lunes, 13 de junio de 2011

La Villa del Cine Cumple Años y "Los Sueños de José Castillo"

Por Daniel Dannery.

Facebook. 4PM. La Villa Del Cine publica en su página de Facebook; como mensajes desorbitados para los internautas aburridos, que se conmemoran los 5 años de creación de la fundación. Una constante seguidilla de mensajes dispersos deja comprender que ésta fiesta será celebrada e inaugurada en homenaje a José Castillo, con el estreno del documental "Los Sueños de José Castillo", dirigido por los hermanos Rodríguez, en el horario de 5PM en el CELARG.

Salgo de la oficina a las 4:45PM convencido de que llegaré tarde, pero no me importa, no dudo y continúo con el trayecto. Al montarme en el metro de la California descubro que el reloj de la computadora de la oficina tiene diez minutos de retraso por lo que al abordar el vagón son las 4:59PM, no me alarmo, ya estaba mentalizado que igual llegaría tarde. Pienso en el tiempo que me llevará llegar hasta el CELARG y calculo unos 20 minutos. 

Al llegar al CELARG veo gente dispersa. La hora: 5:20PM; mis cálculos fueron correctos. Me doy por sorprendido por la poca puntualidad del evento, pero a su vez doy gracias pues no tendré que ver la película empezada. 
Entro al baño, un hombre identificado con un carnet de la "Villa" está el interior del toilet, decido aclarar mis dudas, pues al llegar al CELARG no vi a ninguno de los guías que por lo general están ahí fines de semana.

YO: ¡Hermano! ¿Ya comenzó la película?
EL TIPO QUE TRABAJA EN LA VILLA: ¡No vale!, eso arranca como a las 6, apenas y estamos llegando. -El hombre se seca el sudor, y decide echarse un chapuzón del famélico chorro de agua que sale de único lavamanos que sirve. 
YO: Ah ok. Gracias.

Y se va.

Salgo del baño esperando encontrarme algún pendón informativo, alguna hoja impresa pegada con teipe, o algún diario VEA reescrito con marcador. Pienso. Son los 5 años de la Villa está gente debe estar celebrando en grande. No. No veo nada. 
Por pura inercia y una necesidad de alimentar mi curiosidad subo las escaleras que me lleven a la sala, pensando que en todo caso, tendré que hacer una cola para poder ver la película o maldecir mi mala suerte si no me dejan entrar resultando que es una función privada para los trabajadores de la televisión del estado y la Villa, arrepintiéndome de no haber ido a ver "Kung Fu Panda 2". Nada más errado. Las puertas están abiertas de par en par. Un afiche de la película pende endeblemente sobre una de las puertas abiertas y una guía no uniformada recibe al público con una sonrisa, entro detrás de dos señoras.
En la sala unas 50 personas a ojo. Ubico una butaca céntrica, pues la cosa está vacía y quiero ver el documental desde un buen punto. No pasan más de 5 minutos cuando la sala se va llenando, toda la gente desplegada en el Lobby al parecer estaba ahí para el evento.
Me encuentro con una excompañera de clases que termina sentándose a mi lado, nos ponemos al día, pues teníamos tiempo sin vernos. Ella me habla de su experiencia con José Castillo, tuvo la oportunidad de entrevistarlo en algún momento. Yo le hablo de mi experiencia con José Castillo y de como yo con 20 años recién entrado a la universidad estando un día con unos amigos en el antiguo Ateneo, tuvimos un encuentro inesperado con el personaje, le cuento que se nos acercó a la mesa donde estábamos sentados, nos vio pinta de estudiantes de artes, y nos comentó que el era cineasta, que tenía una película llamada "Conejín" que había ganado un premio importante que el mismo Charles Chaplin había ganado, y que él con orgullo tenía en su salita. Nos reímos un rato, nos mirábamos de reojo pensando ¿Quien es este loco?, haciendo gala de nuestra mayor pedantería, y de nuestras ínfulas de falsos intelectuales. Luego de un apretón de manos se fue, y jamás volví a saber de el. Indagué en su historia y como por aquella época recibía clases de Carmen Luisa Cisneros, fui y le pregunte por el hombre, ella sonrió, yo le comente sobre la anécdota del premio de Conejín y Chaplin, y ella respondió: No hay manera de saberlo. Ahora, hoy en día, pienso en que tan equivocada estaba ella.

De repente el bullicio se apodera del lugar. La sala está full. Son las 5:50PM. El mismísimo José Castillo baja las escaleras de la sala ayudado por trabajadores de la Villa, es un señor mayor, tiene 89 años, y un problema de movilidad en una de sus piernas. Unas cámaras a los laterales se prenden para grabar el momento. José Castillo ubica asiento en la tercera fila. Una gente se agrupa en proscenio, es un grupo reducido, intento descubrir quienes son. No me da tiempo. Al micrófono yace parado José Antonio Varela, el peor profesor de guión que tuve en la carrera, y ahora el Director de la Villa del Cine, está más gordo de como lo recordaba, luce sudado, y cansado. Una botella de agua sobre sale de sus pantalones estilo montañista. No tiene ningún papel en sus manos. 

-Buenas Tardes-Noches.- Comienza diciendo.

Presiento que sus palabras serán improvisadas.

Habla del justo reconocimiento que se le está brindando al Cineasta. Luego de atropellarse un par de veces y de un mal manejo del acto ceremonial, invita al presidente de la Cinemateca Nacional a hacer acto de presencia y tomar la palabra. Igual de casual que Varela, se apodera del micrófono con la misma torpeza, es una noche de improvisaciones por lo visto. Habla de como la cinemateca en todas sus facetas siempre ha apoyado al Maestro. Habla de la labor de los "Morochos Rodríguez" tildándolos de muchachos y de ser una nueva generación de cineastas enfocados en rescatar los patrimonios culturales, pero confiesa que no ha visto la película. En ese momento sonrisas cómplices se cuelan entre los asistentes del lugar, José Antonio Varela también sonríe, y hace un gesto con su cabeza como diciéndose a si mismo: "El tiene unas cosas". Finalmente sede la palabra a los directores del documental. Sólo uno decide subirse al estrado. Aclara que ya no es ningún muchacho y que tiene 37 años. Habla brevemente del trabajo del Maestro Castillo. Y da señales a la gente de cabina para que apaguen las luces y comience la proyección. 

Las luces bajan pausadamente. El logo "Sanyo" se ve proyectado en la pantalla. Una luz blanca se mantiene por unos minutos proyectada. Silencio. Finalmente logran solucionar el problema. Una serie de trailers comienzan a pasar por nuestros ojos, entre ellos el de "Azú" Lo nuevo de Lamata y el secreto mejor guardado de la villa "Bambi C-4", un trailer de la nueva película de ficción de los hermanos Rodríguez, y otros que no puedo recordar en este momento. Mi compañera comenta lo atroz del Jingle entre trailer y trailer. Finalmente cesa el festival de Teasers. La luz blanca vuelve a apoderarse de la pantalla. Silencio. Segundos de silencio que parecen minutos. Nada. Unas imágenes sin sonido se escapan, parece que la situación no esta controlada en cabina. Finalmente logran resolver el asunto.

Comienza la película.

"Los Sueños de José Castillo" Dirigida por Luis Alejandro Rodríguez y Andrés Eduardo Rodríguez. 

Para mi los Hermanos Rodríguez son de los directores mas interesantes que ha parido este país, su trabajo documental así lo demuestra, cosechando un estilo y una manera directa y poética de hacer llegar el mensaje. Son unos duros. Nadie puede negarles la constancia y dedicación para con el cine nacional en tantos años, a pesar de que nadie fuera del gremio sepa quienes son, y aunque una película como "Manos Mansas" haya durado lo que dura un bostezo en carteleras.  Es una ironía, pues ¿Quién sabe quién es José Castillo? José Castillo es un artesano del celuloide, un experimentalista, su técnica de animación consiste en pintar fotograma por fotograma con tinta china sobre la película, virgen o reciclada, nada lo para (Esta técnica la adopto luego de ver el trabajo del animador escocés Norman McLaren).  
Sus dibujos cosechan un estilo muy personal, que fue desarrollando durante todo su etapa de trabajo más significativa, esa década donde dio a luz sus cortometrajes más memorables: "Conejin" "La Hormiga de Hiroshima" "El patito feo" y "Paz y Amor". Su forma de hacer cine, su manera de hacer lucir su trabajo, se ha dado en el aislamiento absoluto, como si de un monje tibetano habláramos.  Su apartamento en los Bloques del 23, ha sido su sala de edición y creación por más de 40 años, desde que ese pequeño niño le dijo: ¿Por qué no hay dibujos animados hechos en Venezuela? y el se dio a la tarea de crear un dibujo animado para chicuelo.  Su trabajo está dedicado a todos los niños de mundo, intentado mandar un mensaje de Paz y Amor, que solo pocos han tenido la dicha de escuchar y ahora de ver.  
José Castillo se presenta como la imagen de un artista aislado que se mantiene al margen de una industria que no pareciera estar interesada en el. De una industria además que no existe. De una industria que al parecer siempre lo ha tratado como el hombre que intenta alcanzar un sueño, sin lograrlo. Por eso es que lo dejan pasar a la cinemateca como si fuese el dueño. Por eso la gente sonríe cuando habla, pero no lo toman en serio. Por eso se celebra una ceremonia en torno a el, sin la organización pertinente. Por eso tiene un trabajo en "Vive TV", que funciona como una manera de no permitir que el pobre hombre se muera de hambre por falta de dinero. Por eso y muchas cosas más.  Todos lo ven como el anciano adorable, o el loco del 23. Porque sus sueños son tan grandes que nadie es capaz ni será jamás de llegarle a un pensamiento de este señor. 
El documental hace gala de su trabajo, resalta la marcada soledad en la que éste hombre ha estado durante todos estos años preso de sus sueños, de sus deseos, de sus películas. Planos donde el director se ve inmerso dentro de su mundo pintado a mano así lo demuestran. Las intervenciones a figuras como Rodolfo Izaguirre, que hablan de la labor artesanal de José Castillo y de su importancia en la animación Venezolana, ubican al cineasta en el lugar de honor que se merece. Entristece y conmueve. Pero a pesar de esto, el documental se vale de imágenes de archivo, entrevistas a vecinos, a gente del medio, para hacernos caer en cuenta de la capacidad de rechazo y el poco respeto que se le puede tener a la memoria de un artista en este país sino eres un Dudamel; a pesar de que Castillo logró alcanzar premios internacionales en Dinamarca, Alemania e incluso Japón, con el Festival Internacional de Animación de Hiroshima. 
El rostro de José Castillo es el de un hombre que ha tenido que luchar fuertemente contra la marginación, pero su voz se alza siempre con un mensaje de esperanza como si de la felicidad el pudiese vivir hasta el fin de sus días. 
Los hermanos Rodríguez logran un documental redondo, poético, y descarnado, no sólo sobre la imagen de una de las personas más importantes en el ámbito de la animación en nuestro país, sino sobre la injustificada pose cultural que tienen las instituciones para con ciertos artistas.  

¿Cuantos José Castillos no habrá allá afuera? 

El Arte sirve para sanar el alma y a un estado.  

Finaliza la proyección. 

Los asistentes se paran y aplauden largamente a los realizadores y a José Castillo.

Me sorprende haber leído un articulo de reciente data donde Peter Grennaway sentencia el fin del cine como lo conocemos, y la necesidad de emprender una nueva búsqueda para lograr un efecto innovador y vanguardista del hecho cinematográfico, y su similitud con las palabras últimas de Castillo. 
Grennaway habla de "(...) un cine que es de tiempo presente: lo ves un lunes, pero te daré una edición distinta el martes, el miércoles y el jueves. No te lo presentaré en una pantalla: te lo puedo salpicar sobre tu cuerpo, lo puedo poner sobre objetos tridimensionales." (FUENTE: Revista Ñ) El Maestro Castillo sube al estrado. Su inconsciente colectivo, su genialidad y su pensamiento de hacer de este un mundo mejor y de llevar su arte a otros puntos lo hacen decir esto: "Yo estoy buscando la manera de hacer un cine distinto. Ahora con el cine en 3D, yo quisiera hacer una animación en 3D. Estoy pensando en hacerla. Yo he averiguado, una cámara 3D vale 18mil dólares, una Panasonic, yo he averiguado. Aunque sepan que eso del 3D ya lo habían inventado los Lumiere con la proyección del tren. Yo quiero que mis dibujos formen parte del espectador. Ya he hablado con unos amigos, y ellos me dicen que me van a ayudar
La inocencia de Castillo deja entrever incomodidad en los presentes. Varela mira al piso, y el hombre de la Cinemateca brilla por su ausencia, todos ríen con sus palabras y a pesar de haber conocido una parte de él en el documental, lo siguen viendo como ese viejito adorable que sigue soñando. Un hombre se acerca a darle una placa. Yo pienso ¿Por qué no le dan los 18mil dólares para que se compre la cámara? Castillo finaliza citando las palabras de Chavez cuando éste inauguro la Villa del Cine: "Luces, Cámara y Acción por Venezuela."

La gente aplaude. Y en un amago de despedida José castillo saca un papiro de su maletín. Un dibujo realizado por él, como una manera de recordar la muerte de los 416 niños muertos en la franja de Gaza, pide a los artistas presentes que lo firmen para ser llevado a la UNICEF porque al parecer, nadie recuerda a estos niños. Los asistentes no dicen nada. La gente aplaude nerviosa sin saber que decir. Castillo comienza a doblar su dibujo, Varela intenta ayudarlo torpemente sin lograrlo, no sabe que hacer. Castillo vuelve a meter su memoria en el bolso. La gente sale. Reparten afiches de la película. Un brindis los espera. Dos cajitas de panadería de pasta seca. Y una mesa plegable sin mantel con vasitos marca "Selva" llenos de vino tinto para olvidar. 

Para seguir olvidando.

9 comentarios:

  1. Muy bueno Daniel. Gracias por la oportunidad de asistir imaginariamente a ese evento cultural estatal como sólo lo hacemos en Venezuela. De verdad excelente. Un abrazo.

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  2. Gracias por el feedback José. Saludos.

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  3. Excelente descripción de una realidad descarnada que se sufre en el país, ¿a cuántos geniecillos olvidados se les debe un homenaje? gracias por compartir y hacer llegar un poco a la colectividad unas líneas reflexivas e inspiradoras.

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  4. Eduardo Gracias por comentar. Saludos.

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  5. excelente critica así es la realidad del Venezolano amigo y yo que pensé que solo era en el interior solamente....

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  6. :-C Wow! Gracias a ti por dejar ver lo que nadie vió, a la Villa por crear el momento, a los Morochos por ese trabajo y a Jose Castillo por el Legado.

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  7. Anónimo2/1/12 11:45

    Gracias Daniel a la hilada conducción de tu historia pude conocer el trabajo de José Castillo. Es lamentable que nosotros los venezolanos no tengamos conocimiento del duro trabajo a nivel intelectual que personas como él han realizado en el país. Sentí que pude ver el documental y hacer milagros para llegar a tiempo para su proyección en el Celarg :)

    Saludos.

    Marcos Salinas

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  8. saludos donde puedo ver el video de jose castillo en internet?

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    Respuestas
    1. La Villa del cine ya anda movilizando la película por las cinematecas nacionales, justamente acaba de pasar el mes en homenaje al cineasta. Te recomiendo estés atento de las proyecciones en Cinemateca MBA o Celarg. En algún momento imagino será vendido el documental en "La Tienda del Cine" aunque desconozco si esto ha sido planeado.

      Saludos.

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