domingo, 1 de mayo de 2011

Al Más Allá (Portillo, 2008)

"Al Más Allá"
Algunas semanas atrás, gracias a la invitación de una amiga, tuve la oportunidad de asistir a la proyección del último documental de Lourdes Portillo, titulado: “Al Más Allá” en Haverford, College, Philadelphia.  El evento, que cada semana presenta a un nuevo documentalista, contó con la presencia de quien, a mi modo de ver, es una de las realizadoras más valientes del género, la mera Lourdes Portillo.

Lourdes Portillo
Autora de más de una docena de documentales de creación, Lourdes se consagró al retratar por primera vez la cruda y bestial realidad de los feminicidios en Ciudad Juárez.  “Casi todas esas mujeres están hoy muertas” dice todavía con cierto dejo de tristeza y desolación al referirse a “Señorita Extraviada”, largometraje que por su profundidad y agudeza mereció el Premio Especial del Jurado en Sundance Film Festival, Mejor documental en el Festival Internacional de La Habana, el premio Néstor Almendros en el Human Right Watch Film Festival y el Ariel por la Academia Mexicana de Artes Cinematográficas.  
Afiche "Señorita Extraviada"

En lo personal, encontrar nuevamente a esta valiente chicana, autora también del drama de Selena mostrando su más reciente film, significó una oportunidad única sobretodo si tomamos en cuenta que el género documental cuenta con una difusión prácticamente nula fuera del espacio televisivo.  De modo que, tras veloces viajes en bus y tren, conseguí hacerme de una butaca en la que pude ver con gran emoción “Al Más Allá”, su más reciente filme.

 Acostumbrada a la seriedad de los trabajos mencionados  “Al Más Allá” me sorprendió al tratar de abordar el tema de una mujer que viaja a la Riviera Maya en busca de la historia de unos paquetes de cocaína que “supuestamente” aparecieron flotando, e intenta hacer de esta aparición una analogía entre el tráfico de drogas y el saqueo pre-colombino.  La descripción es tan disparatada como suena.  

Afiche del evento en Haverford, Phil.
Protagonizado por la famosa actriz mexicana de telenovelas Ofelia Medina, quien encarna a una documentalista ávida por encontrar esta historia; la peli se desarrolla con mucho sentido del humor y fina ironía que satiriza ciertas conductas “intensas” propias de muchos personajes que hacen vida en este medio.  Lo explícito que resulta ver un documental en proceso de realización nos impide como espectadores involucrarnos demasiado, pero esa es la intención.  La identificación con el personaje se da  a través de la risa que provoca ver a esta mujer refinada, caminado por un pueblo costero junto a su camarógrafo, mientras sudan la gota gorda bajo 40 grados a la sombra.  El sacrificio se asume en pro de abordar un tema tan delicado como el narcotráfico pero pronto la “documentalista” tropieza con lugareños que entienden perfectamente qué es lo que busca pero que no sueltan prenda. Y nadie suelta prenda porque en ese lugar no hay nada, al menos nada de lo que esta mujer, que se parte la cabeza frente a un guión y diserta frente a las pirámides mayas, quiere encontrar.  El único punto de tensión ocurre en un momento en el que el “crew” se queda sin gasolina y aparece un chico en moto que se detiene agresivo detrás de un poste de luz, haciendo gesto de desenfundar una pistola y gritando que no lo filmen.  De resto, el documental pasa rápida y agraciadamente mientras punza ligeras pero ácidas reflexiones acerca de las frivolidades que abundan en el mundo de la creación audiovisual.   

Con Lourdes Portillo y Laura Deutch
En un soplo, las luces se apagan y Lourdes aparece para la sesión de preguntas y respuestas. ¿De dónde surge la idea de hacer un documental de la filmación de un documental? ¿Por qué usar a una protagonista de telenovelas como alter ego? ¿Qué hizo que Lourdes Portillo se arriesgase a emprender un documental cómico y experimental que mezcla ficción y veracidad?

 La idea, según Lourdes, salió sin mucho pensar.  Ella sólo sintió que era el momento de estar detrás de la cámara parodiándose a sí misma y grabando a los compañeros que durante años la han ayudado detrás de ellas, en una jornada menos dura y dramática.  La actuación de Ofelia Medina respondió también a este propósito: Si uno se retrata a sí mismo, ¿debe hacerlo a través de un personaje idéntico a uno, ó más bien, a través de uno completamente opuesto? La intención de Lourdes fue reírse de sí misma, pero desde luego, esta parodia se hace desde el respeto y el cariño.  La realizadora aclara que Ofelia Medina ha sido una luchadora por los DDHH en México, actividad que, como este documental, ha realizado de forma filantrópica, desinteresada.

Imagen de "Señorita Extraviada"
La respuesta a la última pregunta creo que es la que resulta más iluminadora para quienes de una forma u otra nos hemos involucrado en proyectos referidos a violencia y que en consecuencia, han significado para nuestras vidas no sólo enormes gastos materiales sino también (y sobretodo) altos costos emocionales.  “Fue muy duro para mí hacer Señorita Extraviada. Después de hacerlo sentí que tenía que hacer algo que me reconciliara con mi profesión y con la vida, además de que tenía muy poco presupuesto”, dice Lourdes con su tono de voz dulce y pausado.  Y la verdad es que “Señorita Extraviada” es una joya demoledora, pero es una joya al fin porque examina desde la razón y la emoción una escalofriante realidad que sigue ocurriendo, impune, ante los ojos del mundo y que se ha expandido a otros lugares de la República Mexicana.  
  
En este sentido, podemos decir que Lourdes alcanzó el cénit al elevar al ámbito de las artes la voz de miles de mujeres salvajemente silenciadas.  Ahora, tras años de culminación y procesamiento de esa ruda tarea, nos invita a compartir con ella “Al Más Allá”, esto es, un poco de alegría, de reconciliación con la vida, de fiesta.

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