viernes, 4 de septiembre de 2009

Sangre, no muerte y amor eterno.

Por Sergio Marcano

-Evolución cinematográfica del mito vampírico-


Vampiros, no muertos, seres inmortales, amorales, aculturales, atemporales, sobrehumanos. ¿Cuál es la clave de nuestra evidente empatia hacía ellos?, ¿Por qué despiertan nuestra fascinación?, ¿en qué radica su encanto?

La respuesta quizás sea bastante fácil de encontrar, y es que todos los seres humanos, lo entendamos o no, lo queramos o no, lo aceptemos o no, nacemos para morir. Ellos, los vampiros, por diferentes causas ligadas a castigos divinos, a maldiciones religiosas, o a mordidas infecciosas –recibidas voluntaria o involuntariamente-, asistieron a la cita con la muerte y volvieron del encuentro conservando su yo para contarlo.

Ellos son claramente superiores a nosotros, poseen fuerza, velocidad y sensorialidad sobrehumana. Y su estancia en la tierra viviendo junto a nosotros, en nuestras sociedades, les ha permitido ser espectadores en primera fila de nuestros constantes cambios sociales, políticos, religiosos, morales; evoluciones o involuciones que con el paso de los años, les ha dotado de un entendimiento claro y concreto de lo que es la naturaleza humana, tanto para hacer el bien, como para hacer mal, ellos simplemente están más allá de esos parámetros.

A los estudiosos del tema les resulta complicado establecer el nacimiento del mito del vampiro, porque su leyenda se encuentra diseminada en muchas de las creencias mitológicas y folklóricas de casi todas las civilizaciones del mundo desde tiempos inmemoriales.

Lo que es seguro es que a partir de siglo XIX, con la llegada del romanticismo, comienzan a proliferar historias sobrenaturales y el vampiro es uno de los mitos mas populares a desarrollar por algunos novelistas, entre los que tenemos a John William Polidori quien escribe “El Vampiro” -1819-, o como Sheridan Le Fanu que escribe “Carmilla” -1872-, pero no es hasta 1897 que aparece la novela más famosa sobre vampiros escrita en el planeta tierra: “Drácula” de Bram Stoker, según dicen diferentes fuentes especializadas, inspirada en Vlad -el Empalador- Dracul, uno de los gobernantes más crueles y sanguinarios de la Europa oriental del siglo XV.

Una novela que tendrá un profundo impacto en el desarrollo de las historias de vampiros que serán llevadas a la pantalla grande casi desde el nacimiento del cine.

Y como este blog habla precisamente de cine, me he propuesto describirles un grupo de películas sobre vampiros que han alimentado, preservado y hecho evolucionar uno de los mitos más populares de la cultura pop internacional del mundo contemporáneo, películas imprescindibles, incluso necesarias para cualquier mortal que se precie de ser un amante del género de vampiros.

La primera película de vampiros que voy a mencionar es “Nosferatu, una sinfonía del horror” -1922- del visionario y vanguardista director alemán Friedrich Wilhelm Murnau, basada libremente en la novela “Drácula” de Bram Stoker, esto debido a que el estudio cinematográfico Prana-Film no consiguió los derechos de la novela original. En esta película el vampiro –interpretado magistralmente por Max Schreck- es un ser abyecto, maldito, de pálido rostro, lánguido cuerpo, afilados dientes –no colmillos- y definitivamente nada seductor.

Pero ya en este largometraje se perfilan por primeras vez muchos de los elementos que por años el cine respetará como características del vampiro, hablo de imposibilidad de ver la luz del día, rechazo a los crucifijos, así como el cándido enamoramiento del vampiro hacia el personaje femenino –una línea temática que, vale aclarar, no forma parte de la novela original de Bram Stoker-. Esta es sin lugar a dudas una de las películas más poéticas y a la vez más perturbadoras que se han hecho sobre el tema.

En 1931 en Estados Unidos, el prolífico y siempre interesante Tod Browning filma “Drácula” para la productora cinematográfica Universal, en esta película, basada en una versión teatral hecha para Broadway, el vampiro se convierte en un caballero de porte aristocrático y de noble estirpe, interpretado por, él hasta ese momento desconocido, Bela Lugosi, vistiendo siempre de smoking y con aspecto abiertamente sibarita.

Una de las características más interesantes, y que yo considero que vale la pena apreciar con particular interés en este clásico, es la perturbadora e irracional interpretación que hace el actor Dwight Frye al personaje de Rendfield, el asistente del conde Drácula, posiblemente la mejor y más convincente interpretación de este personaje hecha en lo que va de historia del cine. Para el año de 1958 Terence Fisher dirige “Horror of Drácula”, para la afamada productora de terror y ciencia ficción inglesa Hammer Films.

En esta versión el papel del conde Drácula está a cargo de uno de los actores que mejor encarnó al vampiro: Christopher Lee, quien se encargará de otorgar por primera vez al personaje esa carga sexual que hoy en día le es tan característica, una sensualidad que hará delirar de terror y de placer a las mujeres a lo largo de la década de los sesentas con todas y cada una de las películas posteriores que este film generó.

En todas estas versiones es muy interesante observar con detalle las puestas en escena, caracterizadas por unos muy imaginativos y definitivamente tétricos decorados góticos.

En el año 1971 Jess Franco estrena “Vampyros Lesbos” -hoy considerada por muchos fanáticos del cine de vampiros como una película de culto- La historia homoerótica de una seductora vampira llamada Nadine, protagonizada por la bella y definitivamente exuberante Soledad Miranda.

Uno de los aspectos más interesantes de la película es su ecléctica banda sonora, la cual sencillamente no tiene desperdicio, y que fue compuesta por el mismo director Jess Franco y los alemanes Manfred Hubler y Siegfried Schwab.

En 1987 Joel Schumacher dirige “Los Muchachos Perdidos” la primera película de vampiros adolescentes; aquí los vampiros son criaturas inmortales, despreocupadas, que pasan su vida de fiesta y cometiendo todo tipo de excesos. En esta cinta el mito del vampiro pierde por primera vez su anquilosada fórmula de abolengo social para convertirse en algo urbano, más cercano a la juventud del momento. Una película entretenida, sin pretensiones más allá del “box office” -los beneficios de taquilla-, de esas que se disfrutan ampliamente con una bolsa de pop corn.

Entrados los noventas, en 1992, Francis Ford Coppola dirigirá una de las películas más memorables del género de vampiros “Drácula de Bram Stoker” según rezaba el argot publicitario: la adaptación más fiel que se ha hecho a la novela original, esto a pesar de que se nos muestra en la película una visión mas digerible y edulcorada del conde y de que se incluye una vez más, la profunda historia de amor que comparten el conde Drácula y Mina Harker, una línea dramática que como ya comentamos anteriormente, NO sucede en la novela original de Stoker.

La película, obtuvo 4 nominaciones a los premios de la academia norteamericana –Oscars-, de los que, muy merecidamente, ganó tres: mejor diseño de vestuario, mejor maquillaje y mejor edición de sonido.

Es particularmente interesante observar en esta versión el sufrimiento del vampiro –interpretado con mucha convicción por Gary Oldman- quien incluso llega a llorar de amor por el personaje que interpreta Winona Ryder.

En 1994 Neil Jordan realizó “Entrevista con el vampiro” basada en la novela del mismo título escrita por Anne Rice. En esta película se detalla un vampiro casi humano que no se adapta al papel de depredador y que sufre remordimientos al momento de matar y alimentarse; también es interesante notar que los vampiros aquí retratados parecen ser seres asexuados que anhelan el amor homosexual, algo que se demuestra claramente en el deseo de estos vampiros por convivir eternamente al lado de otro vampiro de su mismo sexo; en efecto en esta película observamos claramente, y no de modo sugerido, a un vampiro masculino alimentarse directamente con la sangre de otro hombre.

En el mundo de la televisión, en el 2008 se estreno “True Blood” una serie definitivamente entretenida que propone interesantes avances en lo que al mito vampírico respecta, ya que su línea temática se desarrolla en un mundo en el que los vampiros salen a la luz pública y comienzan a vivir sus vidas directamente mezclados en la cotidianidad de los humanos.

Antes de terminar no puedo dejar de mencionar en esta lista la alucinada “Vampyr” de Carl Theodore Dreyer, donde se sugiere por primera vez la posibilidad de una pandemia vampírica, “La danza de los vampiros” de Román Polanski, donde salen el primer vampiro judío y el primer vampiro homosexual, “Nosferatu, vampiro de la noche” de Werner Herzog, una aterradora y muy interesante versión del “Nosferatu” de Murnau, “Blacula” de William Crain, película de “blaxploitation” –explotación negra- en la que se narra la historia del primer vampiro negro en la historia del cine, “Martin” del maestro del terror George Romero, la historia de un adolescente asesino que cree ser un vampiro, “El ansia” de Tony Scott, que de un modo muy sofisticado retoma el lesbianismo vampiríco y por ultimo “Let the right one in” de Tomas Alfredson, la muy interesante película que retrata un episodio en la vida de una pequeña vampira de 12 años.

La verdad es que creo que las historias de vampiros se multiplican y siempre nos resultarán atractivas, por un lado por la infinita necesidad que tenemos los seres humanos de ser entretenidos de lo que es nuestra cotidianidad habitual, y por otro lado por la capacidad que han adquirido estos personajes sobrenaturales para afinar y definir su naturaleza arquetípica como figuras de la muerte y del amor.

Así, claramente, cuando los vampiros estén ligados al mal, les veremos representados como criaturas mortíferas, asesinas y depredadoras, poseedoras de una crueldad malsana que muchas veces raya en el sadismo. Y cuando los vampiros representen al bien poseerán la capacidad de enamorarse y de amar con el ardor de una pasión irracional, arrasadora y sin barreras, que tiene la clara promesa de ser eterna.

Sin duda uno de los temores y de las ilusiones más grandes y atávicas que tenemos todos los seres humanos que aun no hemos atravesado el umbral de la muerte.

NOSFERATU F.W. Murnau


DRACULA Tod Browning


HORROR OF DRACULA Terence Fisher


VAMPIROS LESBOS Jess Franco


THE LOST BOYS Joel Schumacher


BRAM STOKER DRACULA Francis Ford Coppola


ENTREVISTA CON EL VAMPIRO Neil Jordan


TRUE BLOOD Alan Ball


VAMPYR Carl Theodor Dreyer


THE FEARLESS VAMPIRE KILLERS Roman Polanski


NOSFERATU Werner Herzog


BLACULA William Crain


MARTIN George A. Romero


THE HUNGER Tony Scott


LET THE RIGHT ONE IN Thomas Alfredson

8 comentarios:

  1. Se acordaron del Tío Jess!. Muy buena compilación. Igual yo como ñapa les recomendaría.


    The Addiction
    de Abel Ferrara


    Blade
    de Stephen Norringthon


    Near Dark
    de Kathryn Bigelow


    Vampires
    de John Carpenter


    From Dusk Till Dawn
    de Robert Rodriguez

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  2. Excelente artículo, aquí estoy cogiendo dato de las que no vi. Para los interesados, en México empezaron a hacerse pelis de vampiros antes de que la Hammer se lanzara sus clásicos con Cristopher Lee, quien por cierto, vino varias veces al país norteño.

    De las pelis mexicanas, rescato "Vampiro" 1956 y "El Vampiro sangriento", que mezcla elementos locales en su historia (presencia de la sayona, por ejemplo) y géneros. Pelis de terror, mezcladas con melodrama.

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  3. Felicidades. Entretenido artículo.
    Los vampiros nunca dejarán de interesar precisamente por los atributos que mencionas; los poderes sobre otros humanos y sobre los elementos de la naturaleza, su primigenia sensualidad -que viene de bien atrás, desde mitos judeo-cristianos- y quizás la más importante: La posibilidad de vivir eternamente, aunque queda más que claro que esto es una terrible maldición más que algo deseable.
    A tu magnífica lista, yo me tomaría la libertad de agregar:
    1- El Misterio de Salem´s Lot (Salem´s Lot) Interesante teleserie -posteriormente reeditada y estrenada como largometraje- de finales de los 70 en la que un pueblo es invadido por vampiros. Su más famosa secuencia incluye a cierto vampirito volador que asusta de verdad.
    2- La Noche del Espanto (Fright Night) De la misma época que The Lost Boys, quizás anterior, es una peli que aborda con humor y una indudable estética pop ochentera las andanzas de un fanático del horror al que un buen día, se le muda a la casa de al lado, un vampiro de verdad. Convertida en todo un hit, tuvo secuela, La Noche del Espanto 2.
    Saludos.

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  4. Otro título destacable es Vampiros en La Habana, la cinta de dibujos animados de Juán Padrón donde se plantea la posibilidad de que los vampiros puedan salir a la luz del día (una premisa que también se halla en la vampiros de Carpenter), a través de una sustancia llamada Vampisol: Es tremendamente divertida y además toca de manera muy inteligente la diatriba del socialismo Vs. el capitalismo. También me viene a la mente la ópera prima de Guillermo del Toro, Cronos, pues no siendo una película de vampiros como tal, si se alimenta de algunas premisas del sub-género en cuestión (la adicción a la sangre y la inmortalidad).

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  5. Es cierto lo de Cronos. Por otro lado, son varias las películas en las que los vampiros tienen la capacidad de mostrarse a plena luz del día. Alguien mencionó Blade (si mal no recuerdo salen a plena luz aunque sus poderes se ven mermados) y no recuerdo si en Entrevista con el Vampiro también se juega con esto. Drácula sale a pasear por Londres durante el día pero sus poderes son limitados. Con todo, es evidente que los vampiros alcanzan su máximo poder en horas de la noche.
    Por cierto, otra versión memorable de Drácula que olvidé agregar a la lista anterior fue la dirigida por John Badham el mismo año en que Herzog estrenó su Nosferatu, 1979. A diferencia de la muy personal y oscura visión de Herzog, la de Badham deviene en un divertimento vampiril que retoma el concepto del conde seductor a lo Bela Lugosi y una producción reminiscente de las viejas glorias de la Hammer británica. Con un Frank Langella más parecido a "El Puma" que a un hombre que ha estado No-muerto por más de 500 años, resulta al menos divertida. Sin duda, toca a la de Herzog pasar a la historia.
    Saludos.

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  6. Interesantes comentarios.
    Disculpen que no les contestara antes, estaba en rodaje...
    Yo me muero por ver esto de Michael Spiering, Peter Spiering:
    http://www.youtube.com/watch?v=7gni4S_t8Jg
    Promete.

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  7. Lo que no me gusta de los vampiros de ahora es que ya no tienen nada de sobrenatural ni de misterioso: en Entrevista con el vampiro el personaje de Brad Pitt colecciona cruces porque les parecen "bonitas",en más de una película de vampiros salen a pasear de día.

    Otra cosa es que nos dicen que el vampirismo es ocasionado por un virus que se contagia por vía sanguínea.

    Lestad no cree en Dios ni en el Diablo.

    Las estacas son cacharros decimonónicos más descontinuados que el VCD; ahora se usan balas con mercurio o "agua bendita" -lo único sagrado que al pararecer todavía funciona- aunque en Lost Boys nos explican que el agua bendita no es necesaria para matar vampiros -que basta con agua potable- y así es como matan a uno de los vampiros en ese clásico: le dan un baño al vampiro rockero en la bañera de la casa.

    Al parecer todavía hay que invitar a entrar a un vampiro para que este pueda invadir tu casa. Son más respetuosos que la policía local.

    Se ha ido eliminando la connotación sobrenatural del vampiro y de los zombis para darles explicaciones fantacientíficas.

    Lo sagrado se retira cada vez más del cine y gana espacio lo seudo-racional. Son épocas pragmáticas.

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