miércoles, 7 de diciembre de 2011
COMISIÓN DE ESTUDIO DE PROYECTOS DE CINE DOCUMENTAL 2011 –Reflexiones de una experiencia personal-
Por Sergio Marcano.
Luego de perder consecutivamente -por más años de los que quiero recordar- en las convocatorias del CNAC me digo a mí mismo: basta de tanto masoquismo, mis proyectos no le interesan a esa institución y no tiene ningún tipo de sentido seguir insistiendo.
Así, llegado el momento de la convocatoria no corro –como la mitad de mis conocidos- para armar presupuestos que se ajusten a la inflación del día que corre, ni por conseguir acuerdos de coproducción en las compañías de mis allegados, ni tampoco para conseguir cartas de posibles equipos técnicos/artísticos. Simplemente estoy en otro mood, en otra onda. Sonrío y la vida me sonríe cada mañana.
En una reunión de AVEPCA -Asociación Venezolana de Productores cinematográficos y audiovisuales- (una organización, que como muchos sabrán, surge a partir de la coyuntura producida por un escándalo de corrupción -de proporciones bíblicas- protagonizado por una de las más antiguas –y respetadas- representantes de CAVEPROL -Cámara Venezolana de Productores de Largometrajes-) se hacen propuestas para escoger al representante de este nuevo gremio como representante ante la comisión de estudio de proyectos del CNAC. Se postulan unos nombres, me postulan a mí.
En un principio yo me tomé la postulación a broma, no pensé que podría haber alguien que votara por mí como opción real para tal responsabilidad. Pero supongo que así funciona la ironía de la vida: Resulto electo como representante de AVEPCA para ser jurado de la comisión de estudio de proyectos.
Algunos miembros de AVEPCA me felicitan. Yo me siento aturdido. Mitad sorprendido y mitad molesto. Me voy de la reunión. Camino al bar más cercano y me tomo 3 o 4 rones pensando que los agentes del destino (de la película “The Adjustment Bureau”) y el “karma police” (de la canción homónima de Radiohead) debían estar riéndose de mí en alguna parte.
Al día siguiente un compañero del cine venezolano –de la vieja guardia- me llamó para felicitarme por mi elección como jurado en el concurso del CNAC y me comentó, en plan broma/en plan serio que recibiría muchas invitaciones a almorzar a partir de ese momento. Este comentario me molestó profundamente. Más bien me molestó la posibilidad de que alguien me llamara e intentara hacer lobby conmigo. Por suerte no fue así. Porque, sin duda alguna, hubiese intentado hacer perder a aquel que lo intentara.
En una reunión en el CNAC, con representantes de todos los gremios, instituciones de la plataforma y personeros de la propia institución se nos designó a todos los presentes a las diferentes comisiones. A mí, junto a un grupo bastante variopinto, me tocó participar en la comisión de estudio de proyectos de género documental en sus diferentes modalidades (corto, medio, largo).
Un par de semanas después las reuniones del CNAC comenzaron. Se nos asignaron una cantidad específica de proyectos a leer por semana, lo que varió cuantitativamente entre cortos, medios y largos documentales. Una labor para la que se necesitaría más tiempo del que hubiese imaginado de buenas a primeras.
El nivel de los proyectos, en líneas generales, podría decirse que era bastante bueno (sobre todo en lo que respecta a las nuevas generaciones), es un hecho que el acceso a las nuevas tecnologías y todo el trabajo realizado para la televisión criolla (reportajes, documentales, telefilmes), ha formado empíricamente a una generación de creadores audiovisuales bastante interesante con y con muchas cosas que comunicar.
Pero, aun así, me sorprendió la ausencia de temas políticos en los proyectos presentados. ¿Es que acaso, a más de una década de “Revolución Bonita”, no debería haber realizadores audiovisuales indagando, cuestionando, inquiriendo en nuestra realidad, en el panorama político que estamos viviendo día tras día los venezolanos?. Hablo de ir más allá de la mirada complaciente que suelen tener los materiales producidos por los canales de televisión nacionales (tanto los de izquierda como los de derecha) así como también de La Villa Del Cine. De una mirada crítica, cuestionadora. A mi parecer una gran ausencia temática en los proyectos de esta convocatoria.
…
Una de las cosas más interesantes de las que me di cuenta con el paso de las semanas de lectura y de evaluación es que un solo jurado puede condenar un proyecto, si decide no aportar las notas correctas, las notas que el proyecto en cuestión merecería si se evaluase de un modo más pragmático y menos subjetivo.
Una de las mañanas uno de los jurados evaluó con cero un proyecto y argumentó que no podía dar mejor puntaje porque temáticamente iba en contra de sus principios y de su visión del mundo. El proyecto -que por respeto a sus creadores no voy a mencionar estaba perfectamente montado, argumentado y con un muy sólido guión-, gracias a este “incidente” el proyecto no se acercó a los 5 primeros lugares de los proyectos seleccionados –y a mi parecer realmente lo merecía-.
Aquí caben algunas reflexiones:
¿Acaso un jurado tiene derecho de decidir qué se filma en Venezuela y qué no? Es decir, más allá de lo presentado en el proyecto y sus apéndices.
¿Por qué un jurado habría de suponer que tiene el derecho a tomar una decisión personal, subjetiva que pueda llegar a truncar el camino y el desarrollo estético de un cineasta? Incluso, ¿el desarrollo de la cinematografía nacional?
Yo, muy personalmente, creo que ningún jurado debería tener derecho a hacer semejante cosa. Bajo ningún argumento o perspectiva. La visión de una persona, sus gustos cinematográficos personales, su formación educativa, audiovisual, moral, política NO debería ser parte de la evaluación. ¿Es que acaso para eso no es que fue concebido el baremo?, ¿para deslastrar de subjetividad a los jurados y sus escogencias?.
Es un hecho que aún no funciona de este modo.
…
Evidentemente cuando se evalúan los proyectos hay nombres “que suenan” y nombres que no. No es lo mismo cuando se recibe el proyecto de alguien que tiene trabajando en el cine toda su vida –y que tiene en su haber todos los contactos- a cuando el proyecto en cuestión lo presenta alguien que acaba de comenzar. De ese modo cuando los proyectos eran presentados, o poseían en su haber –como personal técnico y/o artístico- a personeros del medio cinematográfico (a quienes todos los jurados conocíamos) muchos de los jurados daban por sentado que no había que revisar sus currículums porque, como acabo de decir, todo el mundo conocía su trayectoria, sus premios, etc y automáticamente eran merecedores de la máxima puntuación.
En esos momentos fue en los que más disfrute “el poder” de ser jurado, ya que me encargué personalmente de insistir en la revisión de los currículums de productores, fotógrafos, sonidistas, etc. Currículums que se repetían, si no en todos, en la mayoría de los proyectos.
¿Y qué descubrimos en conjunto?: que muchos de los proyectos recurrían a currículums que no estaban actualizados y que en líneas generales no poseían toda la información de sus responsables, ni todas las películas en las que habían participado, ni los premios que habían ganado. En dos platos: Era información falsa. Armada –muy seguramente sin el consentimiento de los técnicos/artistas- para ganar puntos extras en el baremo.
De algún modo estas revisiones exhaustivas garantizaron, que los proyectos que poseían a gente con menos trayectoria en el equipo –generalmente gente más joven- no fueran eclipsados o quedaran a la sombra.
…
Al final de toda la evaluación, se analizan grupalmente todas las puntuaciones alcanzadas por los proyectos participantes en la convocatoria, uno de los jurados lo llamo acertadamente “FINAL TUNING” en esta etapa se reevalúan los resultados para que no hayan desigualdades tipo: sólo proyectos de hombres, sólo proyectos de las viejas generaciones, sólo proyectos de gente de caracas.
Yo, muy particularmente, me sentí algo incomodo al realizar este proceso. Ya que arbitrariamente se cambian algunas de las notas otorgadas para ajustar los resultados a los parámetros antes mencionados. Aun así, lo confieso, yo también participé para ayudar a subir el porcentaje de un proyecto que consideraba interesante, incluso vital para el documental criollo contemporáneo.
A pesar de los inevitables descontentos luego de la publicación de los resultados, creo que la comisión de estudio de proyectos de documentales hizo un buen trabajo con sus selecciones, creo que los proyectos que fueron escogidos este 2011 son las semillas conceptuales de buenas películas documentales, pero por supuesto, eso está por verse. Todo dependerá de la pericia y del cariño que le pongan sus realizadores en su confección.
Luego de que el CNAC publicara los resultados en su página web paso algo muy curioso e incluso extraño, y de lo que se ha hablado poco, o nada, en los medios venezolanos, y es que el CNAC armo unas “Mesas Técnicas” para reevaluar los proyectos ya seleccionados, pidiendo de nuevo muchos de los documentos que ya habían sido entregados con anterioridad por los cineastas, así como también muchos documentos que no estaban contemplados en la convocatoria: Contratos del equipo técnico y/o artístico, cesiones de honorarios, contratos de cada una de las coproducciones, todos y cada uno certificados por notaria (cada documento con un costo promedio de 400 bsf -400 mil bolívares de los viejos-, esto sin contar honorarios del abogado que se encarga de realizar la redacción de los documentos en cuestión) y a buena parte de los que hicieron este proceso –por la premura en la solicitud de los documentos- les tocó “habilitar la notaría”, lo que sumo alrededor de 30% de costos adicionales.
Un proceso a todas luces costoso, engorroso que por un lado desestima abiertamente las evaluaciones que se habían hecho en los comités de estudios de proyectos y en el comité ejecutivo y que por otro lado complejiza el proceso de acceso al financiamiento a las nuevas generaciones de cineastas (cortometrajistas y operaprimistas) quienes por supuesto son los que menos recursos poseen para pagar este tipo de trámites, a diferencias de las generaciones de cineastas más antiguas y/o establecidas económicamente.
Estas “Mesas Técnicas”, vale hacer la aclaratoria, son una figura de evaluación que no está contemplada en ninguna ley o reglamento de la cinematografía nacional. Pero bueno, supongo que no hay que extrañarse con su existencia, porque este es en esencia un país anárquico, irrespetuoso de las reglas establecidas y carente de instituciones o gremios que funjan como dolientes de los afectados.
Lo más grave de todo este panorama, es que para el momento de publicación de estas palabras, aún no se han entregado la certificación de compromiso de financiamiento a la mayoría de los proyectos seleccionados.
…
De las cosas aprendidas a partir de esta experiencia como jurado me voy a permitir hacer unas recomendaciones a los interesados en meter proyectos en futuras convocatorias de documental:
1.- Concentrarse en preparar correctamente las propuestas estéticas y de dirección. Ya que en ellas es donde se establece y se aclaran los conceptos y el estilo que tendrá el documental en cuestión.
2.- Escribir aunque sea una primera versión de guión, que permita a los jurados a entender más claramente hacia donde apunta la estructura narrativa de la propuesta.
3.- Poner la menor cantidad de material extra posible. Ya que con la cantidad de proyectos a evaluar por los jurados, estos materiales –o muchos de ellos- terminan por ser irrelevantes y en algunos casos contraproducentes.
4.- Ponerle más atención y cuidado a la confección de los presupuestos. Tratando de cuidar la coherencia entre las cifras solicitadas y los montos que ofrece el CNAC.
5.- Organizar todos los currículums de los jefes de área de acuerdo a lo establecido en el formato del CNAC, ya que este formato garantiza una más fácil lectura para los que evalúan.
6.- No entregar los proyectos en papel, sino más bien en digital. Es mucho más práctico para los jurados -y a la vez es más respetuoso con la naturaleza-.
…
A pesar de hoy en día puedo afirmar que entiendo un poco más los procesos de selección del cine venezolano, antes de concluir estas palabras, quiero aseverar con vehemencia, que a quien no entiendo es a la institución: al CNAC. Pero a diferencia de cualquier momento de mi vida pasado, como dirían en la isla de Cuba ya no “cojo lucha con eso”.
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Sergio, que valiente, sincero y cojonudo eres y seguiras siendo!!! Que bueno esta esto, me gustan como de costumbre tus artículos!! Desentrañar todo el mundillo de como funciona por dentro un jurado de un comité de proyectos, entrar en sus vísceras, siempre me ha resultado interesantísimo conocer...solo sabíamos pequeñas detalles, corrillos de pasillo, algún que otro chismecito y nada mas..Pero ahora lo conocemos de uno de sus protagonistas en vivo y en directo, tal cual!!. je je. Te felicito!!. Pero una pregunta, Estas notas no te traerán algún problema con el Cnac y/o con los otros miembros del jurado.? (Creo que eso no te quita el sueño, verdad?) Para concluir que paradójica es la vida, nunca fuiste seleccionado para un proyecto en todas las oportunidades que competiste y ahora, eres miembro de un jurado calificador de documentales!!!. Así es la Vida Cinematográfica criolla!! JUAN LUIS RODRIGUEZ
ResponderEliminarEn efecto, como dijo el anterior comentarista, es muy valiente de tu parte decir lo que dices y yo agrego: nutritivo el que se digan publicamente cosas como las que dices y algunos pensamos y otros dicen a soto vocce.
ResponderEliminarImportante lo que dices porque te haces vocero de muchas personas y no hacen daño a nadie. Al contrario, el CNAC como órgano responsable de lo aludido debería agradecer esa información para introducir los correctivos necesarios.
Lamentable que cuando se dicen cosas como esta uno piense en Torquemada. Ojala, la practica nos haga borrar ese temor y sigan las opiniones valientes y nutritiva.
hace unos días escribí un largo post sobre por qué ya no me aferro a ese "sueño" del cine, y este post tuyo lo ratifica. Gracias por la info y sí, la vida tiene sus buenas ironías.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Sergio, nadie había dicho estas cosas antes, todo era rumor, medias verdades y muchas mentiras, con tu permiso lo voy a "rebotar" en la red. Un gran abrazo. Carlos Bolívar Díaz
ResponderEliminarTenía tiempo sion comentar en este blog, y hoy lo hago para reconocer, Sergio, esta excelente relación de tu experiencia. Antes de que salga nadie a insultarme por aquí, te comento que, esta vez estoy de acuerdo con tu planteamiento, te felicito, y ojalá no te canses de aceptar ser parte de los Cenáculos (ejeejejejee) que deciden quien hace Cine, porque hace falta sangre nueva también en esos espacios. Ojalá te inviten para el consejo nacional administrativo, o el comité ejecutivo... A ver si mandamos a unas y unos cuantos a comenzar su año sabático indefinido... sobre todo, a aquellos o aquellas que están cerca de iniciar sus oraciones para la "salida del alma a la luz del dia" (Comentario que pretende única y exclusivamente recordar a Catherine Deneuve en su rol en la película "The Hunger" de tony Scott, cualquier parecido con alguien de nuestro país, se niega, a menos que la persona que se considere afectada mande un foto en la que demuestre que se parece a Catherine Deneuve , y ofrezca una cita para cenar, eso sí, lo que sea al ajillo.)
ResponderEliminarivan zambrano: Muy bueno tu artículo Sergio y viene en buen momento. Es tiempo de reflexionar porque hay un cambio en el sistema con lo de la convocatoria permanente. Cierto que la idea del Baremo era disminuir la discrecionalidad y darle mas equidad y oportunidad a todos los participantes. Sin embargo lo que dices demuestra que hay escollos por donde se filtran nuevos mecanismos excluyentes. Pero nos das la esperanza de que es posible construir un sistema de selección mucho mejor. Gracias
ResponderEliminarAQUI SE PRESENTA UNA OPORTUNIDAD PARA MEJORAR LO QUE TENEMOS: http://anacvenezuela.blogspot.com/2011/12/riefcpc-anteproyecto-de-reglamento.html
ResponderEliminarjueves 8 de diciembre de 2011(RIEFCPC) Anteproyecto de Reglamento Interno de Estímulo y Fomento a la Creación y la Producción Cinematográfica
8 / 12 / 2011
(RIEFCPC) Anteproyecto de Reglamento Interno de Estímulo y Fomento a la Creación y la Producción Cinematográfica
El CNAC pone a disposición de la colectividad nacional, de los cineastas, gremios, asociaciones y en general de todo ciudadano o ciudadana el texto del Anteproyecto de Reglamento Interno de Estímulo y Fomento a la Creación y la Producción Cinematográfica (RIEFCPC) para que tras su lectura y análisis, nos hagan llegar a través del correo electrónico: jlossada@cnac.gob.ve las observaciones, sugerencias y aportes que estimen procedentes, dentro del período 08-12-2011 al 14-12-2001, ambos días inclusive.
El día viernes 16 de diciembre de 2011 el CNAC realizará una jornada de análisis de los aportes escritos que hayan sido remitidos al CNAC en el lapso mencionado, para lo cual invitará a cada una de las personas, gremios u organizaciones que hayan formulado sus aportes. El lugar y hora de tal jornada serán anunciados oportunamente a cada uno de los interesados.
Para ver o bajar el Anteproyecto de Reglamento Interno de Estímulo y Fomento a la Creación y la Producción Cinematográfica (RIEFCPC) hacer click aquí http://cnac.gob.ve/?p=864
Actualmente en Europa no solo se discute acaloradamente el destino de su comunidad, sobre todo de su moneda, sino también la embestida norteamericana con la S.O.P.A. (que se encuentra en stand by desde que Apple vio las desventajas de aplicarla). Ante la SOPA Europa ha sido muy enfática que sus leyes van por encima de ella y que deben respetar sus procedimientos, pero Suiza fue más allá contestando con fuerza que para el gobierno suizo su principal objetivo es el bienestar de sus ciudadanos y si estos requieren descargas piratas para su bienestar el estado les apoya. La libertad de información e intercambio de contenidos a través de internet cada día va tomando más fuerza y “más carácter legal”, una fuerza indetenible incluso para la SOPA, esto también se discute con mucho ahínco. El software libre, GPL, que comenzó Stallman, los Creative Commons, van cambiando el concepto de Propiedad Intelectual hacia un concepto más amplio y acorde con los grandes beneficios que aporta la web, ya Europa entiende en su marco jurídico que las cosas están cambiando para que todo sea más libre, para resguardar el libre uso de la información y la OMPI ya está entendiendo estos nuevos conceptos de obra colectiva, el hecho que una obra pueda difundirse, exhibirse, distribuirse, transformase, derivarse, y un largo etcétera, a través de internet y sus muchos usuarios alrededor del mundo, los juristas europeos entienden que ese marco jurídico debe reformularse porque el concepto de Propiedad Intelectual va a cambiar para siempre, así mismo los derechos de autor.
ResponderEliminarSe están formando colectivos a nivel mundial de cineastas, escritores, músicos, etc, que ya aplican esta nueva forma de gestionar sus contenidos audiovisuales sin necesidad de intermediarios, sin distribuidores, ni editores, ni instituciones, son colectivos que entendieron también de la “Obra común” exhibida, difundida, distribuida en un espacio común, donde todo es de todos y a la vez es de nadie, y así mismo estos colectivos encontraron su propia fuente de financiamiento a través de las estrategias del crowfunding que viene con mucha fuerza.
ResponderEliminarLa nueva generación de creadores audiovisuales en Venezuela definitivamente debe descubrir la fuerza que puede desarrollar con estas nuevas y fuertes tendencias, no solo del software libre, de la obra libre, del financiamiento y gestión de contenidos independientes del estado. A medida que el curriculum de nuestros nuevos realizadores sigan sumando o no tengan ninguna obra seleccionada en el sistema actual de concursos/licitaciones que se acostumbra desde hace años, las cosas no cambiaran, esos realizadores seguirán siendo outsiders de un sistema muy anquilosado, y eso lo sabemos todos. Es hora de reconocer ese status, y como outsiders hay una cantidad enorme de recursos, el copyleft es potente, algo que NUNCA los productores, directores y guionistas de la vieja y mandante escuela van a querer comprender, pero eso es una ventaja para los nuevos, revisemos las nuevas tecnologías, las nuevas estrategias, los nuevos conceptos, y sobre todo las nuevas LEYES, la propiedad intelectual está cambiando, va a ser cada vez más democrática en la gestión de contenidos, y la monetización de estos por internet por ende cambia de igual manera. Pensémoslo. Hagamos el colectivo. Hagamos los contenidos. Gestionémoslo y defendámoslo. Es hora de darle el giro a la moneda. Los distribuidores, exhibidores y los canales de televisión tienen mucho que pensar porque los modelos están cambiando profundamente, la fuerza de Internet los avasalla, es hora que empiecen a buscarnos para no ir mas tras ellos.
ResponderEliminarEn cuanto al CNAC como institución, en este orden de ideas, está sobrevalorada por ser la UNICA fuente de financiación en Venezuela y eso es vergonzoso que siga así porque indefectiblemente eso conlleva a la exclusión, año tras año, y peor aún es terreno fértil para los lobistas, como bien dices, Sergio, NO le demos más valor al CNAC, comencemos la gesta de colectivos a favor únicamente del colectivo, de las obras y de los “comunes”. Con las nuevas tendencias, los mercados emergentes, los nuevos medios, las nuevas leyes, los nuevos conceptos que vienen con la digitalización definitiva, el CNAC, ANAC, CAVEPROL, etc, quedan muy obsoletos, y quedan en ese estado porque no han comprendido que el corpus cinematográfico no debe seguir repitiéndose, los productores consolidados no han explorado otras fuentes de financiación, y los autores no han comprendido las nuevas dimensiones que se están abriendo para los derechos de autor y la propiedad intelectual, los distribuidores y exhibidores tampoco parecen entender la economía digital y los nuevos modelos que trae. Aplaudo tu postura, Sergio!
ResponderEliminarSergio, las paradojas nos ensenñan mucho. Ahora que estás del otro lado de la acera tienes en tus manos establecer, en la medida de lo posible, una visión crítica y equilibrada que de seguro ejercerás. Aprovecha mientras puedas, hasta que no comiences a ser un personaje incómodo. Las Mesas Técnicas son un ardid burocrático de la misma talla del gobierno y que flota en cierta atmósfera de ensañamiento. Saludos...
ResponderEliminarFelicidades por el relato y por la valentía. La única vía para vencer el clientelismo o esas grandes redes de "amigos" incondicionales, que echan por tierra cualquier proyecto o propuesta seria, es a través de este tipo de expriencias. Pero es un problema profundo, porque lamentablemente está muy arraigado en nuestra cultura. Carecemos de transparencia en nuestras instituciones, y más, cuando se trata de ámbitos pequeños, como el mundo del cine. Donde todos se conocen y cada quien sabe lo que hacen o está haciendo los compañeros de gremio. Envidia, egoismo, mediocridad, todo suma a esta ecuación. Creo que esto pasa en otros sitios también, en España, por ejemplo. Por eso tantos critican hacer cine con subsidios del Estado. ¿Habrá que venderse al diablo?
ResponderEliminaren efecto unos tipos sin calificacion son jurados, todo entre amigos y unos carajos y carajas que dicen tener trayectoria cuando en realidad lo q han hecho es halar bolas. abajo la corrupcion en el cnac , abajo las viejas y viejos guisadores q son los mismos de la cuarta, la quinta y seguiran en la sexta
ResponderEliminarUm....algo equivocada estàs. No soy amigo de nadie en el CNAC. Y tengo 27 años haciendo producción. Tengo Estudios de Cine y obras que avalan mi experiencia. No he tenido que jalarle mecata a nedie para pertenecer a la Comisión y tener que estudiar 113 proyectos de los cuales dejan mucho que desear. Fui a la comisión por parte de la empresa Privada, no del gobierno y al menos, en esta comisión todo fue tratado con la objetividad que se merece. No hablen de lo que no saben.
EliminarUm....algo equivocada estàs. No soy amigo de nadie en el CNAC. Y tengo 27 años haciendo producción. Tengo Estudios de Cine y obras que avalan mi experiencia. No he tenido que jalarle mecata a nedie para pertenecer a la Comisión y tener que estudiar 113 proyectos de los cuales dejan mucho que desear. Fui a la comisión por parte de la empresa Privada, no del gobierno y al menos, en esta comisión todo fue tratado con la objetividad que se merece. No hablen de lo que no saben.
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