domingo, 3 de agosto de 2008

FELLINI DOLCE VITA: EL RARO ARTE DE LO NOTICIOSO

Colaboraciones
Por José Roversi


Antes de que Truman Capote, ese león de la narrativa contemporánea, se valiera de la lectura de la prensa y los chismorreos de pasillo para componer su obra (Non Fiction Novel, como le gustaba llamar al género que se atribuía haber creado) ya Federico Fellini había recortado muchos titulares y prestado su atención a comentarios indiscretos para componer la suya.

Fellini llego a decir que la idea para La Dolce Vita le había venido al observar un cierto tipo de creaciones de diseño para mujeres, La Moda a Sacco. Encargó (sin tener ni siquiera guión o título para la película) a Gherardi, su experto en vestuario, una interpretación desproporcionada, casi grotesca, de las tendencias de la alta costura europea. Diseños exagerados, artificiales en extremo, sin utilidad aparente. Pero, como en todo lo relacionado a Fellini y su trabajo, la verdad difiere del mito.

A mediados de los años cincuenta Roma estabaen efervescencia. En los lugares de moda se reunía toda una fauna de criaturas vanidosas, maravillosas y variada: estrellas de cine, directores, guionistas, modelos, aristócratas (a la italiana, como el archirival de Fellini, conde Luchino Visconti). En sus terrazas coincidían Ingrid Bergman, Gore Vidal, Truman Capote y su inseparable compañero, Jack Dunphy, Orson Welles, Rock Hudson, Ava Gardner o Charlton Heston. Roma estaba, una vez más, de moda.

La razón para este éxodo de estrellas norteamericanas hacia Italia tenía que ver con varios aspectos. Primero, que habían beneficios fiscales en Estados Unidos para el dinero que sus ciudadanos generaran fuera de su territorio. En segundo lugar, durante los primeros años de la postguerra las leyes impositivas en Italia no eran lo escandalosamente severas que llegarían a ser después. Y, por último, Italia disponía de una infraestructura cinematográfica importante (heredada del fascismo) que se estaba reactivando rápidamente.

La prensa sensacionalista se estaba convirtiendo en un fenómeno curioso, morboso y desenfadado. El personaje de Paparazzo (de aquí el vocablo actual de Paparazzi), insistente fotógrafo de Marcello en La Dolce Vita, es un producto de el ojo inquisitivo de Fellini, cuya curiosidad fue capturada por estos seres acechantes, desafiantes y molestos. Con ellos tuvo atenciones, fue amable y zalamero, y, a cambio, consiguió que compartieran con el los detalles mas sórdidos de su oficio.

Los escándalos estaban a la orden del día. El espectro político italiano, cada vez más ROJO, tenía aterrorizadas a las fuerzas de la derecha y el centro. La mafia, como siempre, campaba. El estirado Papa Pío XII estaba muriendo y se esperaba una revolución dentro de la iglesia. La juventud, en opinión de muchos, se había abandonado al hedonismo.

También, en las portadas de los periódicos, se habían mostrado las fotos de un helicóptero transportando una enorme estatua de Cristo. Y es que en Roma (el feudo del Papa Pacelli, otro noble italiano, como Visconti) no era extraño un evento de este tipo. Con esta imagen insólita, ligeramente modificada, abrirá Fellini La Dolce Vita.

No es nada extraño que Il Maestro escogiera a Anita Eckberg para el papel protagónico y que lo hiciera, además, sin saber prácticamente nada de ella. La descubrió hojeando una revista. Eckberg había sido finalista del Miss Universo y llevaba una vida de escándalo tras escándalo. Su tormentoso matrimonio con el actor Anthony Steel, otro de los exiliados en Roma, estaba permanentemente en la prensa amarilla. Sin conocer detalle alguno del guión o haber audicionado, la despampanante sueca ya había sido seleccionada para ser Silvia en La Dolce Vita. Y es que Fellini no trabajaba apegado a los estándares usuales, sino más bien como un artista del collage, impulsivo e incluso indisciplinado.

El famoso strip-tease de la película está inspirado en otro titular de prensa, esta vez protagonizado por la bailarina turca Aichi Nana, quien en una fiesta en honor del empresario P.H Vanderbildt realizó un espontáneo strip-tease. Allí, además de Anita Eckberg e Ingrid Bergman, se encontraba Secchiaroli, uno de los primeros y mas famosos paparazzi italianos. El titular rezaba La Turca Nuda.

Para la escena de la orgía, Fellini, que no dudó nunca en pedir consejos y trabajar las ideas y estructuras en equipo (de hecho buena parte de su carrera creativa estuvo sustentada sobre el triunvirato Fellini-Flaiano-Pinelli) recurrió a Pier Paolo Pasolini, el genio indiscutible de la vida cultural italiana. Fellini estaba fascinado por el tema de la homosexualidad. Pasolini, que por las noches rondaba puntos estratégicos de la urbe romana en busca de relaciones casuales, resultaba la elección ideal para la tarea. Años más tarde fue asesinado en extrañas circunstancias, durante una de esas salidas nocturnas. También sirvió de asesora en materia de orgías Nico Otzak, quien mas tarde seria vocalista de la famosa banda Velvet Underground.

La Dolce Vita recoge la actualidad romana de la década del cincuenta como un viejo noticiero de cine. Tambien pareciera presagiar una nueva época, una Italia desconocida, desagradable y cínica, aunque atractiva y sensual. Su temática, estética y ritmo la convierten en una obra imperecedera, siempre vigente. Su belleza radica, entre otras cosas, en una mirada penetrante, incluso espiritual, de la vida de la ciudad.

Fellini no era romano, sino Romagnolo, es decir, nacido en la Emilia Rogmana; y, como suele ocurrir a los forasteros que hacen de una ciudad ajena la suya, adivinó en Roma aspectos y aristas que sus habitantes originarios parecían ignorar. Desde su trono de Cinecittá, el gigantesco estudio cinematográfico italiano, Fellini observó cuidadosamente lo que ocurría en la vieja capital imperial, mil veces transfigurada, y tomó nota. Sólo él, el rey de la ciudad, se pudo dar el lujo de hacer de unas notas sacadas de la prensa, de simples noticias, una película extraordinaria, como la aquí les comento.

Fuentes consultadas:
ALPERT, Hollis. Fellini.
BAXTER, John. Fellini.

José Roversi es documentalista, productor y amigo de El Cinescopio.

6 comentarios:

  1. Marcello Mastroianni y Anita Ekberg tenian una relacion sentimental escondida y muchos directores fueron blanco de los celos de Mastroianni. Fellini paso por esos vericuetos amorosos, de esos a todas voces pero lo negaban en publico como buenos integrantes del show business filmico italiano de la epoca y Marcelo quedaba como el cornudo, esta pelicula siempre me parecio una fantasiosa mezcla de imagenes y pensamientos de Federico, claro con su toque poetico... buen post estimado... abrazos

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  2. Pues tienes mucha razon amigo; una de las caracteristicas de aquella Roma eran los chismes de alcoba. No se hasta que punto estaban todos enredados, pero obviamente se divertian bastante. Yo se que particularmente Mastroianni era un mujeriego voraz(Faye Dunaway, Catherine Deneuve, etc) El matrimonio de Fellini con la genial Giulietta Massina, aparentemente, se fue enfriando con los anos hasta quedar congelado asi que Fellini pudo haber tambien campado a sus anchas, de haberlo querido. De toda esa gente el mas alocado era Pasolini, el poliglota, escritor, poeta, cineasta, en fin, el mas completo de los intelectuales italianos, y quien sabe si europeo, de aquellos anos.

    Un saludo cordial,

    Jose

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  3. "La Dolce Vita" simbolizaría la primera de sus dos obras maestras posteriores al período inicial que simbolizaron "Lo Sceccio Bianco", "La Strada" y "La Notte Di Cabiria", en donde si bien Fellini apelaba a temas universales, el tinte de estos filmes era un poco más localista. Y aun cuando "La Dolce Vita" es una polaroid de los pecados de los medianos 50 romanos, la temática bien podría ser trasladada al Berlín de los 20 o al Swinging London de los 60.

    "La Dolce Vita" es la primera; la segunda es aun más impresionante, universal y eterna: "8 1/2". Un extraordinario homenaje a un clásico. Les quedó magnífico.

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  4. Excelente artículo. Contextualiza cabalmente el cine y la época de este gran autor.

    Para mí "La Dolce Vita" es el reflejo de cierta decadencia burguesa, que se aburre en el ocio de sus excentricidades.

    Mastroianni, sin duda, es el galán de todos los tiempos...no hay actor contemporáneo que se le compare en profesionalismo y hermosura.

    Considero, sin embargo, que "La Strada" y "8 1/2" son muy superiores. De su trabajo posterior rescato "Giullieta de los Espíritus", "Casanova" y "Ginger y Fred". No he visto "Amarcord" pero me dicen que es fabulosa.

    En un documental -bastante malazo por cierto- que se llama "la Entrevista", que data de los ochentas; Fellini busca a Marcello para llevarlo al encuentro de Anita Eckberg. Marcello, ya envejecido, se halla filmando un comercial de detergente para lavara ropa -ja, ja, ja..super decadente-. Con su cigarrilo siempre en mano y boca, Marcello aborda el coche y llegan a la casa de Anita a las afueras de la ciudad.

    Anita les recibe. Tampoco ella es la estampa de los tiempos en La Fontana de Trevi...en el documental es una señora ya mayor, enorme y gorda. Fellini despliega sobre la casa una sábana y detrás de ésta, hace repetir a ambos actores, ya viejos, una secuencia de la Dolce Vita...sencillamente para llorar, para llorar como sólo lo saben hacer los italianos...

    Es muy conmovedor. Fellini es un gran maestro. Vale decir que nació en Rimini y que tuvo una estrecha relación, de la mano de Rossellinni, con los autores del neorealismo italiano. Antes de ser director fue guionista de Zavatini (cuyos trabajos no son tan buenos) y de De Sica...

    El cine italiano es estupendo. Si tuvo una época de hacer cortos moralizantes y unirnos en una sola película...hay una con Sophia Loren que se llama "Ayer, Hoy y mañana", o algo así, en la que particpan Zabatini y De Sica, que son un fastidio...

    En estos dias ví una peli de Dino Risi, llamada "Il Sorpasso", ¿alguno de ustedes la conoce? Es una peli de principios de los 60s...en el guión participa ese otro genio llamado Ettore Scola.

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  5. Andrea, gracias por tus comentarios. Son muy acertados.

    Si no has visto Amarcord, echale un vistazo y despues me dices que te parecio.

    Es una especie de homenaje a Rimini. Fellini se trabajo con Tonino Guerra como escritor, otro romagnolo dedicado al cine y con una pluma deliciosa, onirica y erotica.

    El guion lo escribieron primero en dialecto de la Romagna (en ese dialecto, "yo me acuerdo" se dice "a'marcord")

    Yo no se que tiene Emilia Romagna que produce tanta gente dedicada al arte, y muy especialmente, al cine. De alli eran Fellini, Pasolini, Zavattini y Antonioni.

    Estuve en la Romagna hace poco y lo que mas me impresiono no es lo que se ve, sino lo que no se ve. La niebla no deja ver nada. Caminar por la Romagna es como hacerlo a traves de una nube, como estar sonando.

    Una cosa me parece inquietante de Amarcord. En esa mirada nostalgica de Rimini en los treinta, tambien se cuela el Fascismo.

    En determinados momentos (como cuando llega el famoso trasatlantico REX, simbolo del regimen)me da la impresion de que la nostalgia tambien arropa los delirios que caracterizaron a la Italia fascista. No se, ya me diras tu opinion.

    Un saludo,

    Jose

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  6. Pues ni idea querido José...jamás he estado en la Romagna...en todo caso no me extrañaría nada, El Duce tuvo mucha popularidad. Y estas películas de Fellini o la que te digo de "Il Sorpasso" ; retratan el primer auge económico de Italia después de la guerra.

    En fin, ya me gustaría conocer la Romagna...algún día. Por el momento hablemos de cine italiano...je, je, je...

    Saludos, A.

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