
Hoy día son pocas las cosas que logran sorprenderme de Hollywood. Digamos que de una forma u otra estoy curado en salud. Inmunizado de los grandes estudios. Ya son muy raras las historias que logran impactarme en esta época donde lo que abundan son los guiones fofos, las historias basadas en libros, en comics, en historias universales y en hechos de la vida real. Al parecer Hollywood es, hoy por hoy, la tierra de los
remakes y las secuelas. Pero en el cine, como en la vida, no todo es blanco y negro: siempre hay espacio para la sorpresa.
Hasbro, el archiconocido fabricante de juguetes (Transformers, G.I. Joe, Clue) acaba de cerrar un trato de seis años con Universal Pictures. Al parecer, ambas empresas esperan producir en dicho tiempo, seis películas basadas en las creaciones de Hasbro. ¿La primera de las películas?
Monopolio. Sí, han leído bien. Esta gente va a ser una película basada en Monopolio, el juego de mesa. ¿De qué demonios va a tratar la película? Llámenme corto de visión, pero no tengo la menor idea de por dónde va a ir el guión, si es que se han ideado uno. G.I Joe y Clue sin duda parecieran tener más sentido, al menos a nivel dramático. Pero a Monopolio no le veo otro destino que convertirse en el remake del reality show de
Donald Trump.
La cosa no termina ahí. Para dirigir Monopolio, Universal Pictures tiene ya enganchado a
Ridley Scott como director. Tiene sentido para la carrera de cualquiera que haya dirigido cintas como Gladiador, American Gangster, Hannibal y Black Hawk Down. Después de todo Monopolio es un juego donde lo épico y lo dramático confluyen notablemente. ¿O no?
En el 2007 Paramount Pictures produjo Transformers, bajo la dirección de Michael Bay. Ahora es Universal quien apuesta en grande a Hasbro, no con uno, sino con seis proyectos. La historia del cine está llena de infamia y falta de imaginación.
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