"Cortos Interruptus" se posa sobre nuestras carteleras como una forma de disfrutar el cine de ficción a manera de capsula encajetada como si de una muestra medica habláramos, al espectador se le dará a probar una especie de "Soma" dosificado, aparentemente elegidos por sus renombres alcanzados en los festivales en los que estos han participado.
Su título como paquete vacacional intenta hacer alegoría sexual a la disfunción del acto humano como promesa humorística y para enganchar a nuestro publico ávido de experiencias sensoriales, como una manera de sugestionar al espectador desprevenido quien siempre esta en la búsqueda del doble sentido. Ese que le quitó veracidad "Al Conde del Guacharo" en su propuesta política, y que ahora, promete servir de viagra visual, pero comienza hablando de sus deficiencias como estimulante contra la rutina.
El experimento espera repetirse anualmente en caso de que los resultados en taquilla sean satisfactorios y el público reaccione de buena manera ante el producto. Todo señala que podremos seguir disfrutando del cortometraje de ficción hecho en Venezuela, como una forma; interpreto yo, de servir de trampolín para el tan apreciado deseo de nuestros realizadores de llegar a la pantalla grande con un largometraje, y de mostrarle a nuestro público, trabajos que en su mayoría sólo tienen como vida útil los festivales internacionales para luego terminar engavetados en la mesita de noche.
En este primer round, el público asistirá a disfrutar con balde de cotufa y refresco en mano, los trabajos de nuevos y viejos representantes del séptimo arte nacional. Por nuestros ojos pasarán las historias de 5 autores disímiles entre ellos pero enfocados en hacernos pensar, reír, o llorar, bajo la batuta de los responsables intelectuales de ésta nueva empresa titulada "Cine en Corto".
Para mi resulta una forma de hacerle entender al venezolano que el cortometraje también es una película (Vale la cita obligada a la nota de Ricardo Azuaga, para que no se me acuse de plagio, aunque es que hemos pensado en lo mismo), darle un sentido como producto comercial y enfocarlo en un contexto que logre la masificación de la aceptación en cuanto a esta rama audiovisual se refiere. Y digo esto, porque ya en salas he descubierto con asombro el rechazo del espectador ante los cortometrajes que se proyectan antes de un “Larga duración”.
Sirva esta introducción informativa para hablar en paralelo de cada trabajo.
Capsula 1:
Tuya.
Guión y Dirección: Iván Mazza.
Sergio Monsalve hace referencia a "The Box" de Richard Kelly en su nota critica para comenzar hablando de ésta película. A mi la semejanza se me hace más especifica es con el cuento original de Richard Matheson "Button, Button" una historia sobre la moral y la ética humana ante una situación de incertidumbre que puede llevar al ser humano a cometer un delito bajo el aliciente de jamás conocer a su victima. Si bien es cierto que la anécdota se asemeja un poco a la historia original de Matheson, teniendo puntos en común, como la llegada de una caja, y el suspenso que recae sobre ella bajo la victimización del personaje ante su futuro próximo y las acciones que fijen su destino, Mazza le da una vuelta de tuerca a su historia, convirtiendo a la caja en un personaje sobrenatural, que acosa al protagonista hasta llevarlo a un cierto grado de locura, que luego veremos desencadenará en la aceptación total de lo que está escrito en la vida del personaje y que no puede negar.
De esta manera tuya se presenta como un cortometraje de suspenso, que raya involuntariamente en la comedia, y que se acerca, no sé si concientemente, a lo que llamamos: Mensaje de Autoayuda. Pues "Tuya" profiere un mensaje directo, convencional y políticamente correcto de aceptar nuestros demonios internos, como parte integral de nuestra formación como seres humanos. Psicología para dummies y etiqueta maniquea para lectores fervientes de Osho y Coelho.
De esta manera tuya se presenta como un cortometraje de suspenso, que raya involuntariamente en la comedia, y que se acerca, no sé si concientemente, a lo que llamamos: Mensaje de Autoayuda. Pues "Tuya" profiere un mensaje directo, convencional y políticamente correcto de aceptar nuestros demonios internos, como parte integral de nuestra formación como seres humanos. Psicología para dummies y etiqueta maniquea para lectores fervientes de Osho y Coelho.
"Tuya" se presenta como el primer trabajo de su director, quien recurre a los diálogos informativos, impostados, innecesarios y aparentemente joviales para intentar mantener la atención en el espectador, cuando seguramente la supresión de muchos de ellos le habría dado un ritmo más interesante al producto final. Si bien es cierto "Tuya" hace un buen manejo del suspenso en ocasiones, pero la música elegida para captar la atención del espectador, logra un efecto contrario alejándolo de lo que con sólo imágenes ya había logrado.
Un amigo que fue conmigo a ver la película me comentó en medio de la proyección: Le hace falta una musiquita a lo hollywood para terminar de encajar. Quizás este comentario sea visto de manera inquisidora, pero estamos hablando de género (Porque en forma así lo expresa la cámara), y a lo que ello se refiere, hay que respetar la receta, para que ésta funcione correctamente.
Un amigo que fue conmigo a ver la película me comentó en medio de la proyección: Le hace falta una musiquita a lo hollywood para terminar de encajar. Quizás este comentario sea visto de manera inquisidora, pero estamos hablando de género (Porque en forma así lo expresa la cámara), y a lo que ello se refiere, hay que respetar la receta, para que ésta funcione correctamente.
Tenemos un Albi de Abreu correcto en la gran mayoría de las escenas, a excepción de un momento donde derrotado por la caja, cae presa de sus demonios y victima de la desesperación llora desconsoladamente maldiciendo su situación. El público rompe en carcajadas, y al menos que éste haya querido ser el efecto de su realizador, no logra su cometido.
Prakriti Maduro ayuda en apariencia a darle una sensación de rutina a la vida de nuestro protagonista, son contados y reducidos sus momentos en pantalla, y alguno prescindible completamente como es el caso de la micro escena de la sala donde ambos personajes ven una película, escena que simplemente está ahí para hacer himcapie en el progresivo tormento del protagonista. la presciencia de Maduro me hace pensar que su figura simplemente está como una imagen de cartel, para la posterior venta del producto. No aporta nada a la historia, salvo en la escena final.
Luigi Sciamanna logra un perfomance divertido que inmediatamente simpatiza con el espectador, pero que roza lo caricaturesco, en este caso la mezcla de géneros se convierte en un arma de doble filo que vuelve a dar cuenta de lo atonal en contenido de esta historia, pues hay una terrible línea que separa el suspenso de la comedia, y en “Tuya”, no existe. No es ni lo uno ni lo otro.
Es también el cortometraje más sencillo en realización e historia de los que conforman el quinteto, pero también el más largo.
Finalmente el público ríe, la disfruta, no llega a entender los subtítulos en ingles, y se prepara para degustar el próximo plato deshidratado.
Todo lo que sube.
Guión y Dirección: Miguel Ferrari.
La incursión en la dirección del actor Miguel Ferrari, se presenta como uno de los mejores trabajos del compendio, apelando a una estética preciosista cercana a lo kitsch; entendiendo el termino como una alegoría al gusto vulgar de una burguesía en crecimiento. De ésta manera Miguel Ferrari juega con el estilo Almodovariano de los 80 (Remarcado hasta en su afiche, que nos recuerda involuntariamente "Tacones Lejanos"), para presentarnos un carnaval de animales en la onda Saint-Saens, victimas de sus monstruos internos que se proyectan en las imposturas artificiales que la sociedad reclama de ellos. Para ello Ferrari obvia de antemano la elaboración de una estructura clásica en la historia, y se aprovecha del contexto, un ascensor, para poner a desfilar esta fauna salvaje que recorre los 100 pisos de un rascacielos imaginario, donde las filias, fobias y adicciones son la orden del día. La crítica mordaz que hace su director plantea un juego donde el espectador debe hacer introspección sobre su comportamiento en público, negando la posibilidad de la privacidad. Pues una cámara oculta en el ascensor devela la máxima popular de "Siempre hay alguien viendo".
La postura artificiosa de "Todo lo que sube" recuerda las veladas de la burguesía caraqueña, del arte en apariencia elevado que transita por los pasillos de un "Teatro Trasnocho", de doñas encopetadas pidiendo agua “Perrier” con ralladura de limón y hielo de chorro. Esa conducta que quiere aparentar lo que realmente no tiene.
Un cortometraje que destila colorido, fantásticas actuaciones, y una construcción de planos que le imprimen un ritmo enérgico, audaz, y moderno. Vale acotar la exacerbada interpretación de Hector Manrique que sin pronunciar un solo dialogo nos permite reír a carcajadas en una comedia netamente física y de máscara.
La naturalidad de los diálogos y la identificación inmediata que hace el público con ellos, demuestra que Miguel Ferrari escribe acerca de lo que conoce. Un grupo de jóvenes sentadas en la sala, podían predecir los diálogos en la escena donde el personaje interpretado por la actriz Daniela Bascopé, le hace una escena de celos a Albi de Abreu. Una situación más que hilarante sacada de la vida misma.
El público se divierte, ríe a carcajadas y la segregación de dopamina lo tiene encantado y motivado, al finalizar el espectador está ávido de más.
Capsula 3:
Colmillo.
Guión y Dirección: Albi de Abreu.
Con una historia Chaplinesca y un registro actoral acertado. Albi de Abreu logra crear simpatía con su “Colmillo”. Un cortometraje que ve a Caracas desde su universalidad latinoamericana, podríamos llamarla "Comedia Choronga", pues su fórmula está trabajada en base a crear expectativa emocional en el espectador, por lo cual sino te conectas con el perro, no te conectas con nada.
Una especie de “Beethoven” sudamericana, donde el “Cacri” adopta la postura invasora ante su víctima: Un hombre nostálgico de vida, que lo único que tiene es un refugio de cartón.
Una especie de “Beethoven” sudamericana, donde el “Cacri” adopta la postura invasora ante su víctima: Un hombre nostálgico de vida, que lo único que tiene es un refugio de cartón.
Alexander Solorzano es un buen actor, aquí lo demuestra con su máscara facial, donde no tiene que decir nada para hacernos llegar su situación anímica, su personaje lo construye entre el vagabundo "Charlotte" y los miles de indigentes que transitan a diario nuestra ciudad.
Una demostración de que Albi de Abreu tiene su corazón y le importan nuestros problemas sociales. Escenas como la deshumanización de los transeúntes intolerantes ante el hombre dormido en la acera, o motorizados irrespetuosos que usan como canal rápido la isla peatonal, suenan en la voz de éste ahora llegado a director como una forma de hacer enviar su mensaje concientizador al venezolano de a pie.
Una película que intenta dar clases de civismo, pero que al espectador poco le importa, pues el perro le parece cuchi, y es que la escena de los dos hombres infieles y homosexuales del corto anterior es difícil de olvidar y sigue dando risa.
El público se aburre. Poco que le importa que Solórzano sepa actuar, y algunos creen recordar que ese fue el mismo tipo que protagonizó "Zamora". Varios se preguntan ¿Pero Albi de Abreu no es actor? Ese carajo en “La Hora Cero”, se la comió.
Ya con el Refresco por la mitad, todos se preparan para…
Capsula 4:
La Uva.
Guión y Dirección: Alexandra Henao.
El cortometraje más personal, hermético y “artístico” del compendio. Nadie lo entendió. A nadie le importó.
Henao crea un mundo post apocalíptico, viendo la tragedia de Vargas a través de un espejo no tan alejado de la realidad, donde dos personas; discapacitadas, en medio de la industrialización venida abajo, intentan convivir en tolerancia cero, en un mundo, donde el “Estado” suministra el poco alimento en empaques marca “Dharma”, bajo raciones contadas en la onda “Libreta Cubana”.
La anécdota le sirve a su directora para filosofar sobre un país que se conforma con poco, y que ha visto sus vidas irse por un caño ante la mirada desviada del gobierno y que debe andar a tientas y con mucho cuidado antes de ser víctima de una mina.
“El guiso” de comerse la uva, la fruta del deseo, el origen de la división, contrasta con la imagen festiva dionisiaca de los griegos, aquí la fiesta del vino se convierte en tragedia, y viene a mi memoria una imagen de una película que no recuerdo, donde obtener “Uvas” era algo peligroso y caro.
El cortometraje más interesante a mi gusto, en forma y contenido.
Henao logra un mundo, que me recuerda a “Los Doce Monos” de Gilliam, manejando cierto surrealismo bajo los cánones de la ciencia ficción muy en la onda “Delicatessen” de Jeunet.
Lo absurdo de la situación contrasta fuertemente con las actuaciones grotescas, exageradas y delirantes de sus dos protagonistas. Algunos los odiaros y otros los amaron, yo soy de los que están en la segunda lista. Los primeros simplemente dicen: Es para pensar, hay que pensar demasiado, que fastidio.
La gente bosteza y agradece que sea el cortometraje más corto. Están desconcertados y se preparan para lo peor. Quedan pocas cotufas en el envasé, frías y chiclosas… y es cuando viene…
Capsula 5:
Jesús TV.
Guión y Dirección: Gastón Goldmann y Héctor Orbegoso Rivera
Empiezo pensando que le han mutilado el inicio a este cortometraje, pues yo lo vi proyectado antes de “SubHysteria” y estoy seguro que no empezaba directamente en la oficina de Pedro.
En realidad durante el tiempo que llevo sentado voy deduciendo que el compendio como tal, fue una mutilación apresurada para lograr sacar las transferencias en tiempo record, pues apenas y “Tuya” es el único cortometraje que ha conservado su secuencia de créditos iniciales intacta. Ésta decisión de darle tijera a los títulos, creó confusión en el espectador que a veces no sabía lo que estaba viendo.
“Jesús TV” es cine hecho por publicistas, cada plano parece concebido para un comercial. Recuerda a “Puras Joyitas”. También es uno de los más aguerridos y transigentes en cuanto a su contenido. Su guión es interesante, y punk. La nueva llegada de Cristo a Caracas, se presenta como la respuesta imaginaria de los devotos cristianos, aquellos que dan diezmo por ser librados del pecado. “Jesús TV” plantea el verdadero problema del venezolano, ese que se escuda a diario en la frase “Dios mío ayúdame”. Y nos muestra desde una ventana la ironía del milagro.
No por nada la campaña en contra del cortometraje, donde la ignorancia cobra vida y tildan a la película de “Hereje”. Los verdaderos difamadores son los escandalosos chapuceros que gritan a viva voz moralidad y cristiandad, habrase visto semejante hipocresía en la era del 2.0, nada más inadecuado y fuera de lugar. Para mi esto habla de nuestras carencias como seres capaces de razonar y pensar. Habla de la estupidez en la que estamos inmersos y de lo difícil que será salir de ella. Habla de la inadecuada educación. De lo atrasados como país que estamos. En palabras de Richard Armour: “Algunos nacen estúpidos, otros alcanzan el estado de estupidez, y hay individuos a quienes la estupidez se les adhiere. Pero la mayoría son estúpidos no por influencia de sus antepasados o de sus contemporáneos. Es el resultado de un duro esfuerzo personal.”
Pienso un poco como este Jesús, que la Fé se está perdiendo, pero creo más bien que una cuestión de pérdida, es algo de moda, la Fé está pasando de moda.
Las actuaciones son aceptables. El diablo gana y seguirá ganando.
El público venezolano necesita ser educado. Basta de posturas falsas e intensas, de actitudes malolientes de la elite cultural de este país. Es bueno que esto esté pasando. No nos hace falta un espectador complaciente e imaginario que se sienta a recibir la cucharada en la boquita, nos hace falta un espectador activo capaz de influir y accionar ante nuestros productos. No uno que no entienda, ni que emprenda falsos juicios sin haber pensando un poco. Nos hacen falta lectores, pero no los que con comiquitas revolucionarias en envases de arroz dicen haber aprendido a deletrear Ma-má. No.
El mejor cine venezolano se encuentra en el cortometraje. La labor de varios cortometrajistas como Gustavo Rondón, entre otros, así lo devela. Por eso a veces la necesidad de correr del cineasta nacional y de estrenar una película obliga al espectador a calarse un producto que a nadie le interesa, el caso de “Elipsis”, o “La Virgen Negra”, guiones que ganan de sobra en pedantería y falsa sapiencia, pero que en otros reglones están raspados. De directores que creen que por haber hecho un cortometraje ya pueden salir al ruedo del largometraje.
A los cineastas les digo, sigan por el camino del cortometraje.
Y al espectador, que empiece a cultivar el ojo.
Yo odié jesus tv, me sentí ofendido. no creo que sea hereje, sencillamente es mala, pues utiliza un monton de recursos y un equipo talentoso para perderlo en un tema dificil de digerir y que hace burla a lo que mucha gente considera sagrado.
ResponderEliminarEs la muestra de que los valores se están perdiendo y que como país la ironía vale. Uno de los directores de la película, Gastón Golgman decía en radio que era tenían que dejaran expresarse. y rechazaba la expresión de los ofendidos.
Obviamente si se hace una crítica a algo religioso, tendrá el rechazo de la gente que sigue esa religión. es como que le ataquen a la familia a uno. hay un lazo que no se debe irrespetar.
Gastón Golgman es Judío. No me gustaría saber qué pensaría él si algún inescrupuloso atacara la sinagoga y luego el violento saliera en los medios diciendo que los judios no lo dejaban expresarse. Lamento poner este ejemplo,pues no quiero incitar al odio pero es lo único que puede compararse a lo que estos dos directores realizaron.
No puede ser que pretendamos que toda visión sobre el hecho religioso en una película se reduzca al cine de catequismo que nos dejó Cecil B. De Mille, quien, por cierto, era judío, pero usaba a Cristo como estandarte cuando se trataba de vender su defensa del "mundo libre".
ResponderEliminarSoy católico y tengo claros el espacio y la importancia de mi fe, pero tengo entre mis películas favoritas a "La Última Tentación de Cristo" de Scorsese, tan polémica como excelente.
Es una película que hace preguntas medulares, que hurga en el lado humano de un hombre que, al parecer, forzado por las circunstancias, es obligado a ser Dios y a quien, al final, se le exige que cumpla su rol y se despoje de su comodidad humana.
Como católico y demócrata, estoy obligado a aceptar que existen visiones sobre la religión que difieren de la mía, e, incluso, las respeto y valoro sin complejos.
Lo único que pido, en nombre de Dios, es que sean buenas películas.
Mientras veía la película o los cortos mejor dicho, no sabía como catalogarla, al principio con Tuya me dejo la intriga de la caja. Creo que cada uno de toca alguno de los problemas de la sociedad el ascensor me pareció excelente, todos estamos relacionados de alguna u otra manera cada uno con su personalidad y problemas pero no podemos aislarnos porque siempre siempre hay alguien que se preocupa aunque no lo diga. Por otra parte la Uva, no sabia si era una película de Tim Burton jajajaja pero al final lo que pude entender es que si seguimos con el paso destructivo que llevamos vamos a tener que vivir con lo que podamos.Por último y para mi el mejor de todos "Jesús TV" me parece una critica a la forma de tomar la religión y que cada vez hay mas personas que se enriquecen con la fé y que mas que religión es para mi un show.
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