Por Andrea C. López L.
Este año se ha estrenado el documental sobre los Rolling Stones que recientemente realizara Martín Scorsese, titulado Shine a light.
El documental muestra, con 18 cámaras en el set y varias grúas, el concierto que la legendaria banda realizara en el Beacon Theater de Nueva York en el 2006. Fue un trabajo pensado durante algunos años por Scorsese y Mick Jagger, quien funge, junto a sus compañeros, como productor ejecutivo del documental.
A partir de la presentación de esta banda en vivo, cuyos integrantes pasan de los sesenta años de edad (Charlie Watts está ya sobre los setenta) se insertan entrevistas y presentaciones de la agrupación que dan cuenta de su éxito durante prácticamente medio siglo. En Shine a Light, o Cuando brilla una estrella, se mezclany las obsesiones de Scorsese y de Jagger. Vale decir que Godard también se había propuesto, algunas décadas atrás, realizar un documental sobre esta agrupación musical.
La puesta en escena, el juego de luces, la edición, el sonido y la actuación de la banda en el Beacon Theater son impecables. Sin embargo, levanta cierta suspicacia que la banda que se nos presenta rockanroleramente rebelde, que dificulta la tarea del director al no poder planificar los temas a ejecutar; acepta plácidamente que el presentador y patrocinador de su concierto sea nada más y nada menos que Bill Clinton, junto a sus amigos, sus familiares y su fundación. Y es que no es nada nuevo que los otrora chicos irreverentes, ahora, ya más grandes, posen y compartan con personalidades políticas y hasta monárquicas.
En meses recientes, el suplemento El País Semanal, publicó un extenso reportaje del periodista Jesús Ruiz Mantilla, acerca de Shine a light y los “Rolling Stones”. En éste, Mantilla hace énfasis en la analogía existente entre este grupo musical y su relación con el culto goethiano de “El Fausto”. En este clásico de la literatura romántica, Fausto, personaje ansioso e infeliz por no poseer la sabiduría que sólo la juventud eterna puede proporcionar; pacta con Mefistófeles, un súbdito del demonio que le da a conocer placeres mundanos y adquiere su alma. En la versión de Tomás Mann, el “Doctor Fausto” vende su alma al diablo a cambio de perfeccionar su arte. La relación entre este personaje mítico de la literatura y los Rolling Stones, es sugerida constantemente por Scorsese en los reposos que ofrece el documental a los clips del concierto. En éstos segmentos, los archivos dan cuenta de la convicción que los integrantes de “las piedras rodantes” tenían de tocar durante mucho tiempo, de permanecer adolescentes toda su vida o más allá de ella, superando, literalmente, cualquier obstáculo: los líos con la policía, la cárcel, la muerte de uno de sus integrantes, las drogas, los vertiginosos cambios de la moda y la edad. No en vano, el periodista acuña los apodos de Fausto Jagger y Mefistófeles Richards. El primero, ha tenido siempre claro su objetivo y los sacrificios que debe adaptar para conseguirlo: una vida de gimnasio, de cero excesos antes de las presentaciones y mucha conciencia de los negocios...el segundo en cambio, es un sobreviviente de la heroína que se mantiene fiel a su militancia rockanrolesca. Mientras el cantante de Simpatía por el diablo se “vendía” al recibir gustoso el título nobiliario de Caballero Británico, Richards se negaba a salir al escenario con quien de algún modo escupía hacia arriba.
Hoy, el precio de la edad, de la fortuna y del éxito están por encima de títulos nobiliarios, de fotos con Carlos Menem o de conciertos a beneficios de la Fundación Clinton –es un respiro que no le canten a los Bush-; quizá por esto adquiera tanto sentido el clásico y legendario tema rocanrolero que reza: “Permítanme que me presente, soy una persona rica y con gusto. Llevo años dando tumbos, apropiándome de la fe de muchas almas. Encantado de conocerles, espero que adivinen mi nombre...”
La letra sigue inspirando a miles de artistas. Entre ellos a Martín Scorsese quien, insaciable, declara preparar simultáneamente cuatro proyectos distintos: tres documentales, uno sobre Bob Marley, otro sobre George Harrison y otro sobre el despiadado mundo de la música; así como un thriller psicológico titulado Shutter Island.
Andrea C. López L. es documentalista, guionista, cineasta y colaboradora ocasional de El Cinescopio.
el video muy bueno y esta banda, los rolling stones ha sido de mis preferidas desde hace mucho tiempo -jejeje- de cuando era feliz e indocumentado... un abrazo
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