Discreto resumen de estrenos nacionales en 2011 y Nota Crítica de: Patas Arriba de Alejandro García Wiedemann.

Por: Daniel Dannery.

Se estrenaron 16 películas Venezolanas en 2011 en salas comerciales. 

Para algunos suelen ser sólo 15, yo cuento los 3 días de proyección que tuvo el Documental “Don Armando” en los cines del C.C. Centro Plaza, y unos días en Cine La Previsora. 

He dejado de lado algunos estrenos de la Villa, documentales en su mayoría, estrenados en premiere privadas; como es el caso de "Los Sueños de José Castillo", o televisión, y unos cuantos cortometrajes tales como “I Wanna Shine” de Prákriti Maduro; proyectado antes de “Patas Arriba” (Sólo en salas seleccionadas), y "Hoy no se come pastel de Chucho" de Braulio Rodriguez; proyectado antes del filme "X-Men: First Class".

De estas dieciséis películas, cuatro saldaron la deuda (social, política, psicológica y familiar) de la tragedia de Vargas. 

Una de ellas compiló los cortometrajes más comerciales dentro del gremio. Chalbaud volvió a fracasar en su intento por hacer cine de panfleto de la mano del estado. Arvelo dio su visión enfrascada del fenómeno “Dudamel”, y en el género lo acompañaron, Anzola y su amor por los barcos y Reverón (No el pintor) y su visión maniqueísta, fría, bonita, y poco interesante de Armando Scannone (No por ello película necesaria para cierta elite). 

Rísquez se reencontró con su manera de hacer cine ofreciéndonos su particular (y sobrevalorada) visión de Reverón (Ahora sí, el pintor). Mérida nos volvió a aburrir con dramas intimistas. Malavé nos entretuvo con su “Noir” maracucho, haciendo gala de un estilo personal que sigue creciendo con el paso de cada película. Benjamín Rausseo se llenó los bolsillos y logró convertir su parodia de Indiana Jones, en la película más taquillera del año. Walerstein volvió a la palestra nacional con el estreno de su “Travesía del desierto”, interesante y barroca película, con Claudia la Gata en perfecta envoltura, pero con carencia en su contenido. Patricia Velasquez se empeloto para demostrarnos; una vez más sus raíces indígenas.
Para de esa  manera finalmente cerrar el año con (yo diría) el primer estreno (Corríjanme si me equivoco, por favor) Navideño Venezolano Comercial de la Historia de Nuestra Patria “Patas Arriba” firmado por Alejandro G. Wiedemann (Plan B. Venezuela. 2006)

“Patas Arriba” se ubica como el tercer estreno -y el último del año- para toda la familia, junto con “Una Mirada al Mar” y “Er Conde Jones”, el resto de los filmes mencionados ataca de diversas formas distintos sectores de nuestra sociedad. 

Se queda un poco el cine de género por fuera una vez más, y prevalece la visión autoral de ciertos temas. 

Al parecer el año entrante la producción nacional abarcará mucha más variedad, como es la incursión por parte de la villa en el largometraje de suspenso titulado –tentativamente- “Gaspar Mendoza” (Julián Balam), no es una innovación, ya este año se han visto cosas de género suspenso y terror en varios cortometrajes como: “El Silbón” (David Cabrera. 2011), o la serie “Historias del Más Acá” transmitida por TVES. Amanecerá y veremos.

Por lo tanto se puede decir que con sus pros y contras, ha sido un año interesante para nuestro cine, cerrando con broche de bronce con esta “comedia” familiar protagonizada por el maestro Gonzalo Camacho en estado de gracia. Lo mejor de la película a lo sumo.

“Patas Arriba” es una película correcta, adolece de ciertos baches argumentales creados por una injustificada presencia de conflictos innecesarios en cada uno de sus personajes, pues no aportan nada para el avance del metraje, sino para la confusión de una historia, que pudo haber sido mucho mas sencilla en su diagramación. 

Parece la idea de una miniserie que nunca llegó a cuajar y que resultó en largometraje gracias a la coproducción de Colombia; responsable asumo yo, del acento injustificado del personaje que obra Daniela Bascopé. 

Por lo tanto, ésta serie de huecos en la trama, hace que los conflictos de cada uno de los personajes nunca terminen realmente de estallar, convirtiendo la "coralidad" de la película en una sucesión constante de efectos anti-climáticos que van llenando el transcurso de la trama de una serie de información que no afecta para nada el argumento inicial; la venta de la casa, la venta de la piragua, un divorcio, un romance, un problema estético, una ida a la cárcel, todos ellos conflictos interesantes, y motivaciones personales que nunca terminan por recorrer una meta final. 

Demasiada información, mal procesada.

Personajes que no aportan nada como es el caso al que da vida Sindy Lazo -Lo peor de la película-, metido a calzador, innecesario y mal interpretado.

Las actuaciones en general son correctas; resalta el trabajo de Lourdes Valera, y una vez más el performance realizado por el actor Gonzalo Camacho en una interpretación rica en matices y de una gestualidad, y dinamismo escénico, bien logrados y cautivantes. 

A ellos los acompaña una serie de secundarios encabezados por la niña Michelle García y los veteranos Basilio Álvarez y Tania Sarabia.

Una dirección de fotografía preciosista y un tanto televisiva, pero que corresponde completamente con el resultado final.

G. Wiedemann no mueve mucho a sus actores, sino en momentos necesarios, y endulza de sobremanera; con un ralentizado de la imagen, los puntos álgidos de su historia –Tal es el caso del accidente en la playa, y el fallecimiento final-.

Uno de los puntos que juega en contra del resultado final es el excesivo uso de la música, y la venta constante del tema principal –“Aguas de Marzo”, usado hasta el hastío en cada plano que invoca al recuerdo o a la sensibilidad de los personajes-, y que no llega a conmover realmente cuando en necesario, pues su uso repetitivo y obvio no alcanza el clímax justo para la posterior catarsis.

Le hizo falta silencio a sus escenas.

De tal manera “Patas Arriba” es una película que entretiene, con un mensaje bonito, digna de la fecha en la que se presenta, pero carente de trascendencia. 

Pudo haber dado más de si, pero aún así, cumple su cometido. 

Tres estrellas: * * *