia de color una vez en el filme, así que se infiere ese desesperado intento por seguir creyendo en un Obama, sea del color que sea.
Jhonny Depp se encarga de hacer la voz principal y hay una referencia a la cinta Miedo y Asco en Las Vegas protagonizada por él que no es casual, ya que Depp se empeña en ser el antihéroe emblemático y siempre a contracorriente, no se esperaría menos que fuera el escogido para hacer el papel del escurridizo lagarto medio tonto que será el libertador de aquellas criaturas miserables caídas en desgracia por obra del destino falaz. “Yes, we can!” de principio a fin!
Jhonny Depp se encarga de hacer la voz principal y hay una referencia a la cinta Miedo y Asco en Las Vegas protagonizada por él que no es casual, ya que Depp se empeña en ser el antihéroe emblemático y siempre a contracorriente, no se esperaría menos que fuera el escogido para hacer el papel del escurridizo lagarto medio tonto que será el libertador de aquellas criaturas miserables caídas en desgracia por obra del destino falaz. “Yes, we can!” de principio a fin!
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