Considerando las interrogantes planteadas por Sergio Marcano en su artículo publicado en este blog hace unos días, aprovecho para colgar varios fragmentos de El Público, el documental de Marcano transmitido recientemente por Vive TV. Creo que en este trabajo se trata de buscar una respuesta a cuestiones que todos los venezolanos, de una manera u otra, nos hemos hecho en algún momento. El Cinescopio les invita a ver dichos fragmentos y abre el debate libre y respetuoso en torno a los puntos tocados en ellos:
1) ¿Es malo el cine Venezolano?
2) El cine Venezolano de Violencia
3) El cine Venezolano del Futuro
Abran el artículo completo para acceder a los videos.
Tres palabras claves:
ResponderEliminarHonestidad, riesgo y disciplina.
Sergio quiero ver el documental completo.
Claro J.J.
ResponderEliminarMi email es freakandpop@yahoo.com
te doy una copia cuando a penas cuadremos.
...
yo creo que el problema mas grande del cine nacional es la poca vocación grupal que tenemos los "jovenes" cineastas...
esto aunado a un nulo interés por las políticas culturales -en especial la cinematográfica, por supuesto- da como resultado que la generación anterior sea la única capaz de producir cine en este país.
las razones son muy obvias.
ellos tienen "el control" de los mecanismos de la selección de proyectos...
aquí no hay grandes misterios...
…
ahorita estoy terminando un documental/institucional sobre el CNAC -también para la segunda temporada de Amo la vida voy al cine- en algún momento entre esta y la semana entrante les paso un par de links en youtube para que vean –si les interesa por supuesto- otras secuencias reflexivas acerca de nuestro cine.
…
otra cosa Sres. de CINESCOPIO de verdad aprecio y agradezco el espacio que me han brindado en su blog, tanto para la publicación de mis reflexiones cinematograficas, como ahora para la visualizacion de estas secuencias.
Un abrazo muy grande para ustedes.
Sergio Marcano
También estoy muy interesado en ver el documental completo, me gusta ver que se empiece a pensar en industria y, para ello, lo primero es escuchar al público.
ResponderEliminarY Juan, para ti y todos los seguidores del gore: El público se los está pidiendo, quieren una película de terror. jeje.
Por cierto, hablando de la poca vocación grupal, concuerdo con el amigo Sergio, así que quiero remitirlos a blogacine.com, al foro, puesto que uno de los hilos más recientes hace una convocatoria a crear un grupo de creación audiovisual. Vean eso los interesados.
Juan Luis.
ResponderEliminarnos podemos tomar un café los 3 en cualquier momento.
no tengo problemas en hacer un par de copias y pasarles el doc.
J.J. no sabia que te interesaba el gore -intuyo el terror-
¡Que bueno!
yo llevo años metiendo proyectos de cortos de este genero en el CNAC.
por supuesto todos ellos han sido rechazados...
en todo caso como culparlos, como el dinero con que se financia el cine criollo no se devuelve, es decir, es a fondo perdido, para que preocuparse por interesar o no al espectador...
el publico es uno de los grandes olvidados en nuestro proceso cinematográfico.
Por eso hice ese doc con ese tema...
Además que de algún modo el público es la tercera parte –no oficial- de la edad de oro del cine venezolano, ya que de algún modo estudia –luego de el auge del cine venezolano en los 70 y 80- el fracaso del cine criollo en la década de los 90 y en lo que va de la que estamos pisando el día de hoy...
JJ,
ResponderEliminarA tus tres palabras,yo agregaría humildad. El ego es enemigo mortal del cineasta. Muchas películas se joden en el camino gracias al ego y la prepotencia de sus creadores.
Sólo diciendo.
Ah no vale es que eso es de conocimiento público, o es que no tu no sabes que aquí hay un ejercito de clones de Lars Von Trier y que piensan que están cambiando la forma de hacer cine...
ResponderEliminarEl cine venezolano de los 90 hasta nuestros días, me parece que no ha producido obras de gran calidad (sí acaso 100 años de perdón de Alejandro Saderman y, Desnudo con naranjas, de Luis Alberto Lamata (a pesar de sus bajones de ritmo y actuaciones desiguales)
ResponderEliminarEn general, se le sigue apostando a la pornomiseria (Huelepega, Garimpeiros), a un cine de supuesta denuncia (El Don, 13 segundos), a comedias facilongas con reminiscencias de unitarios o programas cómicos de la televisión (Una abuela virgen, Mi mujer es la que manda).
Tampoco los debutantes han dado muestras de especial talento. Al contrario, han seguido reciclando algunos de los eternos vicios de nuestro cine. Secuestro express, a pesar de su inmensa popularidad, destila un tufo de pornomiseria digno de Novoa y Schneider, eso sí, con una propuesta estética distinta. Su lectura de los contrastes sociales de nuestra sociedad no soporta ni el más pequeño de los análisis. Todo se reduce a esquemas y estereotipos: Pobres y ricos, víctimas y victimarios, 13 el malandro blanquito, reflexivo y de buen corazón, en oposición al Budú y Nigga, negros, absolutamente violentos e irracionales (la escena del 13 impidiendo la violación de Mia Maestro de parte del Budú, o el rescate del último minuto en la parte final son situaciones que dejan claras la racista visión del mundo del director). Además, ideológicamente parece salida de la mente de una doñita del Izcaragua Country Club, o mínimo, como parece haber sido el caso, de un chico que nunca caminó por el centro de caracas o subió un cerro en su vida. (la escena final de Mía Maestro montada en un chevettico escoñetado, para no despertar la rabia o indignación de las clases menos privilegiadas es verdaderamente apestosa por superficial)
Por otro lado, se sigue haciendo un cine vacuo, onanista, preocupado exclusivamente por el empaque formal y las "historias" que podrían suceder en cualquier parte del mundo (siempre esa condenada nalinterpretación del concepto de universalidad). El caso paradigmático obviamente lo hallamos en Elipsis, de Eduardo Arias Nath. En esta película lo único sobresaliente es la estructura narrativa que apuesta a deconstruir el tiempo lineal...pero, ¿para qué?...al final, uno queda con la incómoda sensación de haber visto la película de un carajo que no tenía absolutamente nada que decir y al que no le quedó más remedio que "experimentar" caprichosamente con la forma. En mi opinión, Arias Nath le haría un gran favor a la humanidad, abandonando el mundo del cine y dedicándose a trabajar como decorador de interiores o asesor de la tienda Capuy en el Beco de Chacaíto.
A pesar de lo anteriormente expuesto, me considero optimista con respecto al futuro de nuestro cine. La villa del cine, independientemente de los sinsabores o no que hayan podido dejar sus 2 primeras producciones (Miranda regresa y la Clase), están produciendo y preparando infinidad de proyectos de diversa índole, de las que cabe esperar, en mayor o menor medida, sorpresas. Por otra parte, el boom del cine digital le ha permitido a un buen número de realizadores agilizar sus proyectos. Sí en el pasado, el cine venezolano ha generado cintas del nivel de Jericó, de Luis ALberto Lamata o La empresa perdona un momento de locura de Mauricio Wallerstein, porque no pensar que en el futuro algunas de estas películas pueda repetir el milagro.
Ok. Aquí va mi opinión sobre el tema. Es sólo eso, una opinión, y está determinada por la buena intención y limitada por las muchas cosas de las que soy ignorante.
ResponderEliminar1) ¿Es malo el cine Venezolano?
No creo que sea mejor o peor que cualquier otro cine de cualquier otro lugar. Sin embargo, se nota a leguas que los realizadores no se han detenido a preguntarse las razones por las que hacen cine. De otra manera no todo fuera pornomiseria (este término está genial), ni proyectos fáciles y simplistas. El éxito de películas como Pecho Cannibal lo demuestra, aunque ni su propio director sepa que su éxito, a diferencia de muchos otros proyectos, se debe a que él está más claro que el agua en las razones por las que filma. El cine venezolano no ha sido explorado, pensado, trabajado. No hay sinceridad en los motivos y en las ideas. Técnicamente se nota una evolución, pero, es poco lo que se adelanta en la determinación de políticas, en la creación de una industria, en la diversificación de los temas. Opino que Secuestro Express, mítica fuera de Venezuela y punto clave del futuro de los “cómos” de nuestro cine, se trata de un experimento novedoso a nivel técnico. A pesar de ello, y con todo el respeto de su creador (al que me gustaría ver comentando por aquí sobre estos temas), el guión es inmamable, pretencioso y manipulador.
Al cine Venezolano hay que echarle cabeza y menos tripas. Menos ataques en los comentarios de Blogacine (por cierto Carlanga, te invitamos a participar en nuestro blog) y más proyectos, más ideas, y sobre todo, más motivos.
2) El cine Venezolano de Violencia
La violencia en Venezuela es una realidad. Y la verdad que el mundo todo parece estar signado por la violencia. Creo que en nuestros países la violencia está muy ligada a lo social. Retratarla está bien. Quedarnos en ella, por los siglos de los siglos amén, no. Hay otras cosas que ver, filmar, comunicar. Incluso hay maneras diferentes de tocar la violencia.
3) El cine Venezolano del Futuro
Creo que el cine venezolano está despertando. Ahora sólo falta que despertemos los cineastas. Este pequeño artículo no es gran cosa, pero algo es algo, un comienzo es un comienzo. Invito a todos los actores, creadores, cineastas a participar. Y como dijo Kotepa: “escriban, que algo queda”.
Un abrazo.
V.
PD: Serg, JJ y Juan Carlos, después nos contarán de lo que hablaron mientras se tomaban el café. Lástima que no puedo ir.
Como ya le habia comentado a Sergio, me quedaba de este docu cosas como la tipa sifrina que decia que nunca habia visto cine nacional, y otras por el estilo. Suscribo enteramente las palabras de Nelson sobre Secuestro Express y el racismo mas que evidente de su director. Vemos entonces que tenemos directores racistas y espectadores racistas, que ni por tener eso en comun, logran acercarse unos a otros. Esto es solo un ejemplo, no quiero decir que todos sean racistas, me refiero a que ni a los cineastas ni al publico les interesa el cine nacional. A los cineastas no les interesa el publico, por lo que hacen peliculas para ellos mismos, ni al publico le interesa en cine venezolano y por eso no va a verlo. Que si es malo o es bueno, nadie lo sabe porque nadie lo ve! Y muchos van a verlo a la defensiva, con toda clase de prejuicios antes de entrar a la sala, asi nadie es capaz de verle algo bueno a una cinta venezolana! Tambien vemos que nisiquiera la apertura de los ultimos años, ni aun los adenlantos tecnologicos, son suficientes para complecer a los "incomprendidos" cineastas venezolanos. Esto parece no tener arreglo. El cine venezolano no sirve para nada y punto! Pero no es mi opinion, parece el comun de lo que piensa la mayoria. No sabria decir si entonces tiene arreglo o no...
ResponderEliminarA ver, Nelson varias cosas.
ResponderEliminar13 no es blanco.
Es moreno.
Blanca es Mía Maestro.
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En todo caso, y a mi manera de verlo, las doñas de Izcaragua Country Club, o sus hijos, tienen tanto derecho de expresarse cinematográficamente, como lo tiene Jackson Gutierrez insigne petareño y creador de las harto conocidas, Azotes de barrio y mas recientemente de la súper vacilable serie de Avila tv, Atrapadas. O como lo tendremos, eventualmente tú o yo, representantes de la –venida a menos- clase media criolla.
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Otra cosa es que la película no se adentra en la temática de los barrios, estos malandros se desenvuelven en otros espacios urbanos, así que la antropología fílmica que sugieres -sin duda valida en otro tipo de argumentos, como por ejemplo en Huelepega, una película pretendidamente social y aleccionadora- no me parecen tan necesarios para hacer mas precisa o quizás mas redonda la historia contada en Secuestro. Y esto lo digo criticando la película por lo que es y no por lo que debería ser… Así que la verdad es que no estoy seguro de “suscribir” tus comentarios…
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Yo la verdad es que termino por no entender porque a tanta gente ligada de algun modo u otro al “medio” cinematografico le pesa tanto Secuestro express, -algo que no se repite con la gente del común, a quienes sin duda les gusta la película-. Puedo entender que odien a su director, ya que se lo ha ganado a pulso con sus comentarios “críticos” –algo intolerable en esta sociedad de moral intachable e irreprochable como la nuestra- y con su actitud de enfant terrible, lo que no puedo entender es que muchos de nosotros no notemos –o podamos apreciar- que Secuestro express es una rara avis dentro del contexto del cine nacional, solo por estar bien contada, por echar un cuento pop y entretenido de la inagotable e inspiradora crónica roja nacional y además por tener un paquete conceptual coherente, efectivo y atractivo, tanto de a nivel de movimientos de cámara como de montaje…
Es decir, una película digerible, sin demasiadas pretensiones arguméntales, De esas que no te cambia la vida cuando la vez, pero te hace pasar un buen rato viéndola.
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Por ultimo comento algo muy importante, y que sin duda no hay que perder de vista: Esta película llevo muchos espectadores a las salas de exhibición –incluso fuera de nuestras fronteras-. Algo nada despreciable, en el contexto de la cinematografía venezolana contemporánea, que como bien sabemos todos, se caracteriza por tener un reducido grupo de cineastas y de instituciones cinematográficas, que año tras año, tras año, tras año, tras año, escriben y aprueban para su filmación, guiones que siempre terminan estando de espalda a los intereses de los espectadores.
…
Totalmente de acuerdo con Sergio. Secuestro Express es una película eficiente. Respecto al tema racial, me parece que en la peli lleva palo todo el mundo. Me pregunto ¿acaso los malandros deben estar representados en la pantalla por muchachos como Luke Grande en "Caracas, Amor a Muerte"?
ResponderEliminarOk. Secuestro Express es sin duda eficiente. Ese es su mérito. Sin embargo no la disfruté y no la vería de nuevo. Eso de la crónica social pop es sin duda una novedad... Una que me saca la piedra. Pero al césar lo que es del césar: Jonathan logró mover a la gente al cine y técnicamente demostró visión y calidad. El guión es lo que me jode, no sólo en SE, sino en la mayoría de nuestro cine. Pero creo que esto es tema para otro post.
ResponderEliminarYo trato de entender y respetar los gustos de todo el mundo. Jamás he negado la inmensa popularidad de Secuestro Express, pero a mí, discursivamente, me parece una película pobre. Y no es que pretenda ver a Luke Grande haciendo de malandro (otra vez no, por favor). Simple y llanamente me parece que es una película reaccionaria, que banaliza arrechamente los contrastes sociales y la violencia urbana de nuestro país. Y, lo sostengo, me parece una película racista...¿DJ 13 es moreno?. Además, en términos de lenguaje cinematográfico, tampoco me pareció nada del otro mundo: Citas a Tarantino, Meirelles, Aronofsky, etc, etc. Si la película no se tomara tan en serio, quizás mi indignación no tendría lugar, pero me parece que ese no es el caso.
ResponderEliminarSí Nelson, es cierto. Tendría que ver otra vez la película. En lo personal, a mi me tuvo en suspenso y toda la sala estaba así.
ResponderEliminarY pana, ciertamente no es Meirelles ni Aronofsky, pero en comparación con algunas que vi este año...de verdad, el barranco es demasiado: la abuela virgen, 13 segundos, Al borde de la Línea...coño de pana que no puede ser ese cine. O sí puede ser, es cuestión de gustos, como dices.
Rescato otras películas: Maroa me pareció buena y aunque sé que la odiaron, me vacilé mucho "Mi vida por Sharon".
Que interesante este blog...
ResponderEliminarPrometo escribir pronto.
De entrada, suscribo totalmente las afirmaciones de Nelson. "Secuestro Express" es un peñón de propaganda ultraderechista, basura racista bien empaquetada... pa´l que le guste.
Y, de paso, me gustaría agregar que si vamos a tomar por buena una película que hace taquilla, metan en la lista también a "13 Segundos" que llevó más gente a las salas que "Secuestro Express". Considero que no podemos confundir los terminos; si es buen negocio es buen negocio ¿de eso estamos hablando?
ResponderEliminarSaludos.
Una vez mas yo quiero decir aquí que parecieran desdibujarse los limites de la aversión que sienten contra Jakubowick y los que sienten en contra su película. Algo que de entrada no me da buena espina para tener una discusión seria.
ResponderEliminarAun así. Voy a expresar mi opinión.
La falta de estudios reales acerca de los intereses y de los tipos de audiencia que componen al mercado cinematográfico nacional es uno de los problemas más grandes del cine venezolano, uno de las carencias más concretas que a mi manera de entender las cosas, tendremos que confrontar algún día para llegar a la consolidación real de una industria audiovisual venezolana.
Un gran error que, determina notables fallas en los procesos publicitarios del filme –inexistentes en la mayoría de los casos- ya que la precaria publicidad pareciera no ir dirigida a ningún público o estrato social especifico. Pero bueno, quien –a parte de Mauricio Walerstein en los 70, Cesar Bolívar en los 80 y quizás los Novoa/Schneider en los 90- se ha planteado una industria cinematográfica -seria y posible- en este país de artistas y de autores que no necesariamente crean sus “obras” para las masas.
¿O es que usted Sr. Gemma pertenece al grupo de los que opina que una pelicula no puede llegar a ser un buen negocio?
El público, o los diferentes tipos de públicos, están allí. (Aunque no tengamos –hasta el momento- bases sólidas para determinarlo o definir sus intereses) Y es comprensible que tengan necesidades especificas para con las obras audiovisuales que les ofrecen los cineastas. Es decir que quieran recibir de ellas un reflejo mínimo de su vida cotidiana, porque desean entender de algún modo las problemáticas que les aquejan, o quizás, porque necesitan un reflejo cultural, o tal vez porque simplemente quieren pasarse un buen rato de entretenimiento fácil con un producto criollo… Yo creo que si.
Y si el secuestro y el aborto y la comedia detrás de La abuela virgen, de Ni tan largos ni tan cortos o de Puras joyitas es lo que interesa –más allá de su calidad argumental y de realización, en lo que insisto en defender a Secuestro como una de las propuestas mas innovadoras de los últimos años- ¿Por que negarlos? ¿Por qué restarle la importancia que merecen? Sobre todo si los espectadores piensan lo contrario. ¿Por qué ese afán nacional –ya no necesariamente solo de usted- de negar la importancia del cine del entretenimiento? Y ojo que no estoy diciendo que no podamos pulir o mejorar este tipo de propuestas. Solo digo y defiendo, como espectador, la existencia de un cine diferente a las masturbaciones mentales propuestas por autores establecidos en películas como:
El Rizo, de Sosa Pietri.
Tosca, de Iván Feo.
Tierna es la noche, de Leonardo Henríquez.
Borrador, de Jacobo Penzo.
Por nombrar solo 4 –de las muchas- películas “elitescas” y pretendidamente intelectuales que se filman año tras año bajo la aprobación cómplice de las comisiones de estudio de proyectos y que no logran despertar el menor interés de nuestras audiencias.
En todo caso Sr. Gemma –y ya para terminar este largo comentario- si usted se toma un poco de su preciado y comprometido tiempo para leer cuidadosamente los enunciados antes expuestos se dará cuenta que el hecho de que Secuestro Express haya sido una película taquillera, no fue en ningún caso, uno de los argumentos esgrimidos para levantarla en el panorama nacional como una buena película. Sino simplemente una característica que no debía ser tomada a la ligera. Algo que sin duda sostengo.
"La falta de estudios reales acerca de los intereses y de los tipos de audiencia que componen al mercado cinematográfico nacional es uno de los problemas más grandes del cine venezolano, uno de las carencias más concretas que a mi manera de entender las cosas, tendremos que confrontar algún día para llegar a la consolidación real de una industria audiovisual venezolana. "
ResponderEliminarAmén
Una de mis metas para el 2008 es comenzar a trabajar en función de esto, y dar los primeros pasos de lo que espero sea algo lo suficientemente válido y efectivo para poder aportar a directores y productores (y exhibidores y distribuidores, claro está) para que el cine nacional --al menos el comercial-- tengan un horizonte claro a donde apuntar si su interés es el de hacer un producto quizás más masivo y menos elitesco
En lo que se me vaya dando les iré contando, aunque no creo que sea en un foro tan público como este...
Hoy vi dos documentales, uno en VIVE TV y el otro en VALE TV, sobre el cine venezolano. Uno era sobre el casting, especificamente como lo estan haciendo en la villa del cine y el otro sobre las salas de cine y su transformacion desde el punto de vista arquitectonico. Me parecieron geniales. Del primero me quedó la idea de que en cuanto atrabajo ahora los actores, sobretodo los de teatro, antes olvidados, tienen una nueva oportunidad, esa que nunca les di la television por no ser bonitos! No se trata de ponerme panfletaria con la villa del cine, pero como actriz de teatro que fui, ver a gente que estudio conmigo haciendo cine por primera vez en su vida (mas de lo que he hecho yo como extra en un par de peliculas), es muy lindo porque parece que por fin los actores, esos que se formaron durante para actuar en el formato que fuera, estan logrando llamar la atención. La actuación siempre ha sido un punto menguante en cuanto al cine venezolano, parece que ahora eso podría cambiar.
ResponderEliminarDel segundo docu sobre las salas de cine, un poco mas triste y pesimista. Todo ese analisis sociológico sobre lo que se han convertido las grandes urbes, en especial Caracas que es un caos de punta a punta. en donde las salas de cine forman parte de esos monstruos del capitalismo llamados malls, la perdida de lo que fueron antes las salas independientes, las salas de los barrios, aquellas que contaban con una arquitectura hermosa y especifica para cada una. Todo eso murio, y con ello tambien murio parte de lo que era una salida al cine. Ya casi nadie va al cine a ver una pelicula, sino a comer y farandulear con los amigos!
A mi parecer, ambos mensajes de estos docus se contradicen, si bien vemos que abria un resurgir del cine venezolano, con villa y todo, por otro lado tenemos que como que no le hemos parado mucho al asunto de la exhibición en sala. Bueno no se si todo esto tiene que ver con lo que veniamos hablando aqui, pero me llamaron mucho la atencion estos docus y me hicieron reflexionar...
Giuliano:
ResponderEliminarGusto tenerte por estos lares.
Un abrazo.