lunes, 11 de julio de 2011

Encuentro de Escritores Cinematográficos El Garfio: El arte de escribir historias (2ª entrega)

Por: Andrea López

Y llegamos a la tarde del primer día.  El tema es El arte de escribir historias en el cine iberoamericano.  Narrativa y dramaturgia.  El panel lo componen Andrés Duprat (“El hombre de al lado ”), Silvio Caiozzi (“Julio comienza en julio ”) Senel Paz (“Más vampiros en La Habana ”) Pablo Remón (“Cinco metros cuadrados ”), Beatriz Novaro (“Danzón ”) y Diego Velasco (“La hora cero ”).  

Lamentablemente y debido a fallas técnicas, Víctor Gaviria no pudo presentar sus aportes desde su natal Colombia. Éste será un punto a considerar en nuestra última entrega en el apartado de balance y conclusiones.  Por ahora y sin más rodeos, abordaré la discusión.

Silvio Caiozzi
Según el chileno Silvio Caiozzi, adaptador de dos obras de José Donoso , para escribir una buena historia es necesario recurrir a la literatura pues en ella existen personajes que uno no olvida jamás. 

Andrés Duprat
El argentino Andrés Duprat expresa que hace falta tener muy claro el concepto de qué es lo que uno quiere decir en una historia y hacer cincuenta ó más versiones del guión. El co-escritor de “El artista ” asume involucrarse de lleno en todo el proceso del filme: “Trabajo desde idear la película hasta hacer el reporte de prensa, también participo en la edición (…) Uno ve lo que sabe, es decir, para escribir uno debe apoyarse en un terreno muy conocido y esto tiene mucho que ver con la honestidad”. 

Beatriz Novaro
Beatriz Novaro, autora de “Viaje redondo ” y profesora del CCC, expone que en el cine latinoamericano son recurrentes tres tipos de personajes:  El que está inmerso en un paisaje dramático, el personaje político y social que generalmente se pierde en favor de resaltar lo histórico; y los personajes comunes, de la vida corriente, que nos marcan como espectadores. Novaro,  al igual que otros escritores que participaron en el encuentro, habló acerca de que llega un momento en el cual los personajes “susurran al oído”, así como del tipo de reescritura que debe hacerse de un guión:  “La primera vez se debe ser el personaje, la segunda ser un explorador, la tercera un filósofo y la siguiente un espectador”.

 “La primera versión es el vómito; la segunda es auxiliada por carpinteros y es la más correcta pero no sabe a nada.  Después viene el oficio: releer y reflexionar el tema, si éste era ó no el que queríamos tratar”. Complementa Senel Paz, quien confesó no hacer nunca escaletas. La adaptación de “Fresa y Chocolate ” se basó en su propio cuento. 

Senel Paz
Proveniente del campo de la literatura, Paz opina que para asumir la hechura de un guión hay que entrenarse en un arte que no es narrativo sino reflexivo.  Asume ser partidario de los filmes en los que los personajes son más relevantes que “el paisaje dramático” mencionado por Novaro:  “El espectador olvida las tramas pero no los personajes (…) La escritura narrativa de un guión se somete a las mismas regularidades de una obra narrativa o dramática, con la diferencia de que el ritmo y la melodía son más libres en la literatura que en el cine.  Modos y tiempos verbales se someten en una película a un único tiempo:  El presente”. 

El Maestro Paz continúa aunando luces:  “Es fundamental determinar quién es el narrador de la historia,  ése es el punto de partida (…)  hay que saber también que la cámara es un narrador y por tanto, como guionistas, la dificultad radica en acercarse a la primera persona. Una posibilidad de hacerlo es a través de los movimientos de cámara ó de la denostada voz en off”.

Pablo Remón
El joven y prolífico guionista Pablo Remón (“Casual day ”) asevera:  “Uno escribe lo que puede y no lo que quiere.  Llevo siete largos y cuando los leo me doy cuenta de que todos versan sobre lo mismo (…)  Escribir es no pensar, se piensa después de que se ha escrito, es un pasaje de ida y vuelta.  La gente cuando va al cine no está pensando, los personajes existen y están allí (…) Mi tarea no es explicar sino contar lo que estoy contando.  Pensar al escribir es como caminar y al mismo tiempo hacerse zancadillas (…) Hay que abordar con humildad la historia y los personajes”. 

Remón, quien confiesa ser matemático de profesión y haber estudiado guión con Robert McKee , Syd Field  y Fernando Castets , entre otros; aclara que “no me he metido en esto para hacer estructuras”.

Diego Velasco
Para el venezolano Diego Velasco (“La Hora Cero”) lo fundamental estriba en encontrar una voz propia.  Generalmente al vivir fuera del país de origen “intentamos escribir para otro público, yo encontré que tenía que escribir de Venezuela (...)  fuí allá, ví cómo funcionaba el hospital, terminé de escribir y le pasé el guión a Carolina Paiz , eso me ayudó mucho".  

“Al escribir no debemos preocuparnos por la autocrítica porque después nos va a criticar todo el mundo”  Dice Novaro y el público se enciende en aplausos.  “Los guiones no se deben enseñar ni a los cómplices eternos como la familia y los amigos, ni a todo el mundo cuando está muy fresco porque todos quieren meter su cucharón”.

Finalmente, Duprat afirma que tanto el libro de Robert McKee como otros métodos son para “brutos”, esto se traduce inmediatamente en una acalorada discusión que pasa por preguntarse qué tan positivo es malignizar los manuales ante un público mayormente novel.  Sin tanta radicalidad, los demás ponentes llegan a la conclusión de que si bien respetan las “normas” de los gurús; éstas no deben tomarse al pie de la letra como una camisa de fuerza.  Como en toda norma ó regla, se toma lo que a cada uno de nosotros sirva.  Lo demás, sencillamente, se desecha. 

Estén pendientes, que próximamente tendremos una nueva entrega...


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