miércoles, 30 de junio de 2010

La empresa del Cine - por Javier Perez-Karam

Por Javier Perez-Karam


El cine para muchos es considerado un arte, para otros entretenimiento, y para el cineasta, pues, una forma de vida. ¿Qué hacemos cuando esa forma de vida se convierte en una empresa?

Antes que nada, permítanme presentarme. Este es mi primer post para El Cinescopio. Mi nombre es Javier Perez-Karam, soy venezolano de crianza, y estoy residenciado en Nueva York desde hace ya 8 años. He producido dos largometrajes, uno documental (Metralleta, 2007) y otro ficción (SubHysteria 2010), además de un sin número de cortos, comerciales, corporativos y demás. También dirijo y edito, y desde hace ya 6 años es la imagen en movimiento la que me ha alimentado. Estuve indirectamente involucrado en Bloodbath Test, el primer largo de los Hermanos Forte.

Como casi todos los cineastas que conozco, llegue al oficio por puro amor a la historia, a la forma cinematográfica. Ese romance es lo que me mantiene en este camino. Pero muchos han sido los momentos que he tenido que dejar a un lado el corazón y pensar con la cabeza, y con lo poco que he aprendido de negocios.

¡Hacer una película cuesta un dineral! Las más económicas (bajo presupuesto) pueden costar entre 1 y 5 millones de dólares. Las mucho más económicas (conocidas como las micro-presupuesto) puede salir entre 10 y 200 mil dólares. Estas últimas tienen a ser iniciativas ignoradas o críticadas por las masas, contando con un público mucho más reducido (como sus presupuestos).


He descubierto que para hacer una película, no sólo se debe ser un gran artista sino también un empresario, si no de los mejores por lo menos por encima de la media. Hay que hacer proyecciones de taquillas, hay que conseguir un abogado y un administrador, hay que hacer un Plan de Negocios para convencer a potenciales inversionistas de que su dinero dará optimos resultados y, aún más importante, que generará un retorno.


Ahora veo las películas con otro ojo. Las veo ahora sabiendo que muchos artistas han tenido que sacrificar mucho de su visión para poder hacer sus proyectos una realidad. ¿Eso significa que son menos artistas que los que no han sacrificado nada? Pues yo todavía no conozco a ningún cineasta que no haya sacrificado (he leido de algunos, pero todavia no les conozco). Yo creo que el sacrificio los legitimiza más como autores, que poco a poco tendrá que hacer menos concesiones a la gente con los reales.


Para mi ha sido sumamente difícil lidiar con el aspecto empresarial del cine. Algunos me han aconsejado aplicar a becas o ayudar gubernamentales. Mi investigación me ha hecho pensar que al final es un poco de lo mismo. Hay que escribir una propuesta, que se parece muchísimo a un Plan de Negocios, con la diferencia que a estas instituciones no les interesa la taquilla tanto como les interesara otras cosas, pero al final todos tienen un interés, que normalmente no es el mismo del artista.


Así que sí, yo soy cineasta primero, y me he convertido en empresario. Es probable que postee mucho sobre el negocio del cine, más que el arte. Será un poco para descubrir y compartir preocupaciones y curiosidades. Siento que todos los directores, productores y escritores debemos  estar al tanto de como funciona la economía cinematográfica... o podemos buscarnos un trabajo en un estudio o una televisora y dejar que nos den asignaciones. Pero eso sería menos artistico... ¿no?




Javier Perez-Karam es un cineasta residenciado en Nueva York desde el 2002. Recientemente estrenó su primer largometraje subHysteria (realizado bajo la direccion de Leonardo Zelig) y firmo un acuerdo de produccion y distribución con EUE/ScreenGems para la producción y explotación de una series web. Pueden seguirlo en twitter @perezkaram

1 comentario:

  1. Muy interesante tu escito Javier.

    En sí mismo encierra buena parte del dilema que enfrentan los que aman el cine, en todas partes. Las cosas están cambiando, y en el camnbio están las oportunidades de lograr una aproximación balanceada, realista, de esta carrera. Hay que ser capaces de entender las particularidades del negocio cinematográfico en cada uno de nuestros países y estar abiertos a planes de negocio cada vez mas audaces. Tiene que ser rentable. Tiene que entretener. Tiene que haber un público que page gustoso por el producto que se le ofrece. ¿Cómo? allí está gente como tu buescando respuestas...

    Un abrazo y felicidades por lo acertado de tu escrito.

    J

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