lunes, 24 de marzo de 2008

"El miedo siempre está ahí, más aún en los días que llegan las Postales de Leningrado." Entrevista a Mariana Rondón.

"Disfraces, escondites y falsos nombres sirven para que la protagonista, junto a su primo Teo, reinventen la vida de sus padres, guerrilleros en los años 60 en Venezuela. Como en un juego, ellos hacen de la persecución y clandestinidad una aventura de Súper Héroes, mientras esperan que sus padres regresen de la montaña. Pero el juego infantil no logra ocultar las contradicciones y traiciones que se viven dentro de las guerrillas. El miedo siempre está ahí, más aún en los días que llegan las Postales de Leningrado."

La anterior es la sinopsis de Postales de Leningrado, el segundo largometraje de la cineasta venezolana Mariana Rondón. Producida por Marité Ugás y protagonizada por Laureano Olivares, Greisy Mena y William Cifuentes, la película narra, a través de los ojos de una niña, los eventos y circunstancias que rodean a una familia venezolana involucrada en la guerrilla de finales de los años sesenta.

A la cinta le ha ido bien. Postales de Leningrado ganó el máximo galardón del Festival de Cine de Biarritz , obtuvo dos reconocimientos en la 31º Muestra Internacional de Cine de São Paulo y se llevó el premio a la mejor película en el Festival de Cine Venezolano 2007. Por otro lado, pienso que la propuesta de Rondón rompe esquemas en el cine venezolano. El tratamiento que se hace del tema de la guerrilla no es el único elemento que resulta innovador: la película echa mano de una variedad de recursos visuales como la animación, la intervención del color y la incorporación de imágenes de archivo, para dar a la historia el carácter lúdico e infantil que proviene de la subjetividad de la niña-narradora-protagonista. Todo un acierto.

Hace poco Rondón estuvo proyectando Postales de Leningrado en la ciudad de Miami, ello durante la edición 25º del Festival Internacional de Cine de esa ciudad. En el marco de dicho evento tuve el agrado de conversar con Mariana. Aquí les transcribo parte de nuestra conversación.

EL CINESCOPIO: Has comentado en varios medios que Postales de Leningrado tiene mucho de autobiografía y mucho de otras historias que tomaste prestadas. En todo caso se trata de un guión bastante complejo y personal. ¿Cuánto te tomó armar toda la historia?

MARIANA RONDÓN: Yo había pensado hacer esta película desde hace muchísimos años, es más, lo pensé antes de A la media noche y media, la película que hice antes de ésta, pero digamos que no me sentía preparada, agarraba el guión y lo dejaba… Después de A la media noche y media lo volví a retomar. Hice muchísimas versiones, para serte sincera debo haber estado trabajando como diez años en eso, lo tomaba y lo dejaba… Igual, como trabajo con las artes plásticas, en robótica, iba llevando las dos cosas en paralelo…

EC: Interesante esto de la robótica. Sé que tenías una exposición en España a la par que presentabas la película…

MR: Sí y ahora la expongo en la China. Unos curadores que la vieron la seleccionaron para la actividad cultural de las olimpíadas. Allí se va a dar una exposición de arte electrónico bien grande con todo lo que se está haciendo de arte electrónico en el mundo. De Latinoamérica escogieron nada más cuatro piezas y, bueno, escogieron la mía…

EC: Uno de los puntos clave de Postales de Leningrado son los niños que actúan en ella ¿Cómo fue trabajar con ellos?

MR: Muy divertido. Se hizo un excelente trabajo de casting, no uno cualquiera, el necesario para saber que se podía llegar a trabajar con ellos. Después hicimos mucho trabajo de improvisación con ellos, muchas de las cosas que pasaban en la película eran porque teníamos un código de juego, habíamos jugado mucho, habíamos jugado toda la película, entonces ellos se sentían súper tranquilos de seguir jugando, de inventar. Por ejemplo, en la película hay una situación donde el niñito le dice a la cabeza del cochino “¿Pedro, te duele?”… Eso lo inventamos ahí, eso lo inventamos con ellos.

EC: ¿Ninguno de los niños había actuado antes?

MR: No, ninguno de ellos había actuado.

EC: A nivel fotográfico la película presenta diferentes texturas que cambian según la historia. ¿Filmaste con diferentes formatos?

MR: Filmamos en Súper 16, en principio por una razón económica, pero después, al mismo tiempo, también me enamoré del formato porque en los años sesenta se producía en 16... Pensé que estaba bien, que estaba además siendo consecuente. Yo sabía que iba intervenir la película, que la iba a dibujar, que la iba a pintar… pero no tenía idea de cómo iba a hacerlo técnicamente. Eso me llevó mucho tiempo de investigación, ir probando, hasta que conseguimos la ruta, terminamos en Los Angeles gracias a una empresa mexicana, después el material lo colorizamos en México (ahí es donde va cambiando la textura según la situación de la película), con un señor que se dedica a restaurar y a limpiar las películas de oro de México. Toda las escenas de la familia las pasé directamente de 16 a 35mm y todo lo demás lo trabajé con un colorista especialista en recuperar películas de época. Pero yo no me quedé conforme con esto y decidí que como todo esto se veía desde la subjetividad de una niña, de como ella veía todo eso, le fuimos dando otros toques distintos a ese material de época.

EC: En la película tienes algunas escenas de archivo que muestran al ejército venezolano combatiendo a la guerrilla. ¿Todas eran escenas de archivo o algunas fueron recreadas?

MR: No te puedo decir la verdad, pero la mayoría son de archivo.

EC: Háblanos un poco de tu documental Hijos de la guerrilla. ¿Nace junto a Postales de Leningrado? ¿Dónde se consigue?

MR: Estoy tratando de sacar una copia con ambas películas: Postales de Leningrado y el documental. Hijos de la Guerrilla surge durante la película; empezó a aparecer gente que me estaba ayudando y yo no sabía pero eran hijos de ex-guerrilleros, entonces digamos que empecé a documentar sus propias experiencias, y cuando terminé me di cuenta que yo estaba contado una historia como a mi me daba la gana, como me parecía y a mi manera, pero de repente había gente que había vivido esa experiencia y además nunca lo había dicho, porque generalmente no lo dicen, entonces decidí irme a entrevistar a aquellos que estuvieran cercanos al arte, y entrevisté a los hijos y sobrinos de la división que tuvo el partido comunista de Venezuela en los años sesenta. El partido comunista tuvo cinco divisiones. Fue como un intento de hacer un recorrido por esas divisiones.

EC: ¿Lo sigue transmitiendo Telesur?

MR: No creo. Eso fue una coyuntura que arreglé con ellos. Lo que pasa es que en el momento en que se hizo esta película el Centro Nacional de Cinematografía (CNAC) tenía muy poco dinero. Lo que ellos hicieron fue buscar colaboración con sus partners, y nos propusieron ante diferentes entes del Estado que tuvieran dinero y nos pudieran ayudar.

EC: ¿Cuánto fue el presupuesto de Postales de Leningrado?

MR: 600.000 dólares y todavía no termina de costar, todavía estoy pagando cosas de la película.

EC: ¿Crees que hoy en día sigue siendo un tabú hablar de temas como la guerrilla en Venezuela?

MR: Bueno, yo tenía un poco de miedo de presentar la película por la radicalidad que vive el país, pero esta película no tiene que ver con la coyuntura política actual. Sin embargo la gente fue súper respetuosa en Venezuela, mostré la película y más allá de aquellos que creyeron que podía tener una carga partidista de un lado o de otro, todo el mundo fue muy respetuoso y creo que la entendieron como un lugar en el que no había propaganda política de ningún tipo. No es malo ser político lo que es malo es hacer propaganda política. Fue una experiencia muy rica.

EC: Siempre le pregunto esto a los directores venezolanos que entrevisto: ¿crees que se está dando un renacer del cine venezolano?

MR: Si. Mira la cartelera. Se van a estrenar creo que cinco películas. Eso ya es una diferencia con lo que venía sucediendo. Lo que si creo es que no es que el cine venezolano ahora sea mejor y antes peor... ¿Por qué está pasando esto? Porque hay una ley de cine…Una ley de cine que obliga a los distribuidores a respetarle un tiempo de pantalla a las películas, y al respetarle ese tiempo de pantalla, las películas en su mayoría están dando buenos resultados económicos. Es tan elemental como eso, no es que el cine ahora es mejor. Si es verdad que el CNAC está ayudando mucho más, por ejemplo a las operas primas les está dando el cien por ciento. Por otro lado está la Villa del Cine que es como la productora del Estado. Mientras más se produzca, mientras más personal se forme, mientras más técnicos, mientras más se ayude con el dinero, mejor cine habrá. Hace falta hacer mucho cine para que salgan buenas cosas.

EC: ¿Qué le recomiendas a aquellos que quieren hacer cine y no saben por dónde empezar?

MR: Que agarren una cámara y hagan lo que quieran. Ahora todo esta a la mano: una cámara, el Final Cut, todo es más fácil. Sólo hay que hacerlo.




Postales de Leningrado Venezuela (2007)
Dirección: Mariana Rondón
Intérpretes: Laureano Olivares; Greisy Mena y William Cifuentes
Productoras: Sudaca Films
Duración: 90 min.
Web: http://www.postalesdeleningrado.com/


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1 comentario:

  1. Gracias al Gobierno Bolivariano hay las leyes que la camarada Mariana nombra, no conozco su posición política pero si ella conoce la realidad que vivió nuestro país en los años de Democracia sabrá que hoy en día por primera vez Venezuela puede afirmar que vive en DEMOCRACIA.

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