domingo, 5 de junio de 2011
La Doppia Ora (Capotondi, 2009)
Por: Andrea López
Tras sortear las anodinas y bastante predecibles producciones Jolibudescas The Social Network y Black Swan, tuve el privilegio de asistir a la proyección de un película que trasciende por su innovadora propuesta narrativa. Se trata de la Ópera Prima del exitoso realizador de videoclips Giussepe Capotondi, titulada: La Doble Hora.
La trascendencia del film reside, fundamentalmente, en el guión que a tres manos escribieran Ludovica Rampoldi, Alessandro Fabbri y Stefano Sardo; y cuya historia se desplaza, fluidamente y sin perder su unidad, por al menos cuatro géneros: Misterio, Horror, Film Noir y Psicodrama.
La historia versa sobre el truncado romance entre Guido (Filippo Timi), un policía solitario y viudo que conoce a Sonia (Kseniya Rappoport), una migrante eslovaca que trabaja haciendo la limpieza de un hotel de Turín. Pronto, ambos establecen un romance que apunta a consolidarse hasta que, durante una salida a la mansión de Guido, la pareja sufre un asalto en el que el detective muere. Hasta este primer punto de giro, la historia se desenvuelve bajo el mood del romance y el film noir: un protagonista detective, viudo y solitario, enamorado de una eslovaca melancólica, a quien conoce en el ambiente alienado de un restorán de citas. Tanto él como ella se presentan como personajes desencantados, ambiguos y cargados de pesimismo en una ciudad oscura y frívola. Durante el romance que entablan el anti-héroe “Guido” y la femme fatale “Sonia”; el detective revela el recurso dramático que da nombre al film: La doble hora consiste en la creencia de que cuando vemos el reloj y éste nos muestra los mismos números (por ejemplo, las 10:10) uno debe pedir un deseo que se hará realidad. El subtexto señala que ese deseo en Sonia (el detective es escéptico respecto a la superstición), es amar plenamente a Guido.
Tras el asalto que suponemos frustra el deseo de Sonia; deviene el fade out que da la bienvenida al segundo acto, el cual está permeado por los géneros del misterio y el horror y que nos llevan, progresivamente, a estados y situaciones delirantes: La chica padece pesadillas y alucinaciones recurrentes que al principio parecen apuntar a la natural vivencia del duelo pero que después nos hacen dudar acerca de la muerte de Guido. A medida que transcurre el tiempo y otras pérdidas suceden (como la de su amiga Marisa) nos inquieta la salud mental de Sonia y las “casualidades” mortuorias que finalmente, desembocan en el descenso confuso de una serie de sucesos horrorosos y esquizófrenicos. Al ser enterrada viva, un nuevo fade out descubre una faceta soprendente de la historia: Sonia fue la herida durante el asalto, todo el horror anterior ha sido parte de su trance y ahora despierta para vivir plenamente su romance con Guido, quien la ha cuidado durante día y noche.
Si la historia la hubiésen desarrollado en Jolibud (aunque bien sabemos que hace rato la colosal industria no desarrolla más que remakes), La Doble Hora habría terminado aquí con su final feliz. Pero no se trata de sueño americano, ni de una película romántica; así que el filme italiano nos sumerge durante la segunda mitad del segundo acto y todo el tercero, en la oscura pero apasionada historia entre Sonia y un miembro de la banda de asaltantes.
Como en los filmes noir, la justicia no llega y Sonia observa en el reloj su doble hora, mientras espera huir con su verdadero amor a tierras suramericanas.
Filme altamente recomendado para los amantes del buen cine. Para visualizar el trailer pincha AQUÍ
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Hola Andrea. En primer lugar, me dio gusto saber que no soy el único que salió indiferente de La Red Social y El Cisne Negro. Todavía me sorprendo de todo el ruido que provocaron en su momento entre el público y la crítica del mundo entero. La película italiana a la que dedicas tu reseña no la conocía. La tendré en cuenta para el futuro.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Nelson. Un gustazo saberte.
ResponderEliminarSin duda El Cisne Negro está mejor que la Red Social, pero se hace predecible y hasta cierto punto, copiona de otras pelis que tratan el tema de la represión de la perfección en las Bellas Artes, como en "la Pianista" de Hanecke, obra realmente magistral de gran profundidad psicológica en sus personajes. En este sentido, para quienes vimos varias veces la relación madre-hija entre Erika y su madre; pos la de El Cisne negro luce sumamente estereotipada. Yo, al menos, no me la creí. Pero bueno, quizá no sea igual para quien no ha visto la pianista o Sonata de otoño de Bergman...
Recomiendo ampliamente esta película italiana. Creo que desde Ju-On (versión original del remake "The grudge") no veía una peli que me mantuviera pegada a la silla con tanta tensión. Me pregunto si ya "la industria" la habrá comprado para hacer su respectivo remake. Ése que es finalmente, el único que llega a las salas de nuestros países.
Un abrazote y suerte con esa comedia romántica...