jueves, 28 de enero de 2010

¿Existen los vampiros?

Los vampiros dan para todo. En el caso específico del cine, la filmografía no sólo es variada sino extensa. Y compleja. Si se tiene interés en el tema y para tener una idea general al respecto, recomiendo leer el artículo Sangre, no muerte y amor eterno, escrito por Sergio Marcano en este blog. En el ensayo en cuestión Marcano nos habla de manera sucinta de la evolución cinematográfica del mito vampírico, echando mano para ello de breves reseñas de películas.

Lo cierto es que, al igual que la literatura, el mundo del cine está lleno de historias de vampiros. Uno podría pasar horas enteras escribiendo sobre el tema, pues la cuestión da para mucho, ello a pesar de que se trata de seres de ficción ¿o no?

En la actualidad parece haber un repunte fílmico en la explotación del recurso vampírico: tenemos el fenómeno de la serie Crónicas Vampíricas, las adaptaciones (a mi parecer espantosas) a los libros de Stephenie Meyer (Crepúsculo, Luna nueva, Eclipse) y el anuncio de estrenos como el Drácula de Alex Proyas, Daybreakers y Priest (un western de vampiros), entre otros. Pero, ¿cree la gente en los vampiros? ¿Por qué mueven a tanto estos seres inmortales? ¿Existen o no?

Buscando sobre el tópico, me tope con un excelente reportaje del diario El País, Vampiros ¿existen de verdad?, en el que se trata de dar algunas respuestas al asunto. A pesar de ser de Mayo del año pasado, el escrito no pierde vigencia:

" (...) ¿Por qué los vampiros no han perdido ni un ápice de atractivo para el público? "En nuestra sociedad, la medicina ha prolongado la vida, y la muerte se ha transformado en algo no familiar", concluye Daniel Collins. "La mayoría de la gente muere en los hospitales en vez de en sus hogares". La industria funeraria es muy rentable, y los fallecidos son maquillados para tener un aspecto saludable. "El vampiro que vive tras la muerte desafía lo establecido, y la sociedad occidental moderna siempre ha valorado algo como echar abajo los tabúes, romper con lo prohibido, por lo que la idea de cruzar la frontera hacia un territorio prohibido es muy atractiva e inspiradora. La línea entre la vida y la muerte es el tabú". Los vampiros, en definitiva, desafían esa línea imposible, van y vuelven, y eso les hace irresistibles. (...)".

Para leer el artículo completo presiona AQUI

Así que, aunque no nos topemos con uno, tendremos vampiros para rato. Y el cine no será una excepción.

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