viernes, 26 de octubre de 2007

"Al final seguiré siendo la Juani"

Dice el personaje interpretado por Verónica Echegui en la última película del catalán José Juan Bigas Luna, Yo soy la Juani.

Esta película que pude ver gracias al festival de Cine Español, es la que más me llamaba la atención de toda la selección, primero porque admiro el trabajo de Bigas Luna, esa particular forma que tiene de presentar a su tierra de la manera más original y peculiar por decir lo mínimo: todavía recuerdo la pelea de los fiambres en Jamón Jamón, pero en fin esta película se me antojaba interesante porque la protagonista fue elegida en un casting abierto como si estuviesemos hablando de estos programas que abundan ahora como Operación Triunfo, Protagonistas de Novela y cualquier clon que se le parezca.

Esto creo que terminó por dotar a la película de autenticidad porque si lo que Bigas Luna quería era una chama común creo que lo consiguió, además estaba el hecho de que la premisa sonaba como algo que no haría Bigas Luna, una película de la juventud desenfadada que gira en torno al mundo del tunning

Primero esto del tunning es sólo un accesorio de la película, quien realmente importa es la protagonista y ese deseo que tiene ella de convertirse en actriz.

Sin embargo tal meta se la hace díficil no sólo porque nunca ha tenido experiencia alguna, sino porque al ser una muchacha de provincia las oportunidades de conseguir un trabajo así son escasas por no decir nulas. De pronto un acontecimiento en su vida sentimental le hace abandonar su casa y lanzarse en busca del sueño. En el camino la nena aprende algo más que a actuar.

La forma en que está filmada la película también es una pasada, a veces parece un videoclip, pero a diferencias de otros directores proveniente de ese mundo de los cortos musicales, Bigas Luna usa la estética y los recursos de ese lenguaje videoclipero para hacer avanzar la narración o en el peor de los casos como ayudante en ciertas descripciones de los personajes.

La segunda mitad de la película cambia sustancialmente el registro pues si al principio nos encontrabamos con una película que parecía ser la típica película de adolescentes ahora nos encontramos ante el viaje de una niña que se va a convertir en mujer. Allí es cuando encontré al viejo Bigas Luna, especialmente porque me recordó una de sus mejores películas Las Edades de Lulu, pero mientras en aquella le daba más importancia a ese crecimiento sexual de la protagonista, aquí el aprendizaje de la Juani es más cercano a lo moral más que a lo moralista.

¿Cual es la diferencia?, para mi se trata de ir más allá de una concepción tan simple como "lo bueno y lo malo", La Juani aprende a medida que avanza sobre sus verdades y no "Las verdades de la vida" es por eso que finalmente dice: que aunque crezca seguirá siendo ella.

Así que la película termina siendo una especie de estudio del carácter pero en clave muy pop.

En el apartado técnico no tiene grandes innovaciones salvo en algunas escenas oníricas que me parecieron bastante originales y en la introducción de una nueva forma epistolar de nuestros días: el mensaje de texto por celulares. Si la ven sabrán de que hablo.

2 comentarios:

  1. JJ,
    ¿Cómo definirías eso del tunning?

    ResponderEliminar
  2. La modificación de los automóviles en su estructura para personalizarlos o algo así jejeje la verdad creo que lo mínimo que se de tunning lo se precisamente por esta película

    ResponderEliminar

Todas las opiniones son bienvenidas. Lo importante es saberlas expresar con respeto hacia quienes escribimos y leemos este blog.