lunes, 12 de noviembre de 2007

Corresponsalía de Sergio Marcano. Festival de Cine Venezolano 2007.

Sergio Marcano, nuestro eterno lector, comentarista y ahora corresponsal ad honorem, in fraganti y cum laude, nos ha enviado sus impresiones acerca del Festival de Cine Venezolano de Mérida 2007, al cual tuvo el placer de asistir no sólo como espectador, sino como participante.
Aquí reproduzco las impresiones de Sergio para todos aquellos que no pudimos asistir.


III FESTIVAL DE CINE VENEZOLANO.

Los criterios de selección del cine nacional para mí siempre serán un gran misterio.La verdad es que como muchas personas, yo termino justificando la existencia de bodrios cinematográficos, de abortos audiovisuales, como la consecuencia directa de la corrupción y el nepotismo de los encargados de conformar las comisiones de estudio de proyectos y el comité ejecutivo del CNAC, más que a la remota posibilidad de que muchas de las películas financiadas año tras año realmente calen en el gusto de sus electores y padres crediticios.En el marco del III Festival de cine venezolano de Mérida, la verdad es tampoco me acerque a la comprensión de los criterios de selección que se emplean en los concursos venezolanos, y lo digo básicamente por 4 cosas que me llenaron de indignación, y que, rompiendo el estilo de su más bien apacible blog, me voy a permitir a comentar,

1.- PREMIO DEL PÚBLICO.
La mañana de la premiación, se decía en el comedor donde hacíamos el desayuno día tras día en el hotel, que Pecho caníbal solo había alcanzado unos pocos votos de popularidad, algo que a los que estábamos en la mesa nos costaba creer, porque desde el primer día William Sarquiz y su película fueron las vedettes de toda la población estudiantil que acudió masivamente a las funciones del festival.

Como ejemplo puedo contarles que en la función en la que vi la película parecía mas bien la proyección de The rocky horror picture show, por la interactividad que la película despertaba con los espectadores, que se reían y gritaban a pantalla todo lo que pensaban de lo que veían. Pero bueno, a pesar de que me resulta profundamente extraño, digamos que todos los que querían votar por la película no lo hicieron y que simplemente estoy equivocado.

2.- ACTOR SECUNDARIO.
Sin desmerecer el esfuerzo actoral hecho por el Sr. Roque Valero en Al borde de la línea y a quien recuerdo gratamente por su excelente actuación en Punto y raya. No puedo dejar de notar la injusticia que subyace en el hecho de no haber otorgado el premio al veterano Luigi Sciamanna por su impecable trabajo realizado en Miranda Regresa. A mis ojos bastante superior en lo que a calidad interpretativa respecta.

3.- ACTOR PRINCIPAL.
El error mas garrafal de este festival y el error que a mi parecer evidencia mas claramente lo alejado de la realidad que están los criterios de selección de este país, para con la verdadera vanguardia audiovisual nacional, es el hecho de que se otorgara la estatuilla de mejor actor a ----------- de La edad de la peseta, una película mas bien cubana, y con una actuación bastante menor si la comparamos con la compleja, carismática y por sobretodo convincente, actuación hecha por el actor Jorge Reyes en el rol de nuestro prócer Francisco de Miranda, en la cinta Miranda regresa. Un hecho a mi parecer realmente imperdonable e injustificable bajo cualquier perspectiva analizable.

Esperemos que los resultados de estos dos últimos rubros no estén ligados con una retaliación política hacia el film Miranda regresa, película producida por La villa del cine. Un prolífico sistema de producción audiovisual, completamente novedoso y por qué no, hasta necesario, para el desarrollo de nuestra cinematografía.

4.- MEJOR GUION
A mi manera de pensarlo es incomprensible que el premio de Mejor Guión fuera a las manos de Arturo Infante el joven guionista de la correcta La edad de la peseta y no a las manos de Mariana Rondón por la atrevida, sensible, innovadora y autobiografica Postales de Leningrado. Pero bueno, supongo que la discrepancia es la esencia de la subjetividad.

Llegado este punto les recuerdo que con mis comentarios no pretendo alzarme con la razón, y que son solo reflexiones -como asiduo espectador del cine nacional- como ser pensante y sensible, acerca de lo que pensé y sentí a medida que se anunciaban las premiaciones.

En todo caso, cambiando la tónica de critica dura, a mi parecer ABSOLUTAMENTE NECESARIA para mejorar nuestro medio cinematográfico, si hago un balance del III Festival de cine venezolano, lo mas positivo no fue -como lo pensé en un primer momento- confrontar las edades de oro 70 y 80 con los pocos espectadores que asistieron a mirarla, 12 exactamente, -un panorama desalentador que se repitió a lo largo de toda la muestra documental in doors-, ni descubrir que la vanguardia audiovisual nacional en este momento, sin duda alguna, esta en el documental, sino fue algo más sencillo y que no sentía desde mis años de estudio en la escuela de San Antonio de los Baños, Cuba –o San Antonio de los daños como la llama Antonio Llerandí (director de Adiós Miami)- la verdad es que lo mejor, fue despertarme las tres mañanas que dura el festival y desayunar al lado de cineastas y actores, hablando todos los días, muy apasionadamente, de cine venezolano y del cine mundial de todos los tiempos. Uno de esos momentos en los que te devuelven la noción de que esa cosa maravillosa que es el cine, no sólo es tu enfermedad, sino una de las cosas con mayor sentido de vida para un grupo de gente que también vive en este país disperso, volátil, intranquilo, polémico e ideologizante que es hoy en día Venezuela.

También, y ya para terminar este largo comentario, quedará en mi memoria, el sentido homenaje que rindió el festival a través de las emotivas palabras del sencillo, talentoso e indiscutiblemente sensible director Luis Alberto Lamata para con el maestro Funes, uno de los primeros técnicos formados en el país y responsable además de formar y compartir su basto conocimiento en materia audiovisual con no pocas generaciones de trabajadores del cine nacional. Un momento que sin duda toco la fibra sensible a todos los presentes. Y que terminó en una ovación grande y por sobretodo merecida, como reconocimiento a todos los años de esfuerzos de este insigne e incansable trabajador del medio cinematográfico nacional.

La verdad, y a pesar de todo, es que agradezco profundamente la posibilidad de haber asistido al III Festival de cine venezolano. Y les digo, es una lástima que no asistiesen ustedes también.

Sergio Marcano

3 comentarios:

  1. verga y cuando se contrató a este corresponsal?

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  2. Sergio nos hizo la segunda para el Festival. Y la verdad es que nos salió barata la corresponsalía.

    Saludos.

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  3. Excelente reseña sobre el Festival, es equilibrada, completa y abre muchas reflexiones acerca de nuestro cine.

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